1. Al igual que en gran parte de América Central y del Sur, en el Ecuador hay un gran fanatismo
por el fútbol y puede decirse que ese deporte es el deporte nacional del Ecuador. En el
Ecuador, no se asocia al fútbol con las madres modernas de clase media que acompañan a sus
hijos a los partidos en los Estados Unidos. En cambio, debido a su simplicidad y a que no es
necesario contar con otro equipo que no sea una pelota, el fútbol prospera en las clases
trabajadoras de bajos ingresos, en las que con frecuencia es la única actividad recreativa
disponible. Muchos de los jugadores de fútbol más famosos tenían orígenes humildes y se
convirtieron en héroes nacionales de un nivel semejante al de generales victoriosos o
ganadores del premio Nobel.
El Ecuador es un país de climas cambiantes y altitud elevada, y en los partidos
internacionales, la selección ecuatoriana de fútbol ha explotado, en su beneficio, esta ventaja
local. En 2006 la selección nacional calificó para el Mundial al derrotar a gigantes
futbolísticos mundialmente famosos, tales como los equipos de Brasil y Argentina, en los
partidos que se jugaron en el Ecuador a una gran altitud. Sin embargo, en el Mundial 2006
que se celebró en Alemania, Ecuador demostró que podía jugar bien no sólo a gran altura.
Aunque la selección nacional recién había calificado para el Mundial por primera vez en
2002, en el último torneo mostró a un habilidoso equipo de jugadores que ganaban partidos
muy difíciles, contra equipos que contaban con mucha más experiencia.
Si bien Ecuador no tiene mucha experiencia en mundiales, sus selecciones han llegado a las
semifinales siete veces en la Copa Libertadores, que se jugó por primera vez en 1960 y que es
descendiente directa de la Copa Sudamericana que se creó en 1948. El máximo goleador de
todos los tiempos en la Copa Libertadores es el ecuatoriano Alberto Spencer, quien hizo 54
goles en el curso de una larga carrera, desarrollada fundamentalmente en el equipo uruguayo
Peñarol. Más recientemente el Deportivo Barcelona fue el subcampeón en la Copa de 1998, y
su desempeño tuvo a todo el Ecuador en el borde de sus asientos.