3. Shadd Maruna @criminology
Profesor de Justicia y Desarrollo Humano en la Escuela de Derecho de Queen’s
University Belfast. Autor de cuatro libros sobre reinserción y rehabilitación,
además de otras publicación, fue reconocido con el “Outstanding
Contribution to Criminology” por la Sociedad Americana de Criminología en
2001, por su libro “Making Good”.
http://qub.academia.edu/ShaddMaruna/Papers
4. Fergus Mc Neill @fergus_mcneill
Profesor de Criminología & Trabajo Social en la Universidad de Glasgow.
Antes de desempeñarse como académico, en 1998, Fergus trabajó por varios
años en un centro residencial de rehabilitación de drogas y como trabajador
social en el sistema de justicia criminal. Enseña en pregrado y posgrado sobre
criminología, trabajo social y sociología.
http://glasgow.academia.edu/FergusMcNeill
5. Robert Sampson & John Laub
Ganadores 2011 del premio Estocolmo de Criminología
Laub es director del Instituto Nacional de Justicia (NIJ) del Departamento de
Justicia de EE.UU.
Sampson es Profesor de la Cátedra Henry Ford II de la Escuela de Ciencias
Sociales en la Universidad de Harvard.
6. Ray Paternoster
Ph.D. por la Florida State University. Académico
del Departamento de Criminología & Justicia
Criminal, del Maryland Population Research
Center, Universidad de Maryland
Sus intereses académicos están en la teoría
criminológica, investigación cuantitativa, toma de
decisiones de infractores y temas relacionados
con la pena de muerte
7. Shawn Bushway
Académico de la Escuela de Justicia
Criminal, de la Universidad Estatal de
Nueva York, y la Universidad de Albany.
Se ha enfocado en medir el desistimiento
y desarrollar métodos para estudiar los
factores que conducen al desistimiento
usando datos de panel de la Encuesta
Longitudinal Nacional de la Juventud y el
Estudio de Desarrollo de la Juventud
Rochester. También ha realizado
investigaciones sobre el proceso de
reinserción y el papel de trabajo (y las
restricciones de trabajo) en la reinserción
del infractor.
8. Libros:
MCNEILL, Fergus & WHYTE, Bill (2007). Reducing Reoffending: Social
Work and Community Justice in Scotland. Willan PUBLISHING.
MCNEILL, Fergus & BARRY, Monica (2009). Youth Offending and Youth
Justice. Jessica Kingsley Publishers.
MCNEILL, Raynor and TROTTER coedit. (2010). Offender Supervision:
New Directions in Theory, Research and Practice. Willan/Routledge. En:
http://www.routledge.com/books/details/9781843929352/
9. Artículos:
MCNEILL, Fergus (2012). “Counterblast: A Copernican Correction for
Community Sentences?” The Howard Journal , Vol. 51, Nº 1. February
2012 McNeill, Fergus (2010). Community Payback and the new National
Standards for Criminal Justice Social Work. Briefing Paper Nº 02/2010.
Criminal Justice Scotland. Disponible en.
http://www.sccjr.ac.uk/documents/Briefing_Paper_2010_02_communit
y_payback.pdf
MCNEILL, F. and Weaver, B. (2010) Changing Lives? Desistance Research
and Offender Management, Glasgow: Scottish Centre for Crime and
Justice Research. Available at: http://eprints.gla.ac.uk/50116/
MCNEILL, Fergus (2009). Towards Effective Practice in Offender
Supervision. Scottish Centre for Crime and Justice Research, University
of Glasgow. Disponible en:
http://www.sccjr.ac.uk/documents/McNeil_Towards.pdf
10. Artículos:
MCNEILL, Fergus (2009). Youth Offending and Youth Justice. Briefing
Paper Nº 02/2009. Criminal Justice Scotland. Disponible en:
http://www.sccjr.ac.uk/documents/Briefing%202009_02%20Youth%20O
ffending%20and%20Youth%20Justice.pdf
MCNEILL, Fergus (2006). A New Paradigm for Social Work with
Offenders? Criminal Justice Scotland. Disponible en:
http://www.cjscotland.org.uk/pdfs/Desistance.pdf
MCNEILL, Fergus (2006). “A desistance paradigm for offender
management”. Criminology and Criminal Justice, 6(1), pp. 39-62.
http://crj.sagepub.com/content/6/1/39.abstract
11. Artículos:
MARUNA, Shadd and Thomas P. LEBEL (2010). The desistance
paradigm in correctional practice: from programs to lives. Capítulo IV de
McNeill, F. Raynor, P., & Trotter, C. (Eds.) Offender Supervision: New
Directions in Theory, Research and Practice.
MARUNA, S. (2001) Making Good: How Ex-convicts Reform and Rebuild
their Lives. Washington, DC: American Psychological Association.
MARUNA, S. (2006) ‘Who owns resettlement? towards restorative re-
integration’, British Journal of Community Justice, 4(2): 23–33.
MARUNA, S. and LeBel, T.P. (2003) ‘Welcome home? Examining the
reentry court concept from a strengths-based perspective’, Western
Criminology Review, 4 (2): 91–107.
MARUNA, S. and Roy, K. (2007) ‘Amputation or reconstruction? notes
on “knifing off” and desistance from crime’, Journal of Contemporary
Criminal Justice, 23: 104–24.
12. Artículos:
BUSHWAY & PATERNOSTER (2009). Desistance and the “feared self”:
Toward an identity theory of criminal desistance. The Journal of
Criminal Law & Criminology, Vol. 99, No. 4, 2009 Northwestern
University, School of Law, Chicago.
Disponible en: http://es.scribd.com/doc/66990767/Paternoster-and-
BUSHWAY-Desistance-and-the-Feared-Self
http://scholar.harvard.edu/sampson/content/crime-and-life-course
MULVEY, E.P. STEINBERG, L., FAGAN, J., CAUFFMAN, E., PIQUERO, A.R.,
CHASSIN, L., KNIGHT, G.P., BRAME, R., SCHUBERT, C.A., HECKER, T,
LOSOYA, S.H. (2004). Theory and Research on Desistance from
Antisocial Activity Among Serious Adolescent Offenders. Youth Violence
and Juvenile Justice, 2(3), 213-236.
13. Artículos:
WEAVER, Beth and McNeill F (2010) Travelling hopefully: desistance
research and probation practice. In:Brayford, Jo, Cowe,
Francis and Deering, John (eds.) What Else Works?: Creative Work with
Offenders. Willan, Cullompton
MCNEILL, F., and Weaver, B., (2010) Changing Lives? Desistance
Research and Offender Management. Scottish Centre for Crime and
Justice Research Report No. 3/2010 available online at:
http://www.sccjr.ac.uk/documents/Report%202010_03%20%20Changin
g%20Lives.pdf
WEAVER, B. and Nicholson B (2012) Co-producing Change:
Resettlement as a Mutual Enterprise Prison Service Journal no. 204
available online at
http://www.crimeandjustice.org.uk/opus1972/PSJ_November_2012_No
._204.pdf
WEAVER, B. and McNeill F (2007) Giving Up Crime: Directions for Policy.
SCCCJ available online at
http://www.esrc.ac.uk/_images/Giving_Up_Crime_tcm8-2569.pdf
15. Fergus McNeill discute la investigación que ha estado realizando con Beth
Weaver sobre desistimiento. El video se centra en el capítulo "Viajando
Con suerte: Desistimiento de Investigación y Práctica de Libertad
Condicional", donde se utiliza la metáfora de un viaje para describir el
proceso de desistimiento
http://www.iriss.org.uk/resources/desistance-research-and-probation-practice
18. Basado en: Maruna, Shadd and Thomas P. LeBel (2010)
El paradigma del desistimiento en
la práctica penal
19. Las intervenciones para reducir la reincidencia son
frecuentemente criticadas por no estar basadas sobre
fundamentos con evidencia empírica
En reacción a este reclamo, se ha desarrollado en las
útimas 3 décadas el movimiento del “qué funciona”
(what works)
20. “este gobierno comparte su
creencia en el poder de la
investigación basada en la
evidencia para ayudar a resolver
algunos de los desafíos más
importantes de nuestro país. El
presidente Obama ha renovado
el compromiso de nuestra
nación de confiar en la ciencia
para el desarrollo de las políticas
públicas. Él entiende, como yo,
que el buen juicio se funda en la
evidencia sólida”
Eric Holder, Fiscal General de EE.UU.
21.
22. "If No 10 says bloody
'evidence-based policy' to
me one more time I'll deck
them, ... and probably get
unemployed."
Louise Casey,
New Labour’s crime ‘czar’
23.
24. Es bien sabido, por ejemplo, que las olas de la delincuencia
se asocian con grandes cantidades de jóvenes en la
población; la más famosa, la mayoría de edad de la
generación del 'baby boom' de los años 1960 y 1970
correspondió a un enorme aumento de la delincuencia.
Con la generación del baby boom acercándose a la
jubilación, sin embargo - y hasta sus hijos cerca de la edad
media- el perfil de edad estadounidense actual ha
cambiado visiblemente.
Mientras que la edad media de los
estadounidenses en el peak de la ola de crímenes
que se inició en la década de 1960 tenía 32 años,
en 2010 la edad media de los estadounidenses
había aumentado a más de 36 años de edad.”
25. “la violencia es típicamente
un vicio de hombres jóvenes.
Se ha dicho que el arma más efectiva en el combate
contra la delincuencia es la torta del cumpleaños 30”
(David von Drehle, el periodista de la nota )
26.
27. Recorded offender rates per 1,000 relevant population by age, year
and sex, England and Wales, 2000.
29. 29
Figure 9.1.
Illustrating the Age Curve in Different Countries at Different TimesÇ
From Ellis & Walsh, Criminology: A Global Perspective (2000) p. 109.
30. Offenders by selected violent offences and age, 2010–11 (rate per 100,000 population)
http://www.aic.gov.au/
31. Offenders by selected property offences and age, 2010–11 (rate per 100,000 population)
http://www.aic.gov.au/
32. Young offenders, by age and selected property offence, 2010–11 (rate per 100,000 age
population)
http://www.aic.gov.au/
33. Young offenders by age and selected violent offence, 2010–11 (rate per 100,000 age)
http://www.aic.gov.au/
34. Conviction trajectories
(McAra and McVie 2010)
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 20 21 22
Age of conviction
Probabilityofconviction
Early onset
chronic (1%)
Early onset
desisters (1%)
Later onset
decliners (13%)
No conviction
(85%)
35. Estudios como el Estudio de Cambridge sobre Desarrollo
Delictivo (CSDD) confirman que la razón principal de que
relativamente pocos delitos callejeros son cometidos por
personas mayores es que ellas han desistido de estas
conductas.
Farrington (1992), por ejemplo, encontró que para la
muestra del CSDD, la conducta criminal autoreportada
alcanza su peak en torno a los 17 o 18 años y disminuye
bruscamente cuando los adultos jóvenes progresan en
sus veintitantos.
36. Estudio de Cambridge sobre Desarrollo Delictivo (CSDD)
Iniciado por D. J. West in 1961-1962
Seguimiento de la vida de 411 muchachos pertenecientes
a la clase obrera de Londres nacidos en 1953
La muestra incluyó a aquellos jóvenes que cometieron un
máximo de delitos entre los 17 -18 años y cuyas
conductas delictuales disminuyeron al llegar a los 20.
http://sociology-data.sju.edu/8488/8488cb.pdf
http://www.bgsu.edu/downloads/cas/file39372.pdf
http://www.crim.cam.ac.uk/people/academic_research/david_farrington/hofind2
81.pdf
37. La investigación sugiere que los "programas"
tienen un impacto muy leve en los resultados
de la vida como ir a la cárcel, y sin embargo,
los investigadores de políticas dedican todo el
tiempo a la evaluación de las mismas. Lewis en
cambio sugiere que dirijamos nuestro lente a
la vida humana en su contexto biográfico e
histórico completo para entender mejor por
qué y cómo los programas funcionan para
algunas personas y por qué (lo más frecuente)
fallan.
LEWIS, Dan A. (1990) ‘From programs to lives: a comment’, American Journal of
Community Psychology, 18: 923–6.
38. “Los servicios para infractores necesitan pensar
en sí mismos menos como proveedores de
tratamiento penal (que pertenece al experto) y
más como colaboradores de los procesos de
desistimiento (que pertenecen al desistente).”
McNeill (2006: 46)
39. El paradigma del desistimiento comienza
preguntándose qué es lo que empíricamente
sabemos sobre por qué algunas personas persisten
en conductas delictivas con el tiempo y otros
desisten del comportamiento criminal.
A continuación, busca determinar cómo las
intervenciones pueden apoyar o acelerar estos
procesos que 'orgánicamente‘ ocurren
40. La abstención delictual a largo plazo, de individuos
que presentaban patrones delictuales persistentes.
El desestimiento es un proceso, no un evento.
No se enfoca en un cambio puntual o una
transformación en un “momento”, sino en
mantener una conducta no-delictual a pesar de los
obstáculos y las frustraciones que nos presenta la
vida.
41. Farrall (1995) sostiene que “La mayor parte de la
investigación sugiere que el desestimiento ‘ocurre’
fuera del sistema de justicia penal.
Es decir, muy son muy pocas las personas que
desisten como resultado de una intervención del
sistema de justicia penal o de sus representantes”
42. “La naturaleza precisa de lo que el paradigma del
desistimiento en realidad implica aún está un tanto
indefinido y los modelos teóricos están sólo en las primeras
etapas de desarrollo.
No obstante, algunos temas recurrentes han comenzado a
surgir en estos esfuerzos por definir el paradigma.”
Desistimiento: Enfoques
43. Farrall (2004) distingue perspectivas ‘centradas en el
desistimiento‘ de los enfoques ‘centrados en la infracción’
donde mientras el último se centra en la orientación o la
corrección de los déficit de delincuentes, los primeros
buscan promover cosas que están asociadas con el
desistimiento (como fuertes lazos sociales,
involucramientos pro-sociales y capital social)
Desistimiento: Enfoques
44. Bottoms y McWillams abogan por un cambio en el
pensamiento desde los “modelo del tratamiento” hacia
“modelos de ayuda”, lejos del "diagnóstico" cercanos a la
"evaluación conjunta", lejos de las “necesidades de los
clientes “ hacia “tareas definidas conjuntamente"
Desistimiento: Enfoques
45. Desistimiento: Enfoques
Otros plantean un cambio de intervenciones “basadas en
los déficit “ (centrándose en los factores de riesgo y
"necesidades" como se define por los expertos) hacia
enfoques basados en fortalezas que tratan de promover la
"buena vida" definida como tal por la misma persona
(Burnett y Maruna 2006; Ward y Maruna 2007).
46. Desistimiento: Enfoques
Bazemore (1996: 48) argumenta que con su singular
enfoque en las necesidades psicológicas y los déficits
sociales del delincuente, las intervenciones penales
tradicionales caracterizan a los presos y personas en
libertad condicional como "objetos de servicios de
recuperación o intervenciones terapéuticas.”
47. Desistimiento: Enfoques
El paradigma del desistimiento - basado como está en las
experiencias de los ex delincuentes reformados con éxito a
sí mismos - tiene los puntos de vista y las voces de los
clientes del sistema penal muy en serio y le asigna al tema
de la "motivación" un papel central en la comprensión del
proceso de cambio
49. Desistimiento: Enfoques
"El guión de redención comienza estableciendo la bondad y
corrección del narrador como una víctima de la sociedad
que se involucra con el delito y las drogas para lograr algún
tipo de poder sobre las circunstancias adversas y sombrías
en que estaba. Esta desviación, sin embargo, se convierte
con el tiempo en su propia trampa, ya que el narrador
se ve en atrapado en el círculo vicioso de la delincuencia y
la cárcel.
Sin embargo, con la ayuda de una fuerza externa, alguien
que "cree en él”, el ahora ex-delincuente, el narrador es
capaz de lograr lo que él o ella ha "siempre ha querido ser”.
Ahora, con un nuevo poder quiere "devolver algo a la
sociedad” en muestra de gratitud "(Maruna, 2001).
50. Desistimiento: Enfoques
Un rol central en el proceso lo juega el involucrarse en
“actividades generativas”(que suelen contribuir al bien de
los otros),
51. 1. Matrimonio estable
2.Empleo estable
3. Alejamiento de los pares de la misma edad y el mismo
género
4.Sentimientos de responsabilidad, esperanza y
autoeficiencia
5. Mayor preocupación por los demás, especialmente por
sus hijos
54. Sampson & Laub
Aunque la gran mayoría de los delincuentes deja de cometer delitos,
el desistimiento no se entiende bien.
La Criminología ha estado mucho más interesado en la pregunta,
¿Por qué las personas comienzan a delinquir?
55. Reforma maduracional, de David Matza (1964)
para Matza esta noción explica por qué la mayoría de la delincuencia
fue transitoria y circunstancial y por qué, cuando esos adolescentes
crecieron, simplemente dejaron atrás la delincuencia.
Llegó a la conclusión de que "la mayoría de las teorías de la
delincuencia no tienen en cuenta la reforma de la madurez, y los que
lo hacen, a menudo lo hacen a costa de violar sus propias
suposiciones de lo que origina al delincuente.”
56. El desistimiento se debe a una variedad de complejos procesos de
desarrollo, psicológico y sociológico, y por lo tanto hay varios
factores asociados.
Los elementos clave parecen ser el envejecimiento, un buen
matrimonio, trabajo legal estable y seguro, y la decisión de “andar
derecho", incluyendo una reorientación de los costos y beneficios
de la delincuencia.
57. “Aunque la mayoría de los delincuentes adultos alguna
vez fueron delincuentes juveniles, la mayoría de los
delincuentes juveniles no llegaron a ser delincuentes
adultos” (Sampson and Laub, 1993)
“La transmisión de las conductas delictuales, que parece ser
inevitable de acuerdo a estudios de cohorte retrospectivos,
parece ser la excepción más que la norma en un estudio
prospectivo que identifica los éxitos y los fracasos” (Long and
Vaillant, 1984)
58. Glueck and Glueck (1937):
“El Padre Tiempo tiene un efecto inevitable sobre los procesos
biológicos y sicológicos relacionados con las conductas
delictuales. … El paso de los años es el único factor con impacto
significativo en el proceso de la rehabilitación.”
59. PATERNOSTER, Ray y Shawn BUSHWAY (2009). “El
desistimiento y el yo temido: Hacia una teoría
identitaria del desistimiento criminal.”
“Desistance and the “feared self”: Toward an identity
theory of criminal desistance”. The Journal of Criminal Law
& Criminology, Vol. 99, No. 4, 2009, Northwestern University,
School of Law, Chicago.
60. Estos autores presentan una teoría de la identidad de
desistimiento que refuerza y complementa la labor de
otras teorías mediante la integración de un cuerpo
diverso de la literatura de la psicología social, la
economía del comportamiento y los movimientos
colectivos en sociología.
“Nos basamos en una distinción entre, por un lado, la
identidad actual y, por otro, el tipo de persona que uno
quiere ser y, más importante, no puede ser en el futuro:
el self posible de uno.”
Desistimiento y el yo temido
61. Los delincuentes tienen identidades básicas como
personas que, entre otras cosas, cometen actos
delictivos. Esta identidad básica sigue siendo un locus
de compromiso, siempre y cuando se piense que es
exitosa o, más en específico, siempre que, en
promedio, entregue más beneficios que costos.
Poco a poco, sin embargo, la identidad básica de
"criminal delincuente "se convierte en cada vez menos
satisfactoria.
El proceso es moderado y sólo se produce cuando los
fracasos e insatisfacciones percibidas dentro de los
diferentes ámbitos de la vida se conectan y cuando los
fracasos actuales se vinculan con los fracasos futuros
previstos.
Desistimiento y el yo temido
62. Estos fracasos incluyen la sensación de que es un
delincuente ya no es económicamente
beneficioso, que es muy peligroso, que los costos
percibidos de la prisión se incrementan más y
más, y que los costos para las propias relaciones
sociales son demasiado caros.
Esta sensación percibida de un futuro o posible o
yo “no infractor” junto con el temor de que, sin
un cambio, uno se enfrenta a un futuro sombrío y
muy indeseable, proporciona la motivación inicial
para romper con la delincuencia.
Desistimiento y el yo temido
63. Las relaciones con los demás, principalmente las
románticas, juegan un papel importante en la
teoría.
En la teoría desarrollada aquí, el cambio del yo
intencional es entendido más cognitivo, interno e
individual, al menos inicialmente, con nuevas
redes sociales cercanas y movilizadas con
posterioridad a la aparición de la nueva identidad,
convencional
Desistimiento y el yo temido
Los autores vinculan explícitamente su
perspectiva con los trabajos de Shadd Maruna,
Stephen Farrall, and Peggy Giordano et al
64. Si bien creemos que el tipo de relaciones sociales
convencionales y el asumir roles, descritos por
Giordano et al. son una parte importante y
necesaria del proceso de desistimiento, creemos
que estos no son accesibles hasta después de que
los delincuentes primero deciden cambiar y, de
hecho, comienzan a cambiar su sentido de
quiénes son.
Desistimiento y el yo temido
65. Nuestra perspectiva es más compatible con la posición de
Farrall y de Maruna de que el "desistimiento sostenido
probablemente requiere de un cambio fundamental e
intencional en el sentido de sí mismo de una persona."
Estamos de acuerdo tanto en que el desistimiento
requiere un cambio fundamental en la forma en que una
persona se ve a sí misma y a su mundo y que es
intencional.
El Desistimiento, cuando se produce, por lo general
implica un acto deliberado de auto-cambio-una "ruptura
con el pasado" que se produce tanto en una forma
metafórica y, en un sentido analítico también.
Desistimiento y el yo temido
66. Hay, sin embargo, diferencias importantes entre nuestra
teoría y la de Maruna.
En opinión de Maruna, los delincuentes que "hacen lo
correcto “ no construyen identidades diferentes, más
convencionales que las que han tenido en el pasado para
proporcionarles la motivación y dirección para el cambio.
Más bien, los delincuentes, que ya tienen puntos de vista
pro-sociales de sí mismos en el presente, deliberadamente
distorsionan sus pasados para hacer sus anteriores
acciones delictivas explicables y coherentes con sus puntos
de vista actuales de lo que son y lo que quieren ser
realmente.
Desistimiento y el yo temido
67. Para los delincuentes de Maruna, “Desistimiento se enmarca como
otra aventura de acuerdo con su personalidad de toda la vida, no
como un cambio de corazón. Una vez más, esto le permite al
individuo para enmarcar su desistimiento como un caso de
continuidad de la personalidad y no cambio. "El Trabajo "por
adelantado" que los delincuentes desistentes descritos en la teoría
de Maruna hacen, entonces, es cambiar su comprensión o
interpretación de su pasado criminal, por lo que pasa a ser
coherente con sus puntos de vista actuales de sí mismos como una
"buena" persona.
Esta reinterpretación implica una "distorsión cognitiva intencional"
del pasado para alinearlo con el presente.
Desistimiento y el yo temido
68. Finalmente, nuestra teoría es decididamente diferente de la
de Robert Sampson y John Laub quienes en su teoría más
estructural de desistimiento, argumentan que el cambio de
comportamiento se produce como resultado de la
participación de uno de los roles convencionales (como
trabajador estable o buen marido), y por lo tanto, se produce
más a menudo sin que la persona haya planificado o
participado activamente en el proceso (desistimiento por
defecto)
Desistimiento y el yo temido
69. En nuestra mirada, el desistimiento se produce como
resultado tanto de la decisión del delincuente de cambiar
su identidad como de moverse hacia algo positivo en el
futuro y alejarse de ese yo temido que avizora.
Como se describe en este artículo, este cambio de
identidad es lento y gradual. El movimiento hacia
los apoyos sociales (o "ganchos") para el cambio es
provisional e inconsistente.
El deliberado auto-cambio y desistimiento no son
reducibles a un singular momento, ni son eventos, sino
que constituyen un proceso que ocurre en el tiempo.
Desistimiento y el yo temido
70. Por otra parte, ya que pensamos que el desistimiento de
la delincuencia implica cambios importantes en la
identidad de una persona, gustos, valores y
preferencias, somos explícitos en cuanto a que el
desistimiento se trata de un cambio en la propensión a
cometer delitos y su oportunidad.
Finalmente, si bien el proceso de desistimiento es
gradual, cuando la identidad del autor del delito ha
cambiado, “ha roto con su pasado", las cosas que antes
le importaban ahora no lo hacen (o le importan mucho
menos), y las cosas que no le eran importantes hasta
ahora sí lo son (o les importa un poco más).
Desistimiento y el yo temido
71. Como una segunda contribución, presentamos
brevemente un enfoque analítico para ilustrar y
finalmente probar nuestras ideas acerca de desistimiento
que se extiende aún más el enfoque de la literatura actual
sobre desistimiento como un proceso
Shawn Bushway et al. propuso el uso de modelos de curva
de crecimiento que describen el cambio en la propensión
latente para delinquir con el tiempo para identificar
desistentes.
Bushway et al. demostraron que los desistentes definidos
utilizando estos métodos son dramáticamente diferente
que los desistentes definidos por métodos estáticos más
tradicionales (por ejemplo, puntos de corte clínicos).
Desistimiento y el yo temido
72. El yo temido
Además de un sentido de quién es y lo que uno es en el
momento (un yo que se fija en el presente), un individuo
también tiene un sentido de sí mismo que está orientado
hacia el futuro.
Esta auto orientación hacia el futuro puede definirse
positivamente como el yo que a uno le gustaría ser o
negativamente como el yo que uno no quiere llegar a ser
o que teme que uno podría llegar a ser.
Hazel Markus y Paula Nurius han definido las dos
dimensiones de la futura orientación del yo como un
posible self. Los posibles yoes "son concepciones del yo
en los estados futuros" y consisten en metas y
aspiraciones, así como ansiedades y temores que el
individuo tiene en cuanto a lo que podría llegar a ser
73. El yo temido
Los posibles yos son “concepciones del yo en una
condición futura y consisten en metas y aspiraciones
tanto como ansiedades y temores que el sujeto tiene de
o que puede llegar a ser.
El yo posible no es una mera fantasía sino que está
conectado a quién hoy soy.
74. El yo temido
Una consecuencia de lo anterior es que cuando una
persona imagina un yo posible positivo logrado o una
posible yo negativa evitado, sus sentimientos acerca de
su auto se fortalecen, se mejoran.
75. El yo temido
La segunda consecuencia de un yo posible complejo es
que proporciona la motivación para el cambio de uno
mismo.
Los posibles yo no sólo contienen imágenes de lo que la
persona le gustaría ser o desesperadamente teme
convertirse, también pueden proporcionar una específica
y realista lista de las instrucciones o de una "hoja de
ruta" que puede dirigir lo que se puede hacer para lograr
tanto el yo futuro positivo como evitar el posible yo
negativo.
76. El yo temido
Un yo temido posible también puede ser un gran motivador
para el cambio y el resultado que uno intencionalmente
quiere evitar. De hecho, creemos que el salirse de una
"identidad estropeada" es más probable que, al menos
inicialmente, se base en una idea de lo que uno no quiere ser
más que un sentido de lo que se quiere llegar a ser.
Norman Denzin ha argumentado que un poderoso motivador
para una persona que desiste de la bebida se produce cuando
"se llega a definir a sí misma en términos de quien ella ya no
quiere ser."
77. La cristalización del descontento
Creemos que el debilitamiento de una identidad criminal se
produce gradualmente y, como resultado de una creciente
sensación de insatisfacción con el delito
Esta insatisfacción con la delincuencia es más probable que
conduzca a un yo convencional cuando los fracasos fallas o
descontentos cruzan muchos aspectos de la vida están unidos
entre sí y son atribuidos a la identidad delictiva en sí.
No es sólo que el sujeto experimenta fracasos, sino que los
diversos tipos de fracasos en la vida de uno se interconectan
como parte de un todo coherente.
Esta ligazón entre quiebres que antes se ve{ian aisladamente,
lleva a la persona a sentir un tipo más general de insatisfacción
con su vida, el tipo de insatisfacción que puede llevar a un
cambio de identidad, o lo que Jill K. Kiecolt ha llamado con
razón "el yo intencional."
78. La cristalización del descontento
Roy Baumeister se ha referido a la vinculación de las
insatisfacciones, previamente vistas en forma aislada,
y el sentido de fracaso en la vida como la "cristalización
del descontento."
Esta cristalización del descontento, que forma parte de
un proceso subjetivo de auto-interpretación o
autoconocimiento, es entendida como la formación de
vínculos asociativos entre una multitud de
desagradables e insatisfactorias situaciones.
Antes de la cristalización del descontento, una persona
puede tener muchas quejas y dudas sobre algún rol, una
relación o algo en que est{a involucrado, pero éstos
permanecen separados el uno del otro. La cristalización
los reúne en un cuerpo coherente de quejas y dudas.
79. La cristalización del descontento
Si bien una sola queja o insatisfacción pueden ser
suficientes para motivar a alguien a cuestionar su vida, la
vinculación de numerosas quejas, previamente vistas
aisladas, puede ser lo suficientemente fuerte como para
debilitar el compromiso de una persona con un rol o
identidad.
Cuando se entienden como procesos independientes
individuales, los fracasos, las quejas, los daños, o recelos
pueden ser más fácilmente descartados como
dificultades simplemente aislados que se esperan y se
ignoran como parte de la vida ordinaria.
*Lo que, para nuestros jóvenes infractores, son “los
costos del trabajo”+
80. Apoyos para el cambio propio:
Preferencias y apoyos sociales
El proceso de pensar más allá de la motivación para el cambio de
uno mismo hacia la realidad, hacer que eso suceda se produce un
cambio en las preferencias.
La preferencia puede ser pensado como un sabor o gusto por algo.
Un ejemplo de una preferencia sería a lo que Giordano et al. se
refieren cuando hablan de los "cambios en el significado y la
conveniencia de la propia conducta desviada / criminal" que
provocan desistimiento.
Una vez vinculados, sin embargo, estos fracasos se convierten en
parte de un patrón que no puede fácilmente ser fijo, ser ignorado, o
desaparecen, lo que requiere una nueva evaluación o reevaluación
de la propia situación actual.
81. Apoyos para el cambio propio:
Preferencias y apoyos sociales
Una manera en que puedo expresar quién soy es en
términos de mis gustos y preferencias. Dado que las
preferencias están vinculados a las identidades
personales, un importante cambio en la identidad
implica un cambio en las preferencias de uno.
Un componente importante de un cambio de
identidad, por lo tanto, es la modificación de puntos
de vista sobre las cosas que son valiosas, como un
trabajo marginal o una relación estable o de la
familia, y las cosas que son costosos, tales como más
tiempo en prisión.
82. Apoyos para el cambio propio:
Preferencias y apoyos sociales
Un segundo cambio importante en la preferencia que
se relaciona con desistimiento es un cambio en la
orientación del tiempo. Mientras que los psicólogos
cognitivos, los estudios de la economía del
comportamiento, y los criminólogos han
documentado el hecho de que, con la edad, los
sujetos empiezan a pensar más en las consecuencias
a largo plazo, sostenemos aquí que parte de la
identidad personal consiste en qué tan bien uno
piensa que toma decisiones, considera los costos y
beneficios de las alternativas de acción y muestra
paciencia, o, dicho en sentido negativo, cuánto se
piensa a sí mismo como "exaltado" o impulsivo.
83. Apoyos para el cambio propio:
Preferencias y apoyos sociales
La investigación ha demostrado que los niños que
hacían ejercicios de paciencia y autocontrol en la etapa
preescolar fueron descritos en la adolescencia por sus
padres como más competentes cognitivamente y,
como adultos, se informó que consideraban
seriamente los objetivos a largo plazo.
84. Apoyos para el cambio propio:
Preferencias y apoyos sociales
Uno de los cambios más importantes en las preferencias
para el desistimiento delincuente con una identidad
prosocial incipiente está en el tipo de amigos que tiene y
las redes sociales en las que ella desea sumergirse.
Kiecolt ha argumentado que intencional auto-cambio es
poco probable que sea exitosa y sin lo que ella llama
"apoyos estructurales" para change. Estos soportes
"proporcionar a las personas los medios y las
oportunidades para efectuar el auto-cambio" e incluir los
grupos de autoayuda y cambiadores de profesionales,
tales como psiquiatras y trabajadores sociales.
85. Apoyos para el cambio propio:
Preferencias y apoyos sociales
Creemos que un reajuste social no es en general
exógeno sino que uno se afilia deliberada e
intencionalmente con otros más, prosociales, como
parte del cambio de identidad.
Es decir, un cambio en la identidad de una persona
más prosocial trae consigo una preferencia por el
tipo de personas más propensas a fomentar y
apoyar esa nueva identidad.
86. Apoyos para el cambio propio:
Preferencias y apoyos sociales
La importancia de un cambio en la red social se reveló en
la investigación tanto de Marcos Warr y en la del equipo
de Peggy Giordano, Stephen Cernkovich y Donna
Holanda.
Warr informó que el desistimiento de la delincuencia es
co-integrado con una disminución de la importancia del
tiempo que pasa con suscompañeros a una mayor
implicación con el cónyuge o la pareja.
Los delincuentes que tenían nuevas identidades
prosociales y querían salir de la delincuencia ya no tenían
una preferencia por los amigos que usan drogas,
cometen delitos o viven una vida "rápida y loco".
87. Intervención y Desistimiento
Desde las lecturas y estudios, y desde la experiencia de
procesos de intervención que yo he conocido:
Tenemos que mirar el enfoque del desistimiento desde
nuestra realidad, sin caer en las polémicas de los países en
que hoy se desarrolla pero aprovechando los aprendizajes.
Carecemos de estudios.
Recuerdo uno de Asesorías del Desarrollo circa 2003-2004,
para Sename o Genchi, que decía que la mayor parte de
presos en cárceles había pasado por sistema Sename.
88. Intervención y Desistimiento
Si hay factores que la evidencia muestra favorecen o son
determinantes en los procesos de desistimiento es posible
integrar estratégicamente en la intervención elementos,
ejercicios, módulos, que los favorezcan y faciliten.
P. ej. respecto del factor “matrimonio estable” a los 15 años
no vamos a predicarles que se casen etc. `pero sí podemos
abordar con los varones tres temas.
1. Sexualidad placentera y protegida
2. Violencia en la pareja
3. Pololeo y autoestima
89. Intervención y Desistimiento
Tan sólo entregar información psicoeducativa que revise
críticamente mitos del macho chilensis en estas áreas (y es
posible imaginar numerosos ejercicios, talleres y
conversaciones sobre estas temáticas) van a ser aportes a que
cuando se produzca el momento de encuentro con su pareja
esté más despejado de obstáculos.
90. Intervención y Desistimiento
Tan sólo entregar información psicoeducativa que revise
críticamente mitos del macho chilensis en estas áreas (y es
posible imaginar numerosos ejercicios, talleres y
conversaciones sobre estas temáticas) van a ser aportes a que
cuando se produzca el momento de encuentro con su pareja
esté más despejado de obstáculos.
El Desistimiento, entonces, nos exige imaginar estrategias que
apoyen futuros y eventuales procesos.
Nos exige , asimismo, humildad. No somos los “salvadores del
niño” ni nada parecido.
91. Intervención y Desistimiento
Si en el enfoque de Bushway y Paternoster es clave esa mirada
a futuro que moviliza al joven, y que transversliza fallas en
diversas áreas, y que casi por definición resulta imposible
es a los 15 años o 16 años, donde la proyección en el tiempo
es de corto alcance, podemos acostumbrarles a miradas
autoreflexivas que: i) integren sus diferentes espacios vitales
(los amigos, la familia, la polola, el delito); y ii) que los
acostumbre a mirar hacia atrás y hacia delante en sus vidas.
Ejs.: Ejercicios de construcción de líneas de tiempos,
autobiografías, escribir diarios de vida, videodiarios de vida,
En Semicerrado La Cisterna hacía hace unos años algunos de
estos ejercicios con un cuaderno personal del joven donde e
registraban. En Tierra de Esperanza también se trabajan
ejercicios así.
92. Intervención y Desistimiento
Afinar la escucha parece necesario de modo de estar atento a
leves cambios de comportamiento, cambios en gustos y
preferencias, que puedan ser señales de cambio.
Escuchar, en serio, a los jóvenes implicaría, p.ej. hacerlos
parte de la evaluación de los administrativos profesionales y
equipo directivo del centro o programa.
Los “egresados” deberían poder ocupar un rol –voluntario,
abierto a los que quieran- de apoyo y luces tanto a los equipos
como a los jóvenes. Los desistentes son los verdaderos
expertos.
93. Intervención y Desistimiento
Si el dueño del proceso es el joven, debe saber muy
precisamente qué estamos haciendo o tratando juntos de
hacer.
¿Cuántos jóvenes pueden describir en qué consiste lo que
hoy están haciendo con uds.?
La hoja del plan de intervención del Asset británico está
formulada para que Ud haga el plan de trabajo de los
próximos tres meses en tres líneas y que el joven se lleve esa
hoja.
Y para que el joven evalúe, a los 3 meses, que logramos, qué
no, y por qué.
94. Intervención y Desistimiento
La dimensión biológica suele pasarse por alto en equipos
psicosociales y es más visible en los equipos Senda, con
psiquiatras o médicos en medio.
El estudio de salud mental en centros de Sename dibujó un
preocupante panorama que obliga a tener siempre muy en
cuenta los factores clínicos, de tratamiento, medicación, que
no son sólo responsabilidad de los equipos de salud.
95. Intervención y Desistimiento
Si los vínculos pro sociales son factores claves en el proceso,
nuestro trabajo debe ser, en terreno ,capaz de identificar de
memoria los líderes y redes prosociales del territorio en que
vive el joven.
Debemos saber el nombre del pastor, del entrenador del
equipo del club deportivo, del hip hopero, del líder
comunitario que, llegado el momento, pueda apoyar ese
proceso
96. Intervención y Desistimiento
Lo que entre nosotros se denomina como “modelo de
competencias” coincide con la preocupación de Maruna por
no centrarse en el déficit.
Como me enseñó una psicóloga que fue delegada por más de
10 años en la zona norte de Santiago, Andrea Millán,
diagnosticar las carencias de familias multiproblemáticas lo
puede hacer mi abuelita o el taxista. Ser capaz de ver en un
madre alcohólica y maltratadora, recursos y capacidades, es lo
que distingue a un profesional de un lego.
97. Intervención y Desistimiento
El enfoque del Desistimiento se lleva bien con la resciliencia,
con el Modelo exológico, con atender en el trabajo a miradas
de género.
No es, por tanto, un reemplazo de todo lo que estábamos
haciendo. Más bien, un énfasis en algunos aspectos del
trabajo. Un mirar desde otro lugar el proceso, y actuar desde
allí.
Tampoco –era que no- es un evento, sino, por cierto, un
proceso.
98. Los tiempos del proceso de intervenciòn, entonces,
son los tiempos del joven desistente, no los tiempos
del interventor, ni muchos menos los de Sename.