2. CRISTIANISMO Y PATRÍSTICA
o La irrupción del cristianismo
como fuerza histórica representa
una de las mayores revoluciones
culturales de occidente.
o La antropología cristiana del
“imago Dei” como persona, dio
un sentido a las masas esclavas y
también de las clases altas. Se
trató, así, de conciliar la filosofía
griega (sobre todo platónica) con
la tradición judeo-cristiana.
3. CRISTIANISMO Y PATRÍSTICA
o Esa corriente filosófico-teológica
que sistematizó la fe cristiana del
s. I al s. VIII aproximadamente la
denominamos “Patrística”.
o ¿Hubo siempre unidad en la
Iglesia? La respuesta, incluso a
nivel intelectual, es un rotundo
no. Dos escuelas se alzan en esta
etapa: Alejandría (Orígenes y
Clemente) y Antioquía (Teodoro
de Mopsuestia y Diodoro de
Tarso).
4. CRISTIANISMO Y PATRÍSTICA
o Cuando el imperio da muestras de
agotamiento recurre a esclavos para
que hagan de soldados y, a principios
del siglo IV, la mayoría de las legiones
romanas tenían tropas mayormente
cristianas. Como estrategia ante esto,
Constantino se declara cristiano y años
después Teodosio el Grande oficializa
el cristianismo.
o Un siglo después, Roma sucumbe ante
el empuje de los “bárbaros” y es
saqueada. En este contexto aparece la
primera gran síntesis filosófica del
cristianismo hecha por San Agustín,
obispo de Hipona.
5. SAN AGUSTÍN DE HIPONA
o Agustín nace en Cartago, provincia del antiguo
imperio. Durante su adolescencia y juventud
vivió de forma muy desordenada y a temprana
edad tuvo un hijo llamado Adeodato.
o No fue formado para ser filósofo, sino retórico.
Sin embargo, al estudiar textos de Cicerón y
Plotino se vio imbuido por la filosofía platónica
e ingresa a una secta dualista, los maniqueos.
o Como retórico se ganó la vida antes de
convertirse al cristianismo, cuando conoció a
Ambrosio de Milán, gran filósofo y teólogo
patrístico. Luego ingresó a una orden
monástica hasta que fue consagrado obispo de
Hipona en África.
6. Su obra…
o Una de las características generales de
su pensamiento es que no hace
diferencia clara entre teología y
filosofía. De tal manera que su filosofía
es más una sabiduría que una ciencia.
Además, su filosofía es un
neoplatonismo. El pensamiento de San
Agustín es considerado el “platonismo
cristiano”, un idealismo bautizado.
o Sus principales obras son:
“Confesiones”, “La ciudad de Dios”,
“Contra los maniqueos” y “Sobre la
Trinidad”.
7. Cosmología
o Para San Agustín, el mundo fue
creado a partir de la nada. Las
cosas del mundo no pueden
haberse hecho a sí mismas ya que
supondríamos que esas cosas
tendrían que existir antes de
existir, lo cual es un absurdo. Por lo
tanto, existe un ser eterno que no
cambia y que es principio de todo.
o Así pues, el mundo es el
desbordamiento de la bondad
divina, una creación sin el tiempo,
que no existe por ser una
distención del alma, una
fabricación humana.
8. DIOS
o El Ser superior de San Agustín es concebido como un
Ser trascendente al mundo y al hombre. Dios es, para él, el
concepto del Ser platónico por antonomasia, la máxima idea.
o Las demás ideas, como realidad suprema, están en la mente
de Dios (incluido el hombre). Por eso Dios es principio de
verdad para todo lo que el hombre haga: “Como Ser nos crea,
como verdad nos ilumina y como amor nos atrae”.
o Dios, al crear el mundo, impregna en su creación un
dinamismo. La materia está predispuesta a recibir
actualizaciones: se trata de las “razones seminales”.
9. Antropología
o El hombre está compuesto de dos
principios: espiritual, uno, y
material, otro: alma y cuerpo. Pero
en el hombre, el alma es superior al
cuerpo y está hecha para regirlo.
Para Agustín, el alma habita en
nuestro cuerpo teniendo con él una
relación accidental, de modo que el
hombre es su alma, pero no su
cuerpo.
o Por estar en “la mente de Dios”
antes de encarnarse, el alma tiene la
capacidad de elevarse a Dios, puede
entrar en sintonía con él ya que es
un elemento divino.
10. Antropología
o Pero el alma no ha caído condenada en el cuerpo, sino que vive en la
materia por un acto misterioso de Dios. En el momento de la
generación de la vida (acto sexual), y a razón del libido o placer, se
transmite el “pecado original” heredado y comunicado a todos los
seres humanos desde Adán. Por esta razón, el fin de la vida es salvar
el alma, someterla al plan de Dios y sujetar los apetitos del cuerpo a
la disciplina de nuestro principio espiritual.
11. Antropología
o El alma puede aprender elementos inmutables: esto es el
iluminismo agustino, mismo que guarda cierta similitud
con la reminiscencia platónica. Gracias al iluminismo, el
alma se va purificando hasta llegar al conocimiento de
Dios: “Señor, nos has creado para ti, y no está contento
nuestro corazón hasta que descanse en ti”.
o Pero, ¿el alma debe purificarse?, ¿entonces es
pecaminosa? San Agustín tratará de maquillar un poco esta
deficiente antropología, al aclarar que el origen de la
maldad se da por el “libre albedrío”.
12. “De libero arbitrio”
o El mal existe de múltiples formas: existencial,
en la soledad y en la falta del sentido de la
vida; intelectual, en la ignorancia y el error; y
finalmente, como mal moral o pecado, en
nuestra negación libre de Dios.
o Por esto, la causa del mal está en el hombre y
su libre albedrío. La plena libertad se logra al
escoger a Dios, sumo bien (“Ama y haz lo que
quieras”). Y, ¿la enfermedad y la muerte?
Agustín nuevamente recurre al pecado
original.
o Para evitar el mal, el ser humano necesita de la
acción especial de Dios independiente de sus
acciones. Por esto, San Agustín cree en la
predestinación, doctrina siempre rechazada
por la Iglesia Católica.
13. Epistemología
o El alma tiene la capacidad de
conocer (una de las funciones del
alma platónica) sólo las ideas, no las
cosas en sí mismas.
o El conocimiento racional posee dos
niveles: 1) El nivel inferior o
“ciencia”, conocimiento de las cosas
inmanentes. 2) La razón superior o
“sabiduría”, contemplación de los
principios eternos hasta la
contemplación de Dios.
o Por eso, el hombre más sabio es
quien consagra su vida a la
contemplación: el monje.
14. Política
o En los albores de la caída del Imperio
Romano, San Agustín achaca la
decadencia a los problemas internos del
imperio.
o Todo por confiar en lo humano y no en
Dios (dualismo): por un lado, la acción
de la Divina Providencia que él llama
“De civitate Dei” o “Ciudad de Dios” y,
por otro lado, la acción de la
materialidad mundana o “Ciudad de
este mundo”. Como lo espiritual es
superior a lo material, y la Iglesia es lo
espiritual, a la “Ciudad de Dios”,
entonces la Iglesia es superior al Estado.