1. EL MONO QUICO

2. HABÍA UNA VEZ UN MONO QUE SE LLAMABA
QUICO. NACIÓ EN LA SELVA Y VIVÍA EN LA COPA DE UNA
PALMERA.

3. SUS PADRES LE ENSEÑARON A COLUMPIARSE CABEZA
ABAJO Y SE PASABA TODO EL TIEMPO ENGANCHADO DEL
RABO.

5. SU MAMÁ, QUE ERA MUY MONA, LE ENSEÑÓ A ANDAR
SIN PISARSE UN PIE CON EL OTRO.

6. LOS MONOS Y LAS MONAS DE SU CALLE QUERÍAN
MUCHO A QUICO Y, UN DÍA, LE DIERON UNAS
MONEDAS PARA QUE SE COMPRARA GOLOSINAS.

8. QUICO SE LAVÓ EN EL ARROYO.
SE PEINÓ LA CABEZA Y LAS PATAS.
SE PUSO SU TRAJE DE MARINERO Y SE FUE A DAR
UNA VUELTA POR LA SELVA.
QUICO LLEVABA LAS MONEDAS EN UNA MANO Y
DECÍA:
¿QUÉ ME COMPRARÉ?
¿QUÉ ME COMPRARÉ?

9. ¡¡UN TREN!! NO, PORQUE CON EL DINERO QUE
TENGO SÓLO
PUEDO COMPRAR UNA LOCOMOTORA Y
CONTAMINARÍA LA SELVA.

11. ¡UNA PELOTA!
NO, PORQUE NO SÉ NADAR Y SE ME PUEDE CAER
AL RÍO.

12. ¡UN TAMBOR!
NO, PORQUE SE DESPERTARÍAN LOS ANIMALES DE LA
SELVA.

14. YA SÉ LO QUE VOY A COMPRAR: CASTAÑAS ASADAS QUE
SON MUY RICAS.
ECHÓ A CORRER POR LA SELVA, SALTANDO DE
RAMA EN RAMA HASTA QUE LLEGÓ AL PUESTO DE LA
CANGURO CASTAÑERA.
POR EL CAMINO, SE ENCONTRÓ A UN NIÑO QUE
CAMINABA DESCALZO.
•¿POR QUÉ VAS DESCALZO? –DIJO QUICO.
•YO SOY MUY POBRE, DIJO EL NIÑO, Y POR ESO NO
•TENGO ZAPATOS, PERO TÚ TAMPOCO LLEVAS.
•SI, PERO YO SOY UN MONO, MI PIEL ES DURA Y ESTÁ
HECHA PARA IR DESCALZO

16. PERO YO NO QUIERO QUE VAYAS DESCALZO, DIJO QUICO.
TOMA ESTAS MONEDAS QUE TENGO Y CÓMPRATE
UNOS ZAPATOS Y ASÍ PODRÁS CORRER POR LA SELVA.

17. ¡GRACIAS, MONO! SIEMPRE ME ACORDARÉ DE TI.