2. ¿En realidad existió?
¿Mito o Leyenda?
¿Fue un invento de Homero?
Estas son unas de las muchas interrogantes que se han
hecho los historiadores por años, Troya en realidad
existió o solo fue un mito de homero, aunque existe
evidencia fisiológica de una ciudad que nos asegura
que en realidad existió esa gran ciudad que homero
describió tanto en la Ilíada y en parte de la odisea y de
esa guerra
3. Troya es una ciudad tanto histórica como
legendaria, donde se desarrolló la Guerra de Troya. La
palabra Wilusa es de origen hitita y, según los estudios
de Frank Starke en 1997, de J. David Hawkins[en 1998 y
de W. D. Niemeier en 1999, indica la Troya homérica.
En griego se llamaba Τροία (Troia), Τροίας
(Troias), también llamada Ίλιον (Ilión) o Ίλιος
(Ilios), Wilusa (en hitita) y Truva (en turco).
4. La Troya histórica estuvo habitada desde principios del
III milenio a. C. Está situada en la actual provincia
turca de Çanakkale, junto al estrecho de los
Dardanelos (Helesponto), entre los ríos Escamandro
(o Janto) y Simois y ocupa una posición estratégica en
el acceso al Mar Negro (Ponto Euxino). En su entorno
se encuentra la cordillera del Ida y frente a sus costas se
divisa la cercana isla de Ténedos
5. Tras siglos de olvido, las ruinas de Troya fueron descubiertas en las
excavaciones realizadas en 1871 por Heinrich Schliemann. En 1998, el
sitio arqueológico de Troya fue declarado Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco, afirmando que:
Tiene una inmensa significancia para el entendimiento de la
evolución de la civilización europea en un estado básico de sus
primeras etapas. Es, además, de una excepcional importancia
cultural por la profunda influencia de la Ilíada de Homero en las
artes creativas durante más de dos milenios.
6. Según la mitología griega, la familia real troyana fue iniciada por la pléyade
Electra y Zeus, padres de Dárdano. Éste cruzó hasta Asia Menor desde la isla de
Samotracia, donde conoció a Teucro, que lo trató con respeto. Dárdano se casó
con Batiea, hija de Teucro y fundó Dardania (posteriormente gobernada por
Eneas). Tras la muerte de Dárdano, el reino pasó a su nieto Tros. Zeus raptó a
uno de sus hijos, llamado Ganimedes, a causa de su gran belleza, para
convertirlo en copero de los dioses.
Ilo, otro hijo de Tros, fundó la ciudad de Ilión y pidió a Zeus una señal.
Casualmente encontró una estatua conocida como Paladio, que había caído del
cielo. Un oráculo decía que mientras el Paladio permaneciera en la ciudad, ésta
sería inexpugnable. Luego Ilo construyó el templo de Atenea en su ciudad, en el
mismo lugar donde había caído.
Los habitantes de Troya son denominados teucros, mientras Troya e Ilión son
los dos nombres por los que se conocía la ciudad; por tanto Teucro, Tros e Ilo
eran considerados sus fundadores epónimos.
Los romanos relacionaron el nombre de Ilión con el de Iulo (en latín
Iulus), hijo de Eneas y antepasado mítico de la gens Iulia o Iulii, a la que
pertenecía Julio César.
7. El problema de la autenticidad histórica de la guerra de
Troya ha suscitado conjeturas de todo tipo.
El arqueólogo Schliemann admitía que Homero fue un
poeta épico y no un historiador, y que pudo exagerar el
conflicto en aras de la libertad poética, pero no que lo
inventara. Poco después, el también arqueólogo Dörpfeld
defendió que Troya VI fue víctima del expansionismo
micénico. A esta idea se sumó Sperling en 1991.
Los estudios de Blegen y su equipo admitieron que una
expedición aquea debió haber sido la causa de la
destrucción de Troya VII-A hacia el 1250 a. C. (actualmente
se suele fijar el fin de esta ciudad más cerca de
1200 a. C.), sin embargo hasta ahora no se ha podido
demostrar quiénes fueron los atacantes de Troya VII-A.
8. Hiller, en cambio, también en 1991, señaló que debió haber
dos guerras en Troya que marcaron el fin de Troya VI y
Troya VII-A. Mientras, Demetriou, en 1996, insistió en la
fecha de 1250 a. C. para una histórica guerra de Troya, en un
estudio en el que se basó en yacimientos chipriotas.
Frente a ellos se halla una corriente de opinión escéptica
encabezada por Moses Finley que niega la presencia de
elementos micénicos en los poemas homéricos y señala la
ausencia de pruebas arqueológicas acerca de la historicidad
del mito. Otros estudiosos destacados pertenecientes a esta
corriente escéptica son el historiador Frank Kolb y el
arqueólogo Dieter Hertel.
9. Joachim Latacz, en un riguroso estudio publicado en el que relaciona
fuentes arqueológicas, fuentes históricas hititas y pasajes homéricos
como el catálogo de naves del libro II de la Ilíada, ha probado el origen
micénico de la leyenda pero, con respecto a la historicidad de la
guerra, se ha mostrado cauto y sólo ha admitido que es probable la
existencia de un sustrato histórico.
También se ha tratado de fundamentar la historicidad de la leyenda
con el estudio de textos históricos contemporáneos a la edad del Bronce
tardío. Carlos Moreu ha interpretado una inscripción egipcia de
Medinet Habu, en la que se narra el ataque sobre Egipto de los Pueblos
del mar, de manera distinta a la interpretación tradicional. Según esta
interpretación, los aqueos habrían atacado varias regiones de Anatolia
entre las que se encontrarían Troya y Chipre, y los pueblos atacados
habrían establecido un campamento en Amurru y posteriormente
habrían formado la coalición que se enfrentó a Ramsés III en 1186 a. C
10. Después de que el emperador Constantino hubiera hecho oficial
el cristianismo como religión del Imperio romano, el emperador
Juliano el Apóstata, partidario de las antiguas creencias, visitó la
ciudad en 354-355, pudiendo comprobar que la tumba de Aquiles
seguía allí y que se seguían ofreciendo sacrificios a Atenea. Sin
embargo, en 391 se prohibieron los ritos paganos.
Hacia el año 500 ocurrió un gran terremoto que provocó el
definitivo derrumbe de los edificios más emblemáticos de Troya.
Parece ser que Troya siguió siendo un asentamiento poblado
durante la época del Imperio bizantino, hasta el siglo XIII, pero
apenas se tienen noticias de sucesos ocurridos en ella y poco
después la misma existencia de la ciudad cayó en el olvido.
Tras la Caída de Constantinopla en 1453, la colina sobre la que se
asentaba Troya fue llamada Hisarlik, cuyo significado en turco es
‘dotada de fortaleza’