Planificacion Anual 2do Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Comentario de texto divina comedia
1. 1)El poema narra el viaje deDanteacompañado por el poeta latino Virgilio, enviado por Beatriz,
advertida por Santa Lucía y a instancias de la Virgen, desde la selva en la que se encuentra perdido por el
único camino practicable, el infierno, a través de los diferentes círculos en que los pecadores son
sometidos a castigo según la gravedad de los pecados. Más tarde, ambos atraviesan el Purgatorio y se ven
obligados a despedirse ya que a los paganos como Virgilio no se les permite ingresar al Paraíso, donde le
acompaña su amada Beatriz y alcanza la contemplación de Dios.
Este fragmento corresponde al canto sexto, en el que se describe el tercer Círculo del Infierno,
donde se encuentran las almas que sucumbieron al pecado de la gula en un escenario infernal de lluvia
eterna, maldita y fría, amedrentados por el trifauce Cerbero, símbolo del apetito incontrolado, de la
voracidad insaciable. Aquí se encuentran también al florentino Ciacco, que profetiza desastres que sufrirá
su ciudad, que es también la de Dante. A diferencia del círculo anterior, en el que los pecados tenían su
origen en el amor hacia otras personas (lujuriosos), aquí les mueve el amor a uno mismo. Sin reprocidad, sin
posibilidad de comunicación, cada una de las almas se encuentra aislada y hundida en el fango.
En este ambiente incierto en el que la realidad aparece desdibujada o trascendida por la fuerza de
los significados alegóricos, el sentido literal desaparece bajo un alud de símbolos.
En primer lugar, la anécdota concreta del individuo perdido en la selva, deviene con toda
naturalidad signo del hombre que va trazando su destino.El yo de Dante personaje es a la vez un “nosotros”
y la selva, en cuya oscuridad se pierde, es alusión al pecado, ausencia de luz divina.Con ella propone una
reflexión acerca de la naturaleza de la tentación: el hombre se abandona al pecado como quien penetra en
el sueño, dejando adormecer su conciencia por obra del demonio que “largamente acuna nuestro encantado
espíritu”, como dice Baudelaire. El pecado, como el sueño, adormece los sentidos y ofusca la inteligencia:
“tan adormecido estaba cuando abandoné el verdadero camino” (canto primero)
La visión de la colina iluminada contrasta vivamente con esa oscuridad que reina tanto en la selva
como en el ánimo del personaje. La luz, símbolo de la salvación, es en el lenguaje poético de Dante el
vestido que cubre la colina. Los recursos estilísticos se acumulan en este terceto: alegoría, personificación
y metáfora, la colina representa alegóricamente el bien o la virtud, a la que sólo se accede mediante el
esfuerzo de escalar, la luz que la ilumina es Dios, fuente de todo bien.
Los tres animales que encuentra Dante simbolizan las tres tendencias pecaminosas que impiden el
arrepentimiento. El personaje confía en la pantera, su belleza la hace atractiva y no temible. De este modo
representa Dante el proceso de tentación: el hombre se abandona a lo atractivo de las apariencias, sin ver
el peligro que esconden. La lujuria que ella representa es vista con particular benevolencia por Dante, por
ser el único pecado que se refiere al amor.El león con la cabeza erguida y un hambre rabiosa, representa
alegóricamente a la soberbia. Su gesto sugiere el orgullo de quien se sabe poderoso y goza al humillar a los
demás: “hasta el aire parecía temerle” (canto primero). La loba simboliza la avaricia y se vincula con todas
las formas de engaño en la medida en que la insaciabilidad propia de la loba no se detiene ante ningún
delito: violencia, fraude o traición; se emparenta con el egoísmo más cruel, y por eso genera miseria
entorno a sí. Este animal atemoriza de tal modo a Dante que pierde la esperanza de alcanzar la cima.
Es tan desesperado el estado de Dante, que la Gracia es incapaz de moverlo. Afortunadamente, le
queda todavía la razón humana, simbolizada por el poeta latino, que podrá conducirlo, en una primera etapa,
hasta que el punto en que la Gracia pueda volver a ser efectiva.
2. El viaje,en la que la guía es la razón, simboliza el camino hacia la salvación del alma,es un sueño de
valor catártico, purificador, en la medida en que conduce a la salvación.
Mas la sola fuerza de la razón no puede llevarte hacia el camino recto, hacia Dios, han de juntarse
Gracia, Fe y Razón. Por lo que a partir del Paraíso la Gracia y la fe se convertirán en su guía, simbolizadas
por Beatriz, su gran amada.
El viaje al más allá no es una invención dantesca, sino que tiene precedentes literarios que dante
conoce: el libro VI de la Eneida, el sueño de Escipión de Cicerón, en el mundo clásico y el Apocalipsis de
Daniel y la Carta de San Pablo a los Corintios, en el mundo clásico.
2)La Divina Comedia está estructurada con arreglo a un fuerte sentido unitario, por medio de una
cohesión que se manifiesta en las correspondencias numéricas que unen a la tres cánticas (Infierno,
Purgatorio y Paraíso), así como a los cantos que componen cada uno de ellos, lo que se vincula con la
filosofía medieval que reduce lo vario a la unidad, de la que proviene toda la multiplicidad.
En la mentalidad alegórica medieval, hay algunos números que simbolizaban la perfección: el uno,
porque se expresa a si mismo, porque no está formado por sumas o partes, porque uno es Dios; el tres que
simboliza la trinidad, el cien, etc. La divina comedia responde conscientemente a un esquema numérico: un
solo poema dividido en tres cánticas, cada una compuesta por treinta y tres cantos y uno de presentación,
lo que totaliza otro de los números perfectos a los que no hemos referido, el cien. De la misma manera, el
número nueve que es la potencia de tres simboliza lo directamente producido por Dios.
El orden que encontramos en los tres reinos de ultratumba se manifiesta por medio de unas
estructuras perfectamente calculadas y que se corresponden entre sí de manera simétrica, no sólo en el
número de cantos, sino en las divisiones «topográficas» internas: en el Infierno se encuentran
distribuidos los diferentes pecados, como en el Purgatorio las distintas inclinaciones pecaminosas y en el
Paraíso las diferentes virtudes. La localización «topográfica» de las almas, así como el aspecto que
presentan o la situación concreta en que se encuentran,se corresponden con la naturaleza del pecado-
tendencia-virtud que los define y con la clase de castigo-purga-premio correspondiente. La estructura del
poema está, pues, gobernada por unas leyes morales que ponen en estrecha relación la actuación de cada
uno de los personajes en esta tierra y el destino que tienen reservado sus almas en el más allá.
El infierno que se nos describe está dividido en nueve círculos, los cuales se van haciendo más
pequeños, formando una especie de círculos concéntricos dispuestos en forma cónica hacia el centro de la
Tierra.
En el primer círculo encontramos el Limbo, donde se hallan para la eternidad, deseando en vano
contemplar a Dios, las almas de los que no pecaron pero tampoco recibieron las aguas del bautismo: los
inocentes y los grandes hombres y mujeres virtuososde la antigüedad pagana (Homero,Héctor, Eneas,
Lucrecia, Sócrates, Platón, etc.)
En el segundo círculo están presentes los lujuriosos, que son arrastrados incesante y violentamente
por un torbellino que los domina, al igual que se dejaron dominar por el impulso amoroso en vida. Ven a Paolo
y Francesca de Rímini, amantes adúlteros que legitimaron la autenticidad de su amor en la trasgresión de
un orden moral reconocido.
En el tercer círculo moran, como ya hemos dicho en la pregunta 1), los glotones.
3. En el cuarto Dante se mezcla con avaros y pródigos, dos caras del mismo pecado de incontinencia,
bajo un manantial de aguas oscuras y lo preside el gran rey de la humanidad, Plutón, el rey de la riqueza.
Por último, el quinto círculo los pecados que encierra son los de violencia y engaño,sin ningún
atenuante, es decir, cometidos voluntariamente: los irascibles e iracundos, pero también los
melancólicos.En el trayecto se produce el encuentro con Filippo Argenti.
3)Desde los tiempos más lejanos de la Antigüedad latina, ningún poeta había emprendido una tarea
de tal envergadura y ambición como la de Dante al componer su magno poema, que pretendía ser una
“summa” completa del saber de su tiempo, con un afán totalizador semejante a la “summa Teológica” de
Tomás de Aquino.
Con su obra, además, expone su reflexión racional sobre los pecados, una visión muy personal sobre
la naturaleza del ser humano a través de una arquitectura cristiana, pero que no le impide la reflexión
crítica, mostrando que para determinar si las conductas humanas son adecuadas no se necesita la fe, basta
con la razón y por ello le acompaña Virgilio.
Por otro lado, la Divina Comediaes una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento
medieval al renacentista: es el máximo monumento de la literatura medieval, por su concepción religiosa y
filosófica, por su tema, su estructura y su propósito didáctico, pero anticipa a la vez al Renacimiento por la
belleza y el cuidado de su estilo, por la diversidad de fuentes en las que se inspira y por su admiración
declarada por la antigüedad clásica. A Dante llegó el elogio de que con él resucitaba la gran época olvidada
y se reanudaba el buen camino. Con esto la presencia del mundo clásico en la cultura recibe un impulso
decisivo hacia su maduración y plenitud de conciencia histórica en el humanismo:“Dante representa en
cierto modo la conciencia del medievo iluminada por la sabiduría de la antigüedad, y es el más solemne
testimonio de la continuidad que liga la cultura latina con la cultura medieval. A dante le gusta y alaba la
poesía de Virgilio con su sentido del arte que preludia al clasicismo de la época humanista” (Momigliano).
Virgilio es para él fuente de la que brota un río de poesía ante el que se siente intimidado y el bello
estilo “que le ha dado tanto honor” se debe al estudio y la imitación de Virgilio. Dante cree que su fama no
se debe a su propio genio, sino al grado en que supo ser fiel a Virgilio, lo que responde al criterio medieval
de la valoración de los modelos y la desvalorización de la originalidad, propio de una época de muy fuertes
convicciones religiosas y de estructuras jerárquicas inamovibles.
Desde el punto de vista lingüístico, la decisión dantesca de utilizar el vulgar para una obra de
semejantes características fue muy pensada por su autor y muy discutida por sus propios admiradores.
Pero no podemos decir por ello que esté escrita en “italiano”. Dante utiliza coma base la lengua vernácula
Toscana, y en parte la lengua literaria utilizada por poetas de la corte de Federico II de Sicilia el siglo
anterior, pero hace todo tipo de recursos lingüísticos tanto léxicos como sintácticos dialectales,
tecnicismos filosóficos. Esto hace que su lengua, más que “italiano” constituya un “dantiano”, que
contribuyó con el tiempo a la formación del italiano culto y unificado de los siglos posteriores.
En cuanto a la versificación, la comedia está compuesta en un modelo de invención dantesca: el
terceto encadenado, una serie de versos que riman ABA, BCB, CDC, etc. Dante confiere a este modelo un
valor simbólico de la Trinidad. Se dice que los versos son endecasílabos, aunque tal vez sería mejor hablar
en términos rítmicos, y no métricos, porque diríamos que el verso utilizado es un pentámetro yámbico. Este
ritmo consta de cinco “pasos” que alternan un tiempo débil con un fuerte
4. Por otra parte es característico en Dante el acierto concreto y visualizador en las palabras, que no
tienden a la abstracción, expresado sobretodo por medio de, como la llamó Borges, la metáfora
empequeñecedora, en la que el objeto no se identifica con algo grandioso, sino con una imagen más pequeña
que le ofrece matización y rigor: “igual como por el ardor ocurre que sobre un papel avanza un color bruno,
que aún no es negro aunque tampoco es blanco” (canto 25). Asimismo, el poema se inicia con una metáfora
célebre: “Nell mezo del camin di nostra vita”. La vida como camino. Alude por un lado a la obra del propio
Dante(Convivio) según la cual la vida humana es como un arco cuyo punto central son los treinta y cinco
años. Esta imagen, a su vez tomada de Aristóteles, se conjuga perfectamente con la concepción bíblica de
la vida como camino recto que conduce a Yahvé, mientras la del impío se pierde en la nada.
Aparece también en la obra un lenguaje alegórico. En la mentalidad medieval,la vida terrenal, la
experiencia cotidiana y la historia misma son verdades contingentes, las realidades esenciales son
trascendentes, pero éste es un reflejo de aquéllas. Dios habla a través de la Biblia y también a través de
lo creado, del libro de la naturaleza, y ésta es alegoría o reflejo de la verdad trascendente. El mundo
sensible es pues polisémico, porque además de ser lo que vemos con los sentidos es imagen de una esencia
no perceptible por los éstos, sino por la razón que puede leer en él valor alegórico, moral y anagógico. Todo
esconde un significado y la creación es un inmenso repertorio de símbolos cuyo enunciado final es Dios.En
las Escrituras, la alegoría encubre verdades de un orden superior, y es antes una noción teológica que
literaria, pues Dios encubre unas realidades con otras, del mismo modo que el hombre las ocultadas las
palabras. De la misma manera, el poeta envuelve en bellas mentiras sublimes verdades. La Divina Comedia
es ella entera una alegoría, un largo sueño que comienza en el canto primero del infierno.
Otro rasgo de gran trascendencia es la utilización de símiles. El símil fue tomado de Virgilio, quien a
su vez lo había tomado de homero. En éste las comparaciones en general tienden a convertirse en símiles
pues constituyen pequeños cuadros dotados de vida propia, que permiten aludir a un mundo ajeno a lo
bélico que es el tema exclusivo de la Ilíada. Las comparaciones lo aligeran con visiones de la vida cotidiana,
lejos de la sangre y de la guerra. La Divina Comedia posee tal variedad temática que los símiles no son
necesarios desde este punto de vista, y por eso quedan mucho más profundamente ligados a su función
comparativa: "Como palomas que movidas por el deseo, con las alas tendidas, van hacia el dulce nido,
llevadas de una misma voluntad, así salieron del tropel donde está Dido, viniendo a nosotros por aquel aire
inmundo".
Las imágenes infernales han propiciado la aparición del adjetivo “dantesco”, y nos dan idea de una
imaginación desbordada y desbordante que imagina espectaculares paisajes de figuras monstruosas que
impresionan al lector. Tiene según Fraciosi una doble función: embellecer verdades comunes y hacer
accesibles verdades sobrenaturales. Paisajes infernales como el del canto sexto se nos describen de
manera sensorial. Por la usencia de luz, la vista no juega un papel importante en la descripción, por lo que
se recurre al recurso del olfato, el oído y el tacto: el ritmo ininterrumpido y fuerte de la lluvia, los
desgarradores aullidos, el hedor de la tierra mojada, el tacto del fango. Todo ello nos introduce en una
atmósfera infernal desoladora, aterrador, oscura, de terror de muerte…
Una característica esencial del estilo de Dante es la seguridad del trazado al presentar a sus
personajes de una forma casi estatuaria. En pocas palabras quedan fijados en imágenes de gran fuerza
visual y de gran valor simbólico. La figura del león impone visualmente, su cabeza erguida y su ademán
soberbio nos ofrece una imagen aterradora.