Este poema celebra la tierra natal del autor, Corrientes, Argentina. El autor expresa que la música y la naturaleza de Corrientes están profundamente arraigadas en su alma. Menciona que encerró al viento en la cordiona y le hace llorar, y que lleva en su alma un puma herido y un mainumbí que lo guía. Finalmente, dice que es pobre pero honrado, se brinda a la amistad y se siente orgulloso de ser correntino.