Zeus se enamoró de Europa y para seducirla se transformó en un toro blanco. Cuando Europa se subió a su lomo, Zeus nadó con ella hasta la isla de Creta. Allí recuperó su forma de dios y tomó a Europa como su esposa, convirtiéndola en la primera reina de Creta. En su honor, Zeus nombró Europa a la tierra entre donde comenzó y terminó su travesía con ella.