Clement Ader creó el Éole en 1890, que se convirtió en la primera aeronave en lograr un vuelo autopropulsado al despegar y volar 50 metros. Más tarde, Ader mejoró su diseño con el Avión II en 1892 y el Avión III en 1897, logrando vuelos de 200 y 300 metros respectivamente. El vuelo del Éole de 1890 marcó el comienzo histórico de la aviación propulsada en Europa.