Este documento describe los beneficios de la lactancia materna tanto para los bebés como para las madres, así como posiciones y técnicas adecuadas de amamantamiento. Explica que la leche materna proporciona una nutrición óptima para los bebés y puede reducir el riesgo de varias enfermedades. También destaca los vínculos positivos entre madres e hijos y los beneficios de la salud que experimentan las madres que amamantan.
2. El hecho de optar por amamantar es una
decisión que sólo usted puede tomar y
merece una reflexión cuidadosa.
Los expertos están de acuerdo con que
amamantar a su bebé durante cualquier
período de tiempo, no importa cuán corto
sea, brindará gratificación tanto para usted
como para su bebé. La leche materna es la
fuente de alimento natural para los bebés
menores de un año.
3. BENEFICIOS PARA SU BEBÉ
La leche materna es la mejor fuente de nutrición durante los primeros 6
meses de vida.
Contiene cantidades apropiadas de carbohidratos, proteínas y grasa.
Suministra las proteínas (enzimas) digestivas, los minerales, las vitaminas y
las hormonas que los bebés necesitan.
Tiene anticuerpos de la madre que pueden ayudar al bebé a combatir
infecciones.
Los bebés amamantados pueden ser menos propensos a tener:
Alergias
Infecciones de oído
Gases, estreñimiento y diarrea
Enfermedades de la piel (eccema)
Infecciones estomacales o intestinales
Sibilancias
Enfermedades respiratorias como neumonía y bronquiolitis
4. Los bebés amamantados pueden presentar menos riesgo de padecer:
Diabetes
Obesidad o problemas de peso
Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL)
Caries dental
BENEFICIOS PARA LA MADRE
Las madres que amamantan a sus bebés también disfrutan de algunos beneficios y
recompensas:
Un vínculo único entre madre e hijo
Pérdida de peso más fácilmente
Menos probabilidad de tener períodos menstruales en tanto esté amamantando
Riesgo más bajo de cáncer de mama y ciertos cánceres ováricos
Posible riesgo más bajo de osteoporosis
Riesgo más bajo de cardiopatía y obesidad
La lactancia materna puede ahorrar tiempo y dinero, incluyendo:
Costo más bajo en la alimentación; hasta $1,000 de ahorro por año
No tener que limpiar biberones
No tener que preparar leche maternizada (la leche materna está siempre disponible a
la temperatura apropiada)
Disminución del riesgo de cáncer de mama, algunos tipos de cáncer ovárico
y osteoporosis
5. Algunos bebés no pueden tomar suficiente leche materna al amamantarse debido a:
Defectos congénitos de la boca (labio leporino o paladar hendido)
Dificultad para succionar
Problemas digestivos (galactosemia)
Nacimiento prematuro
Tamaño pequeño
Estado físico débil
Consulte con el especialista en lactancia si se presenta:
Cáncer de mama u otro cáncer
Infección de mama o absceso mamario
Suministro insuficiente de leche (poco común)
Cirugía o tratamiento de radiación previos
Se aconseja no amamantar a algunas madres con ciertos problemas de salud, tales
como:
Lesiones activas por herpes en la mama
Tuberculosis activa, no tratada
Infección por VIH o SIDA
Nefritis
Enfermedades graves (cardiopatía o cáncer, por ejemplo)
Desnutrición grave
6. En cualquier caso y sea cual sea la
postura o posición escogida, es
importante verificar que el bebé está
succionando correctamente, con la boca
bien abierta, los labios evertidos, la lengua
debajo del pezón, con nariz y barbilla
tocando el pecho.
7. Los bebés nacen con un fuerte instinto de
supervivencia, y se apartarán con decisión de
cualquier cosa que les obstruya las vías aéreas.
De hecho, cuando un bebé está resfriado y la
mucosidad retenida en la nariz le impide respirar
por ésta, se aparta del pecho echando la cabeza
hacia atrás por no poder mamar y respirar por la
boca al mismo tiempo. No es necesario pinzar el
pecho con los dedos ni apartar la nariz del bebé.
La característica “naricilla chata” de los bebés les
permite respirar por los orificios nasales aunque
tengan el rostro literalmente pegado al pecho
materno.
8. Igual que todas las demás crías mamíferas
nuestro bebé es capaz de alcanzar el pecho y
mamar por sí mismo correctamente si se lo
permitimos.
9. El bebé estirado frente a la madre en contacto
con su cuerpo, mamando de un pecho y con sus
pies hacia el otro pecho. Es la más habitual.
10. El cuerpo del bebé pasa por debajo del brazo de
la madre y sus pies apuntando a la espalda.
11. En esta posición el bebé está sentado a
horcajadas sobre una de las piernas de su
madre.
12. En este caso tanto la postura como la posición son
frecuentes ya que de este modo se facilita el descanso
de la madre. Es especialmente útil si la madre todavía
siente molestias tras el parto, sobre todo si ha sido
sometida a una episiotomía o cesárea.
13. En este caso la posición del bebé es menos frecuente
que la anterior pero hay madres que se sienten
cómodas con ella y también puede ser útil, igual que la
postura “a cuatro patas”, en caso
de obstrucciones omastitis localizadas en la parte
superior del pecho.
14. Esta postura es poco frecuente en el
amamantamiento diario.
15. Signos de buena posición:
La cabeza y el cuerpo del bebé están en
línea recta.
La cara del bebé mira hacia el pecho.
La madre mantiene el cuerpo del bebé
cerca de ella.
Si el bebé es un recién nacido, la madre lo
envuelve en un abrazo. No lo sujeta
solamente de la cabeza y los hombros.
16. Signos de buen agarre:
El mentón y la nariz del bebé están cerca del
pecho de la madre.
Los labios del bebé están evertidos,
sobretodo el inferior bien doblado hacia
abajo.
La boca del bebé está bien abierta.
Se observa más areola por encima de la
boca del bebé que por debajo (agarre
asimétrico).
17. Signos de buena succión:
Al inicio la succión es rápida y superficial. Después de alrededor de
un minuto cambia a succiones lentas y profundas, con pausas
intermedias. El ritmo normal de la succión de un recién nacido es de
ciclos encadenados de 10 a 30 succiones en los que el bebé respira
con normalidad sin necesidad de interrumpir la succión. Si tu bebé
realiza de 3 a 5 succiones consecutivas, seguidas de una pausa de
la misma duración del episodio de succión para poder respirar,
probablemente tenga una succión inmadura y ello pueda causar
dificultades para que se alimente bien.
Lo normal es que si hay silencio ambiental puedas escuchar como
traga durante unos minutos en cada toma mientras observas un
movimiento mandibular amplio que denota que está tragando.
Además podrás ver que:
La lengua del bebé está debajo de la areola.
Se observa un movimiento en el punto de articulación de la
mandíbula.
La mejillas no se hunden, sino que se ven redondas y llenas.
18. ¿Es normal que mi bebé regurgite leche después de
mamar?
A veces los bebés regurgitan leche cuando:
han comido demasiado
eructan (el conocido "eructo húmedo")
babean mucho
Muchos lactantes regurgitan un poco de leche después de
algunas o incluso todas las tomas o al eructar porque sus
sistemas digestivos todavía están inmaduros. Es algo
completamente normal.
Mientras el bebé crezca y gane peso con normalidad y no
parezca pasarlo mal al regurgitar, no hay motivo para
preocupase. Generalmente la cantidad de leche regurgitada
parece más de lo que es en realidad. Pero regurgitar no es lo
mismo que vomitar toda o gran parte de una toma.