1. Max Weber (2005), El político y el científico<br />¿Qué es la política? <br />La dirección o la influencia sobre la trayectoria de una entidad política aplicablemente en nuestro tiempo y estado (decisiones).<br />¿Qué es una entidad política?<br />El Estado <br />¿Qué es el Estado?<br />Es una aquella comunidad humana, que, dentro de un territorio determinado reclama (con éxito) para sí el monopolio de violencia legítima.<br />Entonces política significaría, la aspiración de participar en el poder o a influir en la distribución al poder entre los distintos estados, o dentro de un mismo Estado, entre los distintos grupos de hombres que lo componen (Michels, Parsons, Pareto).<br />¿Qué es poder? <br />Capacidad que tiene una persona de imponer su voluntad a otras, aun en contra de la voluntad de ellas y sirve como medio de obtención de fines (idealistas o egoístas) o al poder por el poder mismo, para gozar del sentimiento de prestigio que le confiere (como ser diputado).<br />¿Quién manda? Para weber se da la relación de que unos manden y otros obedezcan en los fundamentos de legitimidad de un dominio, existen tres clases de justificación, la tradicional (costumbres), la carismática (ángel, don, gracia puramente personal) y la legitimidad de la racionalidad de las leyes (acuerdos y voluntades).<br />¿Quién tiene vocación? El carismático, el asunto está que en el estado actual no es necesario el carisma ya que este se le puede crear mediante el marketing.<br />El caudillaje político de occidente es el que se interesa ya que este es el político, aparece primero en la figura del demagogo que es libre y es una creación de occidente, para mantener cualquier dominación por la fuerza requiere control sobre ciertos medios auxiliares.<br /> Las organizaciones estatales pueden ser clasificadas en dos categorías según el principio que obedezca. En una, el equipo humano (funcionarios o lo que fueran) con cuya obediencia a de contar el titular del poder, posee el propiedad de los medios de administración ya sea que estos consistan en dinero, edificios, material bélico, parque de transporte, caballos o cualquier otra cosa. En otra, el cuadro administrativo está separado de los medios de administración en el mismo sentido en que hoy en día el proletario o el empleado están separados de los medios materiales de producción dentro del sistema capitalista.<br />¿Cómo se desarrolla el político? Se puede hacer política como político ocasional, como profesión secundaria o como profesión principal. Políticos ocasionales lo somos todos nosotros cuando depositamos nuestro voto. Políticos semiprofesionales son hoy, por ejemplo, todos esos delegados y directivos de direcciones políticas que, por lo general, solo desempeñan estas actividades en caso de necesitad, sin vivir de ellas y parar ellas, ni en lo material ni en lo espiritual <br />¿De qué forma se presentan los políticos? Hay dos formas de hacer política una profesión. O “se vive para la política” o “se vive de la política”. Quién vive para la política hace de ellos su vida en un sentido íntimo, o goza simplemente con el ejercicio del poder que posee o alimenta su equilibrio y su tranquilidad con la consecuencia de haberle dado un sentido a su vida poniéndola al servicio de algo. La diferencia de “vivir para” y el “vivir de” se sitúa entonces en un nivel económico. Vive de la política como profesión quién trata de hacer de ella una fuente verdadera de ingresos; vive para la política quién no se haya en este caso. <br />La cuestión que entonces se le plantea es la de cuáles son las cualidades que le permitirían estar a la altura a ese poder (por pequeño que sea en su caso concreto) y de la responsabilidad que sobre él arroja. <br />Los políticos se encuentran principalmente en los partidos políticos (medio para disputar el poder) y en el parlamento (parlar, consensar acordar), la política se transforma en una empresa por el poder, entonces requiere una profesionalización de los funcionarios los burócratas y los funcionarios políticos.<br />Como se desarrolla el político profesional a través de la historia 1) clérigos, 2) literatos, 3) nobleza cortesana 4) Gentrim 5) juristas 6) abogados.<br />Tres cualidades para el político: pasión, sentido de la responsabilidad y mesura. Pasión en el sentido de la positividad, de entrega apasionada a una causa, al dios y al demonio que la gobierna, no todo se arregla con pasión, por muy sincera que ésta sea. La pasión no convierte a nadie en político Para ello se necesita mesura, capacidad para jugar, que la realidad actué sobre uno sin perder el reconocimiento y la tranquilidad, es decir, para guardar la distancia con los hombres y las cosas. El problema es precisamente el de cómo puede conseguirse que vallan juntas: las mismas almas de la pasión ardiente y la mesurada (frialdad). La política se hace con la cabeza y no con las viseras para la toma de mejores decisiones.<br />Los pecados mortales del político<br />La carencia de finalidades políticas, 2) falta de responsabilidad, en esta existen 2 categorías 1) vanidad 2) ambición de aparecer en primer plano.<br /> Por eso el político tiene que vencer a la muy común vanidad, enemiga mortal de toda entrega de una causa y de toda mesura. La vanidad y la ambición son una cualidad muy extendida y tal vez nadie se vea libre de ella. En los círculos académicos y científicos es una especie de enfermedad profesional.<br />El pecado contra el Espirito Santo de su profesión, comienza en el momento en que éste hacia deja de estar al servicio de la causa para convertirse en una pura embriaguez personal. Dos pecados mortales en el campo de la política; la ausencia de finalidades objetivas y la falta de responsabilidad, que frecuentemente, aunque no siempre, coinciden con ella, <br />Tenemos que ver que ver con claridad que cualquier acción orientada éticamente puede ajustarse a dos máximas fundamentalmente distintas entre sí y totalmente opuesta: puede orientarse según la ética de convicción o según la ética de la responsabilidad. No es que la ética de la convicción significa una falta de responsabilidad o que la ética de la responsabilidad supone una falta de convicción. <br />