1. QUE ES EL SUEÑO ?
El sueño es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite
restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento.
El sueño ha sido y sigue siendo uno de los enigmas de la investigación científica, y aun a día de
hoy, tenemos grandes dudas sobre él. De ser considerado un fenómeno pasivo en el que parecía
no ocurrir aparentemente nada, se ha pasado a considerar a partir de la aparición de técnicas de
medición de la actividad eléctrica cerebral, un estado de conciencia dinámico en que podemos
llegar atener una actividad cerebral tan activa como en la vigilia y en el que ocurren grandes
modificaciones del funcionamiento del organismo; cambios en la presión arterial, la frecuencia
cardiaca y respiratoria, la temperatura corporal, la secreción hormonal, entre otros.
Cada noche, mientras dormimos, pasamos por diferentes fases o estadios de sueño que se
suceden con un patrón repetido a lo largo de cuatro a seis ciclos de sueño durante toda la noche.
Todos estos estadios se incluyen en dos grandes fases de sueño, con grandes diferencias en
cuanto a actividad muscular, cerebral y movimientos oculares:
POR QUE TENEMOS QUE DORMIR?
De modo resumido podríamos decir que dormimos para poder estar despiertos por el día y que,
precisamente porque estamos despiertos y activos durante el día necesitamos dormir. El sueño
es una necesidad básica del organismo y su satisfacción nos permite la supervivencia. Todo lo
que pasa en el cuerpo humano guarda un equilibrio, y si falla este equilibrio el organismo tratará
por todos los medios de volver a recuperarlo. Gracias a los experimentos de privación de sueño
se ha comprendido que cuando se elimina “completamente” la posibilidad de dormir en un
organismo, sobreviene la muerte. Cuando se le priva de sueño temporalmente o parcialmente, es
decir no se le deja dormir un día, o no se le permite tener alguna fase concreta de sueño, en el
organismo se produce en respuesta un aumento de la fase que se ha anulado y de la necesidad
de sueño en los días posteriores a dicha privación. Esto viene a confirmar que el organismo
tratará por todos los medios de conservar su equilibrio recuperando aquello de lo que se le ha
privado.
NO DORMIR SUFICIENTE ACORTA LA VIDA?
La privación voluntaria crónica de sueño, produce cambios fisiológicos (metabólicos,
hormonales, etc.) que pueden precipitar enfermedades físicas como la diabetes, o la hipertensión
que disminuyen ostensiblemente la calidad de vida.
2. La importancia de dormir bien
Dormir bien es tan esencial y positivo para el organismo como llevar una buena alimentación o
practicar actividad física regularmente. Un sueño reponedor permite cumplir de mejor forma con las
exigencias diarias, pero también ayuda a controlar el estrés y a mantener un estado de ánimo
equilibrado.
Aun cuando el ritmo de la rutina es muy agitado, los espacios de descansos son fundamentales para mejorar
la calidad de vida de las personas y mantenerse activos durante cada jornada.
Al dormir, se alcanza un estado de reposo en el que se suspenden todos los sentidos y los movimientos. Esta
calma corporal y descanso mental permite recobrar energías y vitalidad para el día siguiente. No hacerlo o
hacerlo de manera incorrecta, puede llegar a afectar la salud física y mental de distintas formas.
Los beneficios un sueño reparador
Un buen descanso implica dormir las horas necesarias (entre 7 y 8) y alcanzar un sueño profundo en este
periodo, lo que se logra adquiriendo ciertos hábitos, tales como establecer una hora fija de sueño, evitar
comer alimentos pesados en la noche y preferir la lectura antes de la televisión al momento de ir a la cama.
Algunas razones para dormir bien:
Se regeneran y oxigenan las células.
Al dormir, nuestra piel descansa y las células se regeneran y oxigenan con mayor facilidad. Específicamente
en los ojos, la Rodopsina (pigmento sensible a la luz) logra renovarse recuperando el esfuerzo realizado
durante el día.
Ayuda a mantener un peso adecuado.
Cuando el cuerpo no descansa lo suficiente, presenta una tendencia a acumular grasas y es más difícil
quemarlas. Un cuerpo descansado ayuda a mantener el peso o incluso a perderlo más fácilmente, ya que
cuando dormimos poco producimos mayor cantidad de hormona Ghrelina, que aumenta el apetito.
Favorece el control de enfermedades como la hipertensión y diabetes.
Cuando no descansamos lo suficiente corremos el riesgo de aumentar nuestra tensión arterial, haciendo más
alta la probabilidad de contraer hipertensión y/o diabetes por el incremento de producción de Cortisol.
Cuida el corazón.
Durante el sueño también disminuye la frecuencia cardíaca para que las células coronarias y los tejidos
puedan repararse. En este momento nuestro organismo libera la melatonina y la hormona del crecimiento
para desarrollar estas tareas.
Mejora la capacidad de intelecto.
El descanso es fundamental para mejorar nuestra actividad intelectual. El cerebro necesita varias horas de
desconexión para procesar toda la información acumulada durante el día.
Incentiva la coordinación física.
Una actividad psicomotriz no puede ejecutarse si el cerebro no está descansado. Si vamos a conducir o a
realizar un trabajo que implique riesgos, el descanso no sólo es aconsejable, sino que imprescindible.
Cómo se manifiesta un mal descanso
La falta de un sueño reparador puede afectar al organismo de diversas formas, algunas de las que pueden
percibirse más frecuentemente son:
3. - Dificultad de la visión.
- Hipersensibilidad a los estímulos de luz.
- Reducción de la capacidad de lectura y de la concentración.
- Sensación de cansancio constante.
- Problemas gástricos.
- Falta de energías.
- Mal humor e irritabilidad.
La importancia del sueño se traduce en los siguientes beneficios:- Mantiene la salud física
y mental.
- Ayuda al cerero a recopilar y almacenar nueva información.
- Mejora el metabolismo, impidiendo el aumento drástico de peso.
- Mejora el humor en general.
- Mantiene un buen funcionamiento del sistema cardiovascular.
- Mejora el sistema inmune.
Por estas razones es importante que disfrutes de tus horas de sueño, pues al descansar tu
cuerpo y mente estarán más atentos para resolver los retos que se presentan en el día a día.
Cuánto deberiámos dormir
Es evidente la importancia que tiene el sueño en nuestras vidas, ya que se calcula que pasamos una tercera
parte de ella durmiendo. Pero depende, principalmente, de nuestra edad.
Diversos estudios revelan, que los bebés duermen cerca de 17 horas, que reducen a 9 ó 10 horas cuando se
van haciendo mayores. La mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 8 horas de sueño cada noche, aunque
normalmente, estas serían menos según el individuo envejezca. Las personas mayores necesitan menos
horas de sueño que el adulto joven, y es frecuente que por las noches se encuentren despiertos,
especialmente si durante el día han dormido la siesta. En todo caso hay que tener en cuenta que existen
grandes diferencias entre unas personas y otras.
4. Generalmente, damos por supuesto que el dormir es algo normal, pero en las dos últimas décadas, el mundo
occidental ha modificado sensiblemente sus pautas de vida cotidiana de tal forma que, si hoy comparamos
nuestros horarios con los de hace 20 años, notamos diferencias muy significativas, por lo que es menor la
cantidad de horas que dedicamos al reposo nocturno.