Este documento resume las protestas y revoluciones que ocurrieron en varios países árabes entre 2010 y 2012, conocidas como la "Primavera Árabe". Explora las causas de las revueltas, incluyendo la falta de libertades democráticas, la corrupción, el desempleo y la pobreza. Luego describe acontecimientos clave en Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Bahrein y Argelia, donde líderes autoritarios fueron derrocados debido a las protestas masivas a favor de la democracia y los derech
3. INTRODUCCIÓN
Las revoluciones y protestas en el mundo árabe de 2010 a 2012,
denominadas por distintos medios como la Revolución Democrática
Árabe o la Primavera Árabe, consisten en una serie de alzamientos
populares en los países árabes, principalmente del norte de África,
calificados como revolución por la prensa internacional, que comenzó
con la revolución tunecina.
Aunque, varios expertos a nivel internacional, como Noam Chomsky,
consideran las protestas de octubre de 2010 en el Sahara Occidental
como el punto de partida de las revueltas. Son unas revueltas sin
precedentes en el mundo árabe, ya que si bien en la historia de éste ha
habido numerosas revoluciones laicas y republicanas, hasta ahora éstas
se habían caracterizado por nacer a partir de golpes de Estado militares
y dar paso a gobiernos en cierta medida autoritarios con o sin apoyo
popular, en tanto que los acontecimientos actuales se caracterizan por un
reclamo democrático, y de una mejora sustancial de las condiciones de
vida. Por la naturaleza de sus protestas (libertades democráticas,
cambios políticos, económicos y sociales), estas manifestaciones
masivas empiezan a ser comparadas con las revoluciones de 1830, las de
1848 y las revoluciones en Europa del Este a partir de la caída del Muro
de Berlín en 1989.
4. INTRODUCCIÓN
Esta serie de protestas a favor de la democracia contrastó inicialmente
con el silencio de la Unión Europea y con un apoyo relativamente
grande desde Estados Unidos. El ministro de Asuntos Exteriores de
Italia, Franco Frattini, explicó la falta de respuesta europea aludiendo
que eran Estados independientes y no colonias de Europa. La Unión
Europea se reunió el 31 de enero de 2011 para decidir si apoyaba o no
las revueltas populares en Túnez y Egipto; si bien endureció su postura
frente a Hosni Mubarak, presidente de Egipto, abogó por una solución
pacífica y no condenó su gobierno. Las primeras opiniones sobre la
propagación de esta revolución desde Túnez a sus vecinos árabes no se
deciden sobre su éxito, pero anuncian ciertas generalidades en los
países tales como la autocracia y la actual capacidad de movilización
del pueblo, según intelectuales y académicos como Azzedine Laayachi
y Abdennour Benantar.
Las protestas han llegado a causar la convocatoria de manifestaciones
democráticas en China, donde han sido rápidamente sofocadas.
También, se ha comparado con el actual conflicto en Ucrania.
7. CAUSAS
Gerontocracias: Líderes con mucha antigüedad en el puesto, mayores, y
en algunos casos gravemente enfermos, y con sistemas de sucesión casi
monárquicos. Varios de los líderes afectados por las revueltas han
tratado de colocar a sus descendientes en la carrera sucesoria, desde
puestos importantes en los aparatos estatales en los que también fueron
colocados a dedo. Cualquier proceso sucesorio genera una lucha de
poder, a veces soterrada y otras veces, más claramente definida. Esta
situación afectaba a Túnez, Egipto, y tiene similitudes con Libia,
Argelia, Siria y bastantes otros países.
Falta de Libertades: Ausencia de democracia, ausencia de posibilidades
de participación ciudadana, ausencia de derechos políticos, libertad de
prensa… Y lo que pudiera ser más grave, la violación de derechos
humanos.
Corrupción: La utilización de cargos públicos para lucrarse
personalmente, y la huida del puesto (quizás en el mejor de los casos)
saqueando las arcas públicas (si el saqueo no se ha realizado ya antes)
En este campo es interesante señalar el papel que han jugado las
filtraciones de Wikileaks.
8. CAUSAS
Desempleo: El cóctel explosivo se forma por la unión de una población joven,
sin perspectivas y sin empleo, y que a través de medios de comunicación perciben
unos estilos de vida mejores en los que podemos llamar "estados de derecho y
bienestar“.
Pobreza: Amplios colectivos que viven por debajo del umbral de pobreza.
Desigualdad: Consecuencia de algunos de los factores anteriores, hay una
inexistencia de clases medias en muchos de los países afectados. La distribución
de la renta es excesivamente inequitativa.
Precios de los Alimentos: Podríamos señalar que en muchos casos estamos ante
"revueltas del pan". Las subidas de precios de los cereales han llegado a ser de un
80% en 2010, mientras el paro se duplicaba en muchos países. Son muchas las
causas, que exigirían un análisis independiente, pero entre ellas podemos señalar
el incremento del consumo de los países emergentes, la utilización de cultivos
para la producción de energía, el cambio climático, y la tremenda especulación de
precios en los mercados de futuros.
Incremento de precios en general, de materias primas, de energía, etc.
9. CAUSAS
Una de las principales causas es la religión, sobre todo las luchas
entre las 3 principales religiones: cristianismo, judaísmo e islam.
11. TÚNEZ
En el caso de Túnez, la cantidad de turismo internacional y en especial europeo
que recibía consiguió un mayor arraigamiento de las ideas occidentales; Túnez
poseía, además, un gobierno menos restrictivo. Su economía estaba en manos de
unas pocas familias oligarcas que asumían muchas de las filiales de grandes
empresas extranjeras, especialmente francesas, que copaban los sectores
turístico, financiero, distribución comercial, telecomunicaciones, seguros e
industria. El gobierno de Ben Ali estaba además bien visto por la Unión
Europea, con quien firmó un tratado de libre comercio en 2008, desplazando su
industria allí debido a los bajos salarios tunecinos.
El régimen de Ben Ali había logrado un crecimiento sostenido pero concentrado
en unas pocas clases ricas situadas en las costas norte y noreste, en tanto que el
resto del país era pobre. Esta pobreza se acentuó a partir de la crisis económica
de 2008, que redujo el empleo y los salarios. Los parados llegaron (en cifras
oficiales, probablemente a la baja) a situarse entre el 20% y el 30% de la
población del país, pero con un porcentaje del 60% entre los menores de 30
años, donde cerca del 75% de la población no supera esa edad; es importante
contar aquí a las mujeres, que en Túnez no sufren la represión islámica de otros
Estados. Así, probablemente la falta de expectativas de una vida decente para la
juventud fue un detonante mayor que la carestía de los productos básicos.
12. TÚNEZ
Todo ello terminó desembocando
en la inmolación a lo bonzo de un
joven de 26 años, Mohamed
Bouazizi, debido a sus problemas
económicos, desatando una ola de
manifestaciones en Sidi Bouzid
que se extendió desde las periferias
de Túnez hasta su misma capital y
terminó por derrocar al gobierno.
Otra particularidad de Túnez es que, al contrario que por ejemplo en Libia y
Siria, su gobierno no había otorgado privilegios empresariales y cargos
gubernamentales sistemáticamente al ejército. Éste se puso del lado del
pueblo tunecino, desobedeciendo las órdenes de Ben Ali.
14. EGIPTO
El ascenso de Mubarak a la
presidencia se produjo en
octubre de 1981, después del
asesinato de Anwar el-Sadat a
manos de radicales islamistas
durante el desarrollo de una
parada militar, quienes
consideraban que Sadat había
cometido una traición al haber
firmado un Tratado de Paz con
Israel en Camp David en 1979.
La primavera árabe alcanzó a
Egipto y tuvo que renunciar el
presidente que se mantuvo en el
poder con mano de hierro
durante 30 años, convertido en
un dictador, habiendo
transformado a Egipto en un
estado policiaco, donde no se
permitía la mínima oposición,
además de haberse diseñado y
aprobado una constitución
política discriminatoria,
anacrónica y cavernaria que
vetaba la participación de las
grandes mayorías en la vida
política del país con el apoyo
militar gigantesco de 1.300
millones de dólares anuales de
los Estados Unidos.
15. EGIPTO
El mariscal Mohamed Tantaui, actual Jefe de la Junta Militar, estrecho
colaborador de Mubarak durante décadas, arrastra los pies hacia la
transición egipcia y ahora el pueblo pide su alejamiento por las maniobras
tramposas para perpetuarse en el poder y proteger los privilegios e intereses
del conglomerado militar industrial existente en Egipto que solo beneficia a
una pequeña elite.
En la primavera árabe en Egipto los militares cometieron toda clase de
abusos peor que en la época de Mubarak, masacrando al pueblo que
protesta y enjuiciando a 12.000 activistas que participaron en las protestas.
Entre ellos se encuentra encarcelado Alaa Abd El Fattah, activista por las
libertades y los derechos humanos, quien es un programador informático
que desempeñó un papel muy activo en las protestas de Tahrir, suya fue la
idea del alumbramiento de las series TweetNadwa convertidas desde
entonces en un importante instrumento de comunicación de los jóvenes
combatientes egipcios, las mismas que tuvieron un rol trascendental para el
desarrollo de los acontecimientos.
17. LIBIA
Muamar Gadafi murió más de 40 años después de tomar el poder en Libia
y tras ocho meses de revolución y guerra contra su régimen dictatorial, el
coronel fue asesinado por los rebeldes en Sirte, su ciudad natal.
El sátrapa imploró "clemencia", pero sus captores carecieron de ella.
Golpes, insultos, empujones, una pistola en la sien... Numerosos vídeos
grabados por los propios rebeldes dejaron patentes las humillaciones a las
que sometieron al dictador libio y dieron la vuelta el mundo.
El cadáver de Gadafi y su hijo Mutassin fueron enterrados en un lugar
secreto tras cinco días de exhibición. Saif al Islam Gadafi, el hijo
predilecto del dictador, sería detenido el 19 de noviembre al sur del país.
Tras el fallecimiento del dictador, el Comité Nacional de Transición
declaró la liberación del país. Días después, su primer ministro,
Abdurrahim El-Keiba nombró un gabinete destinado a integrar el mosaico
de tribus que conforman el país, cada uno con sus propios intereses
regionales. Sin embargo, algunos de los clanes de Libia ya han asegurado
que no reconocen dicho gobierno.
18. LIBIA
Gadafi saludando a Barack Obama,
presidente de Estados Unidos.
Gadafi con José Luis
Rodríguez Zapatero, ex
presidente de España.
20. YEMEN
Animadas por el ejemplo de Túnez y Egipto, miles de personas se echaron a la
calle en enero de 2011 para pedir cambios después de 32 años de Gobierno de
Ali Abdula Saleh. Su partido, el Congreso General Popular, había intentado
impulsar reformas constitucionales que le permitiesen gobernar de por vida, o
bien, trasladar el poder a su hijo, jefe del cuerpo de élite del Ejército. A esta
situación política se le sumaban las horribles condiciones de vida: la mitad de
los 23 millones de yemeníes viven con menos de dos dólares al día.
Las protestas contra el gobierno paralizaron Yemen durante diez meses. El país
estuvo a punto de sufrir una guerra civil mientras Saleh prometía que iba a
firmar un acuerdo de transición para negarse en el último minuto. Lo hizo en
tres ocasiones, hasta que finalmente firmó en Riad (Arabia Saudí) el esperado
traspaso de poder acordado con los seis miembros del Consejo de Cooperación
del Golfo (Arabia Saudí, Omán, Qatar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y
Bahrein).
Saleh reiteró que su deseo "no era monopolizar el poder" ni que murieran
personas en las revueltas contra su régimen y ha acusado a los partidos
políticos de retrasar el traspaso porque se unieron a la oposición. También ha
firmado un acuerdo de "garantías" para él y su familia, mediante el cual no
serán perseguidos por la Justicia y podrán trasladarse a Nueva York.
22. BAHREIN
Bahrein, el pequeño estado
petrolero de apenas 750
kilómetros cuadrados y menos de
un millón de habitantes, vive una
situación convulsa tras el
levantamiento de la mayoría
musulmana chií contra la minoría
suní que sustenta a la dinastía de
los Al Khalifa. Lo que comenzó
como un remedo de la revuelta en
Túnez, fin a la discriminación que
padecen los chiíes en materia de
empleo y vivienda, se ha
convertido hoy en una
reivindicación pura y dura del fin
de la monarquía absoluta. Lo que
venga detrás no tiene que ser,
precisamente, un régimen de
libertades para la minoría suní y el
resto de las minorías.
Protestas contra el GP de
Bahrein
24. ARGELIA
En Argelia, las autoridades intentaron sortear una primavera árabe al estilo de sus
vecinos orientales, que derrocaron a las dictaduras y se adentraron por el camino de
unas democracias en las que los islamistas son, por ahora, hegemónicos.
Más de 21,6 millones de argelinos, sobre una población de 36 millones, han sido
convocados a las urnas para elegir una Asamblea Nacional Popular de 426
diputados encargada de enmendar la Constitución. Votarán bajo la supervisión, por
primera vez, de 500 observadores internacionales.
El gran reto para el régimen es lograr una participación, en 2007 apenas llegó al
36%, pero ahora aspira a que alcance el 45%, que respalde sus recientes reformas,
bastante superficiales, y contenga la progresión de los barbudos, sobre todo de
aquellos más vehementes.
Prueba de que algo ha cambiado es que los socialdemócratas del Frente de Fuerzas
Socialistas han renunciado a su tradicional boicoteo de las urnas y se presentan en
casi todas las 48 circunscripciones electorales.
La última vez que Argelia se adentró por la vía democrática, con las legislativas de
1991, los radicales islamistas del Frente Islámico de Salvación (FIS) estuvieron a
punto de adueñarse del Parlamento. Les detuvo, en enero de 1992, un golpe de
Estado militar que desembocó en una guerra civil larga que se cobró 200.000
muertos.
27. SIRIA
El país acumula problemas de todo tipo, especialmente económicos y
demográficos (el petróleo se acaba, más del 40% de la población tiene menos
de 15 años y pocas perspectivas de empleo), pero el más grave y antiguo se
encuentra en la fractura religiosa. Tras la I Guerra Mundial, cuando desapareció
el Imperio Otomano y el territorio sirio de la época (que incluía Líbano) quedó
bajo control francés, la Administración colonial se apoyó en la minoría alauí,
una secta chií que constituía apenas el 10% de la población y que no se
mostraba tan reacia a la ocupación extranjera como la amplia mayoría suní
(casi el 80%). La transformación de los alauíes en élite administrativa marcó el
futuro de Siria.
El problema más grave es la división entre la élite alauí y la mayoría suní.
La independencia, a partir de 1944, abrió camino a una sucesión de golpes de
Estado. En 1963 el partido nacionalista árabe Baaz se convirtió en la principal
fuerza política, y en 1970, tras el golpe de Estado del entonces ministro de
Defensa, Hafez el Asad, en partido único. Asad hizo del Baaz, como Sadam
Husein con el Baaz iraquí, el eje de un Estado totalitario. Con una característica
especial: en todos los resortes del poder se situaba un alauí, como el propio
Hafez el Asad.
Más del 40% de los sirios tiene menos de 15 años y el empleo es escaso.
28. SIRIA
Esa represión, que se unía a la practicada sistemáticamente contra los
islamistas, redujo aún más la élite dirigente. El Asad convirtió el poder en
un asunto familiar: la Guardia Republicana, el cuerpo militar más poderoso,
quedó en manos de su hermano menor, Mahir; los dos principales servicios
de espionaje interno, la Seguridad General y la Seguridad Militar, fueron
asignados a su cuñado, Asef Shawkat.
El fin de la primavera y la evidencia de que la corrupción era consustancial
al régimen, con Hafez o con su hijo, provocaron el divorcio entre el
régimen y los pequeños empresarios urbanos que lo apoyaban. El joven
presidente, un hombre al que se define como educado y amable y a la vez
despiadado, no tuvo más remedio que aliarse con unos pocos grandes
empresarios, convertidos en multimillonarios gracias a la tímida política de
liberalización y privatizaciones. El símbolo de esa casta de magnates es
Rami Makhlouf, primo de Bashar el Asad. Makhlouf, por encima del
propio presidente, representa lo que más odian los manifestantes de Deraa.
Es imposible predecir qué ocurriría en Oriente Próximo si cayera el
régimen sirio, algo por ahora improbable. Pero el vuelco sería, sin ninguna
duda, el más importante desde la revolución islámica en Irán.
30. CONSECUENCIAS
Túnez fue el país donde primero prendió con éxito la mecha de la
insurrección, dándole nuevas oportunidades de futuro.
Tras la caída de Mubarak, los egipcios protestan ahora contra el poder
militar que dirige el país.
El peor parado de los dictadores árabes fue Gadafi, que terminó siendo
asesinado en su ciudad natal.
Ali Abdula Saleh finalmente firmó un acuerdo de rendición en Arabia
Saudí y ha traspasado el poder.
El surgimiento de Wikileaks como plataforma de información general
de las actuaciones de los gobiernos sirvió para la llevar a la población
el conocimiento de los hechos de corrupción de los dirigentes estatales.
El cambio de mentalidad de muchos revolucionarios y el cambio de
muchos gobiernos autoritarios a democracias.
31. CONSECUENCIAS
La Primavera
Árabe también
ha
traído consigo
una mayor
participación de
la mujer en las
revueltas
populares en
reclamo de las
libertades. Mujer Musulmana en una Manifestación
en contra del Gobierno.