3. -Ponte las sandalias, ponte tu capa, y sígueme -prosiguió.
Pedro hizo como se le dijo. ¡Creía que estaba soñando!
Pedro y el ángel pasaron por entre dos grupos de soldados, y llegaron a la puerta de hierro que
daba a la calle. ¡La puerta se abrió sola, y Pedro y el ángel salieron juntos de la prisión! Luego, el
ángel lo dejó.
Pedro cerró los ojos y los volvió a abrir. ¡Realmente estaba en la calle!
-¡Es verdad! -susurró para sí-. ¡El Señor envió a un ángel para ayudarme!
Pedro se apresuró a ir a la casa de Juan Marcos, y llamó a la puerta. Rodé, una sierva, fue a
abrir. Ella escuchó su voz, pero, en lugar de abrir la puerta, volvió corriendo adentro.
-¡Pedro está afuera! -gritó.
Los amigos de Pedro miraron a Rodé con incredulidad.
-¡Esto es una locura! -dijeron-. No es posible.
-¡Es verdad! ¡Es verdad! -insistió Rodé.
Pedro comenzó a golpear
mente.
Cuando finalmente abrie
ron la puerta, alguien tomó
a Pedro del brazo y
rápidamente lo hizo en
trar en la casa. Los
creyentes reían y llo
raban de alegría. Y,
entonces, los creyen
tes volvieron a orar.
¡Alabaron al Señor por
haber escuchado y res
pondido sus oraciones!
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4. SÁBADO
Cada día de esta semana lean la historia de la lección
y repasen el versículo para memorizar:
La iglesia___ (Puntas de los dedos juntas, como
haciendo el techo de una iglesia)
hacía sin cesar oración............(junte las manos
en señal de oración)
a Dios.............(Señale hacia arriba)
por él............. (Señalar a otros)
Hechos 12:5. .(juntar las manos y luego abrirlas
como si fueran un libro)
DOMINGO
Incentiva a tu hijo a compartir con alguien las manos
en oración que hicieron en la Escuela Sabática y a orar
por esa persona cada día; o marca las manos de tu hijo
con los dedos juntos, recórtalas (no recortes los pulgares
separados) y escribe en ellas: “ESTOY ORANDO POR TI”.
LUNES
Lean y analicen juntos Hechos 12:1 al 19. Pregunta
a tu pequeño: ¿Por
qué piensas que Dios
envió a un ángel para
liberar a Pedro?
Ayúdalo a comen
zar una cadena de
oración. Corta tiras
de papel de cuatro centímetros. Escribe nombres de per
sonas o situaciones por las cuales orar. Cada día de la
semana, agreguen un papel enlazado a la cadena.
MARTES
Pregunta a tu hijo: ¿Por quién (o por qué cosa) estás
orando hoy? ¿Cuántas veces has orado por él (o por ello)
hoy? Ayúdalo a contarlas con los dedos.
Ayúdalo a trazar el contorno de sus manos en un pe
dazo de papel; colóquenlo en un lugar que él lo pueda
ver con frecuencia, para recordarle que tiene manos que
oran.
MIÉRCOLES
Ata la pierna de tu hijo a tu pierna, y luego traten de
ponerse de pie juntos. Comenten cómo Pedro estuvo
encadenado en prisión y no podía caminar. Pregúntale:
¿Qué ocurrió cuando llegó el ángel? Luego, desata las
piernas.
Haz que tu hijo haga de cuenta que es Pedro, que gol
pea a la puerta cuando los amigos están orando por él.
Menciona su nombre, pero no abras la puerta inmediata
mente. Cuando abras la puerta, pregúntale: ¿Qué crees
que pensó Pedro cuando la sierva no lo dejó entrar en
un primer momento?
JUEVES
Cuenten los eslabones de la cadena de oración que
comenzaron el día lunes. Oren por los nombres de la
cadena nuevamente; busquen las respuestas a las oracio
nes.
Comparte con tu hijo tu experiencia cuando oraste
fervorosamente en favor de alguien.
VIERNES
Ayuda a tu hijo a teatralizar la histc
de la lección durante el culto familiar.
Usa una silla o un espacio delimitado
con cuerdas, para representar la
cárcel. Haz que tu hijo se disfrace;
enciende una linterna cuando apa
rezca el “ángel”.
Entonen una canción que hable
acerca de la oración; luego, agradezcan a Dios por escu
char sus oraciones.