2. Los Andróginos eran redondos, con cuatro
piernas, cuatro brazos, dos caras y dos
órganos sexuales. Seres terribles que
intentaron atentar contra los dioses.
Zeus los castigó partiéndolos por la mitad, y
desde entonces, el Amor trata de unirlos, y
cuando así sucede, es para toda la vida,
fundiéndose los dos seres, en uno solo.
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4. Afrodita estaba absolutamente hechizada por
la belleza del joven mortal Adonis.
La felicidad le duró poco a la diosa, pues el
joven, aficionado a la caza, murió por un
jabalí.
La inconsolable Afrodita hizo brotar
anémonas rojas de cada gota de sangre
vertida.
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7. Hermafrodito es un joven de gran belleza,
hijo de Hermes y Afrodita, que en uno de sus
viajes, debido al gran calor, decidió bañarse
desnudo en una laguna.
Salmacis, una náyade que vivía allí, sintió
una atracción muy fuerte por el joven,
aunque éste se resistió.
La chica rogó a los dioses que pudiera
llevárselo consigo al fondo del mar,
fusionándose ambos en un ser de ambos
sexos.
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9. Eos, la diosa de la Aurora, de dedos rosados,
se enamoró del joven Titono, de gran
belleza, y pidió a Zeus que le concedieran la
inmortalidad para estar así siempre con él.
No obstante, a la diosa se le olvidó pedir que
el joven no envejeciera, y así quedó,
encogido y arrugado, hasta convertirse en el
grillo que canta cuando sale la Aurora, quien
llora gotas de rocío, por su triste destino.
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12. Filemón y Baucis fueron los únicos de su
localidad que recibieron con hospitalidad a Zeus
y Hermes en una noche de tormenta.
Los dioses, enfadados, quisieron arrasar la
localidad con una inundación. No obstante, les
avisaron para que se subieran en una colina, y
desde allí, divisaron que su casa fue la única que
se salvó del diluvio, que fue convertida en
templo.
Solo les quedó el deseo de morir juntos, y ambos
fueron convertidos en el roble y el tilo, árboles
que se inclinan uno al otro.
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15. Polifemo, el cíclope terrible, estaba
profundamente enamorado de Galatea, pero
no le correspondía, pues su corazón
pertenecía al joven Acis.
La venganza del monstruo fue terrible, ya
que aplastó al joven enamorado con una
roca, quien posteriormente fue convertido
en río.
Muchos dicen que Galatea aceptó estar con
Polifemo, y de ahí nacieron Gálata, Celto, e
Ilirio, epónimos de tribus bárbaras.
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17. Hero era una sacerdotisa que vivía en una
torre a un lado del Helesponto. Leandro, un
joven que vivía en el otro lado, muy
enamorado de ella.
Su relación no era admitida por sus
respectivos padres, así que Hero encendía
una lumbre desde su torre que iluminaba el
mar por donde nadaba Leandro hasta
encontrarse.
Lamentablemente una marea se lo llevó, y
Hero, desconsolada, se arrojó de la torre.
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20. Eurídice perece lamentablemente por una
picadura de serpiente, y Orfeo decide viajar,
desesperado, al Inframundo, con tal de
recuperarla.
Sus llantos y su música conmovieron a Hades
y Perséfone, pero debía cumplir una
condición: no mirar hacia atrás en la
ascensión a la vida.
A Orfeo le pudo la curiosidad y la perdió para
siempre.
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22. Píramo y Tisbe eran dos jóvenes vecinos
enamorados que solo podían comunicarse por
un pequeño agujero de sus paredes.
Finalmente deciden encontrarse en un moral
blanco cercano. Tisbe, llega primero, pero
una leona la asusta, y se marcha
rápidamente, dejando caer su velo.
Cuando Píramo acude, y ve el velo
ensangrentado por la boca de la leona, se
clava un puñal, cambiando el color de las
moras. Tisbe, incapaz de soportar tanto
dolor, también se suicida.
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25. Apolo se burló de las flechas de Cupido, así
que el diosecillo del Amor preparó su
venganza. Clavó en Apolo la flecha del
enamoramiento, y la contraria en Dafne.
Dafne corría espantada, intentando alejarse
del dios. Apolo le pedía que al menos
siguiera corriendo, para que así pudiera
seguir disfrutando de su amor.
Finalmente Dafne pide ayuda a su padre, y
se convierte en el laurel, que Apolo siempre
llevará consigo en su corona.
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28. Atalanta siempre ganaba en sus carreras a
sus prometidos, hasta que apareció
Hipómenes, de quien se enamoró.
Este había solicitado ayuda a Afrodita para
ganar la carrera. Así lo hizo, tirándole
manzanas a Atalanta durante la competición,
para que se retrasara.
Vivieron felices, hasta que por una impiedad
contra los dioses, fueron convertidos en
leones.
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31. El astuto Ulises tuvo que partir hacia la
terrible Guerra de Troya, sufriendo una
Odisea en su vuelta a su patria Ítaca. Sufrió
muchas aventuras, y recibió muchas ofertas,
pero siempre tuvo en mente la nostalgia de
su hogar.
Penélope, mientras tanto, tejía y destejía
telares para entretener a los pretendientes,
y mantuvo su fidelidad hasta reencontrarse
otra vez con su amado héroe.
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33. En su periplo marítimo, el héroe troyano
encargado de buscar una nueva patria llegó a
Cartago, donde fue agasajado por la reina
viuda Dido.
En una noche de tormenta, surge el amor, y
Dido le promete compartir el poder de su
afamado reino.
Eneas, no obstante, obedece apenado su
destino, y abandona con nocturnidad y
alevosía a la infeliz Dido, que termina
suicidándose.
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35. La hija del rey de Creta, se enamora
profundamente del héroe que ha llegado a la
isla para vencer al terrible Minotauro.
Su ayuda es necesaria, con el hilo Teseo
logra escapar del laberinto. La prueba de
amor sería llevarse a la joven a su patria,
Atenas.
En cambio, en el viaje de regreso, Ariadna se
despierta sola en una isla, los barcos de su
amado han partido sin ella.
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37. En una embajada a Esparta, Paris, el joven
troyano, se enamora de la reina de la ciudad
y la rapta.
Todos los jefes griegos, acudirán en masa
para asediar Troya si es necesario, si Helena
no vuelve a donde le pertenece.
Héroes, mujeres, toda Troya es aniquilada
por las fuertes pasiones que un día surgieron
entre ambos.
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39. Las doncellas se enamoraban del apuesto
Narciso, pero él siempre las rechazaba.
Eco, que había sido castigada por desvelar
secretos divinos, solo pudo repetir las
últimas palabras que el joven decía: “aquí”,
“ven”. Pero Eco fue rechazada quedando
solo su triste voz repetitiva.
El joven terminó enamorándose de su reflejo
en un río, y cuando se lanzó a besar, acabó
ahogándose en su propia imagen. En esa zona
comenzó a crecer la bella flor del narciso.
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42. Apolo estaba enamorado profundamente de
su joven amigo Jacinto, y así muchas tardes
disfrutaban de jugar a lanzarse el disco.
El dios Céfiro, celoso, hizo soplar el disco
que acabó terriblemente en la cabeza del
joven.
El dios, apenado, hizo brotar de su amigo la
flor del Jacinto.
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45. Pigmalión vivía frustrado por casarse y no
encontrar a la mujer perfecta.
Así, ocupó su tiempo en crear bellas
esculturas, hasta que de una de ellas se
enamoró profundamente.
Mediante la intervención de Afrodita,
Pigmalión soñó que su obra cobraba vida, y
así sucedió cuando despertó. Pudo amarla
por siempre.
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47. Zeus, dios de dioses, cobraba múltiples formas
para poder poseer a las tímidas jóvenes de las
que se enamoraba.
Así, tomó forma de toro, cisne o águila, para
poder tener relaciones con Europa, Leda o
Ganímedes. En otras ocasiones, tomó forma de
personas como de Anfitrión para poseer a su
mujer, o de Ártemis para enamorar a Calisto.
Las tretas de Zeus fueron incluso más allá con
Dánae,
a
quien
logró
atrapar
metamorfoseándose en lluvia de oro.
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49. Psique rivalizaba en belleza con la propia
diosa del amor, Afrodita. Ésta, airada, pide a
su hijo Eros, que le clave la flecha de amor
hacia el peor monstruo posible.
El dios no pudo escapar de la belleza de
Psique, y se la llevó consigo a su palacio.
Para evitar la ira de su madre, solo la vería
de noche, y a oscuras.
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51. La joven le pide que le deje, por lo menos,
ver a sus hermanas, quienes le calientan la
cabeza haciéndole creer que en realidad con
quien convive es un monstruo.
A Psique le puede la curiosidad y finalmente
ilumina el bello rostro de su amado con una
lámpara. El joven, decepcionado, porque
Psique no cumpliera su trato, la abandonó.
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53. Afrodita obliga a Psique a realizar duros
trabajos para recuperar el amor de su hijo,
entre ellos, traerle del Inframundo un poco
de belleza.
Finalmente Eros perdona a esa alma que
busca desesperadamente amor, el amor que
triunfará para siempre.