Coaching Ejecutivo Ezencial Consultores Capítulo 2 La Composición del Observador La importancia de comprender que somos la suma de corporalidad, emociones y narrativas.

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Capítulo II
Los dominios del observador
“Cualquier idea o camino establecidos por otra persona, por muy
perfectos que sean, no son el verdadero camino para nosotros.”
- Shunryu Suzuki.
1. Todos vivimos en una determinada coherencia
Anteriormente vimos que cada uno de nosotros es un observador de su propia experiencia al enfrentar
la realidad y este experimentar sucede mediante los sentidos. Luego, a través de nuestras
interpretaciones conferimos un sentido usando el lenguaje. ¿Qué hace que observemos tal como
observamos y no de otra manera? Determinamos que hay al menos tres fuerzas fundamentales: las
emociones, el cuerpo y el lenguaje. Ninguna es más importante que la otra, y ninguna por si sola
determina el observador que somos. Llamaremos a estos tres componentes “dominios” de
observación, y analizaremos cada uno por separado en los capítulos posteriores. Estos tres dominios se
encuentran en constante movimiento, y siempre están modificándose mutuamente. Las emociones
afectan el lenguaje y el cuerpo, el cuerpo afecta las emociones y el lenguaje, y así sucesivamente. Desde
el coaching se presentan tres posibilidades de intervención: reconociendo emociones podemos
entender nuestras narrativas, alterando las posturas corporales podemos marcar límites o favorecer el
escuchar, por medio del lenguaje podemos elegir nuestro estado de ánimo. En cada uno de nosotros
estos tres dominios se relacionan entre si de una determinada manera lo que llamaremos coherencia
cuerpo-lenguaje-emociones. Esta coherencia es lo que determina la postura corporal, el tono de voz,
las emociones disponibles y las narrativas sobre si mismo, el resto de las personas, y las posibilidades
futuras. Nuestra coherencia siempre corresponde a una elección que adoptamos con fines adaptativos
y requiere práctica convertirlas en estados relativamente permanentes. Al incorporar los dominios
corporal y emocional adquirimos un mayor poder en nuestros procesos de cambio de coherencia lo que
afecta directamente en nuestro aprendizaje, logro de objetivos y en la forma de relacionarnos con el
resto de las personas.
2. Domino del Lenguaje
El lenguaje es una convención social desarrollada para coordinarnos con otros, reflexionar sobre
acciones pasadas, planificar acciones futuras, entender la razón de los distintos fenómenos, y generar
teorías para explicar el comportamiento de otras personas. El lenguaje es recursivo, es decir usamos el
lenguaje para crear nuevas palabras, hablar sobre el lenguaje o preguntar a otro “¿a que te refieres con
lo que acabas de decir?”. Cada vez que hablamos o nos expresamos, estamos mostramos quienes
somos. “Todo lo dicho es dicho por alguien”1
. Lo que decimos revela el observador que somos ya que
mostramos nuestros juicios y opiniones sobre los diferentes temas. De esta forma vamos generando
1
Echeverría, Rafael. Ontología del Lenguaje, 2005 Sexta edición página 25.

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narrativas, el conjunto de historias que explican la forma particular que tenemos de ver el mundo.
Cuando cambian nuestras interpretaciones, cambian nuestras narrativas.
El lenguaje nos permite generar distinciones, el aprendizaje que nos permite distinguir aquello que
antes no podíamos diferenciar. Por ejemplo, al mirar el cielo de noche y con algo de suerte si estamos
en Santiago, veremos estrellas. Si contamos con las distinciones de astronomía podemos reconocer las
diferentes constelaciones como la Osa Mayor, Orión, etcétera. Al adquirir el conocimiento de astrología
y volvemos a mirar las estrellas podemos reconocer géminis, acuario, entre otras. De esta forma el
lenguaje nos permite compartir distinciones entre las personas.
Diremos que el lenguaje nos permite tanto describir el mundo que observamos como modificarlo. Por
ejemplo, cuando decimos que la reunión comenzó a las 9.15 horas, estamos usando el lenguaje para
describir un hecho. Cuando felicitamos a alguien, no estamos describiendo una felicitación, la estamos
ejecutando. Esto último es lo que nos permite decir que el lenguaje es acción, y nos permite cambiar el
mundo dónde habitamos. Para el desarrollo del domino del lenguaje utilizaremos la clasificación
propuesta por Rafael Echeverría en su libro Ontología del Lenguaje para generar distinciones
lingüísticas: Afirmaciones, declaraciones, pedidos, ofertas y promesas. Las afirmaciones corresponden a
la descripción de hechos concretos, dónde la palabra se adecua al mundo. Por ejemplo, Jaime se tituló
de Ingeniería Civil con promedio 6,0. Las declaraciones generan nuevas realidades y el mundo se adecua
a la palabra. Por ejemplo cuando nos ofrecen un nuevo trabajo y decimos que “sí” en señal de
aceptación. Diremos que los juicios son un tipo específico de declaración. Un pedido corresponde a
solicitar que una persona ejecute una acción. Una oferta es cuando la acción es ofrecida por alguien.
Una promesa es cuando una oferta o pedido es acordado por las dos partes. Todo lo que es dicho
usando el leguaje puede ser clasificado en alguno de los cinco movimientos los que llamaremos Actos
Lingüísticos. Por ejemplo, la pregunta ¿Qué quieres decir con eso? corresponde a realizar un pedido
para clarificar una conversación. Cuando decimos por ejemplo “gracias” o “no” corresponde a
declaraciones que modifican las posibilidades futuras.
3. Las Emociones
Las emociones son energía para la acción y las experimentamos en el cuerpo. Acostumbramos
constantemente negarlas entre nosotros “no te puede dar miedo esto…” “¿Cómo vas a estar triste por
eso?”, “deberías estar feliz”. Lo que se traduce en decir “lo que estas sintiendo no es válido”. Las
emociones ocurren cuando experimentamos un cambio en nuestras posibilidades. Reconocemos una
situación, evento o persona, y de forma inmediata, antes que el lenguaje pueda siquiera explicarlo, la
emoción ya ha generado una respuesta corporal. Cuando estamos en una conversación animada y a lo
lejos suena un fuerte ruido, el cuerpo ya se encuentra alerta, con los pulmones llenos de aire, el
corazón aumenta los latidos y la sangre inmediatamente se va a las extremidades, todo listo para
arrancar o ir a la lucha. De esta forma el miedo, usando la adrenalina, nos cuida de los peligros. Es algo
que a todos nos ocurre, y es nuestra primera forma de comunicación con el mundo exterior, basta ver a
un bebé llorando para lograr obtener alimento. ¿Si es algo que a todos nos ocurre por qué no se estudia
con mayor detalle y profundidad en la educación escolar? A todos nos vendría bien salir del colegio con

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un amplio conocimiento en frustración, timidez, orgullo, estrés, etc. No fue hasta 1872 que Charles
Darwin en su libro La expresión de las emociones en hombres y animales se diera cuenta que las
expresiones faciales eran señal de emociones idénticas en todos los seres humanos. Más de cien años
después, aparece el término de inteligencia emocional desarrollada por Salovey y Mayer (1990) y
popularizada por Daniel Goleman en su libro Inteligencia Emocional (1999), para darnos cuenta sobre la
importancia de las emociones en el aprendizaje. Ahora sabemos que la motivación es fundamental para
aprender y desde la frustración, el miedo o el resentimiento resulta más compleja la tarea.
Siempre nos encontramos en alguna emoción que es gatillada por un evento específico que juzgamos
relevante. No hay emociones buenas ni malas y cada una entrega información relevante. Por ejemplo,
la culpa nos indica que hemos realizado una acción que transgrede algún parámetro moral interno
mientra que la vergüenza habla sobre trasgredir un parámetro social o externo. Contamos con la
capacidad de transmitir emociones entre las personas2
llamado resonancia, provocando que nos
potenciemos emocionalmente en eventos colectivos. Por esta razón resonamos en la tristeza en los
funerales o en la alegría, suspenso o miedo durante una película en el cine.
Una emoción es aquella que se puede asociar a un estimulo especifico próximo en el tiempo mientras
que el estado de ánimo corresponde a una emoción basal que permanece en el tiempo. Por ejemplo,
una persona con un estado de ánimo optimista y alegre puede experimentar angustia al ser citado a
una revisión por el Servicio de Impuestos Internos. Los estados de ánimo son generalmente
transparentes para nosotros ya que tiñen nuestra visión de la realidad, las posibilidades futuras y la
interpretación de nuestro pasado. Los contextos históricos, las ciudades, lugares de trabajo, grupos
familiares, y conversaciones poseen su propio estado de ánimo afectándonos constantemente.
Veremos con mayor detalle el domino emocional descomponiéndolo en las emociones básicas según la
clasificación de la Dra. Susana Bloch (alegría, miedo, rabia, tristeza, erotismo y ternura)3
y el diseño de
estados de ánimo de Rafael Echeverría. El coaching es utilizado para canalizar la energía de cada
emoción de forma oportuna y en la magnitud precisa según cada ocasión y para el diseño de estados de
ánimo.
4. El dominio corporal
Solamente con mirar a una persona nos fabricamos inmediatamente una historia sobre como la
persona es. Mirando la cara y sus movimientos corporales logramos obtener mucha información que
por lo general no sabemos de dónde proviene. Nos fijamos en la comisura de los labios, si tiene ojeras o
no, en el ángulo de las arrugas de los bordes de los ojos, si los ojos parecen saltones o si los parpados
dan la impresión de sueño, en la salud de la piel, en el cuello y en el movimiento de los brazos, ojos, y
2
Los bebes resuenan la emoción de la tristeza según el estudio de Geangu et al. en su paper “Contagious crying beyond
the first days of life” Infant Behavior and Development, Volumen 33, Junio2010, Páginas 279-288
3
La Dra. Susana Bloch utiliza los patrones respiratorios posturo faciales para realizar su clasificación de emociones. Más
información en Bloch, Susana. El Alba de las Emociones.

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piernas. Todo esto nos da una impresión sobre la emoción del momento y de su posible estado de
ánimo lo que nos permite sacar conclusiones sorprendentes como “tiene cara de simpático” o “parece
insoportable” cuando la persona aún no ha dicho nada. Efectivamente, nuestras posturas faciales son el
reflejo de la emoción que experimentamos y aquellas que más practicamos van esculpiendo a través de
los años nuestras caras.
Diferenciamos entre nuestra biología que compone el cuerpo (genes, células, y todos los sistemas que
permiten el funcionamiento del cuerpo) de la postura que elegimos adoptar con nuestro cuerpo. Cada
emoción genera diferentes posturas, respiraciones, tonos de voz y movimientos corporales. Por
ejemplo, la ternura generará movimientos más armónicos y sutiles al compararlos con alguien bajo la
emoción de la rabia. Corporalmente podemos evocar cada una de las emociones básicas siguiendo
patrones respiratorios específicos, método desarrollado por la Dra. Susana Bloch. También podemos
afectar nuestras narrativas desplazando el eje de gravedad del cuerpo. Por ejemplo, al desplazar el eje
de gravedad hacia delante, llevando el peso hacia la mitad delantera de los pies, permite tomar
decisiones, dirigir y emprender. En el capitulo del dominio corporal veremos los movimientos de
apertura y contracción y el aprendizaje en movimiento en base a las prácticas desarrolladas por Rodrigo
Pacheco de Newfield Network sobre resolución, flexibilidad, estabilidad, apertura y centro.