1. IDEARIO
“LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA Y LAS CIENCIAS DEL LENGUAJE”
(Larios, María del Carmen)
Los enfoques que remontaban la lingüística estructural no significaba
que se pudieran traspasar dichos conocimientos directamente a los
usos reales de la lengua.
Los elementos mostraban insuficiencia a la hora de hacer que los
alumnos pusieran en práctica sus habilidades discursivas.
La competencia lingüística es el conocimiento del sistema de la lengua:
Fonología, morfología, sintaxis.
La competencia pragmática está integrada por el componente
sociolingüístico (que permite reconocer un contexto situacional).
La práctica pedagógica tratará de que los escolares lean de manera
libre, y movilicen sus posibilidades de recreación fantástica.
Los contenidos curriculares explícitos se diluyen los esfuerzos de la
escuela respectiva de cómo hacer que los niños avancen efectivamente
en el proceso de aprendizaje del lenguaje escrito y oral.
2. El Constructivismo tienen como precepto el que los niños vayan a su
ritmo, sin intervenciones externas que pudieran estorbar su evolución,
olvidando el papel determínate que puede jugar el maestro.
La Didáctica puede ser directamente útiles en la enseñanza sin tomar
en cuenta, por un lado, los otros aspectos de la realidad escolar.
La solución a la crisis y al fracaso escolar reside únicamente en la
renovación científica de los contenidos a enseñar.
La lengua es la suma de contenidos que definiciones que llegan a ser
funcionales a la hora de escribir o leer en algún momento de la vida del
niño y modelos que ejercitan solo ciertas habilidades y niveles de
conocimientos a través de ejercicios procedimentales.
Gagné (1987) sugiere la utilización de disciplinas como contribuyentes
y no como elementos unitarios, es decir, que la formulación de
problemáticas así como la generación de hipótesis de solución y
experimentación hacen posible la existencia de una didáctica de la
lengua en la escuela.
Se deben recuperar los elementos lingüísticos provenientes de los
distintos enfoques de la lingüística y hace generar una competencia
comunicativa, siempre teniendo en cuenta lo que los alumnos ya saben
hacer y sus posibilidades de aprendizaje.
Los niños deben leer, escribir, hablar y comprender los diferentes
discursos, de manera adecuada y en situaciones diversas.
Saber hablar y escribir consiste en saber utilizar géneros de texto de
muy diversa índole.
Hay propuestas didácticas que plantean que el saber hacer lingüístico
está inmerso en situaciones de interacciones complejas, en los
procesos de elaboración y comprensión de textos.
La elaboración de textos se realiza en distintas fases, no
necesariamente obligatorias, ya que dependen de las circunstancias en
que se produce, pero su importancia debe ser reconocida.
Elaborar secuencias de trabajo que ayuden a los niños a conocer poco
a poco el conjunto de conocimientos declarativos y procesales
constructivos de un “saber escribir”
3. Es necesario de un ir y venir constante entre actividades pedagógicas
centradas en diferentes capacidades lingüísticas implicadas.
La propuesta elaborada por Holibert (1998 - 1991) para la lectura y
escritura dirigida a niños de 5 a 8 años ha sido experimentada y
utilizada exitosamente en diferentes países de américa latina.
Apelando el principio de la economía del lenguaje se discute la
necesidad que los niños se apropien poco a poco de una terminología
En cuanto al trabajo de aula se duda sobre el paralelismo que se
presume entre una secuencia didáctica y el proceso de lectura o
escritura.
En materia de didáctica de la lengua falta casi todo por hacer; para dar
cuenta del trabajo de concepción, realización, observación y análisis de
las situaciones didácticas.
Conclusión
Con la práctica pedagógica, se logrará que los alumnos logren leer, hablar y
escribir de una manera más adecuada, elaborando y comprendiendo textos y
discursos de temas variados.
Si seguimos con la idea de una didáctica que incluya los conceptos
mencionados, en materia didáctica de la lengua aún faltan muchas cosas por
hacer; para realizar el trabajo de concepción, realización, observación y
análisis de las situaciones didácticas. Como docentes debemos contribuir
para lograr este objetivo en los alumnos.