1. Jesús, José y María, permitidme entrar en vuestra casa y aprender en ella todo lo que queréis enseñarme.
2. Me acerco a vosotros con la humildad del discípulo que quiere hacer de Nazaret su escuela, su hogar, su taller y su templo.
3. Tengo poco que ofreceros pero cuanto tengo es vuestro. Con lo que tengo, con lo que soy, quiero hacer cuanto Él me diga. Por eso lo dejo a vuestros pies. No permitáis que me desaliente en el camino emprendido.
4. Reconociendo mi pequeñez y que nada puedo por mi mismo, me pongo en vuestras manos; conocéis mi corazón y sabéis qué debo pedir al Niño por intercesión vuestra.
5. tú que enseñaste al Creador a trabajar enséñame a mí a trabajar mi corazón para que le agrade. Enséñame a ser como esa madera que en tu taller se transformaba en instrumento útil. También yo quiero abandonarme en sus manos para que pula mi corazón y lo convierta en instrumento de salvación. José,
6. concédeme el don de reconocer los ángeles que Dios me envía para señalarme su Voluntad. Y haz que, como tú, sea capaz de pronunciar siempre el “Hágase”. María,
7. que duermes abandonado en brazos de María, ven un poco a los míos. Mis manos, mi corazón, mi alma, anhela acogerte. Quédate conmigo. Si conviertes mi agua en vino no notarás que pasas de los brazos de María a los míos. Haz en mí tu mayor milagro. Y tú, Niño
8. Manos de José, señaladme el camino. Manos de María, entregadme a Jesús. Manos, las que Dios me dio, acoged el día, las personas, los contratiempos y favores con inmenso amor: que Dios viene envuelto en ellos.
9. Sagrada Familia de Nazaret tomadme por hijo y hacedme testigo del Misterio para que pueda ser Apóstol del camino que lleva a la humanidad renovada: Nazaret