La historia cuenta la experiencia de una adolescente llamada Camila en un crucero de quinceañeras. Conoce a un chico llamado Raúl y pasan tiempo juntos, desarrollando sentimientos románticos. En la última noche del crucero, Camila y Raúl tienen relaciones sexuales. Al día siguiente, Raúl desaparece y Camila encuentra una flor marchita en un cofre, con una nota advirtiéndole que ahora tiene SIDA. La historia intenta advertir sobre los peligros de las relaciones sexuales sin protección.