44. AMNESIA EXTREMA Al músico CliveWearing, una infección cerebral le robó la memoria. Sólo era capaz de retener lo que le había sucedido durante los últimos segundos y se olvidó de casi todo su pasado. Meses después comenzó a escribir un diario para tratar de reconstruir la continuidad que la enfermedad le había arrebatado. Las notas de Wearing son sólo un registro de afirmaciones repetitivas, que reflejan la agonía causada por la pérdida de la capacidad de tener experiencias y de la consciencia misma. En el despertar continuo de CliveWearing, sólo dos cosas daban continuidad a su vida, según cuenta Sacks: la música y el amor a su mujer.
45. SÍNDROME DE WILLIAMS Gloria Lenhoff no es capaz de hacer una resta simple o distinguir la derecha de la izquierda. Su cociente intelectual es de 55 y su cerebro es un 20% más pequeño que la media. Sin embargo, es capaz de cantar como pocas personas en el mundo pueden hacerlo.
46. SÍNDROME DE CAPGRAS En esta enfermedad, se disocia la percepción del reconocimiento, un problema que algunos neurólogos atribuyen a una causa orgánica aún desconocida. Los psicoanalistas, por su parte, consideran que el mal aparece cuando algún tipo de carácter negativo se debe asociar a un ser querido. Por un sentido de culpa, estos sentimientos se atribuyen a un doble que puede ser rechazado sin ningún problema. Este trastorno esquizoafectivo, similar a la esquizofrenia, puede tratarse con fármacos.
47. SÍNDROME DEL ACENTO EXTRANJERO Algunos afectados salen del coma y hablan su idioma como si fuesen una persona de otro país. Las personas dañadas por este síndrome no hablan en realidad con acento extranjero, sino que modifican sus patrones del habla, alargan algunas sílabas o se vuelven incapaces de pronunciar determinados sonidos.
48. PROSOPAGNOSIA El paciente reconoce una cara como tal, en relación a otras cosas, pero no puede asignar una cara a su propietario. Para ellos, las caras no tenían expresión ni significado. El paciente era incapaz incluso de reconocer su propio rostro cuando se miran en el espejo. Para superar este problema y poder reconocer a sus congéneres, se centran en otras claves visuales, como el pelo.
49. EL SÍNDROME DE COTARD Los pacientes, depresivos melancólicos, no sólo afirmaban haber perdido propiedades, seres queridos o la salud. Aseguraban que les faltaban los intestinos o el corazón y algunos llegaban a decir que estaban muertos. Otros afectados por este síndrome han llegado a afirmar que se encontraban en el infierno o que por motivos espirituales no podían morir de muerte natural.