Este documento resume la estructura y contenido del libro de los Proverbios. Explica que el libro es una recopilación de diferentes materiales, probablemente compilados entre los períodos del rey Ezequías y la época postexílica. Su propósito es enseñar la sabiduría práctica necesaria para vivir de manera virtuosa y feliz, pero también enfatiza la importancia de temer al Señor como condición para alcanzar la verdadera sabiduría.
2. Nombre del Libro
Como cualquier obra moderna, este libro
lleva su propio título: mišle šelomoh,
“Proverbios de Salomón”. La Vulgata
(traducción al latín hecha por San Jerónimo)
los llamó Liber proverbiorum.
3. Lugar en el canon
El libro de los Proverbios
forma parte de la tercera
parte del canon judío, los
ketubim, “escritos”. Sin
embargo, parece que el
camino hacia su
reconocimiento como libro
inspirado fue algo
borrascoso.
4. Podemos leer en el c. I de Abot de Rabbí Natán:
“Al principio se decía que Proverbios, Cantar de
los Cantares y Eclesiastés eran apócrifos, que
hablaban metafóricamente y no formaban parte
de las escrituras”.
Aparentes contradicciones, como la de 26,4-5, y
textos como 7,7-20, que podían herir ciertas
sensibilidades, impidieron su entrada sin
reservas en el canon.
5. El empujón definitivo lo recibió probablemente de
la supuesta paternidad salomónica. Proverbios es
citado unas veinte veces en el NT, lo que indica la
gran estima que había alcanzado popular y
oficialmente.
6. PRIMERAS IMPRESIONES
Cualquier lector
mínimamente perspicaz
y con cierto gusto por lo
literario que lea
detenidamente este
libro, observará de
inmediato la diferencia
entre los nueve
primeros capítulos y el
resto de la obra.
7. Mientras en el primer bloque predomina la
exposición temática en unidades de cierta
identidad, en los cc. 10-29 destaca el proverbio
aislado. Es decir, que el libro es variopinto desde
el punto de vista formal.
8. Sorprenden también los datos de algunas
cabeceras. La obra comienza con la mención de
Salomón como autor del libro, autoría que
vuelve a repetirse en 10,1 y 25,1. Sin embargo,
en 22,17 se habla de “palabras de los sabios”. En
30,1 se mencionan los proverbios de un tal
Agur; y en 31,1 los de un tal Lemuel. Además,
No es difícil percibir en Proverbios algunos
duplicados. Se pueden comparar, entre otros,
18,8 con 26,22; 19,24 con 26,15; 20,16 con
27,13.
9. ESTRUCTURA GENERAL
Las observaciones hechas hasta el
momento nos facilitan la aproximación a
dos cuestiones de carácter general
relacionadas con Proverbios: su
composición y su autoría.
10. Los datos relativos a la tensión entre las
cabeceras de algunas partes del libro, al
análisis interno y a la pluralidad de estilos y
formas literarias nos permite concluir que
el libro es una especie de recopilación de
máximas, observaciones y discursos
originalmente independientes, de la cual
podemos distinguir las siguientes unidades
literarias:
11. I. Título y propósito: 1,1-7
II. Instrucciones y advertencias: 1,8 – 9,18
III. Primera colección de “Proverbios de Salomón”:
10,1 -22,16
IV. Primera colección de “dichos de los sabios”:
22,17- 23,14
V. Más instrucciones y advertencias: 23,15 – 24,22
VI. Segunda colección de “Dichos de los sabios”:
24,23-34
VII. Segunda colección de “Proverbios de Salomón”:
25,1 – 29,27
VIII.Palabras de Agur: c. 30
IX. Palabras de Lemuel: 31,1-9
X. Poema de la mujer de valía: 31,10-31
12. FECHA DE COMPOSICIÓN
La cuestión de la fecha es complicada,
teniendo además en cuenta que se trata de
un libro compuesto. La respuesta tendría
que abordar una triple pregunta: ¿Qué
edad tienen los materiales más antiguos
que usaron los hombres de escuela? ¿Cuál
fue el período de actividad de éstos?
¿Cuándo unió alguien finalmente las
partes?
13. Hay que tener en cuenta la existencia de
material cananeo (sobre todo sentencias
agrícolas) esparcido por el libro y la
probable relación de la Instrucción de
Amenemope con 22,17-23,14, lo cual hace
pensar que parte del contenido debe
remontarse al II milenio a.C. Además, la
nota editorial de 25,1, relativa a los
hombres de “Ezequías” relacionan parte
del contenido con el período preexílico.
14. Respecto a cuándo comenzó el proceso de
coleccionar, copiar, adaptar y ampliar el
antiguo material, los encabezamientos
pueden ofrecer ciertas claves. El editor
relacionó algunas colecciones
directamente con Salomón, o con éste a
través de Ezequías. Es probable que el
proceso fuese consolidado durante el
periodo monárquico tardío.
15. La fecha de los últimos estadios, cuando el
libro estaba tomando forma, coincidiría
con la época en que los sabios enseñaban
en Israel en academias, es decir, en el
período postexílico. Proverbios estaría
ciertamente acabado antes de la época de
Ben Sirá (190 a.C.), pues este autor alude a
Prov 1,6 en 47,17, y desarrolla ciertas ideas
evidentes en Proverbios.
16. PROPÓSITO
“Sabio” y “sabiduría”, así como sus antónimos
“necio” y “necedad”, y sus respectivos destinos,
aparecen con persistencia a lo largo del libro. A
una acción prudente corresponde un resultado
favorable; a una acción irreflexiva, un resultado
pernicioso. Se trata de la doctrina de la
retribución (12,14). La sabiduría busca el
momento oportuno para realizar la acción
adecuada en el marco del orden creado y
mantenido por Yahvé.
17. Los Proverbios enseñan al hombre el modo
más “racional” de superar los escollos de la
vida para llegar a una armonía interior y a
una integración social sin traumas; a una
vida feliz y a una existencia provechosa.
Esta sabiduría práctica proporciona al
aprendiz de sabio, a través de sentencias,
exhortaciones e instrucciones, una visión
del hombre y del mundo que le faciliten el
camino de la realización personal,
individual y social.
18. Pero la sabiduría de Proverbios no termina en el
ámbito del desarrollo y la autorrealización
personal. La alteridad constituye la mayoría de las
veces una dimensión intrínseca de esta sabiduría,
hasta tal punto que la conducta antisocial es
duramente atacada en el libro.
19. Hay que observar, también, que la
sabiduría, en Prov 1-9 se halla
personificada. La sabiduría ya no es una
enseñanza empírica neutral, transmitida
por un maestro. La propia sabiduría, “Doña
Sabiduría”, se dirige al hombre invitándole a
caminar por la senda de la vida. El hombre
es libre para escoger: quien se deja cortejar
por ella recorrerá felizmente el camino de la
vida (8,17-21); quien la rechaza es como un
muerto en vida (9,18).
20. Existe un concepto importante para la
comprensión de la sabiduría teológica: el temor
del Señor. Temor que en sentido positivo implica
reverencia y respeto, la disposición interior de la
creatura ante el creador, condición
indispensable para la adquisición de una
sabiduría auténtica. No hay auténtica sabiduría
sin una decidida apertura a la trascendencia; no
basta que el hombre se quede inmerso en el
orden cósmico y social, pues ambos son
establecidos y mantenidos por Dios.