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REVISTA ESPAÑOLA DEVISIÓN
                     RE




    TRASTORNOS
DEL MOVIMIENTO


                                       Volumen I – Número 3 – Diciembre de 2006


                 Subtalamotomía en el tratamiento
                 de la enfermedad de Parkinson.Descripción
                 de un método de ablación y revisión
                 Gerardo López Flores, Lázaro Álvarez González, Raúl Macías González, Ramsés
                 F e rnández Melo, Juan Teijeiro Amador, Jorge Guridi, José Obeso, Orlando Cruz
                 García, Fernando Seijo Fernández, Luis Menéndez Guisasola, Carlos Salvador
                 Aguiar, Javier López del Val, Esther Suárez San Martín, Ciara García Fernández,
                 Rafael Rodríguez, Maylen Carballo-Barreda
                 CIMEQ-CIREN, La Habana, Cuba. Clínica Universitaria, Universidad de Navarra,
                 Pamplona. Hospital Universitario Central de Asturias, Oviedo. Hospital Clínico
                 Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.

                 Situación actual del tratamiento del temblor esencial
                 Elena López García
                 Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.

                 Alteraciones conductuales y emocionales en la
                 enfermedad de Parkinson
                 Javier Pagonabarraga Mora, Jaime Kulisevsky Bojarski
                 Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona.

                 COMENTARIOS BIBLIOGRÁFICOS

                 AGENDA DE CONGRESOS




   Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento   Sociedad Española de Neurología
REVISTA ESPAÑOLA DE

                                                                                TRASTORNOS
                                                                            DEL MOVIMIENTO
                                                            Director
                                                   Luis Javier López del Val
                                           Hospital Universitario Lozano Blesa. Zaragoza

                                                         Comité editorial
Miquel Aguilar Barberà                       Hospital Mútua de Tarrasa                      Barcelona
Juan Andrés Burguera Hernández               Hospital La Fe                                 Valencia
Alfonso Castro García                        Hospital Universitario                         Santiago de Compostela (La Coruña)
Víctor Campos Arillo                         Hospital Universitario                         Málaga
José Chacón Peña                             Hospital Universitario Virgen Macarena         Sevilla
Carmen Durán Herrera                         Hospital Infanta Cristina                      Badajoz
Rosario Luquin Puidó                         Clínica Universitaria de Navarra               Pamplona
Gurutz Linazasoro Cristóbal                  Policlínica Guipúzcoa                          San Sebastián
Luis Menéndez Guisasola                      Hospital Central de Asturias                   Oviedo
Carlos Salvador Aguiar                       Hospital Central de Asturias                   Oviedo
                                                          Comité asesor
Jesús Acosta Varo                            Hospital Universitario                         Cádiz
José Ramón Ara Callizo                       Hospital Universitario Miguel Servet           Zaragoza
Manuel Arias Gómez                           Hospital Universitario                         Santiago de Compostela (La Coruña)
José Matías Arbelo González                  Hospital Universitario                         Las Palmas de Gran Canaria
Ernest Balaguer Martínez                     Hospital General de Cataluña                   Barcelona




                                                                                                                                 Nº 3 - Diciembre de 2006
Alberto Bergareche Yarza                     Hospital Bidasoa                               Hondarribia (Guipúzcoa)
Matilde Calopa Garriga                       Hospital de Bellbitge                          Barcelona
José María Errea Abad                        Hospital de Barbastro                          Huesca
Ignacio Fernández Manchola                   Hospital Aránzazu                              San Sebastián
Pedro García Ruiz Espiga                     Fundación Jiménez Díaz                         Madrid
Rafael González Maldonado                    Hospital Universitario                         Granada
Santiago Giménez Roldán                      Hospital Gregorio Marañón                      Madrid
Juan Gómez Alonso                            Hospital Xeral                                 Vigo (Pontevedra)
José María Grau Veciana                      Hospital San Pau                               Barcelona
Francisco Grandas Pérez                      Hospital Gregorio Marañón                      Madrid




                                                                                                                                  REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO
Jaime Kulisevsky Bogarrski                   Hospital San Pablo                             Barcelona
Carlos Leiva Santana                         Hospital General                               Alicante
Elena Lezcano García                         Hospital de Cruces                             Bilbao
Hugo Liaño Martínez                          Hospital Clínico Universitario                 Madrid
Elena López García                           Hospital Universitario Lozano Blesa            Zaragoza
Mª Dolores Mateo González                    Hospital Gregorio Marañón                      Madrid
José Félix Martí Massó                       Hospital Nuestra Señora de Aránzazu            San Sebastián
Elena Muñoz Farjas                           Hospital de Tortosa                            Tarragona
José Obeso Inchausti                         Clínica Universitaria de Navarra               Pamplona
José María Prats Viñas                       Hospital de Cruces                             Bilbao
Isabel Pérez López-Fraile                    Hospital Universitario Miguel Servet           Zaragoza
René Ribacoba Montero                        Hospital Álvarez Buylla                        Mieres (Asturias)
Ángel Sesar Ignacio                          Hospital Universitario                         Santiago de Compostela (La Coruña)
Julia Vaamonde Gamo                          Hospital Clínico                               Ciudad Real
Lydia Vela Desojo                            Fundación Hospital Alcorcón                    Madrid
Francesc Valldeoriola Serra                  Hospital Clínico                               Barcelona
Rosa Yáñez Baña                              Hospital Cristal-Piñor                         Orense


                                                           EDITA


                         C/ Concha Espina, 8 - 1º Dcha. 28036 Madrid. Teléfono: 91 411 00 32 - Fax: 91 411 01 46
                                                E-mail: informacion@lineadecomunicacion.com                                      
                                            Depósito Legal: M-13448-2006 - ISSN: 1886-2268
VOLUMEN I – NÚMERO 3 – DICIEMBRE DE 2006

                                                                                               REVISTA ESPAÑOLA DE




                                                 Subtalamotomía en el tratamiento de la
                                                 O

                                                 enfermedad de Parkinson. Descripción
                                                 de un método de ablación y revisión
                                                 Gerardo López Flores1, Lázaro Álvarez González2, Raúl Macías González3,
                                                 Ramsés Fernández Melo1, Juan Teijeiro Amador1, Jorge Guridi4, José Obeso4,
                                                 Orlando Cruz García1, Fernando Seijo Fernández5, Luis Menéndez Guisasola6,
                                                 Carlos Salvador Aguiar6, Javier López del Val7, Esther Suárez San Martín6,
                                                 I


                                                 Ciara García Fernández 6, Rafael Rodríguez 1, Maylen Carballo-Barreda1.
                                                 1
                                                  Servicio de Neurocirugía. CIMEQ-CIREN. La Habana. Cuba. 2Clínica
                                                 de Trastornos del Movimiento. CIREN. La Habana. Cuba. 3Servicio
                                                 de Neurofisiología. CIREN. La Habana. Cuba. 4Escuela de Medicina.
                                                 Clínica Universitaria, división de neurociencias. Universidad de Navarra.
                                                 Pamplona. 5Unidad de Neurocirugía Funcional. Servicio de Neurocirugía.
                                                 R




                                                 Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo. 6Servicio de Neurología.
Nº 3 - Diciembre de 2006




                                                 Unidad de Trastornos del Movimiento. Hospital Universitario Central
                                                 de Asturias. Oviedo. 7Servicio de Neurología. Unidad de Trastornos
                                                 del Movimiento. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.         6
                                                 Situación actual del tratamiento
                                                 del temblor esencial
                                                 A




                                                 Elena López García

                                                                                                                                19
 REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO




                                                 Servicio de Neurología.
                                                 Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.

                                                 Alteraciones conductuales y emocionales
                                                 en la enfermedad de Parkinson
                                                 M




                                                 Javier Pagonabarraga Mora, Jaime Kulisevsky Bojarski
                                                 Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona.                               24
                                                 COMENTARIOS BIBLIOGRÁFICOS                                                     34
                                                 U




                                                 AGENDA DE CONGRESOS                                                            38
                                                 NORMAS DE PUBLICACIÓN                                                          39
                                                 S
EDITORIAL




                                  Cumpleaños
     Luis Javier López del Val
                                  F     elicidades a todos, vamos a cumplir un “añito”. ¡Quién lo
                                        diría! Y lo rápido que pasa el tiempo… Aunque nuestro
                                    principal objetivo sigue siendo conseguir una mejor y más pre-
cisa distribución de la Revista, que por el momento sigue sin llegar a todos los neurólogos del
país, y lo que es peor, todavía no hemos conseguido que llegue a todos los miembros del Grupo
de Estudio de Trastornos del Movimiento.
                                    Desde hace breves fechas ya se ha colgado en la página web
del GETM el número cero de la revista, y en los próximos meses seguirán “colgándose” los suce-
sivos números para que estén a disposición de todos los neurólogos, no sólo españoles sino de
toda Hispanoamérica: http://www.getm.info/documentos/numeroCero.pdf
                                    En los números siguientes está previsto incluir nuevas seccio-
nes dentro de la Revista Española de Trastornos del Movimiento: “Imágenes relevantes”, “Notas
históricas”, y “Notas breves”… A las que desde este editorial os animamos a participar, lo mismo
que esperamos vuestra contribución al resto de los apartados de la misma.
                                    La salud de un Grupo de Estudio o de una línea de trabajo
dentro de la neurología, como son los Trastornos del Movimiento, se demuestra por el interés
que los mismos despiertan dentro de la especialidad en general; y prueba de ello son las más de
1.400 comunicaciones orales y pósters presentados en el recién finalizado 10º Congreso Interna-




                                                                                                     Nº 3 - Diciembre de 2006
cional de Enfermedad de Parkinson y Trastornos del Movimiento, que ha tenido lugar del 28 de
octubre al 2 de noviembre en Kyoto (Japón), en el que los miembros del GETM han contribuido
con un buen número de interesantísimas comunicaciones aportadas al mismo. Y otro tanto ocu-
rrirá en la próxima Reunión de la SEN a celebrar en Barcelona, de forma coincidente en el tiempo
con la aparición en la calle del número 3 de la Revista.
                                    Una vez más, a través de estas líneas, os animamos a partici-
par, comunicar y compartir vuestros conocimientos e inquietudes con el resto de los miembros
del Grupo y de la SEN utilizando como vehículo las páginas de la Revista, ya que de esta manera
contribuiremos entre todos a hacerla crecer cada vez más y a que sea un utensilio necesario en




                                                                                                      REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO
nuestra vida profesional.
REVISIÓN


                                                 Subtalamotomía en el tratamiento de la
                                                 enfermedad de Parkinson. Descripción
                                                 de un método de ablación y revisión
                                                 Gerardo López Flores1, Lázaro Álvarez
                                                 González2, Raúl Macías González3, Ramsés
                                                 Fernández Melo1, Juan Teijeiro Amador1,
                                                                                                                              L    as técnicas quirúrgicas ablativas han sido usa-
                                                                                                                                   das para la enfermedad de Parkinson (EP) y
                                                                                                                              otros trastornos del movimiento desde hace ya
                                                 Jorge Guridi4, José Obeso4, Orlando Cruz                                     más de un siglo. Avances tecnológicos en el área
                                                 García1, Fernando Seijo Fernández5, Luis                                     de imágenes y técnicas de localización electro-
                                                 Menéndez Guisasola6, Carlos Salvador                                         fisiológicos han permitido mejorar la exactitud
                                                 Aguiar6, Javier López del Val7, Esther Suárez                                en la localización de estas dianas quirúrgicas si-
                                                 San Martín6, Ciara García Fernández 6, Rafael                                tuadas profundamente en el cerebro humano.
                                                 Rodríguez 1, Maylen Carballo-Barreda1.                                       El continuo y creciente conocimiento sobre el
                                                 1
                                                   Servicio de Neurocirugía. CIMEQ-CIREN. La Ha-                              funcionamiento de los ganglios basales (GB) y la
                                                 bana. Cuba. 2Clínica de Trastornos del Movimiento.                           fisiopatología de las alteraciones motoras de la
                                                 CIREN. La Habana. Cuba. 3Servicio de Neurofisiolo-                           EP condujeron a centrar la atención en el núcleo
                                                 gía. CIREN. La Habana. Cuba. 4Escuela de Medicina.                           subtalámico (NST), considerando su rol como
                                                 Clínica Universitaria, división de neurociencias. Uni-                       estructura moduladora nodal de la actividad efe-
                                                 versidad de Navarra. Pamplona. 5Unidad de Neuroci-                           rente motora de los GB.
                                                 rugía Funcional. Servicio de Neurocirugía. Hospital
                                                                                                                                    Fue entonces cuando se realizó, en 1993, la
                                                 Universitario Central de Asturias. Oviedo. 6Servicio
                                                 de Neurología. Unidad de Trastornos del Movimiento.
                                                                                                                              estimulación cerebral profunda (ECP) del NST
                                                                                                                              por el grupo Benabid en Francia1. La ECP se ha
Nº 3 - Diciembre de 2006




                                                 Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo.
                                                 7
                                                   Servicio de Neurología. Unidad de Trastornos del                           ido imponiendo en otros blancos quirúrgicos
                                                 Movimiento. Hospital Clínico Universitario Lozano                            como el Ventralis Intemedialis (Vim) del tálamo y
                                                 Blesa. Zaragoza.                                                             la región posteroventral del globo pálido interno
                                                                                                                              (GPi) como la primera elección de tratamiento
                                                 RESUMEN. La efectividad y seguridad de la cirugía                            quirúrgico, desplazando a la cirugía ablativa a un
                                                 ablativa de la enfermedad de Parkinson depende, entre                        segundo plano. La ECP del NST es el blanco pre-
                                                 otras cosas, de la localización de las lesiones en las                       ferido en la cirugía de la EP2-20.
                                                 regiones nucleares de interés (sensitivomotora) y del
                                                 volumen de estas lesiones. Describimos un método de                                Lesiones del NST, aunque han mostrado
                                                 ablación con radiofrecuencia, ajustado al núcleo subta-                      efectividad en mejorar todos los signos motores
 REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO




                                                 lámico, así como la comprobación postoperatoria de las                       de la EP en monos lesionados con MPTP (1-me-
                                                 lesiones. La subtalamotomía puede ser un proceder efi-                       til-4-fenil-1,2,3,6-tetrahidropiridina) y otros mo-
                                                 caz y seguro, con un mínimo de morbilidad quirúrgica.                        delos experimentales, no habían sido usadas ex-
                                                 Palabras clave: cirugía ablativa, estimulación                               tensamente en humanos con EP21-29. En la década
                                                 cerebral profunda, enfermedad de Parkinson,                                  de los 60, sin la ayuda de una imagen estructural
                                                 núcleo subtalámico, subtalamotomía.                                          del cerebro en el pre y postoperatorio y sin regis-
                                                                                                                              tro electrofisiológico de la actividad eléctrica, se
                                                 SUMMARY. The effectiveness and security of the                               realizaron, por varios grupos en el mundo, lesio-
                                                 ablative surgery in P.D. depends, among other things,                        nes en la región subtálamica que incluían al NST
                                                 of the precise localizations of the lesions in nuclear
                                                 regions of interest (sensitive-motor) and of the volume                      y alguna de las regiones vecinas extendiéndose
                                                 of these lesions. An ablative method with radiofrequen-                      incluso hasta el tálamo. A pesar de que los resul-
                                                 cy - adjusted to the subthalamic nucleus - as well as the                    tados publicados fueron aceptables para la épo-
                                                 methodology for the post-operatory check up of lesion                        ca, estos procederes fueron abandonados por
                                                 is described. Subthalamotomy can be an efficacious and                       múltiples causas30-32. Lesiones en la región sensiti-
                                                 safe procedure, with a minimum of surgical morbility.                        vomotora del NST se realizaron en humanos por
                                                 Key words: ablative surgery, deep brain stimulation,                         primera vez en 1995 en Cuba, y posteriormente
                                                 Parkinson´s disease, subthalamic nucleus,                                    publicados desde 199733-42. Seguidamente, otras
                                                 subthalamotomy.                                                              interesantes experiencias han sido publicadas43-50.
                                                                                                                                    La efectividad y seguridad de la cirugía abla-
                                                                              Correspondencia                                 tiva de la EP depende, entre otras cosas, de una
                                                                          Dr. Gerardo López Flores                            precisa localización de las lesiones en las regio-
                                                     Facultad de Medicina ¨Finlay Albarran¨. Instituto Superior de Ciencias   nes nucleares de interés (sensitivomotora) y del
                                                      Médicas de la Habana. Ave. 25 No. 15805 e/ 158 y 160, Playa CP         volumen de estas lesiones. A continuación des-
                                                        11300 Ciudad de la Habana, Cuba. E-mail: gerardolf@yahoo.es
                                                                                                                              cribimos un método de ablación con radiofre-
REVISIÓN


cuencia, ajustado al NST, así como la metodolo-          rosurgical Deep Recording System) (CIREN, Ha-
gía usada para la comprobación postoperatoria            bana, Cuba) y (NEURONICA, CENIC, Cuba)53-55,
de las lesiones con imágenes de resonancia mag-          se simula en los diferentes planos las lesiones38,
nética. Se discute los resultados de este método         39, 41
                                                                . Localizamos las mismas en los 2/3 dorsales,
con otros publicados.                                    lateral y caudal o posterior, incluyéndose, ge-
                                                         neralmente, la mayoría de los puntos donde se
Descripción del método de ablación                       registraron grupos celulares relacionados a mo-
                                                         vimientos y temblor, lo cual se corresponde con
Localización y conformación de lesiones                  la región sensitivomotora somatotópicamente
                                                         mejor organizada del NST (Figura 1). Para la rea-
El protocolo de lesión se dividió en dos partes: 1)      lización de la lesión se utiliza el neurogenerador
método para localizar las lesiones intranucleares; y     Leksell (Elekta Instruments AB, Sweden).
2) conformación de las lesiones en relación con las              La conformación de la lesión por radiofre-
dimensiones y forma de la región sensitivomotora         cuencia incluyó la selección de un electrodo
del NST. Para la localización de las lesiones utiliza-   de 1,1 mm de diámetro y 2 mm de largo de su-
mos tanto la información anatómica como electro-         perficie activa (SA). Los dos tractos de lesión se
fisiológica. Con ayuda de los software de planifica-     realizaron con una potencia de 8-16 W, una tem-
ción STASSIS (CIREN, Habana, Cuba)51, 52 y software      peratura de 60-70º y un tiempo de lesión de 60
de registro y procesamiento digital NDRS (Neu-          segundos. Estos dos últimos parámetros y su re-




FIGURA 1                                              Se muestra la planificación de nuestro método
                                                      para localizar las lesiones. A) En el STASSIS, se




                                                                                                                Nº 3 - Diciembre de 2006
                                                      seleccionan dos trayectos de lesión, definién-
                                                      dose en cada de uno de ellos la relación entre
                                                      la ubicación aparente de la lesión intranuclear
                                                      y los limites del núcleo en dirección ántero-
                                                      posterior o rostro-caudal y medio-lateral, re-
                                                      presentándose igualmente la relación entre
                                                      las dos lesiones. Nótese la proyección de las
                                                      lesiones aparentes 1 y 2 sobre un corte axial (3
                                                      mm por debajo del plano de las comisuras) del




                                                                                                                 REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO
                                                      atlas digitalizado de Georges Schaltenbrand y
                                                      Waldemar Wahren 1977; el atlas ha sido esca-
                                                      lado con relación a las comisuras del paciente
                                                      obtenidas en imágenes de TAC y nuevamente
                                                      escalado después del “mapeo” electrofioló-
                                                      gico del núcleo subtalámico para ajustar los
                                                      limites electrofisiológicos del núcleo con la
                                                      imagen digitalizada del núcleo. B) Se muestra
                                                      nuestro método para localizar las lesiones en
                                                      sentido dorso-ventral sobre dos trayectorias
                                                      previamente planificadas usando información
electrofisiológica derivada del registro multiunitario. Usando el NDRS, se seleccionan los trayectos
de registros intranucleares incluidos en el supuesto volumen de la lesión, definiéndose en cada de
uno de ellos la altura del NST y las coordenadas estereotácticas de los límites del NST sobre la
trayectoria; seguidamente, se correlaciona esta información electrofisiológica con cada uno de los
trayectos de lesión, de forma que la superficie activa del electrodo se fije en el punto más conve-
niente para ubicar las lesiones a la altura requerida. Nótese en esta presentación del NDRS sobre
un corte sagital (12,0) del atlas digitalizado de Georges Schaltenbrand y Waldemar Wahren 1977,
dos trayectos parasagitales a 65 grados en la dirección ántero-posterior en relación con el plano
de las comisuras con electrodo de lesión de 1,1 x 2 mm de superficie activa o expuesta, y la locali-
zación aparente de dos lesiones en la región más dorsal (sensitivomotora) del NST definidas por la
información electrofisiológica. Obsérvese esta relación por separado entre la ubicación aparente
de las lesiones 1 y 2 con la proyección del gráfico de la actividad eléctrica integrada de los trayec-          
tos de registro A y B, respectivamente.
REVISIÓN


                                                 FIGURA 2                                                          lación con el tamaño de las lesiones se estimaron
                                                                                                                   de datos previamente publicados (Figura 2)56, 57.
                                                                                                                   La definición de este método para conformar le-
                                                                                                                   siones surgió de las siguientes observaciones:
                                                                                                                         A) Al Introducir el electrodo de lesión en un
                                                                                                                   ángulo 60-65 grados (antero-posterior) en re-
                                                                                                                   lación con la línea entre las comisuras y de 0-15
                                                                                                                   grados látero-mediales, garantizamos ajustar el
                                                                                                                   volumen final de lesión a las dimensiones y forma
                                                                                                                   de la región sensitivomotora del NST, de forma
                                                                                                                   progresiva con más de un trayecto de lesión; lo
                                                                                                                   que, además, permite evaluar paso a paso los re-
                                                                                                                   sultados clínicos y posibles efectos adversos, re-
                                                                                                                   sultando de esta forma una técnica ablativa más
                                                                                                                   segura para el paciente.
                                                                                                                         B) En la realización del “test” de lesión, an-
                                                                                                                   tes de alcanzar la temperatura de lesión “irrever-
                                                                                                                   sible”, es más seguro para el paciente cuando se
                                                                                                                   realizan con electrodos que producen lesiones
                                                                                                                   pequeñas.
                                                                                                                         En la mayoría de nuestras actuaciones, el ta-
                                                                                                                   maño aparente de las lesiones sobre cortes axia-
                                                                                                                   les no excedió los 6 mm en sentido ántero-poste-
                                                                                                                   rior, ni los 5 mm en sentido dorso-ventral, lo que
Nº 3 - Diciembre de 2006




                                                                                                                   representa igualmente un volumen aproximado,
                                                                                                                   de 50-80 mm3 (Figura 3)38, 39, 41. Para conocer la lo-
                                                                                                                   calización estereotáctica aparente de la lesión,
                                                                                                                   después de realizar dos tractos de lesiones, con-
                                                 Esquema que representa el diámetro de las lesiones por ra-
                                                                                                                   sideramos que el centro del volumen de lesión
                                                 diofrecuencia en relación con la temperatura y el tiempo.
                                                                                                                   (CVL) es estimado como el punto medio de los
                                                                                                                   epicentros de todas las lesiones independientes,
                                                                                                                   con las cuales se fue conformando el volumen to-
                                                 FIGURA 3
                                                                                                                   tal de lesión deseado.
 REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO




                                                                                                                   Comprobación de las lesiones y estudio
                                                                                                                   de sus dimensiones

                                                                                                                   Las imágenes de resonancia magnética (RM)
                                                                                                                   postoperatorias (1,5T, Siemens, Germany) utiliza-
                                                                                                                   das son meticulosamente alineadas con el plano
                                                                                                                   intercomisural y las coronales perpendiculares a
                                                                                                                   este plano, preferentemente cortes axiales y co-
                                                                                                                   ronales. Una descripción de nuestro protocolo
                                                                                                                   de obtención de las imágenes postoperatorias se
                                                                                                                   muestra en la Tabla I. Otros protocolos de obten-
                                                                                                                   ción han sido previamente publicados4, 58-60.
                                                 A) Esquema sobre una imagen de TAC usando el STASSIS con              Estas imágenes son obtenidas en el primer
                                                 la representación en un plano axial de las dos lesiones, donde    mes del postoperatorio y son mostradas con la
                                                 se muestran las dimensiones aproximadas de las mismas se-         ayuda del software IMAGIS para hacer los estu-
                                                 gún los cálculos de diámetros para lesiones con radiofrecuen-     dios de comprobación correspondientes38, 39, 41.
                                                 cia en relación con los parámetros usados y su relación con           Para evaluar la localización real de las lesio-
                                                 las dimensiones del NST en su eje mayor en la dirección an-       nes usamos tres métodos. El primero consiste en
                                                 tero-posterior. B) Imagen axial de RM en densidad protónica       un método de visualización directo de la lesión y
                                                 realizada el día 10 del postoperatorio donde se puede obser-      el núcleo. Para éste tomamos en cuenta que en
                                                 var la localización y confirmación real de las dos lesiones que   cortes axiales de secuencia de RM-T2, la hipoin-
                                                conforman el volumen deseado con apariencia y dimensiones         tensidad en forma de almendra, lateral al borde
                                                 similares a lo planificado previamente con el STASSIS.            anterior del núcleo rojo y 8-12 mm por delante
REVISIÓN


 TABLA I                                                      Protocolo de obtención de las imágenes de RM
             Parámetros                            T1. Sagital                      T1. Sagital              T2. Coronal            T1-TIR. Axial
 TR/TE                                    4000/105                         4060/16                    4020/108               7000/70
 Tiempo de inversión (ms)                 -                                -                          -                      350
 Ángulo de rotación (grados)              150                              150                        150                    150
 Número de cortes                         10                               24                         19                     19 (gap = 10)
 Grosor del corte (mm)                    3                                2                          2                      1,5
 Tamaño de la matriz                      256 x 256                        256 x 256                  256 x 256              256 x 256
 Tiempo de adquisición (min)              1,42                             4,58                       5,11                   5,03
TR: tiempo de repetición. TE: tiempo de exposición. min: minutos. ms: milisegundos. mm: milímetros.


de la comisura posterior corresponde al NST; los                                FIGURA 4
bordes el mismo, y, en particular, el anterior, son
imposibles de definir con precisión por el hecho
de que los axones abundantes en esta posición
contienen gran cantidad de hierro produciendo
una imagen hipointensa muy similar al núcleo.
Para resolver este inconveniente usando STASSIS
superponemos a estas imágenes el atlas digita-
lizado de Georges Schaltenbrand y Waldemar




                                                                                                                                                    Nº 3 - Diciembre de 2006
Wahren 1977 de forma que se puede estimar con
bastante precisión los bordes del NST y poder
evaluar la relación de las lesiones en la dirección
antero-posterior y látero-medial.
     El segundo es un método indirecto usando
las comisuras como referencia y tomando para la
medición el centro de cada una de las lesiones
                                                                                A) En esta figura se observa sobre cortes axiales de RM que
que conforman el volumen total; esto nos permi-
                                                                                contengan las lesiones, esquema que muestra el método de
te comparar en las coordenadas X, Y y Z la posi-
                                                                                confirmación de las lesiones en la dirección ántero-posterior




                                                                                                                                                     REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO
ción teórica de las lesiones con la posición real
                                                                                y medio-lateral. B) En un corte coronal del atlas de Georges
de las mismas.
                                                                                Schaltenbrand y Waldemar Wahren 1977, se muestra la rela-
     El tercer método de confirmación es igual-
                                                                                ción del NST con una línea que pasa por el centro del núcleo.
mente indirecto, tomando como referencia el nú-
                                                                                Teniendo en cuenta esta referencia las lesiones deben apare-
cleo rojo. Este núcleo presenta una mejor visua-
                                                                                cer sobre esta línea.
lización de todos sus bordes y forma, la principal
relación medial del NST. Para este análisis usamos
el software IMAGIS, de la forma siguiente: sobre                                confunde en muchos casos con la hipointensidad
cortes axiales paralelos al plano de las comisuras,                             que igualmente produce la sustancia negra pars
seleccionamos un corte 4 mm inferior al plano de                                reticulata (SNr) hacemos una última evaluación.
las comisuras y definimos el centro del núcleo. A                               Usando un corte coronal de RM-T2 que sea el más
continuación, trazamos dos líneas formando un                                   posterior donde mejor se observen las lesiones,
ángulo de 90 grados, una en dirección antero-pos-                               que teóricamente debe corresponder a un plano
terior y otra en dirección medio-lateral, formándo-                             coronal donde siempre se visualiza la mitad ante-
se un cuadrante en cuya bisectriz se proyecta el                                rior del núcleo rojo, trazamos una línea paralela al
centro del NST en la dirección antero-posterior;                                plano axial y que pase por el “centro del núcleo
esto permite evaluar la localización del volumen                                rojo”; entonces, las lesiones bien ubicadas en los
total de lesión en la dirección antero-posterior.                               23 dorsales del NST deben aparecer por debajo
Esto también nos brinda información de la posi-                                 del borde ventral del tálamo y sobre esta línea, lo
ción de las lesiones en la dirección medio-lateral.                             cual nos permite hacer una análisis directo e indi-
     Por el inconveniente de no poder precisar la                               recto de la localización de las mismas teniendo en
situación real de las lesiones en su relación dor-                              cuenta su posición más dorsal (Figura 4)38, 39, 41.
so-ventral derivado del hecho de que el borde                                        Para evaluar el tamaño de las lesiones se usa                  
dorsal en ocasiones no se precisa y el ventral se                               una de las utilidades del software IMAGIS que
REVISIÓN


                                                 FIGURA 5                                                            ECP mediante el ajuste de parámetros durante
                                                                                                                     la programación de la estimulación61. En nuestra
                                                                                                                     opinión, es este último aspecto el que realmente
                                                                                                                     marca la diferencia si de efectividad se tratase y a
                                                                                                                     nuestro juicio es el más apasionante en términos
                                                                                                                     de investigación.
                                                                                                                          Por otro lado, debemos de considerar algu-
                                                                                                                     nas cuestiones no menos importantes sobre la
                                                                                                                     ECP, como son la falta de claridad sobre el me-
                                                                                                                     canismo de acción, la falta de estudio sobre los
                                                                                                                     efectos secundarios a largo plazo en los síntomas
                                                                                                                     motores y no motores, los problemas potenciales
                                                                                                                     de fracturas del sistema y desconexión, la reposi-
                                                                                                                     ción de baterías, infecciones y lesiones de piel62, 63,
                                                                                                                     a lo que hay que adicionar, en nuestra opinión,
                                                                                                                     las dificultades existentes en la actualidad para la
                                                                                                                     comprobación postoperatoria de la localización
                                                                                                                     del contacto activo derivadas del uso limitado de
                                                                                                                     las técnicas de RM por el calentamiento del elec-
                                                                                                                     trodo y la presencia de artefactos alrededor de
                                                                                                                     los contactos que no permiten evaluar de forma
                                                                                                                     directa las estructuras nucleares. Creemos que
                                                                                                                     una técnica no excluye a la otra como sucede en-
                                                 En la imagen axial de RM obtenida 24 horas después de la            tre la palidotomía y el ECP del Gpi y que el de-
Nº 3 - Diciembre de 2006




                                                 lesión unilateral del NST se puede observar los componentes
                                                                                                                     bate sobre ECP versus lesión en el NST debe ser
                                                 de la lesión, zona central (hipointensa) (dist 1 = 3 mm de diá-
                                                                                                                     replanteado y no minimizado.
                                                 metro) que se corresponde con la zona de necrosis y un área
                                                                                                                          Lesiones localizadas en toda la región subta-
                                                 intermedia (hiperintensa) que rodea en halo a la anterior (dist
                                                 2 = 6 mm de diámetro), más un área difusa de iguales caracte-       lámica se realizaron tan temprano como la déca-
                                                 rísticas, lo que corresponde con el edema perilesional.             da del 6030-32. En aquellos años no se disponía de
                                                                                                                     un método de localización precisa de la diana, ni
                                                                                                                     se disponía de imágenes estructurales que per-
                                                               permite medir las lesiones, en cortes axiales, co-    mitieran la comprobación del lugar real de las
                                                               ronales y sagitales. Para las lesiones en estadio     lesiones; sólo se publicaron estudios anatomopa-
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                                                               agudo consideramos la zona central hipointen-         tológicos post-mortem, donde se demostró que
                                                               sa en tiempo de relajación T2 como la zona de         las lesiones no fueron confinadas al NST, sino
                                                               necrosis, que corresponde con la verdadera zona       que también interesaban a la zona inzerta, la SNr,
                                                               de lesión, una zona limitada intermedia alrede-       campos de Forel y tálamo30, 32.
                                                               dor de la primera que se muestra hiperintensa y            Los estudios experimentales21-29 han mostra-
                                                               otra zona más extensa, aún más periférica que se      do en alguna medida la posible efectividad de
                                                               observa muy hiperintensa con los bordes difusos       las lesiones del NST en pacientes con EP. Nuestro
                                                               en tiempo de relajación T2 que se corresponde         grupo (GLF, LAG y RMG) ya acumula una gran ex-
                                                               con edema perilesional y que puede ser variable       periencia en la realización de lesiones, con más de
                                                               entre pacientes (Figura 5)38, 39, 41.                 500 pacientes intervenidos a lo largo de 15 años,
                                                                                                                     de los cuales, más de 160 recibieron lesiones en el
                                                               Discusión                                             NST tanto uni como bilaterales. Aunque este gru-
                                                                                                                     po tiene una amplia experiencia sobre lesiones en
                                                               ECP vs lesión del NST                                 el NST, no existen en la literatura muchos artículos
                                                                                                                     de grupos que realicen lesiones en el NST33-50. En
                                                               Con el desarrollo de las técnicas de ECP, el pa-      nuestra opinión, la subtalamotomía no ha tenido
                                                               pel de la cirugía ablativa sobre el NST para el       una amplia práctica, por el hecho histórico de aso-
                                                               tratamiento de pacientes con EP, ha sido cues-        ciársele al posible desarrollo de hemibalismo.
                                                               tionado y expectante. Grupos con estudios para
                                                               comparar ambas terapias consideran la elección        Efectividad y seguridad
                                                               de la ECP en la argumentación de la reversibi-
                                                               lidad de los efectos adversos, habilidad para el      A diferencia de ECP, donde aún se especula so-
                       10                                      uso bilateral sin alta incidencia de efectos adver-   bre sus posibles mecanismos65, cuando se realiza
                                                               sos y el favorable potencial de optimización de la    la subtalamotomía se conoce que el beneficio
REVISIÓN


 TABLA II                          Comparación de los resultados clínicos entre la serie de lesión de Vilela y col.50 y la
                                    revisión de varias series de estimulación cerebral profunda en periodo “on”1, 6, 10
                                                    Grupo del CIREN                    Vilela y col.                          ECP
                 Variables
                                                        (Cuba)                           (Brasil)                       (Varios grupos)
Bradicinesia                                 55%                              68,2%                           50-71% (57,2%)
Rigidez                                      75%                              83,9%                           52-65% (59%)
Temblor                                      80%                              84,9%                           80-86% (82,6%)
Alteraciones posturales                      49%                              66,5%                           49-58% (53,5%)
Trastornos del lenguaje                      NR                               44,2%                           NR
Discinesias                                  55%                              74,2%                           41-83% (61%)
Hoehn y Yahr                                 NR                               23,4%                           NR
Reducción de la L-Dopa                       59% (5 pacientes)                42,6%                           37-56% (45,6%)
Mejoría global                               45%                              58,5%                           10-41% (23,6%)
Evaluación personal del paciente             80%                              84%                             NR
Incremento de la condición “on”              NM                               NM                              26% a 52%
Disminución de la condición “off ”           NM                               NM                              30% a 6%
Seguimiento en meses                         24                               9-22,5                          Variado
NM: no mencionado.




                                                                                                                                          Nº 3 - Diciembre de 2006
que se obtiene es por modulación de determina-                     rable su eficacia con la ECP en el tálamo70. Otro
dos circuitos neuronales al eliminar la hiperacti-                 aspecto interesante es que se ha aceptado des-
vidad patológica de determinados grupos neu-                       pués de ser demostrado por varios grupos con
ronales mediante su destrucción. Por el carácter                   ensayos clínicos aleatorizados que la palidotomía
irreversible del proceder ablativo, éste demanda                   es efectiva y debe ser considera como un trata-
un método preciso y seguro que garantice lesio-                    miento de la EP idiopática71, 72. Aunque debemos
nes en las regiones deseadas.                                      reconocer que aún, tanto en el tálamo como en
     La efectividad de esta técnica ablativa está                  el globo pálido, sigue existiendo controversia en
mediada entre otros aspectos por la correcta lo-                   relación con el mejor sitio de lesión.




                                                                                                                                           REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO
calización de las lesiones en la regiones sensitivo-                   La efectividad de la inactivación del NST por
motoras, y el ajuste en el volumen de las mismas                   técnicas de ECP y/o ablación ha quedado demos-
que permita abarcar las neuronas con actividad                     trada1-55. Una comparación en los resultados clínicos
relacionada con el movimiento y siguiendo su or-                   entre grupos y técnicas se muestran en la Tabla II.
ganización somatotópica, sin extenderse mas allá
de los límites de estas regiones y estos núcleos                   FIGURA 6
(Figura 6), evitando, así, la aparición no deseada
de efectos adversos. Esto quedó demostrado
por Gross y col.66, quienes publicaron que la lo-
calización de las lesiones en el GPi pueden tener
diferente impacto en los signos motores de la
enfermedad de Parkinson. Si tomamos en cuenta
los niveles de organización existente en la región
sensitivomotora del NST, donde no necesaria-
mente las extremidades superiores, la cara y las
extremidades inferiores ocupan la misma posi-                      Correlación entre el atlas, la RM y la anatomía. A) Corte axial
ción espacial29, 67-69, la adecuada conformación de                3 mm por debajo del plano de las comisuras del atlas de Geor-
la lesión tiene mayor probabilidad de ofrecer un                   ges Schaltenbrand y Waldemar Wahren 1977. B) RM-T1, axial
efecto antiparkinsoniano proporcional en todo el                   postoperatoria adquirida a las 24 horas de lesión, se superpo-
hemicuerpo contralateral.                                          ne la misma imagen del atlas digitalizado. Nótese la relación
     Haciendo un análisis sobre efectividad de la                  de las lesiones intranucleares. C) Foto de un corte anatómico
cirugía ablativa, hoy, la talamotomía en el Vim si-                realizado a un cerebro formalizado aproximadamente 3-4 mm
gue siendo considerada como una técnica efecti-                    debajo de las comisuras donde se realza la disposición del             11
va para pacientes con temblor esencial y compa-                    NST y el núcleo rojo.
REVISIÓN


                                                      Uno de los aspectos controversiales es el he-      además, introduce una variabilidad de resultados
                                                 cho de poder demostrar la efectividad de estas          entre los diferentes grupos, es precisamente la
                                                 técnicas a largo plazo. Nosotros hemos realizado        utilización de diferentes métodos quirúrgicos y
                                                 un seguimiento superior de dos años a nuestros          la poca estandarización en la realización de una
                                                 pacientes, siendo todos evaluados según méto-           técnica74. Un ejemplo de esto lo apreciamos ya
                                                 dos estandarizados y aprobados internacional-           entre los pocos grupos que realizamos lesiones
                                                 mente como CAPIT y UPDRS on-off73, demos-               en el NST. En su artículo, Su PC y col.45, 46 comen-
                                                 trándose que el efecto clínico inicial se mantiene      tan la utilización de un solo tracto de lesión, sin
                                                 en el tiempo, aunque pensamos que un periodo            describir el ángulo de entrada, con un electrodo
                                                 mayor de seguimiento será necesario37-42.               de 1,2 x 3 mm. Ellos comienzan con 60 grados, y
                                                      Otro aspecto está relacionado con la confir-       si no hay efecto adverso aumentan a 75 grados
                                                 mación o corroboración de las lesiones en estu-         durante 60 seg, generando una sola lesión de 5
                                                 dios postoperatorios, lo cual contribuye a evaluar      x 5 mm con volúmenes promedios de 120-300
                                                 más objetivamente la efectividad de esta técnica        mm3. Además, en casos de núcleos pequeños
                                                 y a refinar los métodos de lesión sobre la base de      prefieren extender la lesión 1 a 2 mm más dorsal
                                                 los propios hallazgos y estudios de correlación         al núcleo.
                                                 con los resultados clínicos. Nosotros hemos pu-               Nosotros pensamos que lesiones únicas de
                                                 blicado recientemente los primeros estudios de          este diámetro pueden sobrepasar los límites del
                                                 confirmación de lesiones41 observándose un tan-         NST en sentido látero-medial y dorso-ventral, sin
                                                 to por ciento elevado de lesiones intranucleares        lograr la adecuada conformación en la región
                                                 que lo relacionamos al hecho de no sólo centrar         sensitivomotora. En un inicio, realizamos lesiones
                                                 la atención en la localización de las lesiones, sino,   similares a Su PC y col.45, 46, 5 x 3 mm con volúme-
                                                 además, en la conformación de las mismas en la          nes no mayores de 70 mm3 para una sola lesión y
                                                 región sensitivomotora38, 39, 41. Aún necesitamos       100 mm3 para cuando ésta se ampliaba. Estas le-
Nº 3 - Diciembre de 2006




                                                 hacer estudios de correlación clínica.                  siones tenían la particularidad que se realizaron
                                                      Teniendo en cuenta los estudios previamen-         con ángulos del electrodo de lesión de 45 gra-
                                                 te publicados donde se estimó el diámetro de            dos con relación al plano comisura anterior-co-
                                                 las lesiones en relación con la temperatura selec-      misura posterior, lo que garantizaba, a pesar de
                                                 cionada para la lesión56, 57 (Figura 2) y las obser-    ser un solo tracto de lesión, mejor conformación
                                                 vaciones realizadas en nuestra previa experien-         en los 2/3 dorsales del NST. Como se aprecia,
                                                 cia de lesiones en GPI64, podemos concluir que          las lesiones producidas por Su PC y col. tienen
                                                 cuando se usan electrodos similares al nuestro          un volumen mayor al producido por nosotros y
                                                 con temperatura mayor de 70 grados se produ-            muy cerca del volumen total calculado para el
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                                                 ce una lesión mayor de 3 mm, y a temperatura            NST (158 mm3)75.
                                                 de 80 grados, o mayor que ésta, las lesiones se               Su PC y col.45, 46 observaron una reducción
                                                 extienden hasta 4 mm, incrementándose de esta           del volumen de la lesión crónica en más del 50%,
                                                 forma el riesgo de sobrepasar en alguna direc-          comparándolo con el volumen de la lesión aguda.
                                                 ción los límites del núcleo y de la región sensiti-     Nosotros también hemos observado reducciones
                                                 vomotora.                                               similares del volumen de lesión (Figura 7)38, 39, 41.
                                                      Se especula sobre la presencia de mayores          Los resultados clínicos de Su PC y col son de una
                                                 efectos adversos en la cirugía bilateral cuando         mejoría mayor al 50% de la condición motora en
                                                 se aplica un método de lesión vs ECP. En nues-          todos sus pacientes. Ellos presentaron en 3 pa-
                                                 tra opinión, muchos de estos efectos adversos           cientes hemibalismo, comprobando en imágenes
                                                 pueden estar relacionados con la localización y         postoperatorias volúmenes grandes de lesión38.
                                                 tamaños de las lesiones más que con la propia                 Gill y col.43, 44 comentan el uso de un solo
                                                 bilateralidad del proceder ablativo. Nuestros re-       tracto de lesión, de 1,24 x 2 mm con temperatura
                                                 sultados de lesión bilateral del NST recientemen-       de 80 grados durante 60 segundos. También co-
                                                 te publicados así lo demuestran42. Un estudio           mentan que, en algunos casos, hacen una segun-
                                                 prospectivo que incluya la confirmación de lesio-       da lesión ventral a la primera. Nosotros, en una
                                                 nes, junto al estudio de los resultados clínicos,       etapa inicial, realizamos en un número limitado
                                                 contribuirá a demostrar la eficacia y seguridad de      de pacientes una lesión similar, produciendo vo-
                                                 estos métodos de lesión.                                lúmenes de lesión pequeños que no sobrepasa-
                                                                                                         ban los 45 mm3, pero posteriormente considera-
                                                 Diferencias metodológicas entre grupos                  mos que es una lesión insuficiente para obtener
                                                                                                         un adecuado beneficio clínico al observar una
                       12                        Uno de los aspectos que en muchas ocasiones             disminución de la efectividad inicial en un grupo
                                                 no permite hacer un análisis entre series y que,        de estos pacientes.
REVISIÓN


     El grupo de Gill y col.43, 44 mostró una mejo-     FIGURA 7
ría en todos sus pacientes de más del 50% en la
UPDRS sección III. Al evaluar las lesiones encon-
traron que todas estaban en el NST, pero la ma-
yoría de ellas se extendían dorsalmente hacia la
zona inzerta y el campo de Forel- H2. Esto, entre
otras cosas, podría estar relacionado con el uso
de temperatura mayor de 70 grados, lo cual teó-
ricamente puede producir lesiones mayores a las
estimadas por Gill y col.43, 44. Ellos comentan que
esta extensión dorsal de la lesión es la causa de
la mínima incidencia de discinesias severas, dos
casos de 26 pacientes con subtalamotomía uni-
lateral, y afirman que al evaluar las lesiones en
estos pacientes estaban en su sitio correcto. A
uno de los casos, con discinesia severa, le colo-
có un electrodo para estimulación ipsilateral a
la lesión con los contactos en H2, observándose
mejoría.
     Paresh Doshi y col.47, 48 presentaron su expe-
riencia en tres pacientes sometidos a lesiones          Imagen de RM en diferentes periodos del postoperatorio de
unilaterales con un solo tracto de lesión y elec-       dos pacientes a los que se les realizó lesión bilateral del NST
trodo muy pequeño de 0,75 x 1 mm y tempera-             (flechas) en igual tiempo quirúrgico. A y C realizadas a las 48
tura de 70 grados durante 60 seg. Los tres pa-          horas. B y D a los 2 meses. En las imágenes adquiridas a los




                                                                                                                          Nº 3 - Diciembre de 2006
cientes presentaron discinesias transitorias. Este      2 meses se observa la reducción de tamaño de las lesiones
grupo realiza lesiones aún más pequeñas que las         en aproximadamente el 50% y la resolución del edema peri-
postuladas por Gill y col.43, 44 basando su método      lesional.
en los criterios expuestos por Carpenter y col24,
en que exponen que lesiones mayores del 20%             minuido el edema perilesional y aún no se halla
del volumen del núcleo son más proclives a pro-         producido la reducción de tamaño de la lesión
ducir hemibalismo. Sin embargo, nosotros, rea-          derivada del proceso de gliosis postinflamación
lizando lesiones de un volumen mayor el índice          (Figura 7).
de discinesias severas y prolongadas fue menor               Filho y col.50 utilizan un solo tracto de lesión




                                                                                                                           REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO
del 10%38.                                              a 40-45 grados con un electrodo de lesión de
     Barlas y col.49 presentan su experiencia en 9      1,1 x 3 mm y lesionan con 60-75 grados duran-
pacientes, en los que realizaron subtalamotomía         te 60 seg. Ellos le realizaron RM a 16 de los 21
unilateral con un solo tracto, utilizando un elec-      pacientes, unas en estadios agudos y otras en
trodo de 1 x 3 mm, temperatura de 73 grados             estadios crónicos, comparando la ubicación de
durante 60 segundos y diámetro de lesión de 2           las lesiones con un método diferente al descri-
x 4 mm, siendo sus volúmenes de lesión simila-          to por nosotros; primero la relacionan con la
res a los de Gill y col43, 44. Ellos sólo presentaron   comisura anterior, el ápex de la fisura coroidea
discinesias transitorias inmediatas a la lesión en 1    y línea media, después comparan esta ubicación
paciente, y describen que ésta se encontraba en         con las coordenadas de la lesión, encontrando
la localización deseada.                                que ésta se ubicó lateral en 3 pacientes, medial
     La descripción de las diferentes zonas de          en 4, mixta en 9, central en 2 y no se definió en
una lesión por radiofrecuencia en las prime-            3. El diámetro promedio fue 4,8 mm, inferior al
ras horas o días de realizadas76, 77 y que usamos       nuestro. En la mitad de sus pacientes la lesión
para el reconocimiento más preciso en la ima-           se extendió fuera del núcleo, mayormente a la
gen de la zona real de lesión ha contribuido a          zona inzerta.
reconocer que existe un área total perilesional              De los 21 pacientes con lesiones del NST,
que pudiera ser afectada de forma temporal              a 8 se les realizó, además, en el mismo tiempo
después de una lesión por radiofrecuencia en            quirúrgico, lesiones en el Vim-Ventro oralis pos-
el cerebro humano. En fase crónica las lesiones         terior (Vop) para controlar mejor el temblor en 6
se observaron en RM- T2, hiperintensas (Figura          pacientes y eliminar las discinesias severas indu-
7). Nosotros recomendamos hacer el estudio de           cidas por la lesión del NST en otros 2. Uno de sus
comprobación de las lesiones en el primer mes           casos con discinesias severas se encontró entre                   13
de operado el paciente, después que halla dis-          los 10 pacientes con extensión de la lesión y nin-
REVISIÓN


                                                 FIGURA 8                                                               neficiosos sobre la condición motora de la en-
                                                                                                                        fermedad permanecieron. El mecanismo por el
                                                                                                                        que se producen las discinesias, al igual que el
                                                                                                                        proceso compensatorio que las reduce, aún no
                                                                                                                        está aclarado29.
                                                                                                                             En un análisis retrospectivo anatomopatoló-
                                                                                                                        gico de pacientes sometidos a cirugía de los GB
                                                                                                                        (tálamo o región subtalámica), se demostró, en
                                                                                                                        muchos casos, en que las discinesias fueron una
                                                                                                                        manifestación importante, que las lesiones no
                                                 A) Imagen axial de RM-T2 en el postoperatorio inmediato                eran intranucleares.
                                                 después de la lesión unilateral del NST; nótese (flecha) la ex-             Otros elementos de interés son los hallazgos
                                                 tensión de la lesión en la dirección rostro-caudal o antero-pos-       de Carpenter y col.24 al formular en animales de
                                                 terior, alcanzado casi 10 mm. B) Se observa T1-RM coronal              experimentación que para producir discinesias o
                                                 postoperatoria 6 meses después de la lesión unilateral del             balismo las lesiones debían ser mayores que el
                                                 NST; nótese (flecha) la extensión de la lesión en la dirección         20% del volumen nuclear. También se demostró
                                                 ventral y medial al NST.                                               en monos de experimentación que para que se
                                                                                                                        produjeran discinesias se tenía que destruir un vo-
                                                                                                                        lumen nuclear mayor del 60%28.
                                                                guno de los 9 pacientes con lesiones restringidas            Como se puede apreciar, al parecer, existen
                                                                al NST desarrolló discinesias.                          varios factores relacionados con las discinesias y
                                                                     Estas observaciones de Filho y col.50, iguales     como plantean estos autores no sólo el volumen
                                                                a las de Su PC y col.45, 46, y las nuestras38, corro-   de la lesión se relaciona con la incidencia de ésta.
                                                                boran el hallazgo de que fueron precisamente            Nosotros presentamos un número limitado de
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                                                                en lesiones más extensas en las que mayor in-           discinesias permanentes, lo cual pudiera estar en
                                                                cidencia de corea se presenta. Lozano y col.78 y        relación entre otros factores, con la selección de
                                                                Gill y col.43, 44, consideran que las lesiones que      los pacientes y la realización de lesiones intranu-
                                                                se extienden por fuera de los límites del núcleo        cleares en la región sensitivomotora, con volúme-
                                                                pueden ser más efectivas en mejorar los signos          nes que no exceden los 60 mm3 en la mayoría de
                                                                motores de la EP y no producir discinesias al le-       ellos, lo que representa menos del 50% del volu-
                                                                sionarse concomitantemente fibras palidofuga-           men total del núcleo38, 39, 41.
                                                                les, lo que se traduce en un efecto parecido a la            En todos los casos donde hemos observado
                                                                palidotomía.                                            discinecias severas hemos igualmente encontrado
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                                                                                                                        la extensión no deseada de la lesión (Figura 8).
                                                                Discinesias y lesión del NST                                 Nosotros pensamos que las discinesias tran-
                                                                                                                        sitorias observadas en un grupo de nuestros pa-
                                                                Se ha sugerido el papel del NST en la fisiopatolo-      cientes pudiera estar relacionada, entre otras
                                                                gía de las discinesias, basado en los hallazgos de      causas, con la disfunción transitoria de un volu-
                                                                que las lesiones vasculares de tipo hemorrágicas        men nuclear mayor que el volumen lesionado
                                                                de la región subtalámica inducen hemibalismo79.         por el edema perilesional asociado en las lesio-
                                                                La ocurrencia de balismo inducido en monos              nes por radiofrecuencia (Figuras 5 y 7).
                                                                por lesiones del NST es impredecible y pudiera               En nuestra experiencia, las complicaciones
                                                                no solamente ser explicada por el tamaño de las         relacionadas con la lesión se presentaron en un
                                                                lesiones24, 25. Nosotros compartimos igual aprecia-     tanto por ciento aceptable, no encontrándose
                                                                ción. Algunas influencias sobre estructuras que         ninguna en relación con las particularidades de la
                                                                rodean el NST podrían estar relacionadas con la         técnica38.
                                                                ocurrencia de hemibalismo24, 25.
                                                                     En algunos estudios realizados en monos            Conclusiones
                                                                tratados con MPTP donde se inactiva el NST,
                                                                ya sea haciendo lesiones por radiofrecuencia,           Nuevas estrategias que permitan una selectivi-
                                                                Aziz en 199121, Hamada en 199225, Guridi en             dad mayor de la técnica, junto a la estandariza-
                                                                199317, o inactivándolo por alta frecuencia Be-         ción de la misma, permitiría obtener resultados
                                                                nazzouz en 199318, y en un artículo donde los           más replicables entre grupos y mejores análisis
                                                                signos motores parkinsonianos de los pacien-            entre series. Estudios prospectivos y aleatoriza-
                                                                tes mejoraron después de una hemorragia en              dos donde se combinen técnicas ablativas y ECP
                       14                                       la región subtalámica80, 81, las discinesias ten-       pudieran ayudar a mejorar el conocimiento de la
                                                                dieron a desaparecer, mientras los efectos be-          efectividad y seguridad de estas técnicas.
REVISIÓN



                                                     Bibliografía


■ 1.- 	 Benabid AL, Pollak P, Gross C, Hoffmann D,               ■ 13.-   	Starr P, Feiwell, Marks W Jr. Placement of deep
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■ 2.- 	 Guridi J, Obeso J. The role of the subthalamic nu-                 Ohta S, Vemura K. Subthalamic Nucleus Stimula-
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        al stereotactic magnetic resonance imaging anm                     subthalamic nucleus: A possible target for stere-
        electrophysiological guidance. J Neurosurg 2000;                   otactic surgery in Parkinson´s disease. Mov Disord
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■ 5.- 	 Burchiel KJ, Anderson VC, Faure J, Hammer-               ■ 18.-   	Benazzouz A, Gross C, Feger J, Boraud B. Revers-




                                                                                                                                  Nº 3 - Diciembre de 2006
        stad JP. Comparison of Pallidal and Subthalamic                    al of rigidity and improvement in motor perform-
        nucleus deep brain stimulation for advanced                        ance by subthalamic high-frequency stimulation in
        Parkinson´s: Results of a randomized, blinded pi-                  MPTP monkeys. Eur J Neurosci 1993; 5: 382-289.
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■ 6.- 	 Krack P, Pollak P, Limousin P, Hoffman D, Xie J,                   C, Hoffman D, Benabid AL. Electrical stimulation
        Benazzouz A, Benabib AL. Subthalamic nucleus                       of the subthalamic nucleus in advanced Parkin-
        or internal pallidal stimulation in young onset                    son’s disease. N Engl J Med 1998; 339: 1105-1111.
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■ 7.- 	 Kumar R, Lozano AM, Montgomery E, Lang AE.                         Sime E, Halket E, Lang AE. Double-blind evalua-




                                                                                                                                   REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO
        Pallidotomy and deep brain stimulation of the                      tion of subthalamic nucleus deep brain stimula-
        pallidum and subthalamic nucleus in advanced                       tion in advanced Parkinson’s disease. Neurology
        Parkinson´s disease. Mov Disord 1998; 13: 73-82.                   1998; 51: 850-855.
■ 8.- 	 Limousin P, Greene J, Pollak P, Rothwell J, Ben-         ■ 21.-   	Aziz TZ, Peggs D, Sambrook MA, Crossman AR.
        abid AL, Frackowiak R. Changes in cerebral activ-                  Lesion of the subthalamic nucleus for the allevia-
        ity pattern due to subthalamic nucleus or internal                 tion of 1-methyl-4-phenyl-1, 2, 3, 6-tetrahydropiri-
        pallidum stimulation in Parkinson´s disease. Ann                   dine (MPTP)-induced parkinsonism in the primate.
        Neurol 1997; 42: 283-291.                                          Mov Disord 1991; 6: 288-292.
■ 9.- 	 Limousin P, Pollak P, Benazzouz A, Hoffmann D, Bas       ■ 22.-   	Guridi J, Herrero MT, Luquin MR, Guillen J, Ru-
        JL, Broussolle E, Perret JE, Benabid A Effect on par-              berg M, Laguna J, Vila M, Javoy-Agid F, Agid Y,
        kinsonian signs and symptoms of bilateral subtha-                  Hirsch E, Obeso JA. Subthalamotomy in parkinso-
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        ments induced by subthalamic nucleus stimula-                      nucleus lesions in rats prevents dopaminergic ni-
        tion in parkinsonian patients. Mov Disord 1996;                    gral neurons degeneration after striatal 6-OHDA
        11: 231-235.                                                       injection: Behavioral and biochemical studies. Eur
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        ord 1998; 11: 598-599.                                             choreoid hyperkinesia in the rhesus monkey, sur-
■ 12.- 	Pollak P, Benabid AL, Limousin P, Benazzouz A.                     gical and pharmacological analysis of hyperkinesia
        Chronic intracerebral stimulation in Parkinson’s                   resulting from lesions in the subthalamic nucleus
        disease. Adv Neurol 1997; 74: 213-220.                             of Luys. J Comp Neurol 1950; 92: 293-331.              15
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  • 1. REVISTA ESPAÑOLA DEVISIÓN RE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO Volumen I – Número 3 – Diciembre de 2006 Subtalamotomía en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.Descripción de un método de ablación y revisión Gerardo López Flores, Lázaro Álvarez González, Raúl Macías González, Ramsés F e rnández Melo, Juan Teijeiro Amador, Jorge Guridi, José Obeso, Orlando Cruz García, Fernando Seijo Fernández, Luis Menéndez Guisasola, Carlos Salvador Aguiar, Javier López del Val, Esther Suárez San Martín, Ciara García Fernández, Rafael Rodríguez, Maylen Carballo-Barreda CIMEQ-CIREN, La Habana, Cuba. Clínica Universitaria, Universidad de Navarra, Pamplona. Hospital Universitario Central de Asturias, Oviedo. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. Situación actual del tratamiento del temblor esencial Elena López García Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. Alteraciones conductuales y emocionales en la enfermedad de Parkinson Javier Pagonabarraga Mora, Jaime Kulisevsky Bojarski Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona. COMENTARIOS BIBLIOGRÁFICOS AGENDA DE CONGRESOS Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento Sociedad Española de Neurología
  • 2.
  • 3. REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO Director Luis Javier López del Val Hospital Universitario Lozano Blesa. Zaragoza Comité editorial Miquel Aguilar Barberà Hospital Mútua de Tarrasa Barcelona Juan Andrés Burguera Hernández Hospital La Fe Valencia Alfonso Castro García Hospital Universitario Santiago de Compostela (La Coruña) Víctor Campos Arillo Hospital Universitario Málaga José Chacón Peña Hospital Universitario Virgen Macarena Sevilla Carmen Durán Herrera Hospital Infanta Cristina Badajoz Rosario Luquin Puidó Clínica Universitaria de Navarra Pamplona Gurutz Linazasoro Cristóbal Policlínica Guipúzcoa San Sebastián Luis Menéndez Guisasola Hospital Central de Asturias Oviedo Carlos Salvador Aguiar Hospital Central de Asturias Oviedo Comité asesor Jesús Acosta Varo Hospital Universitario Cádiz José Ramón Ara Callizo Hospital Universitario Miguel Servet Zaragoza Manuel Arias Gómez Hospital Universitario Santiago de Compostela (La Coruña) José Matías Arbelo González Hospital Universitario Las Palmas de Gran Canaria Ernest Balaguer Martínez Hospital General de Cataluña Barcelona Nº 3 - Diciembre de 2006 Alberto Bergareche Yarza Hospital Bidasoa Hondarribia (Guipúzcoa) Matilde Calopa Garriga Hospital de Bellbitge Barcelona José María Errea Abad Hospital de Barbastro Huesca Ignacio Fernández Manchola Hospital Aránzazu San Sebastián Pedro García Ruiz Espiga Fundación Jiménez Díaz Madrid Rafael González Maldonado Hospital Universitario Granada Santiago Giménez Roldán Hospital Gregorio Marañón Madrid Juan Gómez Alonso Hospital Xeral Vigo (Pontevedra) José María Grau Veciana Hospital San Pau Barcelona Francisco Grandas Pérez Hospital Gregorio Marañón Madrid REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO Jaime Kulisevsky Bogarrski Hospital San Pablo Barcelona Carlos Leiva Santana Hospital General Alicante Elena Lezcano García Hospital de Cruces Bilbao Hugo Liaño Martínez Hospital Clínico Universitario Madrid Elena López García Hospital Universitario Lozano Blesa Zaragoza Mª Dolores Mateo González Hospital Gregorio Marañón Madrid José Félix Martí Massó Hospital Nuestra Señora de Aránzazu San Sebastián Elena Muñoz Farjas Hospital de Tortosa Tarragona José Obeso Inchausti Clínica Universitaria de Navarra Pamplona José María Prats Viñas Hospital de Cruces Bilbao Isabel Pérez López-Fraile Hospital Universitario Miguel Servet Zaragoza René Ribacoba Montero Hospital Álvarez Buylla Mieres (Asturias) Ángel Sesar Ignacio Hospital Universitario Santiago de Compostela (La Coruña) Julia Vaamonde Gamo Hospital Clínico Ciudad Real Lydia Vela Desojo Fundación Hospital Alcorcón Madrid Francesc Valldeoriola Serra Hospital Clínico Barcelona Rosa Yáñez Baña Hospital Cristal-Piñor Orense EDITA C/ Concha Espina, 8 - 1º Dcha. 28036 Madrid. Teléfono: 91 411 00 32 - Fax: 91 411 01 46 E-mail: informacion@lineadecomunicacion.com Depósito Legal: M-13448-2006 - ISSN: 1886-2268
  • 4. VOLUMEN I – NÚMERO 3 – DICIEMBRE DE 2006 REVISTA ESPAÑOLA DE Subtalamotomía en el tratamiento de la O enfermedad de Parkinson. Descripción de un método de ablación y revisión Gerardo López Flores1, Lázaro Álvarez González2, Raúl Macías González3, Ramsés Fernández Melo1, Juan Teijeiro Amador1, Jorge Guridi4, José Obeso4, Orlando Cruz García1, Fernando Seijo Fernández5, Luis Menéndez Guisasola6, Carlos Salvador Aguiar6, Javier López del Val7, Esther Suárez San Martín6, I Ciara García Fernández 6, Rafael Rodríguez 1, Maylen Carballo-Barreda1. 1 Servicio de Neurocirugía. CIMEQ-CIREN. La Habana. Cuba. 2Clínica de Trastornos del Movimiento. CIREN. La Habana. Cuba. 3Servicio de Neurofisiología. CIREN. La Habana. Cuba. 4Escuela de Medicina. Clínica Universitaria, división de neurociencias. Universidad de Navarra. Pamplona. 5Unidad de Neurocirugía Funcional. Servicio de Neurocirugía. R Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo. 6Servicio de Neurología. Nº 3 - Diciembre de 2006 Unidad de Trastornos del Movimiento. Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo. 7Servicio de Neurología. Unidad de Trastornos del Movimiento. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. 6 Situación actual del tratamiento del temblor esencial A Elena López García 19 REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO Servicio de Neurología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. Alteraciones conductuales y emocionales en la enfermedad de Parkinson M Javier Pagonabarraga Mora, Jaime Kulisevsky Bojarski Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona. 24 COMENTARIOS BIBLIOGRÁFICOS 34 U AGENDA DE CONGRESOS 38 NORMAS DE PUBLICACIÓN 39 S
  • 5. EDITORIAL Cumpleaños Luis Javier López del Val F elicidades a todos, vamos a cumplir un “añito”. ¡Quién lo diría! Y lo rápido que pasa el tiempo… Aunque nuestro principal objetivo sigue siendo conseguir una mejor y más pre- cisa distribución de la Revista, que por el momento sigue sin llegar a todos los neurólogos del país, y lo que es peor, todavía no hemos conseguido que llegue a todos los miembros del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento. Desde hace breves fechas ya se ha colgado en la página web del GETM el número cero de la revista, y en los próximos meses seguirán “colgándose” los suce- sivos números para que estén a disposición de todos los neurólogos, no sólo españoles sino de toda Hispanoamérica: http://www.getm.info/documentos/numeroCero.pdf En los números siguientes está previsto incluir nuevas seccio- nes dentro de la Revista Española de Trastornos del Movimiento: “Imágenes relevantes”, “Notas históricas”, y “Notas breves”… A las que desde este editorial os animamos a participar, lo mismo que esperamos vuestra contribución al resto de los apartados de la misma. La salud de un Grupo de Estudio o de una línea de trabajo dentro de la neurología, como son los Trastornos del Movimiento, se demuestra por el interés que los mismos despiertan dentro de la especialidad en general; y prueba de ello son las más de 1.400 comunicaciones orales y pósters presentados en el recién finalizado 10º Congreso Interna- Nº 3 - Diciembre de 2006 cional de Enfermedad de Parkinson y Trastornos del Movimiento, que ha tenido lugar del 28 de octubre al 2 de noviembre en Kyoto (Japón), en el que los miembros del GETM han contribuido con un buen número de interesantísimas comunicaciones aportadas al mismo. Y otro tanto ocu- rrirá en la próxima Reunión de la SEN a celebrar en Barcelona, de forma coincidente en el tiempo con la aparición en la calle del número 3 de la Revista. Una vez más, a través de estas líneas, os animamos a partici- par, comunicar y compartir vuestros conocimientos e inquietudes con el resto de los miembros del Grupo y de la SEN utilizando como vehículo las páginas de la Revista, ya que de esta manera contribuiremos entre todos a hacerla crecer cada vez más y a que sea un utensilio necesario en REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO nuestra vida profesional.
  • 6. REVISIÓN Subtalamotomía en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Descripción de un método de ablación y revisión Gerardo López Flores1, Lázaro Álvarez González2, Raúl Macías González3, Ramsés Fernández Melo1, Juan Teijeiro Amador1, L as técnicas quirúrgicas ablativas han sido usa- das para la enfermedad de Parkinson (EP) y otros trastornos del movimiento desde hace ya Jorge Guridi4, José Obeso4, Orlando Cruz más de un siglo. Avances tecnológicos en el área García1, Fernando Seijo Fernández5, Luis de imágenes y técnicas de localización electro- Menéndez Guisasola6, Carlos Salvador fisiológicos han permitido mejorar la exactitud Aguiar6, Javier López del Val7, Esther Suárez en la localización de estas dianas quirúrgicas si- San Martín6, Ciara García Fernández 6, Rafael tuadas profundamente en el cerebro humano. Rodríguez 1, Maylen Carballo-Barreda1. El continuo y creciente conocimiento sobre el 1 Servicio de Neurocirugía. CIMEQ-CIREN. La Ha- funcionamiento de los ganglios basales (GB) y la bana. Cuba. 2Clínica de Trastornos del Movimiento. fisiopatología de las alteraciones motoras de la CIREN. La Habana. Cuba. 3Servicio de Neurofisiolo- EP condujeron a centrar la atención en el núcleo gía. CIREN. La Habana. Cuba. 4Escuela de Medicina. subtalámico (NST), considerando su rol como Clínica Universitaria, división de neurociencias. Uni- estructura moduladora nodal de la actividad efe- versidad de Navarra. Pamplona. 5Unidad de Neuroci- rente motora de los GB. rugía Funcional. Servicio de Neurocirugía. Hospital Fue entonces cuando se realizó, en 1993, la Universitario Central de Asturias. Oviedo. 6Servicio de Neurología. Unidad de Trastornos del Movimiento. estimulación cerebral profunda (ECP) del NST por el grupo Benabid en Francia1. La ECP se ha Nº 3 - Diciembre de 2006 Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo. 7 Servicio de Neurología. Unidad de Trastornos del ido imponiendo en otros blancos quirúrgicos Movimiento. Hospital Clínico Universitario Lozano como el Ventralis Intemedialis (Vim) del tálamo y Blesa. Zaragoza. la región posteroventral del globo pálido interno (GPi) como la primera elección de tratamiento RESUMEN. La efectividad y seguridad de la cirugía quirúrgico, desplazando a la cirugía ablativa a un ablativa de la enfermedad de Parkinson depende, entre segundo plano. La ECP del NST es el blanco pre- otras cosas, de la localización de las lesiones en las ferido en la cirugía de la EP2-20. regiones nucleares de interés (sensitivomotora) y del volumen de estas lesiones. Describimos un método de Lesiones del NST, aunque han mostrado ablación con radiofrecuencia, ajustado al núcleo subta- efectividad en mejorar todos los signos motores REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO lámico, así como la comprobación postoperatoria de las de la EP en monos lesionados con MPTP (1-me- lesiones. La subtalamotomía puede ser un proceder efi- til-4-fenil-1,2,3,6-tetrahidropiridina) y otros mo- caz y seguro, con un mínimo de morbilidad quirúrgica. delos experimentales, no habían sido usadas ex- Palabras clave: cirugía ablativa, estimulación tensamente en humanos con EP21-29. En la década cerebral profunda, enfermedad de Parkinson, de los 60, sin la ayuda de una imagen estructural núcleo subtalámico, subtalamotomía. del cerebro en el pre y postoperatorio y sin regis- tro electrofisiológico de la actividad eléctrica, se SUMMARY. The effectiveness and security of the realizaron, por varios grupos en el mundo, lesio- ablative surgery in P.D. depends, among other things, nes en la región subtálamica que incluían al NST of the precise localizations of the lesions in nuclear regions of interest (sensitive-motor) and of the volume y alguna de las regiones vecinas extendiéndose of these lesions. An ablative method with radiofrequen- incluso hasta el tálamo. A pesar de que los resul- cy - adjusted to the subthalamic nucleus - as well as the tados publicados fueron aceptables para la épo- methodology for the post-operatory check up of lesion ca, estos procederes fueron abandonados por is described. Subthalamotomy can be an efficacious and múltiples causas30-32. Lesiones en la región sensiti- safe procedure, with a minimum of surgical morbility. vomotora del NST se realizaron en humanos por Key words: ablative surgery, deep brain stimulation, primera vez en 1995 en Cuba, y posteriormente Parkinson´s disease, subthalamic nucleus, publicados desde 199733-42. Seguidamente, otras subthalamotomy. interesantes experiencias han sido publicadas43-50. La efectividad y seguridad de la cirugía abla- Correspondencia tiva de la EP depende, entre otras cosas, de una Dr. Gerardo López Flores precisa localización de las lesiones en las regio- Facultad de Medicina ¨Finlay Albarran¨. Instituto Superior de Ciencias nes nucleares de interés (sensitivomotora) y del Médicas de la Habana. Ave. 25 No. 15805 e/ 158 y 160, Playa CP volumen de estas lesiones. A continuación des- 11300 Ciudad de la Habana, Cuba. E-mail: gerardolf@yahoo.es cribimos un método de ablación con radiofre-
  • 7. REVISIÓN cuencia, ajustado al NST, así como la metodolo- rosurgical Deep Recording System) (CIREN, Ha- gía usada para la comprobación postoperatoria bana, Cuba) y (NEURONICA, CENIC, Cuba)53-55, de las lesiones con imágenes de resonancia mag- se simula en los diferentes planos las lesiones38, nética. Se discute los resultados de este método 39, 41 . Localizamos las mismas en los 2/3 dorsales, con otros publicados. lateral y caudal o posterior, incluyéndose, ge- neralmente, la mayoría de los puntos donde se Descripción del método de ablación registraron grupos celulares relacionados a mo- vimientos y temblor, lo cual se corresponde con Localización y conformación de lesiones la región sensitivomotora somatotópicamente mejor organizada del NST (Figura 1). Para la rea- El protocolo de lesión se dividió en dos partes: 1) lización de la lesión se utiliza el neurogenerador método para localizar las lesiones intranucleares; y Leksell (Elekta Instruments AB, Sweden). 2) conformación de las lesiones en relación con las La conformación de la lesión por radiofre- dimensiones y forma de la región sensitivomotora cuencia incluyó la selección de un electrodo del NST. Para la localización de las lesiones utiliza- de 1,1 mm de diámetro y 2 mm de largo de su- mos tanto la información anatómica como electro- perficie activa (SA). Los dos tractos de lesión se fisiológica. Con ayuda de los software de planifica- realizaron con una potencia de 8-16 W, una tem- ción STASSIS (CIREN, Habana, Cuba)51, 52 y software peratura de 60-70º y un tiempo de lesión de 60 de registro y procesamiento digital NDRS (Neu- segundos. Estos dos últimos parámetros y su re- FIGURA 1 Se muestra la planificación de nuestro método para localizar las lesiones. A) En el STASSIS, se Nº 3 - Diciembre de 2006 seleccionan dos trayectos de lesión, definién- dose en cada de uno de ellos la relación entre la ubicación aparente de la lesión intranuclear y los limites del núcleo en dirección ántero- posterior o rostro-caudal y medio-lateral, re- presentándose igualmente la relación entre las dos lesiones. Nótese la proyección de las lesiones aparentes 1 y 2 sobre un corte axial (3 mm por debajo del plano de las comisuras) del REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO atlas digitalizado de Georges Schaltenbrand y Waldemar Wahren 1977; el atlas ha sido esca- lado con relación a las comisuras del paciente obtenidas en imágenes de TAC y nuevamente escalado después del “mapeo” electrofioló- gico del núcleo subtalámico para ajustar los limites electrofisiológicos del núcleo con la imagen digitalizada del núcleo. B) Se muestra nuestro método para localizar las lesiones en sentido dorso-ventral sobre dos trayectorias previamente planificadas usando información electrofisiológica derivada del registro multiunitario. Usando el NDRS, se seleccionan los trayectos de registros intranucleares incluidos en el supuesto volumen de la lesión, definiéndose en cada de uno de ellos la altura del NST y las coordenadas estereotácticas de los límites del NST sobre la trayectoria; seguidamente, se correlaciona esta información electrofisiológica con cada uno de los trayectos de lesión, de forma que la superficie activa del electrodo se fije en el punto más conve- niente para ubicar las lesiones a la altura requerida. Nótese en esta presentación del NDRS sobre un corte sagital (12,0) del atlas digitalizado de Georges Schaltenbrand y Waldemar Wahren 1977, dos trayectos parasagitales a 65 grados en la dirección ántero-posterior en relación con el plano de las comisuras con electrodo de lesión de 1,1 x 2 mm de superficie activa o expuesta, y la locali- zación aparente de dos lesiones en la región más dorsal (sensitivomotora) del NST definidas por la información electrofisiológica. Obsérvese esta relación por separado entre la ubicación aparente de las lesiones 1 y 2 con la proyección del gráfico de la actividad eléctrica integrada de los trayec- tos de registro A y B, respectivamente.
  • 8. REVISIÓN FIGURA 2 lación con el tamaño de las lesiones se estimaron de datos previamente publicados (Figura 2)56, 57. La definición de este método para conformar le- siones surgió de las siguientes observaciones: A) Al Introducir el electrodo de lesión en un ángulo 60-65 grados (antero-posterior) en re- lación con la línea entre las comisuras y de 0-15 grados látero-mediales, garantizamos ajustar el volumen final de lesión a las dimensiones y forma de la región sensitivomotora del NST, de forma progresiva con más de un trayecto de lesión; lo que, además, permite evaluar paso a paso los re- sultados clínicos y posibles efectos adversos, re- sultando de esta forma una técnica ablativa más segura para el paciente. B) En la realización del “test” de lesión, an- tes de alcanzar la temperatura de lesión “irrever- sible”, es más seguro para el paciente cuando se realizan con electrodos que producen lesiones pequeñas. En la mayoría de nuestras actuaciones, el ta- maño aparente de las lesiones sobre cortes axia- les no excedió los 6 mm en sentido ántero-poste- rior, ni los 5 mm en sentido dorso-ventral, lo que Nº 3 - Diciembre de 2006 representa igualmente un volumen aproximado, de 50-80 mm3 (Figura 3)38, 39, 41. Para conocer la lo- calización estereotáctica aparente de la lesión, después de realizar dos tractos de lesiones, con- Esquema que representa el diámetro de las lesiones por ra- sideramos que el centro del volumen de lesión diofrecuencia en relación con la temperatura y el tiempo. (CVL) es estimado como el punto medio de los epicentros de todas las lesiones independientes, con las cuales se fue conformando el volumen to- FIGURA 3 tal de lesión deseado. REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO Comprobación de las lesiones y estudio de sus dimensiones Las imágenes de resonancia magnética (RM) postoperatorias (1,5T, Siemens, Germany) utiliza- das son meticulosamente alineadas con el plano intercomisural y las coronales perpendiculares a este plano, preferentemente cortes axiales y co- ronales. Una descripción de nuestro protocolo de obtención de las imágenes postoperatorias se muestra en la Tabla I. Otros protocolos de obten- ción han sido previamente publicados4, 58-60. A) Esquema sobre una imagen de TAC usando el STASSIS con Estas imágenes son obtenidas en el primer la representación en un plano axial de las dos lesiones, donde mes del postoperatorio y son mostradas con la se muestran las dimensiones aproximadas de las mismas se- ayuda del software IMAGIS para hacer los estu- gún los cálculos de diámetros para lesiones con radiofrecuen- dios de comprobación correspondientes38, 39, 41. cia en relación con los parámetros usados y su relación con Para evaluar la localización real de las lesio- las dimensiones del NST en su eje mayor en la dirección an- nes usamos tres métodos. El primero consiste en tero-posterior. B) Imagen axial de RM en densidad protónica un método de visualización directo de la lesión y realizada el día 10 del postoperatorio donde se puede obser- el núcleo. Para éste tomamos en cuenta que en var la localización y confirmación real de las dos lesiones que cortes axiales de secuencia de RM-T2, la hipoin- conforman el volumen deseado con apariencia y dimensiones tensidad en forma de almendra, lateral al borde similares a lo planificado previamente con el STASSIS. anterior del núcleo rojo y 8-12 mm por delante
  • 9. REVISIÓN TABLA I Protocolo de obtención de las imágenes de RM Parámetros T1. Sagital T1. Sagital T2. Coronal T1-TIR. Axial TR/TE 4000/105 4060/16 4020/108 7000/70 Tiempo de inversión (ms) - - - 350 Ángulo de rotación (grados) 150 150 150 150 Número de cortes 10 24 19 19 (gap = 10) Grosor del corte (mm) 3 2 2 1,5 Tamaño de la matriz 256 x 256 256 x 256 256 x 256 256 x 256 Tiempo de adquisición (min) 1,42 4,58 5,11 5,03 TR: tiempo de repetición. TE: tiempo de exposición. min: minutos. ms: milisegundos. mm: milímetros. de la comisura posterior corresponde al NST; los FIGURA 4 bordes el mismo, y, en particular, el anterior, son imposibles de definir con precisión por el hecho de que los axones abundantes en esta posición contienen gran cantidad de hierro produciendo una imagen hipointensa muy similar al núcleo. Para resolver este inconveniente usando STASSIS superponemos a estas imágenes el atlas digita- lizado de Georges Schaltenbrand y Waldemar Nº 3 - Diciembre de 2006 Wahren 1977 de forma que se puede estimar con bastante precisión los bordes del NST y poder evaluar la relación de las lesiones en la dirección antero-posterior y látero-medial. El segundo es un método indirecto usando las comisuras como referencia y tomando para la medición el centro de cada una de las lesiones A) En esta figura se observa sobre cortes axiales de RM que que conforman el volumen total; esto nos permi- contengan las lesiones, esquema que muestra el método de te comparar en las coordenadas X, Y y Z la posi- confirmación de las lesiones en la dirección ántero-posterior REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO ción teórica de las lesiones con la posición real y medio-lateral. B) En un corte coronal del atlas de Georges de las mismas. Schaltenbrand y Waldemar Wahren 1977, se muestra la rela- El tercer método de confirmación es igual- ción del NST con una línea que pasa por el centro del núcleo. mente indirecto, tomando como referencia el nú- Teniendo en cuenta esta referencia las lesiones deben apare- cleo rojo. Este núcleo presenta una mejor visua- cer sobre esta línea. lización de todos sus bordes y forma, la principal relación medial del NST. Para este análisis usamos el software IMAGIS, de la forma siguiente: sobre confunde en muchos casos con la hipointensidad cortes axiales paralelos al plano de las comisuras, que igualmente produce la sustancia negra pars seleccionamos un corte 4 mm inferior al plano de reticulata (SNr) hacemos una última evaluación. las comisuras y definimos el centro del núcleo. A Usando un corte coronal de RM-T2 que sea el más continuación, trazamos dos líneas formando un posterior donde mejor se observen las lesiones, ángulo de 90 grados, una en dirección antero-pos- que teóricamente debe corresponder a un plano terior y otra en dirección medio-lateral, formándo- coronal donde siempre se visualiza la mitad ante- se un cuadrante en cuya bisectriz se proyecta el rior del núcleo rojo, trazamos una línea paralela al centro del NST en la dirección antero-posterior; plano axial y que pase por el “centro del núcleo esto permite evaluar la localización del volumen rojo”; entonces, las lesiones bien ubicadas en los total de lesión en la dirección antero-posterior. 23 dorsales del NST deben aparecer por debajo Esto también nos brinda información de la posi- del borde ventral del tálamo y sobre esta línea, lo ción de las lesiones en la dirección medio-lateral. cual nos permite hacer una análisis directo e indi- Por el inconveniente de no poder precisar la recto de la localización de las mismas teniendo en situación real de las lesiones en su relación dor- cuenta su posición más dorsal (Figura 4)38, 39, 41. so-ventral derivado del hecho de que el borde Para evaluar el tamaño de las lesiones se usa dorsal en ocasiones no se precisa y el ventral se una de las utilidades del software IMAGIS que
  • 10. REVISIÓN FIGURA 5 ECP mediante el ajuste de parámetros durante la programación de la estimulación61. En nuestra opinión, es este último aspecto el que realmente marca la diferencia si de efectividad se tratase y a nuestro juicio es el más apasionante en términos de investigación. Por otro lado, debemos de considerar algu- nas cuestiones no menos importantes sobre la ECP, como son la falta de claridad sobre el me- canismo de acción, la falta de estudio sobre los efectos secundarios a largo plazo en los síntomas motores y no motores, los problemas potenciales de fracturas del sistema y desconexión, la reposi- ción de baterías, infecciones y lesiones de piel62, 63, a lo que hay que adicionar, en nuestra opinión, las dificultades existentes en la actualidad para la comprobación postoperatoria de la localización del contacto activo derivadas del uso limitado de las técnicas de RM por el calentamiento del elec- trodo y la presencia de artefactos alrededor de los contactos que no permiten evaluar de forma directa las estructuras nucleares. Creemos que una técnica no excluye a la otra como sucede en- En la imagen axial de RM obtenida 24 horas después de la tre la palidotomía y el ECP del Gpi y que el de- Nº 3 - Diciembre de 2006 lesión unilateral del NST se puede observar los componentes bate sobre ECP versus lesión en el NST debe ser de la lesión, zona central (hipointensa) (dist 1 = 3 mm de diá- replanteado y no minimizado. metro) que se corresponde con la zona de necrosis y un área Lesiones localizadas en toda la región subta- intermedia (hiperintensa) que rodea en halo a la anterior (dist 2 = 6 mm de diámetro), más un área difusa de iguales caracte- lámica se realizaron tan temprano como la déca- rísticas, lo que corresponde con el edema perilesional. da del 6030-32. En aquellos años no se disponía de un método de localización precisa de la diana, ni se disponía de imágenes estructurales que per- permite medir las lesiones, en cortes axiales, co- mitieran la comprobación del lugar real de las ronales y sagitales. Para las lesiones en estadio lesiones; sólo se publicaron estudios anatomopa- REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO agudo consideramos la zona central hipointen- tológicos post-mortem, donde se demostró que sa en tiempo de relajación T2 como la zona de las lesiones no fueron confinadas al NST, sino necrosis, que corresponde con la verdadera zona que también interesaban a la zona inzerta, la SNr, de lesión, una zona limitada intermedia alrede- campos de Forel y tálamo30, 32. dor de la primera que se muestra hiperintensa y Los estudios experimentales21-29 han mostra- otra zona más extensa, aún más periférica que se do en alguna medida la posible efectividad de observa muy hiperintensa con los bordes difusos las lesiones del NST en pacientes con EP. Nuestro en tiempo de relajación T2 que se corresponde grupo (GLF, LAG y RMG) ya acumula una gran ex- con edema perilesional y que puede ser variable periencia en la realización de lesiones, con más de entre pacientes (Figura 5)38, 39, 41. 500 pacientes intervenidos a lo largo de 15 años, de los cuales, más de 160 recibieron lesiones en el Discusión NST tanto uni como bilaterales. Aunque este gru- po tiene una amplia experiencia sobre lesiones en ECP vs lesión del NST el NST, no existen en la literatura muchos artículos de grupos que realicen lesiones en el NST33-50. En Con el desarrollo de las técnicas de ECP, el pa- nuestra opinión, la subtalamotomía no ha tenido pel de la cirugía ablativa sobre el NST para el una amplia práctica, por el hecho histórico de aso- tratamiento de pacientes con EP, ha sido cues- ciársele al posible desarrollo de hemibalismo. tionado y expectante. Grupos con estudios para comparar ambas terapias consideran la elección Efectividad y seguridad de la ECP en la argumentación de la reversibi- lidad de los efectos adversos, habilidad para el A diferencia de ECP, donde aún se especula so- 10 uso bilateral sin alta incidencia de efectos adver- bre sus posibles mecanismos65, cuando se realiza sos y el favorable potencial de optimización de la la subtalamotomía se conoce que el beneficio
  • 11. REVISIÓN TABLA II Comparación de los resultados clínicos entre la serie de lesión de Vilela y col.50 y la revisión de varias series de estimulación cerebral profunda en periodo “on”1, 6, 10 Grupo del CIREN Vilela y col. ECP Variables (Cuba) (Brasil) (Varios grupos) Bradicinesia 55% 68,2% 50-71% (57,2%) Rigidez 75% 83,9% 52-65% (59%) Temblor 80% 84,9% 80-86% (82,6%) Alteraciones posturales 49% 66,5% 49-58% (53,5%) Trastornos del lenguaje NR 44,2% NR Discinesias 55% 74,2% 41-83% (61%) Hoehn y Yahr NR 23,4% NR Reducción de la L-Dopa 59% (5 pacientes) 42,6% 37-56% (45,6%) Mejoría global 45% 58,5% 10-41% (23,6%) Evaluación personal del paciente 80% 84% NR Incremento de la condición “on” NM NM 26% a 52% Disminución de la condición “off ” NM NM 30% a 6% Seguimiento en meses 24 9-22,5 Variado NM: no mencionado. Nº 3 - Diciembre de 2006 que se obtiene es por modulación de determina- rable su eficacia con la ECP en el tálamo70. Otro dos circuitos neuronales al eliminar la hiperacti- aspecto interesante es que se ha aceptado des- vidad patológica de determinados grupos neu- pués de ser demostrado por varios grupos con ronales mediante su destrucción. Por el carácter ensayos clínicos aleatorizados que la palidotomía irreversible del proceder ablativo, éste demanda es efectiva y debe ser considera como un trata- un método preciso y seguro que garantice lesio- miento de la EP idiopática71, 72. Aunque debemos nes en las regiones deseadas. reconocer que aún, tanto en el tálamo como en La efectividad de esta técnica ablativa está el globo pálido, sigue existiendo controversia en mediada entre otros aspectos por la correcta lo- relación con el mejor sitio de lesión. REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO calización de las lesiones en la regiones sensitivo- La efectividad de la inactivación del NST por motoras, y el ajuste en el volumen de las mismas técnicas de ECP y/o ablación ha quedado demos- que permita abarcar las neuronas con actividad trada1-55. Una comparación en los resultados clínicos relacionada con el movimiento y siguiendo su or- entre grupos y técnicas se muestran en la Tabla II. ganización somatotópica, sin extenderse mas allá de los límites de estas regiones y estos núcleos FIGURA 6 (Figura 6), evitando, así, la aparición no deseada de efectos adversos. Esto quedó demostrado por Gross y col.66, quienes publicaron que la lo- calización de las lesiones en el GPi pueden tener diferente impacto en los signos motores de la enfermedad de Parkinson. Si tomamos en cuenta los niveles de organización existente en la región sensitivomotora del NST, donde no necesaria- mente las extremidades superiores, la cara y las extremidades inferiores ocupan la misma posi- Correlación entre el atlas, la RM y la anatomía. A) Corte axial ción espacial29, 67-69, la adecuada conformación de 3 mm por debajo del plano de las comisuras del atlas de Geor- la lesión tiene mayor probabilidad de ofrecer un ges Schaltenbrand y Waldemar Wahren 1977. B) RM-T1, axial efecto antiparkinsoniano proporcional en todo el postoperatoria adquirida a las 24 horas de lesión, se superpo- hemicuerpo contralateral. ne la misma imagen del atlas digitalizado. Nótese la relación Haciendo un análisis sobre efectividad de la de las lesiones intranucleares. C) Foto de un corte anatómico cirugía ablativa, hoy, la talamotomía en el Vim si- realizado a un cerebro formalizado aproximadamente 3-4 mm gue siendo considerada como una técnica efecti- debajo de las comisuras donde se realza la disposición del 11 va para pacientes con temblor esencial y compa- NST y el núcleo rojo.
  • 12. REVISIÓN Uno de los aspectos controversiales es el he- además, introduce una variabilidad de resultados cho de poder demostrar la efectividad de estas entre los diferentes grupos, es precisamente la técnicas a largo plazo. Nosotros hemos realizado utilización de diferentes métodos quirúrgicos y un seguimiento superior de dos años a nuestros la poca estandarización en la realización de una pacientes, siendo todos evaluados según méto- técnica74. Un ejemplo de esto lo apreciamos ya dos estandarizados y aprobados internacional- entre los pocos grupos que realizamos lesiones mente como CAPIT y UPDRS on-off73, demos- en el NST. En su artículo, Su PC y col.45, 46 comen- trándose que el efecto clínico inicial se mantiene tan la utilización de un solo tracto de lesión, sin en el tiempo, aunque pensamos que un periodo describir el ángulo de entrada, con un electrodo mayor de seguimiento será necesario37-42. de 1,2 x 3 mm. Ellos comienzan con 60 grados, y Otro aspecto está relacionado con la confir- si no hay efecto adverso aumentan a 75 grados mación o corroboración de las lesiones en estu- durante 60 seg, generando una sola lesión de 5 dios postoperatorios, lo cual contribuye a evaluar x 5 mm con volúmenes promedios de 120-300 más objetivamente la efectividad de esta técnica mm3. Además, en casos de núcleos pequeños y a refinar los métodos de lesión sobre la base de prefieren extender la lesión 1 a 2 mm más dorsal los propios hallazgos y estudios de correlación al núcleo. con los resultados clínicos. Nosotros hemos pu- Nosotros pensamos que lesiones únicas de blicado recientemente los primeros estudios de este diámetro pueden sobrepasar los límites del confirmación de lesiones41 observándose un tan- NST en sentido látero-medial y dorso-ventral, sin to por ciento elevado de lesiones intranucleares lograr la adecuada conformación en la región que lo relacionamos al hecho de no sólo centrar sensitivomotora. En un inicio, realizamos lesiones la atención en la localización de las lesiones, sino, similares a Su PC y col.45, 46, 5 x 3 mm con volúme- además, en la conformación de las mismas en la nes no mayores de 70 mm3 para una sola lesión y región sensitivomotora38, 39, 41. Aún necesitamos 100 mm3 para cuando ésta se ampliaba. Estas le- Nº 3 - Diciembre de 2006 hacer estudios de correlación clínica. siones tenían la particularidad que se realizaron Teniendo en cuenta los estudios previamen- con ángulos del electrodo de lesión de 45 gra- te publicados donde se estimó el diámetro de dos con relación al plano comisura anterior-co- las lesiones en relación con la temperatura selec- misura posterior, lo que garantizaba, a pesar de cionada para la lesión56, 57 (Figura 2) y las obser- ser un solo tracto de lesión, mejor conformación vaciones realizadas en nuestra previa experien- en los 2/3 dorsales del NST. Como se aprecia, cia de lesiones en GPI64, podemos concluir que las lesiones producidas por Su PC y col. tienen cuando se usan electrodos similares al nuestro un volumen mayor al producido por nosotros y con temperatura mayor de 70 grados se produ- muy cerca del volumen total calculado para el REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO ce una lesión mayor de 3 mm, y a temperatura NST (158 mm3)75. de 80 grados, o mayor que ésta, las lesiones se Su PC y col.45, 46 observaron una reducción extienden hasta 4 mm, incrementándose de esta del volumen de la lesión crónica en más del 50%, forma el riesgo de sobrepasar en alguna direc- comparándolo con el volumen de la lesión aguda. ción los límites del núcleo y de la región sensiti- Nosotros también hemos observado reducciones vomotora. similares del volumen de lesión (Figura 7)38, 39, 41. Se especula sobre la presencia de mayores Los resultados clínicos de Su PC y col son de una efectos adversos en la cirugía bilateral cuando mejoría mayor al 50% de la condición motora en se aplica un método de lesión vs ECP. En nues- todos sus pacientes. Ellos presentaron en 3 pa- tra opinión, muchos de estos efectos adversos cientes hemibalismo, comprobando en imágenes pueden estar relacionados con la localización y postoperatorias volúmenes grandes de lesión38. tamaños de las lesiones más que con la propia Gill y col.43, 44 comentan el uso de un solo bilateralidad del proceder ablativo. Nuestros re- tracto de lesión, de 1,24 x 2 mm con temperatura sultados de lesión bilateral del NST recientemen- de 80 grados durante 60 segundos. También co- te publicados así lo demuestran42. Un estudio mentan que, en algunos casos, hacen una segun- prospectivo que incluya la confirmación de lesio- da lesión ventral a la primera. Nosotros, en una nes, junto al estudio de los resultados clínicos, etapa inicial, realizamos en un número limitado contribuirá a demostrar la eficacia y seguridad de de pacientes una lesión similar, produciendo vo- estos métodos de lesión. lúmenes de lesión pequeños que no sobrepasa- ban los 45 mm3, pero posteriormente considera- Diferencias metodológicas entre grupos mos que es una lesión insuficiente para obtener un adecuado beneficio clínico al observar una 12 Uno de los aspectos que en muchas ocasiones disminución de la efectividad inicial en un grupo no permite hacer un análisis entre series y que, de estos pacientes.
  • 13. REVISIÓN El grupo de Gill y col.43, 44 mostró una mejo- FIGURA 7 ría en todos sus pacientes de más del 50% en la UPDRS sección III. Al evaluar las lesiones encon- traron que todas estaban en el NST, pero la ma- yoría de ellas se extendían dorsalmente hacia la zona inzerta y el campo de Forel- H2. Esto, entre otras cosas, podría estar relacionado con el uso de temperatura mayor de 70 grados, lo cual teó- ricamente puede producir lesiones mayores a las estimadas por Gill y col.43, 44. Ellos comentan que esta extensión dorsal de la lesión es la causa de la mínima incidencia de discinesias severas, dos casos de 26 pacientes con subtalamotomía uni- lateral, y afirman que al evaluar las lesiones en estos pacientes estaban en su sitio correcto. A uno de los casos, con discinesia severa, le colo- có un electrodo para estimulación ipsilateral a la lesión con los contactos en H2, observándose mejoría. Paresh Doshi y col.47, 48 presentaron su expe- riencia en tres pacientes sometidos a lesiones Imagen de RM en diferentes periodos del postoperatorio de unilaterales con un solo tracto de lesión y elec- dos pacientes a los que se les realizó lesión bilateral del NST trodo muy pequeño de 0,75 x 1 mm y tempera- (flechas) en igual tiempo quirúrgico. A y C realizadas a las 48 tura de 70 grados durante 60 seg. Los tres pa- horas. B y D a los 2 meses. En las imágenes adquiridas a los Nº 3 - Diciembre de 2006 cientes presentaron discinesias transitorias. Este 2 meses se observa la reducción de tamaño de las lesiones grupo realiza lesiones aún más pequeñas que las en aproximadamente el 50% y la resolución del edema peri- postuladas por Gill y col.43, 44 basando su método lesional. en los criterios expuestos por Carpenter y col24, en que exponen que lesiones mayores del 20% minuido el edema perilesional y aún no se halla del volumen del núcleo son más proclives a pro- producido la reducción de tamaño de la lesión ducir hemibalismo. Sin embargo, nosotros, rea- derivada del proceso de gliosis postinflamación lizando lesiones de un volumen mayor el índice (Figura 7). de discinesias severas y prolongadas fue menor Filho y col.50 utilizan un solo tracto de lesión REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO del 10%38. a 40-45 grados con un electrodo de lesión de Barlas y col.49 presentan su experiencia en 9 1,1 x 3 mm y lesionan con 60-75 grados duran- pacientes, en los que realizaron subtalamotomía te 60 seg. Ellos le realizaron RM a 16 de los 21 unilateral con un solo tracto, utilizando un elec- pacientes, unas en estadios agudos y otras en trodo de 1 x 3 mm, temperatura de 73 grados estadios crónicos, comparando la ubicación de durante 60 segundos y diámetro de lesión de 2 las lesiones con un método diferente al descri- x 4 mm, siendo sus volúmenes de lesión simila- to por nosotros; primero la relacionan con la res a los de Gill y col43, 44. Ellos sólo presentaron comisura anterior, el ápex de la fisura coroidea discinesias transitorias inmediatas a la lesión en 1 y línea media, después comparan esta ubicación paciente, y describen que ésta se encontraba en con las coordenadas de la lesión, encontrando la localización deseada. que ésta se ubicó lateral en 3 pacientes, medial La descripción de las diferentes zonas de en 4, mixta en 9, central en 2 y no se definió en una lesión por radiofrecuencia en las prime- 3. El diámetro promedio fue 4,8 mm, inferior al ras horas o días de realizadas76, 77 y que usamos nuestro. En la mitad de sus pacientes la lesión para el reconocimiento más preciso en la ima- se extendió fuera del núcleo, mayormente a la gen de la zona real de lesión ha contribuido a zona inzerta. reconocer que existe un área total perilesional De los 21 pacientes con lesiones del NST, que pudiera ser afectada de forma temporal a 8 se les realizó, además, en el mismo tiempo después de una lesión por radiofrecuencia en quirúrgico, lesiones en el Vim-Ventro oralis pos- el cerebro humano. En fase crónica las lesiones terior (Vop) para controlar mejor el temblor en 6 se observaron en RM- T2, hiperintensas (Figura pacientes y eliminar las discinesias severas indu- 7). Nosotros recomendamos hacer el estudio de cidas por la lesión del NST en otros 2. Uno de sus comprobación de las lesiones en el primer mes casos con discinesias severas se encontró entre 13 de operado el paciente, después que halla dis- los 10 pacientes con extensión de la lesión y nin-
  • 14. REVISIÓN FIGURA 8 neficiosos sobre la condición motora de la en- fermedad permanecieron. El mecanismo por el que se producen las discinesias, al igual que el proceso compensatorio que las reduce, aún no está aclarado29. En un análisis retrospectivo anatomopatoló- gico de pacientes sometidos a cirugía de los GB (tálamo o región subtalámica), se demostró, en muchos casos, en que las discinesias fueron una manifestación importante, que las lesiones no A) Imagen axial de RM-T2 en el postoperatorio inmediato eran intranucleares. después de la lesión unilateral del NST; nótese (flecha) la ex- Otros elementos de interés son los hallazgos tensión de la lesión en la dirección rostro-caudal o antero-pos- de Carpenter y col.24 al formular en animales de terior, alcanzado casi 10 mm. B) Se observa T1-RM coronal experimentación que para producir discinesias o postoperatoria 6 meses después de la lesión unilateral del balismo las lesiones debían ser mayores que el NST; nótese (flecha) la extensión de la lesión en la dirección 20% del volumen nuclear. También se demostró ventral y medial al NST. en monos de experimentación que para que se produjeran discinesias se tenía que destruir un vo- lumen nuclear mayor del 60%28. guno de los 9 pacientes con lesiones restringidas Como se puede apreciar, al parecer, existen al NST desarrolló discinesias. varios factores relacionados con las discinesias y Estas observaciones de Filho y col.50, iguales como plantean estos autores no sólo el volumen a las de Su PC y col.45, 46, y las nuestras38, corro- de la lesión se relaciona con la incidencia de ésta. boran el hallazgo de que fueron precisamente Nosotros presentamos un número limitado de Nº 3 - Diciembre de 2006 en lesiones más extensas en las que mayor in- discinesias permanentes, lo cual pudiera estar en cidencia de corea se presenta. Lozano y col.78 y relación entre otros factores, con la selección de Gill y col.43, 44, consideran que las lesiones que los pacientes y la realización de lesiones intranu- se extienden por fuera de los límites del núcleo cleares en la región sensitivomotora, con volúme- pueden ser más efectivas en mejorar los signos nes que no exceden los 60 mm3 en la mayoría de motores de la EP y no producir discinesias al le- ellos, lo que representa menos del 50% del volu- sionarse concomitantemente fibras palidofuga- men total del núcleo38, 39, 41. les, lo que se traduce en un efecto parecido a la En todos los casos donde hemos observado palidotomía. discinecias severas hemos igualmente encontrado REVISTA ESPAÑOLA DE TRASTORNOS DEL MOVIMIENTO la extensión no deseada de la lesión (Figura 8). Discinesias y lesión del NST Nosotros pensamos que las discinesias tran- sitorias observadas en un grupo de nuestros pa- Se ha sugerido el papel del NST en la fisiopatolo- cientes pudiera estar relacionada, entre otras gía de las discinesias, basado en los hallazgos de causas, con la disfunción transitoria de un volu- que las lesiones vasculares de tipo hemorrágicas men nuclear mayor que el volumen lesionado de la región subtalámica inducen hemibalismo79. por el edema perilesional asociado en las lesio- La ocurrencia de balismo inducido en monos nes por radiofrecuencia (Figuras 5 y 7). por lesiones del NST es impredecible y pudiera En nuestra experiencia, las complicaciones no solamente ser explicada por el tamaño de las relacionadas con la lesión se presentaron en un lesiones24, 25. Nosotros compartimos igual aprecia- tanto por ciento aceptable, no encontrándose ción. Algunas influencias sobre estructuras que ninguna en relación con las particularidades de la rodean el NST podrían estar relacionadas con la técnica38. ocurrencia de hemibalismo24, 25. En algunos estudios realizados en monos Conclusiones tratados con MPTP donde se inactiva el NST, ya sea haciendo lesiones por radiofrecuencia, Nuevas estrategias que permitan una selectivi- Aziz en 199121, Hamada en 199225, Guridi en dad mayor de la técnica, junto a la estandariza- 199317, o inactivándolo por alta frecuencia Be- ción de la misma, permitiría obtener resultados nazzouz en 199318, y en un artículo donde los más replicables entre grupos y mejores análisis signos motores parkinsonianos de los pacien- entre series. Estudios prospectivos y aleatoriza- tes mejoraron después de una hemorragia en dos donde se combinen técnicas ablativas y ECP 14 la región subtalámica80, 81, las discinesias ten- pudieran ayudar a mejorar el conocimiento de la dieron a desaparecer, mientras los efectos be- efectividad y seguridad de estas técnicas.
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