1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD EXPERIMENTAL POLITÉCNICA
DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y POSTGRADO
DOCTORADO EN INNOVACIONES EDUCATIVAS
CARACAS-VENEZUELA
Las Tecnologías de Información y Comunicación
en la Educación
Autor:
Msc. Víctor Villarroel
Caracas, Mayo de 2012
2. INDICE
pp.
RESUMEN .................................................................................................................................... 1
INTRODUCCIÓN ......................................................................................................................... 2
La nueva revolución social ............................................................................................................. 3
Las TIC en educación .................................................................................................................... 4
REFERENCIAS ............................................................................................................................ 9
3. LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN EN
EDUCACIÓN
Msc. Víctor Villarroel
UNEFA-Caracas
2012
RESUMEN
El presente documento está orientado en dar aportes para la construcción de
conocimientos en torno al uso que se le debe dar a las Tecnología de la Información y
comunicación (TIC) en educación, donde se exponen consideraciones, visiones,
potencialidades e implicaciones que las TIC tienen en el campo educativo. Inicia mostrando
el surgimiento de la nueva revolución social (las TIC), se pregunta por las transformaciones
que necesita la escuela para encontrarse con la actual sociedad, así como otras interrogantes
relacionadas con el tema y, continua con las TIC en educación. Para el logro de esto se
realizaron consultas en varios documentos en línea, así como también en libros y otras
fuentes.
Descriptores: Las TIC, Educación.
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4. INTRODUCCIÓN
El uso generalizado de las tecnologías de la información y la comunicación en todos
los ámbitos de nuestras vidas, han cambiado la manera de hacer las cosas: de trabajar, de
divertirnos, de relacionarnos y de aprender. Las TIC han desempeñado un papel primordial
en la clasificación de la sociedad y la cultura, ya se encuentran integradas a nuestras vidas.
Las TIC son productoras constantes de nuevos significados que la población juvenil
consume rápida, ansiosa y sin una distancia crítica. Lo que impera en esta nueva era es la
cultura del cambio, lo que importa es que la tecnología sea cada día más precisa y más
rentable, que los programas sean más versátiles y que cada momento aparezcan nuevas
versiones, es el triunfo del valor del cambio sobre el valor del uso:
El imperio de las imágenes hoy es el triunfo del valor de cambio sobre el valor del
uso: nadie usa la imagen que consume, nadie logra desvestirla o retenerla, es sólo
mercancía en su dimensión transable, intercambiable, sustituible. No hay tiempo
para el uso, o apenas tiempo para adivinar el uso sin realizarlo. Retener un producto
o permanecer en una imagen es como retener las monedas en los bolsillos. No tiene
objeto, están destinadas al intercambio y la reposición. Así operan las imágenes de la
publicidad, del vídeo-clip, del desfile de modas, del juego multimedia (Hopenhayn,
1999:16).
En este escenario, la escuela y la familia se están inhibiendo en su tarea tradicional
de socialización de los hijos, sustituyéndose esta tarea tan importante por las TIC. No se
pretende decir que no existen agentes influyentes de socialización; todo lo contrario,
existen muchos, pero no son controlados por instancias tangibles y visibles como antes. En
estos tiempos la socialización es difusa y descentrada, “pues los medios no sólo descentran
las formas de transmisión y circulación del saber sino que constituyen un decisivo ámbito
de socialización, de dispositivos de identificación/proyección de pautas de
compartimientos, estilos de vida y patrones de gustos” (Martín Barbero, 1996:19). Las TIC
dejan en manos de niños y jóvenes la elección de mensajes e imágenes, los que los deja
indefensos ante la atracción que ejercen estas nuevas tecnologías. A los jóvenes que han
nacido en medio de aparatos electrónicos les son tan naturales que no conciben su
cotidianidad sin ellos, están ahí, así pues, se pretende dar en este documento algunas
reflexiones, aportes, consideraciones, visiones y potencialidades sobre el uso de las TIC en
educación.
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5. La nueva revolución social
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han provocado una
revolución importante sobre todo porque concierne fundamentalmente a las tecnologías de
producción de información y conocimiento. Estas nuevas tecnologías, cuyas primeras
formas surgen durante los años 50 y que estallan verdaderamente con la aparición de
Internet, producen cambios radicales en los ámbitos económicos, sociales y culturales; y es
la savia que ha nutrido la emergencia de la denominada sociedad de la información. Existen
muchos otras denominaciones para referirse a este nuevo tipo de sociedad. El español
Manuel Castells, estudioso en la década de los noventa de la sociedad de la información, se
refiere a ella como: sociedad informacional. Su trilogía de textos escritos originalmente en
inglés y luego traducidos a varios idiomas, llevan por título genérico “La era de la
información”:
La sociedad red (vol. I, 1996): Examina la lógica de las TIC y la revolución
tecnológica que está modificando la base de la sociedad a un ritmo acelerado.
Aborda el proceso de globalización que amenaza con hacer prescindibles a los
pueblos y países excluidos de las redes de la información. También examina las
implicaciones de los cambios tecnológicos sobre la cultura de la vida urbana.
El poder de la identidad (vol. II, 1997): estudia fundamentalmente los efectos de las
tecnologías de la información y comunicación en el mundo contemporáneo.
El fin del milenio (vol. III, 1998): con Fin del milenio, Manuel Castells completa se
trilogía “La era de la información” analizando los grandes procesos sociales y
políticos que han transformado nuestro mundo en la última década: el colapso de la
Unión Soviética, el desarrollo de un nuevo capitalismo dinámico y excluyente, el
auge del crimen global, la irrupción del Pacífico asiático como región decisiva de
crecimiento y crisis en la economía mundial, y la unificación europea.
Las nuevas tecnologías han hecho entrar a la humanidad en la era de la comunicación
universal: eliminando las barreras, contribuyendo poderosamente a forjar la sociedades del
mañana que, a causa de ello, no responderán a ningún modelo del pasado… el desarrollo de
estas tecnologías, cuyo dominio permite un enriquecimiento continuo de los conocimientos
debería contribuir en particular a que se reconsideren el lugar y la función de los sistemas
educativos en la perspectiva de una educación prolongada durante toda la vida (UNESCO,
1996, s/p).
García (2006) afirma que por encima de la gran serie de cambios sociales políticos,
culturales, económicos, etc., aparecen las modificaciones en el conocimiento primordial de
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6. la sociedad y de la forma en que este conocimiento se relaciona con la economía, el poder
geopolítico y, por supuesto, la tecnología. En resumen se habla de una nueva vida. Así
mismo, Iriarte (2006), expone que la tecnología se encamina en la actualidad como un lugar
de edificación de una variedad especial de conocimiento, con un campo de
problematización y una lógica propias que definen conocimientos, procedimientos y
códigos simbólicos propios, fines escolares propios en correspondencia con el desarrollo de
las competencias y capacidades indispensables para los sujetos.
Entonces, el uso de las TIC han revolucionado y transformado la vida cotidiana de la
sociedad, han cambiado la forma de comunicarse de entretenerse y muy sutilmente la forma
de pensar, por esta razón, la escuela tiene que transformarse a sí misma y adaptarse a los
nuevos cambios que están generando las TIC, cabe lo dicho por Jesús Salina (2004): “para
adaptarse a las necesidades de la sociedad actual, las instituciones de educación superior
deben flexibilizarse y desarrollar vías de integración de las TIC en los procesos de
formación”, y Carlos García (2011): “si avanzamos hacia una sociedad de la información y
el conocimiento, son las instituciones educativas las que deberían actuar como faros, como
modelos en el proceso de educar a los nuevos ciudadanos”. El ámbito escolar no se escapa
de estos cambios es por eso que se exponen a continuación de manera general algunas
consideraciones, visiones, potencialidades e implicaciones que las TICs tienen en el área
educativa.
Las TIC en la educación
La humanidad inicio el siglo XXI envuelta en una atmosfera de cambios importantes
en diferentes áreas del conocimiento:
El mundo en el que hoy vivimos se caracteriza por sus interconexiones a nivel
global en el que los fenómenos físicos, biológicos, psicológicos, sociales y
ambientales, son todos recíprocamente interdependientes. Para describir este
mundo de manera adecuada necesitamos una perspectiva más amplia, holista y
ecológica que no nos pueden ofrecer las concepciones reduccionistas del mundo ni
las diferentes disciplinas aisladamente; necesitamos una nueva visión de la
realidad, un nuevo paradigma, es decir, una transformación fundamental de nuestro
modo de pensar, percibir y valorar (Martínez, M.,1997:20)
… Más bien, consideramos que el cambio, o, mejor dicho, los cambios, ya han
comenzado; se han ido produciendo en multitud de facetas, cada uno con su ritmo
y unos antecedentes diferentes, pero que, en conjunto, convergen en un cambio
general de perspectiva y de la forma de contemplar la naturaleza y la actividad
humana. En definitiva, estamos asistiendo a lo que se conoce como cambio de
paradigma (Yus Ramos, 1997:19)
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7. En este ámbito de cambios importantes y en el caso particular de la educación, las
modernas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), cuya herramienta
emblemática la constituye Internet, están influyendo de manera progresiva en nuevas
formas de aprendizaje. En esta era, caracterizada por un periodo enorme de las TIC, los
estudiantes, en términos generales, se adaptan con facilidad enorme a diferentes contextos
de aprendizaje porque desde muy pequeños manejan el lenguaje de estas nuevas
tecnologías. Esto ha traído como consecuencia que los maestros se les exijan destrezas que
las instituciones de formación de docentes no están cultivando, entre otras razones, porque
dichas instituciones no están realmente preocupadas por este tema y no están respondiendo
a interrogantes que deberían estar sobre la palestra:
1. ¿Qué transformaciones necesita la escuela para encontrase con esta sociedad que ha
recibido diferentes denominaciones, entre ellas, sociedad de la información?
2. ¿Cómo insertar a la escuela en el ámbito informacional que es a la vez experiencia
cultural, entorno de informacional y espacio educacional difuso y descentrado?
3. ¿ Qué saben nuestras escuelas, e incluso nuestras facultades de educación, sobre las
hondas modificaciones en la percepción del espacio y el tiempo que viven los
adolescentes, insertos en procesos vertiginosos de desterritorialización de la
experiencia y la identidad, y atrapados en una contemporaneidad que confunde los
tiempos, debilita el pasado y exalta el no futuro fabricando un presente continuo:
hecho a la vez de las discontinuidades de una actualidad cada día más instantánea,
y de flujo incesante y emborrachador de informaciones e imágenes? (Martin
Barbero,1996:13)
La educación que actualmente se imparte en nuestras aulas sigue estando desfasada de
los cambios que se van produciendo en el mundo, y la solución, como lo advierte Yus
(1997), no está en sobre cargar el programa escolar:
La tendencia actual de la enseñanza es añadir los nuevos conocimientos a los
antiguos, lo que comporta una progresiva sobre carga de los programas escolares.
Esto lleva a un dilema entre dos alternativas: prolongar el periodo de escolarización
(que tiene el inconveniente de la carga suplementaria que impondría a los sistemas
educativos) o fomentar la especialización temprana (que presenta el peligro de un
rápido envejecimiento del saber especializado frente a los cambios técnicos) (pag.77)
Esta realidad, descrita en párrafos anteriores obliga a ensayar nuevas formas de
enfocar la educación. Cambiar la cultura escolar es una vertiente esperanzadora que está
emergiendo con fuerza. Esta alternativa implica enfrentar varios retos, entre ellos:
Luchar contra una estructura burocrática, rígida y compartimentada en disciplinas
donde lo que no se puede organizar en cursos o asignaturas parece no tener
relevancia.
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8. Concientizar al docente para que, por un lado, sea capaz de iniciar nuevas tareas de
actualización y, por el otro, para que le dé mayor margen de protagonismo al
alumno.
Articular el uso de las TIC desde las limitaciones de la pobreza en América Latina,
donde edificaciones educativas, que apenas cuentas con un viejo maltratado
pizarrón por aula, ahora deberían disponer de estas tecnologías para responder a las
exigencias de esta emergente cultura.
¿Qué hacer? Para Rosa María Torres (2001:21) se vislumbran tres visiones en pugna:
1. La revalorización docente y la vuelta al pasado. La nostalgia por la escuela
perdida y los maestro de antes está enmarcada fundamentalmente entre los
docentes, pero es compartida por padres de familia y por la mayor parte de la
sociedad.
2. El desplazamiento de los docentes y la apuesta a la tecnología como solución.
Esta postura conjuga una gran confianza en el potencial de la tecnología y una gran
desconfianza en la escuela y en la posibilidad de resolver el “problema docente”.
3. La apuesta a una transformación de la profesión docente en el marco de una
trasformación profunda del orden escolar que incluya la tecnología como aliada.|
En el primer caso se hace referencia a la nostalgia por la forma de enseñar y por los
valores que transmitía aquella maestra o aquel maestro. El problema sí tiene que ver
directamente con los docentes, pero no sólo se trata de ellos o de su preparación; es mucho
más complejo. Estamos ante otra sociedad: la sociedad de la información. Una sociedad
donde, según Barbero:
(…) Los jóvenes encuentran su experiencia de habitantes de un mundo cuya compleja
heterogeneidad no se deja decir en «las secuencias lineales que dictaba la palabra
impresa» y que remite a un aprendizaje fundado menos en la dependencia de los adultos
que en la propia exploración que los jóvenes habitantes del nuevo mundo tecno cultural
hacen de la visión, la audición, el tacto o la velocidad (Martín Barbero, 1996:11)
En el segundo caso, se piensa que con el solo hecho de tener en las aulas varias
computadoras y acceso a Internet se resuelven el problema:
(…) Las tecnologías se han comprendido como «medios» de aprendizaje; hoy
planteamos que deben ser también un «contenido» y una «concepción o enfoque»; es
decir, en términos pedagógicos, la tecnología juega no sólo como dispositivo didáctico
como lo son la computadora, los libros de texto, la televisión, los artefactos, las
maquinas, etc., sino que hace parte de nuestra concepción del mundo y de cómo nos
relacionamos con este, hace parte de nuestra cultura y, en consecuencia, de unos
conocimientos, unas experiencias, unos valores, unos lenguajes que utilizamos para
relacionarnos tanto con nuestro contexto inmediato como con otros sujetos. La
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9. tecnología hace parte de la constitución de los sujetos en tanto que genera nuevas
condiciones de intersubjetividad (Vargas y Rueda, 1996:55,56).
Es decir, aprender a operar los aparatos de estas modernas tecnologías es importante
pero no debemos quedarnos sólo con el conocimiento instrumental propio del auge
tecnológico de esta sociedad. “… La mera introducción de medios y tecnologías de
comunicación en la escuela puede ser la más tramposa manera de ocultar sus problemas de
fondo tras la mitología efímera de su modernización tecnológica” (Martín Barbero,
1996:19).
No sólo se trata de equipar a los jóvenes con destrezas técnicas, no es un asunto
solamente de computadoras, de entrenamiento, de dotación, etc., sino de algo más
complejo que de alguna forma ha creado resistencia en nuestros maestros: un destiempo en
los modelos de comunicación maestro-alumno inmersos en los espacios educativos. En la
cultura de las TIC, el aprendizaje es abierto y el niño se adapta con una facilidad enorme a
diferentes contextos porque maneja el lenguaje de estas tecnologías; tecnologías que
presentan un ingrediente difícil de superar en las escuelas: son tan atractivas y entretenidas
que no hay niño que escape a sus encantos, por tanto sería conveniente considerarlas como
aliados, mas no como directrices, cabe destacar lo dicho por Jesús Salinas (2004): “Las
modalidades de formación apoyadas en las TIC llevan a nuevas concepciones del proceso
de enseñanza-aprendizaje que acentúa la implicación activa del alumno en el proceso de
aprendizaje”. El cambio del texto al hipertexto –por mencionar dos de los elementos más
determinantes de lo que normalmente se piensa-. Entonces, ¿cómo debería interactuar la
escuela en este nuevo ecosistema comunicativo?
Es solo a partir de la asunción de la tecnicidad mediática como dimensión
estratégica de la cultura como la escuela puede insertarse en los procesos de cambio que
atraviesa nuestra sociedad. Para lo cual la escuela debe interactuar con los campos de
experiencia en que hoy se procesan los cambios: desterritorialización-relocalización de
las identidades, hibridaciones de la ciencia y el arte, de las literaturas escritas y las
audiovisuales, reorganización de los saberes desde los flujos y redes por los que hoy se
moviliza no sólo la información, sino el trabajo y la creatividad, el intercambio y la
puesta en común de proyectos, de investigaciones, de experimentaciones estéticas. Y,
por lo tanto, interactuar con los cambios en el campo/mercado profesional, es decir, con
las nuevas figuras y modalidades que el entorno informacional posibilita, con los
discursos y relatos que los medios masivos movilizan y con las nuevas formas de
participación ciudadana que ellos abren especialmente en la vida local. Pero esa
interacción exige superar radicalmente la concepción instrumental de los medios y las
tecnologías de comunicación que predominan no solo en las prácticas de la escuela, sino
en los proyectos educativos de los ministerios, y hasta en los discursos de la UNESCO
(Martín Barbero, 1996:19,20).
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10. Esa mirada de las TIC como instrumentos o herramientas que sólo ilustran o
acompañan lo que dice el maestro pero externa al proceso pedagógico, no es la
alianza a la cual se refiere en lo que sigue.
La tercera de estas opciones, señalada por Torres (2001), ve las TIC desde un
ángulo mucho más interesante, considerando que las mismas pueden ser de gran
provecho si pasan a ser aliadas en una transformación de la cultura escolar y del
desarrollo profesional. Ésta es precisamente la pretensión de este ensayo: hay que
usar las TIC como elementos moldeables, tal cual arcilla que, en manos de
estudiantes, puedan darle diferentes formas para que, desde los diferentes campos del
conocimiento, logren experiencias, a partir de las cuales, puedan vislumbrar una
lectura crítica de la realidad. Involucrarse en un proceso más consiente, reflexivo y
creador, de la mano de estas nuevas tecnologías a pleno tiempo; es decir,
experiencias que se salgan de las cuatro paredes de la escuela, que toque la realidad,
que salten los intereses de una asignatura o campo disciplinar, que rompa con la
temporalidad del timbre escolar que abre y cierra la escuela, que rompa con la larga
cadena de periodos vacacionales, que rompa con lo espacio-temporal de la
escolaridad, entre otros anhelos.
Se concluye con la siguiente cita: “El sistema escolar actual, y su
correspondiente sistema de formación docente, fue pensado para otra época. No
había logrado adecuarse a los requerimientos del siglo XX, cuando le salió al paso el
siglo XXI” (Torres, 2001:23). ¿Qué tan lejos de la realidad estará lo afirmado por
Torres en la actualidad?
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11. REFERENCIAS
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sociedad red; Vol. II: El poder de la identidad; Vol. III: Fin del Milenio. (Trad. Carmen
Martínez Gimeno, Primera edición en Ingles 1996). México: Siglo veintiuno.
García C. (2011). La escuela espacio de innovación con tecnologías. Revista Fuentes.
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García, F. (2006). Contenidos educativos digitales: Construyendo la Sociedad del
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espacio multimedia. Nómadas, No9. Revista del Departamento de Investigaciones de la
Fundación Universidad Central. Santafé de Bogotá. Págs. 10-17.
Iriarte, F. (2006). Incorporación de TICs en las actividades cotidianas del aula: una
experiencia en escuela de provincia. Zona Próxima. Revista del Instituto de Estudios en
Educación Universal del Norte. (7)
Martín Barbero, J. (1996). Heredando el futuro: Pensar la educación desde la
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Fundación Universidad Central. Santafé de Bogotá. Págs. 10-22.
Martínez, M. (1997). El paradigma emergente: Hacia una nueva teoría de la racionalidad
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Salinas J. (2004). Innovación docente y uso de las TIC en la enseñanza universitaria.
Revista Universidad y sociedad del conocimiento. Vol. 1- No1. Págs. 1-14
Torres, R.M. (2001). enseñar en tiempos de cambio. Revista El Monitor de la educación.
Año 2. No. 2. Ministerio de Educación. Argentina.
UNESCO (1996). La Educación encierra un tesoro. Informe de la Comisión Internacional
sobre la educación para el siglo XXI. Autor.
Vargas, G. y Rueda, R. (1996). La pedagogía ante la tecnología como estructura del
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Fundación Universidad Central. Santafé de Bogotá. Págs. 46-57.
9
12. Yus Ramos, R. (1997). Hacia una educación global desde la transversalidad. Madrid:
Grupo Anaya.
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