1. 28 OPINIÓN ANUARIO 2011
ISABEL IGLESIAS
SOCIA DIRECTORA DE IG DOCUMENTACIÓN
Hablemos de… ¿2015?
Hecho el recuento de todo lo malo que podía suceder, y ha sucedido, ¿qué tal si empezamos
a mirar lo que se nos muestra por las rendijas de esta aplastante queja? Si algo agota y des-
moraliza es seguir examinando datos que oscurecen la poca luz disponible. Podemos conti-
...
nuar con este juego de sombras o ...
ceñirnos a los avances y adop- No podemos seguir comportándonos como dancia cuando la
tar la “generación de valor co- palomas supersticiosas o como petirrojos in- tenemos delante.
mo primera medida”. Que la cadena en este dividualistas sino como los socializados he- Se oye mucho
momento no tiene resistencia es un hecho, rrerillos que convierten el aprendizaje en in- que la mayor par-
pero también que este tropel de limitaciones novación. Hemos cruzado muchas barreras de te de lo que hay
tienen que estar, por fuerza, interconectados. la engañosa escasez pero estamos equivo- por Internet no
Busquemos pues el eslabón más débil, que no cando la ecuación. En el siglo XX el paisaje tiene valor, que
es otro que el punto de fuga que nos permiti- mediático fue muy bueno para ayudar a la hay mucha estu-
rá construir la realidad futura. Ahí deben foca- gente a consumir y ahí nos hemos atascado. pidez y poca cali-
lizarse los esfuerzos. El momento que atravesamos exige hacer me- dad. El problema
Vemos como van apareciendo alternativas jor uso del potencial y la generosidad humana. es que no nos
que la propia sociedad reinventa e impone. In- Estamos hablando del “excedente cognitivo”. pondremos de
cluso la banca encuentra caminos inespera- Tenemos talento y tiempo, más de un billón acuerdo en qué
dos volviendo a ejercer el papel social que de horas al año de tiempo libre para compro- es estupidez porque no podemos ponernos de
nunca debió olvidar. Sucede en Kenia, por meterse en proyectos y compartirlos. No es acuerdo en lo contrario: calidad. Los juicios de
ejemplo, donde los cajeros tienen piernas ya nuevo, ese tiempo ya existía, pero ahora la valor no son buenos, ni recomendables. No
que cada persona es su propio banco a través tecnología permite explorar y explotar su po- hay que olvidar que tuvimos novelas eróticas
de los móviles. Lo vemos en países que tras la tencial a niveles mucho mayores. antes de tener revistas científicas.
quiebra ponen en marcha una nueva constitu- La tecnología, cada vez más barata, ya es Pero sí hay una importante diferencia para
ción con la participación ciudadana como pre- un bien social que no se atiene a las reglas de avanzar y es aprender a contemplar la interac-
misa o como las ciudades se reinventan con la escasez con las que están programados ción entre los mercados monetarios y los no
modelos como el Crowdsourcing donde lo pú- nuestros cerebros de mamíferos. Atascados monetarios. ¿Y cual es la nueva moneda de
blico y lo privado colaboran en línea con la en la obligación de centrarnos en los costes cambio? Pues algo que pesa más que cual-
ciudadanía. económicos seguimos ignorando los poten- quier norma legislada: la reputación y la aten-
De nada sirve seguir poniendo el dedo en cialmente mayores costes de oportunidad: no ción. Ya no hay usuarios pasivos sino público,
la llaga… que no cesa. Las “soluciones” no se trata de hablar de modelos, sino de esque- e Internet, con sus grandes cifras, lo cambia
van a venir de lo macro, ni de los caminos ya mas de negocio. Competimos en el mercado todo.
transitados que poco más pueden ofrecer. A de la escasez y en el de la abundancia así que Por eso, como siempre, todo se vuelve ha-
revisión debe ir TODO. Desde la clasificación una estructura de gestión única no sirve para cia las personas. Lo importante, también en
sectorial que ya no responde a la realidad y a ambos. El reto es saber simultanear el control economía, es el diseño de la generosidad.
las necesidades del mercado, hasta la obse- y el caos. Porque al final lo que cuenta son las motiva-
sión por los modelos de negocio, los de antes Podemos seguir culpando a la piratería, a ciones internas, el saber en qué medida hace-
y los de ahora. Tal vez debamos de empezar a pesar de que es la paradoja sobre la que se mos las cosas porque nos gustan y no porque
hablar de “esquemas de negocio”. sostiene el beneficioso imperio de la(s) mo- nos lo exijan o nos paguen por ello. Un siste-
Obsesionados con-partir seguimos sin ver da(s), o concentrarnos en “aprender hacien- ma exclusivamente contractual o basado en
la necesidad de “compartir”, de aprender de do”. Y podemos hacerlo rápido o esperar dé- multas rompe la cultura existente porque lo
palabras sabias que nos explican que “el co- cadas, como ocurrió con el “hierro”, que tardó que hacen es comunicar que la deuda se sal-
nocimiento es la parte MÁS importante en la en asentarse porque hubo que aprender que da pagando y no queda vestigio de preocupa-
producción del conocimiento”. Si en el 68 se se podía (y debía) trabajar de forma diferente ción social. Y arreglar este entuerto, exige re-
reclamó “la imaginación al poder” ahora es el que la madera. Es un hecho probado que no cuperar esa preocupación y que nos ponga-
turno de “la realidad al poder” siempre reconocemos la innovación y la abun- mos manos a la obra de inmediato.