El documento describe la escuela del futuro, con tres objetivos principales: una educación integral que desarrolle la persona, sus habilidades sociales y profesionales; un enfoque en el desarrollo del intelecto, sentimientos y aprendizaje sensorial; y una conexión entre la educación, la familia, la sociedad y el mundo laboral para brindar al estudiante un ambiente acogedor y motivador.
5. La motivación asumida por todos y la proliferación de vivencias disfrutadas resulta esencial para promover la actitud y el deseo de aprender. En la Escuela del Futuro debe haber una ala, un pabellón entero dedicado a conseguir esa meta.
6. La Educación debe estar siempre conectada a las necesidades reales de la Sociedad, del Mundo laboral y del Mundo, de la Humanidad, del Planeta Tierra… Pero esa conexión no debe implantarse de ninguna forma para cultivar esquemas caducos sino para implicar una actitud efectiva de mejora.
7. El niño debe sentirse acogido, querido, seguro, cómodo… La expresión “Hogar dulce hogar” conlleva esas connotaciones básicas que el triple bloque “educativo-residencial” (familia / escuela / sociedad-mundo) debe ofrecer.
8. La Educación del Futuro debe apuntar hacia nuevas formas de entender la Pedagogía. La Escuela de la Alegría puede ser una de ellas. Nuevas formas, nuevos vientos… Nuevos horizontes que conllevarán una larga lista de recursos, estrategias, objetivos, competencias, …