Este documento presenta las bienaventuranzas de Jesús, describiendo a aquellos que son felices por tener hambre y sed de justicia, compadecerse de los demás y ayudarlos, no caer en la tentación de la violencia sino actuar con mansedumbre, comprometerse con pureza de corazón, y sembrar la paz fruto de la justicia. Jesús elige a estos constructores de paz para que sus nombres estén escritos en el Reino de los Cielos y para que su alegría sea perfecta.