Radiacion ultravioleta y su aplicacion en Fisioterapia
1. LTF. FERNANDO CASTILLO RODRIGUEZ
Universidad del Valle de Puebla
CAMPUS TEHUACAN
2012
RADIACION ULTRAVIOLETA
2. • Como es conocido, la luz solar ha sido empleada
para el tratamiento de la artritis, el edema, la
ictericia, los trastornos de la piel, la obesidad y
hasta la parálisis, desde los tiempos de Grecia y
Roma clásicas.
• Están descritos beneficios del aire puro y la luz
solar sobre las úlceras indolentes, la
tuberculosis, el raquitismo, el edema y la
hipertensión arterial.
• Estos beneficios han sido de alguna manera
atribuidos a la presencia de rayos ultravioletas
dentro de la luz solar.
3. Definición de la radiacion UV
• Se refiere a emisiones de radiación con
longitudes de onda entre 200 y 400 nm.
• Sobre la atmósfera superior inciden alrededor de
1 350 W/m2 de radiación electromagnética.
• A pesar de que gran parte de la radiación se
dispersa, llegan a nivel del mar, 30 W/m2 de
radiación.
• Del volumen de radiación que llega al nivel del
mar, 40 % corresponde al espectro infrarrojo y 8
% corresponde al ultravioleta.1,2
4. Clasificación de radiación UV
• El rango de radiación correspondiente a la región
ultravioleta en el espectro electromagnético, se divide a su
vez en tres áreas (ver la figura 27.2), que tienen
características particulares:
– UV-A. En la radiación UV-A, se relacionan rayos con
longitudes de onda entre 320 y 400 nm.
Estos producen bronceado inmediato con mínimo de eritema
cutáneo (por oxidación de melanina), que aparece 1 h
después de la exposición y desaparece en días.
Pueden generar también un bronceado retardado (por cambio
de la distribución de la melanina y aumento del volumen del
melanocito), aparece 2 a 3 días después de la exposición y
desaparece luego de 2 semanas.
5. – UV-B. Rayos con longitudes de onda entre 290 y
320 nm.
Tiene mucho más riesgo de quemadura que el UV-
A, está relacionado con los cambios degenerativos
conocidos como fotoenvejecimiento de la piel.
Sus efectos fototóxicos son empleados en algunas
indicaciones.
En el rango de UV-B, se activa el proceso de
fotosíntesis de vitamina D, esta incrementa la
absorción de calcio y de fósforo por el intestino, y
estimula la mineralización ósea.
6. – UV-C. Rayos con longitudes de onda entre 200 y 290 nm.
Ejercen el efecto más energético de todo el espectro UV;
desde el punto de vista natural, este tipo de radiación no llega
hasta el nivel del mar.
Tiene gran poder bactericida.
Es el tipo de luz ultravioleta más comúnmente utilizada en el
tratamiento de úlceras crónicas.
Se ha planteado que las aplicaciones en estas longitudes de
onda contribuyen en la proliferación y migración del tejido
epitelial, estimulan la liberación de mediadores químicos que
modulan la respuesta inflamatoria y promueven la circulación
local.
7. Su gran poder bactericida, es producido por efecto directo de la UV-C
en el material nuclear de la bacteria, demostrado para el estafilococo
dorado meticilin resistente, y para el enterococo fecal vancomicin
resistente.
El efecto más potente se ha observado con longitud de onda de 254
nm.
En estudios in vitro la efectividad puede ser de 100 % en solo 90 s.
La utilización de lámparas portátiles de UV-C, de 254 nm, reduce el
posible efecto carci-nógeno de los rayos UV-A y UV-B.
La lámpara se mantiene a una distancia de una pulgada de la piel, en
posición que la luz incida perpendicularmente sobre la piel.
En úlceras crónicas la duración de la aplicación debe ser de 180 s.
10. Para poder entender los efectos biofísicos que se relacionan
con la aplicación de la radiación UV, es importante recordar
algunos elementos de la fisiología de la piel y sus capas, sobre
todo la epidermis y la dermis.
Al menos 80 % de las células epidérmicas son queratinocitos,
los cuales sintetizan y liberan una proteína fibrosa llamada
queratina.
El resto de las células que forman la epidermis, incluyen los
melanocitos (productoras de pigmento como la melanina),
células de Langerhans (células del sistema inmune) células
basales (células indiferenciadas con capacidad de
transformarse en cualquiera de los anteriores tipos de células
especializadas).
11. • El llamado “tiempo de tránsito epidérmico” es el que transcurre
mientras una célula va desde el estrato basal hasta el estrato
córneo.
• Se demora como promedio 28 días (Chu et al., 2003), pero puede
llegar a ser de 45 a 70 días.
• Debe existir una correspondencia entre el ritmo de producción o
mitosis celular basal y el tiempo de tránsito epidérmico, de lo
contrario, la epidermis pudiera debilitarse o volverse densa.
• En cualquiera de los casos ocurriría un trastorno de las funciones de
la piel.
• El ritmo de división de las células basales es controlado por una
variedad de factores, que incluye la fricción y las escoriaciones de la
superficie de la piel.
• La pérdida de la integridad de la piel estimula la actividad de los
queratinocitos, tal y como hacen los rayos UV. 9
12. • La melanina determina el color del pelo, de la piel y de los ojos.
• Es producida por los melanocitos en la lámina basal de la epidermis.
• El número de los melanocitos es variable.
• Estos distribuyen el pigmento fundamentalmente en la lámina basal
de la epidermis y ayudan a proteger a los queratinocitos de los
rayos UV.
• La actividad de los melanocitos es estimulada por radiaciones de
290 a 400 nm.
• El mecanismo no está totalmente esclarecido, pero involucra la
actividad enzimática y hormonal de la glándula pituitaria, la
actividad adrenocorticotrópica y el metabolismo de los estrógenos.
13. • El curtido de la piel o el bronceado producido por
la exposición a la radiación UV, está en relación
con el tipo de exposición, la dosis aplicada y la
susceptibilidad del individuo.
• El proceso es notado generalmente a las 48 h
después de la exposición.
• La pigmentación, por su parte, es fuertemente
estimulada por el eritema, derivado de la
exposición a 300 nm, además del resto de
longitudes que abarcan los UV-A y la radiación
visible.
14. Clasificación de la piel según su
respuesta a la radiación UV
• Wolff et al. describieron a finales de los años 70, una clasificación
de la piel a su respuesta ante la exposición a radiación UV.
• De cualquier manera esta reacción está mediada por un grupo de
factores.
• Se definen los tipos de piel Siguientes
• – Tipo I. Piel blanca, siempre se quema, nunca se curte.
• – Tipo II. Piel blanca, siempre se quema, se curte muy ligeramente.
• – Tipo III. Piel blanca a veces se quema, siempre se curte.
• – Tipo IV. Piel mestiza clara, raramente se quema, siempre se curte.
• – Tipo V. Piel mestiza oscura, nunca se quema, siempre se curte.
• – Tipo VI. Piel negra, nunca se quema, siempre se curte.:
15. • Factores que influyen en la respuesta de la piel a la
exposición a rayos UV:
– Potencia de la lámpara.
– Distancia entre la lámpara y la piel.
– Ángulo de incidencia de los rayos en relación con la
superficie de la piel.
– Duración de la exposición.
– Tipo de piel.
– Sensibilidad de la piel.
– Antecedente de una exposición anterior a los rayos UV.
16. Efectos físico-químicos de los rayos UV:
– Los rayos ultravioletas tienen poca capacidad de
penetración en los tejidos (máximo 2 mm), esto ocurre
porque hay una gran absorción en las capas más superficiales
como la piel.
Cerca del 90 % de la radiación queda en la epidermis y el resto
se absorbe a nivel de la dermis. Un cristal ya es suficiente para
bloquear la radiación B y C, solo permite el paso de la
radiación tipo UV-A.11
– Este tipo de radiación electromagnética no
ionizante, produce efectos fisiológicos por mecanismos no
térmicos, sino fotobiológicos.
17. Estos son:
• Fenómeno de fluorescencia. Los rayos ultravioletas
normalmente no son captados por la retina, excepto
cuando se producen los fenómenos de fluorescencia, los
cuales son una propiedad de determinadas sustancias.
• Acción fotoquímica. Por su elevada frecuencia es capaz
de desencadenar reacciones químicas, como fenómenos
de oxidación, de reducción, polimerización, etc.
• Acción fotoeléctrica. Este tipo de radiación provoca una
emisión de electrones en los metales cargados
negativamente.
18.
19. Efectos biológicos de los rayos UV
• Los efectos biológicos logrados con la aplicación
de la radiación UV, están
relacionados, fundamentalmente, con los
fenómenos fotoquímicos.
• Dentro de estos, se deben tener en cuenta los
que repercuten directamente a nivel cutáneo, los
cambios circulatorios, los efectos cutáneos que
tienen repercusión metabólica, así como los
efectos en el control del crecimiento bacteriano.
20. Efectos cutáneos
• Los efectos biológicos que repercuten directamente a nivel cutáneo son:
– Eritema.
Es el enrojecimiento de la piel producido como consecuencia de la exposición
a este tipo de radiación.
Se produce un incremento de la circulación sanguínea por dilatación capilar.
La dilatación de los vasos, en este caso, no depende de un aumento de la
temperatura, sino que ocurre como una respuesta refleja a la destrucción
celular.
Las células son destruidas como resultado de cambios químicos, causados por
la absorción de la radiación.
Como consecuencia de esto, aparece el eritema.
Esta reacción es producida fundamentalmente por un rango de longitudes de
onda entre 250 nm (UV-C) y 300 nm (UV-B).
La reacción no es inmediata y tiene su máxima expresión en las primeras 72
h.
21. – Pigmentación.
En muchas culturas se utilizan las sesiones de “bronceado” con la luz
solar.
Este efecto se debe a la pigmentación derivada de la exposición a los
rayos ultravioletas.
La pigmentación es un fenómeno que se produce como respuesta de
protección de la piel a la exposición.
Puede aparecer luego de 1 h de exposición.
Se hace evidente al cabo de las 8 h de la exposición y puede demorar
en retirarse, por varias semanas.
El efecto de pigmentación se produce por la conversión del
aminoácido tirosina en melanina.
La acumulación de melanina en la epidermis es estimulada por el
mismo rango de rayos UV que causan el eritema, pero en adición, los
rayos UV-A de 340 nm, en bajas dosis, pueden producir un curtido de
la piel o bronceado sin eritema previo.
22. – Descamación.
Se produce por eliminación de células
epidérmicas superficiales muertas.
Esto puede tener valor en el tratamiento de
enfermedades cutáneas, como el acné y la
psoriasis.
23. – Cambios en la estructura de la piel.
Como consecuencia de la exposición repetida a los rayos
UV, se produce una estimulación de la división celular a
nivel de la capa basal de la epidermis.
En un esfuerzo del organismo por brindar protección, tal
y como ocurre cuando hay erosiones de la piel, es más
rápido el ritmo de división celular basal, que el tiempo de
tránsito hasta la capa córnea.
El resultado de esto es una acumulación anormal de
células en las diferentes capas que constituyen la
epidermis.
La piel se vuelve más densa o espesa, pierde su
elasticidad fisiológica y se altera su circulación.
24. • Si el conjunto de los fenómenos que se
producen a nivel de la piel se asocian, se
tienen los elementos para comprender el
proceso de “curtido”, o los cambios que se
produce en respuesta a la exposición
sistemática a rayos UV.
• En casos severos de exposición reiterada,
aparece la llamada “piel de cuello de
granjero”.
25. Efectos cutáneos con repercusión
metabólica
• El efecto metabólico más importante, como consecuencia de la
exposición a los rayos UV, está relacionado con los niveles de
vitamina D y su función en el metabolismo del calcio.
• Es importante recordar que siete octavas partes del calcio que se
ingiere con la dieta, se elimina en las heces fecales, debido a que
muchos compuestos de calcio son insolubles.
• Por otra parte, es muy difícil la absorción de cationes bivalentes por
la mucosa digestiva.
• La vitamina D posee una acción intensa, no solo porque aumenta la
absorción de calcio a nivel del intestino, sino que ejerce acciones
sobre el depósito y la reabsorción de calcio en los huesos.
• Sin embargo, no es la vitamina D la sustancia activa que tiene estos
efectos.
26. • Ella tiene que pasar por un proceso de transformación
en el hígado y riñón hasta llegar al producto activo
final, el 1.25-dihidroxicolecalciferol.
• En realidad constituyen una familia de compuestos
vitamínicos D, derivados de los esteroles, de los cuales
el más importante es el colecalciferol o vitamina D3.
• Esta sustancia se produce a nivel de la piel, por
irradiación del 7-dehidrocolesterol con rayos UV.
• En consecuencia, una adecuada exposición al sol evita
la deficiencia de vitamina D.
27. • Se ha descrito que la longitud de onda más activa
en esta transformación a nivel de la piel es de 300
nm, correspondiendo a la radiación UVB.4,17
• Han sido descritos otros efectos, como el
aumento del metabolismo proteico, la excreción
de ácido úrico, la disminución del glucógeno
hepático y muscular, la disminución de la
glicemia, el estímulo de la glándula tiroides y la
inhibición de la glándula paratiroides.
28. Efectos bactericidas
• Las longitudes de onda UV-C, fundamentalmente las de
alrededor de 250 nm, son muy efectivas para destruir
bacterias de manera directa.
• Esto es de gran utilidad en el tratamiento de úlceras
cutáneas crónicas, además de que el estímulo de la
circulación contribuye a mejorar los niveles de defensa
inmunológica y celular de la zona afectada.
• Por esto se pueden encontrar en el mercado lámparas
de rayos UV, que emiten solo a 254 nm y que se
utilizan fundamentalmente en el tratamiento de
úlceras cutáneas.
30. Indicaciones
• Psoriasis. Una de las indicaciones fundamentales es
para el tratamiento integral del paciente con psoriasis.
En este caso, existen técnicas descritas desde la época de
Goekerman en 1925.
Aplicaban un tipo de aceite en las placas, la noche antes.
Al otro día retiraban casi todo, dejando una finísima capa
del producto y se realizaba una dosis
mínima de radiación UV-B
Sin dudas, esta es una entidad muy compleja y los
factores que se vinculan a su origen y
comportamiento, todavía no están del todo dilucidados.
31. • Se conoce que el tiempo de tránsito epidérmico se reduce desde
los 28 días normales hasta apenas 36 h, y que prácticamente se
duplica el número de células proliferativas.
• De esta manera, la piel se torna gruesa, rígida, quebradiza, con
tendencia a la descamación y a cuartea duras y sangramientos.
• En los últimos años Alex20, Markham21 y Thair22 han planteado
que la influencia de los rayos UV sobre la psoriasis se considera
mediada, en parte, por el efecto inmunosupresor, por una
influencia fototóxica sobre linfocitos de la piel o el efecto sobre una
función inmune alterada.
• En la práctica, el principal uso de los rayos UV-A es en combinación
con drogas fotosensibilizantes como el 8-metoxipsoralén para el
tratamiento de la psoriasis.
32. Vitíligo
• Esta es una enfermedad de la piel caracterizada por la
ausencia de melanocitos, en forma de máculas o manchas
de tamaño y distribución más o menos típica.
Para los pacientes de piel oscura, los “parches” blancos que se
producen en determinadas regiones del cuerpo pueden
convertirse en un serio problema estético.
Para su tratamiento se están utilizando rayos UV-
A, específicamente a 311 nm, con resultados alentadores y
apoyados por recientes trabajos como el de Hartmann et al.
Durante el tratamiento, es muy importante proteger toda la
piel sana circundante, para evitar el oscurecimiento de esta y
el derivado aumento del contraste entre las áreas.
33. Déficit de vitamina D
• No hace falta una exposición intensa para
activar los niveles de vitamina D3.
Sin embargo, una exposición excesiva puede
incrementar del riesgo de malformaciones
congénitas, particularmente defectos del tubo
neural.
En una época, el tratamiento del raquitismo era
una de las principales indicaciones de los rayos
ultravioletas.
34. Infecciones crónicas
• Sus propiedades citotóxicas le ubican un espacio en el
tratamiento de lesiones infectadas como en los casos
de ántrax, micosis fúngica, así como úlceras cutáneas
crónicas y en la acné.
• Otras indicaciones pierden su valor a causa de los
riesgos que se corren.
• Sin embargo, han estado descritas, como el psoralén
combinado con rayos UV-A en linfomas cutáneos de
células T, también en el tratamiento la dermatitis
atópica, dermatitis seborreica, el liquen plano, la
esclerodermia y en la mastocitosis cutánea.
35. Contraindicaciones
Las principales contraindicaciones para la aplicación de rayos ultravioletas
son:
– No se deben aplicar los rayos ultravioletas en pacientes con albinismo, o en
la piel con cicatrices atróficas.
– Lesiones herpéticas agudas y subagudas.
– Lesiones neoplásicas de la piel.
– Lupus eritematoso sistémico.
– Xeroderma pigmentario.
– Porfiria.
– Pelagra.
– Sarcoidosis.
– Eccema agudo.
– Psoriasis aguda.
– Insuficiencia renal o hepática.
– Diabetes descompensada.
– Hipertiroidismo
– Dermatitis generalizada.
– Arterioesclerosis avanzada.
– Tuberculosis pulmonar activa.
36.
37. Efectos adversos
• En los cambios que ocurren durante el daño por exposición desmedida a
los rayos UV, aparece una depleción de células de Langerhans
y, consecuentemente, una disminución significativa de la respuesta
inmune de la piel.
• El eritema puede ser inmediato o en las horas que siguen a la
exposición, progresivamente aumenta y aparecen signos inflamatorios, de
irritación y edema, asociados.
• Si la exposición fue intensa, ocurre descamación de la epidermis
superficial. Se estimula la lámina basal para recuperar la zona de lesión.
• Los efectos de reacción por exposición a rayos UV, acumulados a largo
plazo, dan lugar al fenómeno denominado fotoenvejecimiento de la piel.
• En alguna literatura se llama piel de “cuello de granjero”.
• Este fenómeno está caracterizado por un engrosamiento e hiperplasia de
la piel, deshidratación, falta de flexibilidad e incremento de invaginaciones
o arrugas.
• Según Walker et al. cursa con una hiperproducción de fibra colágena de
mala calidad, que además se estructura de manera desorganizada.
38. • La aplicación de radiación UV puede generar también
respuestas anormales de la piel como son:
– Respuesta idiopática adquirida (prurito actínico y urticaria
solar).
– Fotodermatosis por reparación de defectos en el ADN
(xeroderma pigmentario).
– Fotosensibilización por drogas o químicos exógenos
(reacciones excematosas).
– Dermatosis exacerbadas por rayos UV (acné, herpes simple y
psoriasis),30,31
– Inflamación oftálmica (conjuntivitis por UV-B y UV-
C, fotoqueratitis), para el aparato ocular, la longitud de onda
de 270 nm es la más dañina.
– Cataratas por rayos UV-A, según Honigsmannet al.
39. Rayos UV y cáncer
• La radiación UV-B es la más involucrada no solo en la génesis, sino
en la promoción de lesiones neoplásicas de la piel.
• Se produce por una alteración directa a nivel del ADN.
• Las exposiciones repetidas pueden desarrollar una queratosis
actínica, la cual puede luego convertirse en un carcinoma de células
escamosas (SCC).
• Además, las mutaciones celulares derivadas de la exposición a rayos
UV están asociadas con el desarrollo del carcinoma de células
basales (BCC).
• Otra lesión que ha sido relacionada es el melanoma maligno.
• Para los fisioterapeutas es muy importante conocer que ha sido
determinada la exposición a la luz solar, como la principal causa de
estas mutaciones, mucho más que el riesgo a la exposición de
índole terapéutica con los rayos UV, según plantean Langley et al.
40. • Para el carcinoma de células escamosas, se describe un
índice de metástasis del 5 % de los casos, pero en el
caso del melanoma maligno, las metástasis se
describen en un alto porcentaje de los pacientes.
• Sin embargo, para esta temible entidad, el rango de
cura sobrepasa el 95 % con la detección precoz y el
tratamiento.
• Recientemente, ha sido sugerido que el componente
UV-A de la luz solar, posee más riesgo de estimular la
aparición de un melanoma maligno.
• Esto se debe a una mayor penetración de estas
longitudes de onda y la posibilidad de “llegar” con
mayor energía hasta los melanocitos y las células
basales.
41. Sustancias fotosensibilizantes
• Un acápite muy importante a tener en cuenta cuando se
trabaja con radiación ultravioleta, es la existencia de un
grupo de drogas que se comportan como sustancias
fotosensibilizantes (Cuadro 28.1).
• Se destacan algunas con las que se está acostumbrado a
trabajar a diario y no siempre se advierte al paciente de los
riesgos de exponerse al sol, mientras las está consumiendo.
• Se mencionan como efectos adversos, pero en realidad
también se pudieran ubicar dentro de las precauciones.
• Se trata de sustancias que aceleran o a agravan los efectos
de la radiación y, por tanto, pueden provocar efectos
adversos.
42. • Los furocumarínicos son un grupo especial de componentes que
existen de manera natural en el limón, el perejil y la espinaca.
• Son también encontrados como componentes de perfumes y
fragancias cosméticas.
• Actúan como sensibilizadores a los rayos UV-A y UV-B.
• Estas sustancias son fotomutagénicas; en especial asociadas a rayos
UV, producen un daño genético mucho mayor que el de los rayos
UV por sí solos.
• De manera que estas sustancias se han asociado a un incremento
del riesgo de malignidad y carcinogénesis.
• Debido a su existencia natural en muchos productos, en algunos
casos, se ha podido encontrar furocumarínicos en lociones que se
venden para protección solar.
• Por el peligro que esto representa, la Comisión Europea ha limitado
por bioseguridad, el contenido de estas sustancias en productos
cosméticos a una parte por millón.
45. • En la práctica médica, las aplicaciones de
rayos ultravioletas se pueden hacer a través
de aparatos de arco o de lámparas de
mercurio o carbón, especiales para este
propósito.3 Existen en varios tipos de
lámparas, las que se exponen a continuación:
46. Lámpara de arco de Mercurio
• Existen dos tipos fundamentales, las de alta y
las de baja presión, funcionan con mercurio,
que es un metal pesado en estado líquido,
contenido en un recipiente de cuarzo.
• Cuando se calienta el mercurio a altas
temperaturas, comienza a evaporarse,
produce incandescencia y emite gran cantidad
de radiación en el rango de luz infrarroja,
visible y ultravioleta.
• En este último rango, se emiten longitudes de
onda entre 184 y 253 nm, sin embargo la
pared de cuarzo es capaz de bloquear la
radiación.
• De esta manera, el 95 % de la radiación UV
que emiten estas lámparas está en el orden
de los 253,7 nm, la cual tiene un gran poder
bactericida (Fig. 28.1).
47. Lámpara fluorescente
• Constituyen lámparas de mercurio de baja presión que poseen
fósforo, este último es capaz de absorber la radiación UV que emite
el mercurio, y la reemite, pero en longitudes de onda más
grandes, digamos en el orden de los 300 a 400 nm.
• De esta manera su emisión queda dentro del rango de UVB y UVA
(Fig. 28.2).
• Los tubos fluorescentes, empleados clínicamente para los
tratamientos con rayos UV, son similares, en apariencia, a los
utilizados en los hogares, en forma y tamaño.
• Son tubos de descarga de baja presión de mercurio (los átomos de
mercurio son excitados), que contienen una capa especial de
fósforo, lo que contribuye a producir una irradiación continua de
espectro entre 250-280 nm y 380 nm (con un pico a nivel de 313
nm), frecuencias específicas entre la parte visible azul y verde del
espectro electromagnético.
• En su salida emiten rayos UV-A, UV-B, pero no UV-C.8
48. • Los tubos
fluorescentes de
UV-A pierden
progresivamente la
potencia de
salida, particularme
nte después de las
primeras 200 h de
uso.
• Por esta razón, es
esencial la medición
regular y sistemática
de estos.
49. Lámpara de arco de xenón compacto
• Emiten en una longitud de onda entre 320 y
400 nm. Contienen xenón encerrado en un
recipiente de vidrio a 20 atm de presión.
50. Lámpara de arco de carbono
• Emiten en una longitud de onda entre 350 y
400 nm, requieren un gasto eléctrico
elevado, se deterioran fácilmente y despiden
un olor desagradable cuando se utilizan.
51. Dosificación
• En relación con la dosificación es muy importante buscar la dosis
mínima de eritema (MED).
• Los tratamientos con UV se prescriben con frecuencia en forma de
un múltiplo de MED.
• La dosis requerida para provocar mínimo eritema es determinada
72 h después de la exposición.
• Para el test se utilizan rayos UV-A a dosis de 0,5; 1; 2; 3 y 4 J/cm2.
• Con una plantilla de 5 agujeros, se aplican dosis progresivas de
radiación, de la misma duración (15”), con la misma lámpara y a la
misma distancia.
• Se aplica a nivel de la cara interna del antebrazo.
• De esta manera se obtiene los cuatro grados de eritema (Tabla
28.1):
52. – Eritema de primer grado o dosis tónica.
Desaparece en 1 ó 2 días sin dejar pigmentacion Eritema
de segundo grado o dosis estimulante.
El enrojecimiento desaparece en 3 días y se acompaña de
descamación y ligera pigmentación.
– Eritema de tercer grado o dosis inflamatoria.
Enrojecimiento intenso con discreto edema y
descamación. Persiste por 1 semana dejando
pigmentación manifiesta.
– Eritema de cuarto grado o dosis bactericida.
Enrojecimiento intenso que aparece en alrededor de 2 h
luego de la aplicación y aumenta hasta la aparición de un
exudado cutáneo y la formación de vesículas. Persiste
durante semanas y deja una fuerte pigmentación.i
53. Existe una relación entre el límite de superficie corporal que puede ser
tratada y el nivel de eritema tope para esa sesión de tratamiento. De esta
manera el tratamiento en todo el cuerpo (total body) está solo permitido
cuando la dosis aplicada no lleva a ningún grado de eritema. De la misma
forma, la exposición con una dosis que genera un eritema grado 4 solo estaría
permitida para tratar un área ajustada al tamaño de una úlcera crónica (Tabla
28.2).
54. Para las aplicaciones de radiación ultravioleta el tiempo de tratamiento descrito es de 4
semana como máximo. A partir de aquí, se eleva las probabilidades de efectos adversos o
indeseables.
• Nivel de eritema Superficie corporal posible a exponer a tratamiento
• E0 Todo el cuerpo
• E1 50 % de la superficie corporal
• E2 20 a 25 % de la superficie corporal
• E3 4 % de la superficie corporal
• E4 Área que incluye la úlcera cutánea
Relación entre el nivel de eritema y superficie corporal expuesta
55.
56. Precauciones en el tratamiento con
rayos UV
– Proteger los ojos del terapeuta y del paciente para
prevenir la conjuntivitis, queratitis, daño del cristalino y
de la retina. Para esto se prescriben unas gafas
protectoras que bloquean el paso de la radiación.5
– Proteger con toalla húmeda o vendajes, áreas atróficas
de la piel, cicatrices, injertos y todas aquellas vulnerables
que no deban ser expuestas a la radiación.
– Los reflectores de las lámparas deben estar siempre
bien limpios, porque pueden afectar significativamente la
calidad de la radiación emitida (Fig. 28.3).
57. • Lámpara ultravioleta de “cuarzo caliente” donde
se aprecia el quemador y el reflector.
• Tiene la posibilidad de limitar el área de
exposición con las aletas del reflector.
• Sin embargo la radiación puede escapar.