Ponencia/mesa de Isabel Santiago Tortajada e Inmaculada Lopez Año en la VI Jornada de Cuidados de Enfermería del CHGUV que abordó las Dimensiones de los cuidados de enfermería en el ámbito del Departamento Valencia-Hospital.
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ABSTRACT (PROTOCOLO DE ACTUACIÓN PARA EL MANEJO DE FARMACOS EN PEDIATRÍA
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2011
CHGUV (NEONATOS/CUIDADOS INTERMEDIOS)
Isabel Santiago Tortajada
Inmaculada Lopez Año
[ABSTRACT (PROTOCOLO DE ACTUACIÓN PARA EL
MANEJO DE FARMACOS EN PEDIATRÍA)]
AUTORES DEL PROTOCOLO:
Dra. M. Isabel Lázaro Carreño – Médico Adjunto S. de Pediatría.
Dr. Rafael Gómez Zafra – Médico Adjunto S. de Pediatría.
D.E. Amparo Lopez Galindo-Supervisora Enfermería S. Pediatría.
D.E. Isabel Santiago Tortajada- Enfermera S. Pediatría.
D. Alejandro Bernalte Sesé- S. Farmacia.
D. Emilio Camps Seguí – Residente de S. Farmacia.
2. ABSTRACT (PROTOCOLO DE ACTUACIÓN PARA EL MANEJO DE FÁRMACOS EN PEDIATRÍA)
Desde el 2005 la seguridad para los pacientes se convirtió en un reto para Europa. La OMS
inició el interés por este tema, cuando en la asamblea mundial de la salud celebrada en
Ginebra en el 2002 se alerto a todos los estados miembros, de la importancia que tenía el
hecho, de que en promedio, uno de cada diez pacientes sufría algún tipo de daño evitable en
el ámbito asistencial. Todo ello, aparte de generar una pérdida de vidas o de la calidad de las
mismas, suponía una serie de repercusiones económicas importantes. De esta manera, la OMS
insto a los estados miembros a prestar una atención importante a la seguridad de los
pacientes, a establecer y consolidar sistemas de base científica para mejorar la seguridad y la
calidad de la atención sanitaria, y en particular a incidir sobre la vigilancia de los
medicamentos, del equipo médico y de la tecnología.
En el 2004 surge la alianza internacional para la seguridad de los pacientes con el lema “ante
todo no hacer daño” y con el objetivo de establecer medidas que reduzcan el número de
enfermedades, traumatismos y defunciones que sufren los pacientes al recibir atención
sanitaria, siempre teniendo en cuenta que para prevenir errores, las acciones concretas deben
centrarse en tres acciones complementarias: prevención de los efectos adversos, visibilidad de
los mismos y mitigación de sus efectos cuando ocurren.
Teniendo en cuenta que el error humano es apenas una parte del problema y que la gran parte
proviene de los procedimientos establecidos (el 75% de los efectos adversos se debe a fallos
en el sistema y el 50% son consecuencia de fallos en la medicación), se ha desarrollado en la
unidad de neonatos/cuidados intermedios un protocolo de actuación para el manejo de
fármacos en pediatría, que pueda evitar posibles errores relacionados con:
1. La prescripción de medicación: omisión de la prescripción, error en intervalo de
dosificación, error de dosificación, orden de prescripción ilegible y errores en la
identificación del paciente.
2. La administración de medicación: omisión de la administración, error de dosificación,
error de preparación (dilución inadecuada), error en el tiempo de infusión, error en el
intervalo de dosificación y error en la identificación del paciente.
Los errores relacionados con los fármacos en pediatría, tienen una incidencia del 5’5%,
existiendo gran variabilidad entre los diversos estudios, y una frecuencia muy similar a la que
se puede encontrar en los adultos, aunque en la población pediátrica, el riesgo potencial de
daño es tres veces superior debido a diversos factores que hacen a los niños más susceptibles
de complicaciones graves ante un error de medicación. Los factores que hacen que la
población pediátrica sea más vulnerable son los siguientes:
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3. ABSTRACT (PROTOCOLO DE ACTUACIÓN PARA EL MANEJO DE FÁRMACOS EN PEDIATRÍA)
Gran variabilidad en el peso de los pacientes, que obliga a individualizar las
dosificaciones, con la consiguiente necesidad de realizar cálculos sucesivos.
Características farmacodinámicas y farmacocinéticas diferentes de las del adulto, en
especial en el neonato. Esto implica unos márgenes de seguridad más estrechos para
muchos fármacos.
Ausencia de preparaciones farmacéuticas comercializadas específicamente para la
población pediátrica. Esto obliga a menudo a realizar diluciones a partir de formas
farmacéuticas diseñadas para adultos.
Empleo de fármacos considerados de “alto riesgo”, es decir, aquellos que cuando se
utilizan incorrectamente presentan una gran probabilidad de causar daños graves e
incluso mortales a los pacientes, y que por contra, resultan necesarios en el
tratamiento de patologías graves, por ejemplo: los inotrópicos, los sedantes, los
antiarrítmicos, etc.
La utilización de abreviaturas, acrónimos y símbolos no estandarizados en la
prescripción médica para indicar el medicamento o expresar la dosis, vía y frecuencia
de administración. Esta práctica es una causa conocida de errores de medicación
debido a que pueden interpretarse de modo erróneo por la falta de familiaridad, por
una escritura poco legible o por una prescripción incompleta.
El protocolo de actuación para el manejo de fármacos en pediatría surge con los objetivos de:
Evitar errores de cálculo de dosificación y administración de fármacos mediante
el empleo de diluciones estandarizadas.
Facilitar la preparación y mejorar la administración de perfusiones de fármacos
en infusión continua mediante el uso de tablas de dilución con normas
establecidas.
Implantar un sistema de alarmas de rangos de dosificación mediante el empleo
de bombas con sistema protocolarizado de cálculo de dosificación.
Para poder llevar a cabo el protocolo se ha introducido en las bombas Perfusor Space (bombas
de infusión de jeringa) e Infusomat Space (bombas de infusión volumétricas), ambas con un
sistema Visual Space Configurator (VSC), un software de seguridad en el que se han
programado según 4 perfiles establecidos de peso (perfil neonato ≤1500gr, perfil neoped
1500gr-5kg, perfil pediátrico ≥5kg-30kg y perfil pediatrico2 ≥30kg):
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4. ABSTRACT (PROTOCOLO DE ACTUACIÓN PARA EL MANEJO DE FÁRMACOS EN PEDIATRÍA)
Las diluciones estandarizadas de los distintos fármacos, distribuidas en perfiles por
peso de los pacientes: unidades de principio activo, volumen y concentración.
Los rangos de dosificación estándar con las dosis de inicio por defecto y el rango de
dosis extendida.
Los limites de alarma de dosificación en las unidades que habitualmente se emplean
para cada fármaco:
o Límite mínimo blando (softmin): corresponde a la dosis mínima terapéutica de
cada fármaco. Si la dosis que se programa es inferior, se produce una alarma,
pero permite “puentearla” de forma manual, para emplear dosis inferiores a
las habituales, en determinadas circunstancias.
o Límite máximo blando (softmax): corresponde a la dosis máxima terapéutica
recomendada para cada fármaco. Si la dosis que se programa es superior, se
produce una alarma, pero permite “puentearla” de forma manual para
emplear dosis superiores a las habituales, en determinadas circunstancias.
o Límite máximo duro (harmax): corresponde al rango de dosis superior que no
se debe sobrepasar por el riesgo de toxicidad. Si se programa una dosis
superior, se produce una alarma y no se permitirá la administración del
fármaco.
Programación de infusión de bolos para determinados fármacos.
El procedimiento de actuación teniendo en cuenta los recursos materiales y humanos se
llevaría a cabo de la siguiente manera:
1. En primer lugar se prescribirá el fármaco necesario para una infusión continua:
a. Las órdenes se pautaran con letra legible y sin abreviaturas en la hoja de
tratamiento de la unidad.
b. Se pautara el nombre del fármaco con el perfil correspondiente, anotando la
dosificación en las unidades que constan en las tablas de rangos de
dosificación (ej. Dopamina, perfil neonato ≤1500gr dosis: 10mcg/kg/min.). No
será necesario especificar en las órdenes de tratamiento la forma de realizar la
dilución ni el ritmo en ml/h (aunque se recomienda realizar este cálculo para
comprobar que coincide con la programación de la bomba, como un sistema
de doble chequeo añadido).
2. En segundo lugar se procederá a la preparación de la perfusión por el equipo de
enfermería que:
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5. ABSTRACT (PROTOCOLO DE ACTUACIÓN PARA EL MANEJO DE FÁRMACOS EN PEDIATRÍA)
a. Preparará la dilución del fármaco prescrito con el perfil pautado, según las
normas de dilución especificadas en las tablas de dilución estándar. Si no
existen especificaciones en las órdenes de tratamiento, el fluido diluyente será
el que consta en las normas de dilución.
b. Etiquetará la jeringa preparada con lo siguiente: nombre del fármaco, perfil
del paciente, fecha y hora de preparación y dilución realizada (cantidad de
fármaco, volumen total de dilución y suero utilizado para la misma. Ejemplo:
10mg de midalozam en 50 de SFF. Aunque empleando los perfiles de paciente
la dilución siempre será fija para cada perfil y no sería necesario anotarlo en la
etiqueta, si que se adoptará esta medida como sistema de doble
comprobación de la preparación.
3. En tercer lugar se programará la bomba de jeringa eligiendo la lista de fármacos,
después el fármaco pautado, a continuación el perfil prescrito, el peso del paciente y
por último la dosis pautada. Tras estos pasos, se establecerá de manera automática el
ritmo de perfusión en ml/h. Respetando estas normas de preparación y programación,
las alarmas de seguridad de dosificación, se activaran automáticamente al iniciar la
perfusión.
4. En cuarto y último lugar y antes de iniciar la infusión del fármaco, el médico y el
equipo de enfermería comprobaran preparación y programación de la bomba para
mayor seguridad.
Por último el protocolo de fármacos también refleja dos puntos adicionales:
1. Determinadas situaciones especiales, en las que el médico responsable puede decidir
que la preparación estándar no es adecuada por el volumen administrado y podrá
pautar el fármaco con otra concentración. En este caso, se pueden emplear las
bombas, pero fuera de los protocolos establecidos y, por tanto no se activarán las
alarmas de seguridad de dosificación. Si esto ocurre, el médico deberá anotar con
claridad en la historia esta decisión y los motivos. Una posible alternativa a esta
situación es el empleo del protocolo de dilución del mismo fármaco pero
correspondiente a otro perfil (ej. Utilizar para niño de 4 kg el perfil Pediátrico > 5 kg).
Este procedimiento podría solventar en algunos casos los problemas de adecuación de
volúmenes sin prescindir del sistema de seguridad que proporciona la bomba. Este
supuesto también debe ser anotado con claridad en la historia clínica y en órdenes de
tratamiento.
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6. ABSTRACT (PROTOCOLO DE ACTUACIÓN PARA EL MANEJO DE FÁRMACOS EN PEDIATRÍA)
2. Un control de calidad a través de una descarga periódica de los datos almacenados en
la bomba para poder conocer:
a. Tipos de errores más frecuentes y su distribución horaria
b. Adecuación de los límites de seguridad establecidos
Esta información servirá para evaluación de este protocolo y para adoptar nuevas
medidas que mejoren la seguridad en la administración de fármacos en infusión
continua.
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