El documento describe cómo era la vida de los niños en las décadas de 1960 y 1970, una época en la que no existían muchas de las medidas de seguridad actuales. Los niños jugaban libremente en la calle sin supervisión, bebían agua sin tratar y comían dulces en abundancia. A pesar de ello, el documento argumenta que los niños de esa época eran felices y lograron desarrollar su personalidad a pesar de vivir en un mundo que ahora se considera inseguro.