El documento argumenta que el aprendizaje del inglés a través de la inmersión es la mejor manera para que los niños aprendan el idioma de manera efectiva. Propone enseñar el inglés de forma natural y comunicativa a través de canciones, cuentos y juegos para que los niños usen el idioma en situaciones reales y aprendan sin esfuerzo. También señala que la capacidad de aprender idiomas es mayor durante la infancia.