2. El título corresponde al de su héroe.
Sin embargo, la forma española Job
se basa en las transcripciones griega
y latina, que reproducen
imprecisamente el término hebreo
´iyyob.
NOMBRE
3. El libro de Job integra la tercera
parte de los libros sagrados hebreos:
los ketubim o “escritos”. Solamente
Teodoro de Mopsuestia puso en
duda su canonicidad, mientras que
Cirilo de Jerusalén, Jerónimo y otros
testimonios antiguos hablan de Job-
Salmos-Proverbios.
CANONICIDAD
4. Como podremos comprobar más adelante,
está claro que el libro de Job es una obra
compuesta. Sin embargo, tuvo que haber
una personalidad genial que le confiriese la
altísima calidad literaria que caracteriza y
que la convierte en una de las más altas
cumbres de la literatura universal.
Desgraciadamente nos encontramos ante
una obra anónima.
AUTOR Y FECHA DE COMPOSICIÓN
5. En cuanto a la fecha de composición,
no existe unanimidad entre los
especialistas. Sin embargo, todos
aducen idénticas fuentes de
aproximación: lingüística, cultural,
dependencia literaria y contenido
teológico. Lo más sorprendente de
Job es el colorido arameo,
universalmente admitido.
En cuanto a la fecha de composición,
no existe unanimidad entre los
especialistas. Sin embargo, todos
aducen idénticas fuentes de
aproximación: lingüística, cultural,
dependencia literaria y contenido
teológico. Lo más sorprendente de
Job es el colorido arameo,
universalmente admitido.
6. La mezcla de elementos arameos en
Job excede a la de cualquier otro
libro bíblico. Según esta teoría del
original arameo, el traductor hebreo
sólo traduciría aquellas partes que
pudieran no ser entendidas por los
lectores hebreos. En consecuencia,
los defensores de la teoría sitúan la
obra en el período de florecimiento
del arameo: la época postexílica.
7. Sin embargo, el marco narrativo
presenta una serie de rasgos literarios
típicos de la épica semítica, con
paralelos sorprendentes en la
literatura de Ugarit, en concreto la
épica de Kirta. ¿Hubo una antigua
épica de Job? Así podría deducirse de
la mención del héroe, junto con otras
dos figuras legendarias en Ez 14,14.20.
8. Otros paralelos de Mesopotamia son también
muy antiguos. El llamado Job Babilonio, ludlul bel
memequi, conocido por tablillas del s. VII a.C., ha
aparecido recientemente en una copia mil años
más antigua.
Aunque a finales del siglo pasado un buen
número de críticos situaban la composición del
libro en el s. VII, actualmente se tiende a hablar
de los ss. VI y II. El libro había alcanzado su forma
final hacia el año 200, fecha aproximada de la
composición del Eclo, cuyo autor parecía conocer
la obra (Eclo 49,9).
9. La estructura del libro responde,
según algunos autores, al esquema
de la metáfora legal:
ESTRUCTURA GENERAL
10. A. Anticipación (1,6-11; 2,1-6)
B. Posibilidad de recurso a los tribunales (cc. 9-10)
C. Reto del acusador (c. 13)
D. Anuncio de un juez (16,18-21; 19,21-29)
E. Testimonio del acusado (cc. 29-30)
E1. Juramento y reto del acusado (c. 31)
D1. Veredicto de un juez (cc. 32-37)
C1. Reto al acusado (88,1ss; 40,6ss)
B1. Se desecha el recurso a los tribunales (42,1-6)
A1. Exculpación (42,7-9)
11. El tema dominante del libro es el sentido del
sufrimiento del inocente y las posibles razones
que lo justifican. Se trata de una concreción del
tema más amplio de la “retribución”, que
afirmaba la perfecta justicia de Dios,
sancionadora de la conducta del hombre:
felicidad y bendición para los justos, infelicidad
y maldición para los malvados, siempre dentro
de una existencia terrenal y sin ninguna alusión
a una vida en el más allá.
CLAVES TEOLÓGICAS
El tema dominante del libro es el sentido del
sufrimiento del inocente y las posibles razones
que lo justifican. Se trata de una concreción del
tema más amplio de la “retribución”, que
afirmaba la perfecta justicia de Dios,
sancionadora de la conducta del hombre:
felicidad y bendición para los justos, infelicidad
y maldición para los malvados, siempre dentro
de una existencia terrenal y sin ninguna alusión
a una vida en el más allá.
12. El libro de Job replantea la teoría de la retribución
de forma radical y monográfica y, al mismo tiempo,
se hace eco de otras posibles respuestas al tema.
En el relato en prosa (introducción y conclusión)
predomina el planteamiento tradicional: Job es
religioso y sincero; en consecuencia, es bendecido.
El diálogo entre Dios y el Tentador presenta una
nueva dimensión: el sufrimiento como prueba de la
religiosidad desinteresada. Como, a pesar de la
desgracia, Job se mantiene fiel, al fina se verá
largamente recompensado. Pero el relato no va
más allá.
13. El diálogo de Job y sus amigos radicaliza
el problema con un planteamiento
distinto que, en parte, arranca del relato
en prosa: ¿Cuál es la causa del sufrimiento
del justo, en este caso, del dolor
inmerecido del inocente Job? Los amigos
argumentan, con distintas variaciones,
haciéndose eco de la doctrina tradicional:
la justicia incuestionable de Dios, la
transitoria felicidad de los malvados, el
sufrimiento debido a las faltas de
inadvertencia o ignorancia, etc.
14. Por otra parte, el protagonista, desde el
rotundo e incuestionable argumento de su
experiencia de sufrimiento, se aferra a su
inocencia y cuestiona la enseñanza tradicional
sobre la retribución.
15. El diálogo de Dios y Job introduce un nuevo
enfoque: el problema no puede reducirse a un
razonamiento físico-sapiencial o a un “caso moral”
de justicia humana. Por eso, Dios invita a Job a
interiorizar el misterio de la trascendencia divina y
responde a algunas de sus dudas y preguntas: el
mundo está en buenas manos, Dios controla el caos
aparente y tiene el mal “a raya”. Él es Dios y no se
deja encasillar en moldes humanos.
16. Job reconoce su osadía y su ignorancia y, al final
termina consiguiendo mucho más de lo que
pedía: ver a Dios, discutir con él en igualdad de
condiciones (13,21-22) y la ratificación implícita de
su inocencia (42,7). Pero hay un logro más
importante: Job ha entrado en el misterio de
Dios y desde ahí ha podido relativizar su dolor, su
desesperación y sus pretensiones.
17. El autor no podía llegar más lejos en su
propuesta de nuevas soluciones al gran
problema de la relación hombre-Dios. Sólo
el libro de la Sabiduría, con su afirmación de
la resurrección de los justos y, sobre todo,
la vida, muerte y resurrección de Jesucristo,
el Justo sufriente, proyectarán sobre el
problema una luz definitiva.
El autor no podía llegar más lejos en su
propuesta de nuevas soluciones al gran
problema de la relación hombre-Dios. Sólo
el libro de la Sabiduría, con su afirmación de
la resurrección de los justos y, sobre todo,
la vida, muerte y resurrección de Jesucristo,
el Justo sufriente, proyectarán sobre el
problema una luz definitiva.