La atmósfera terrestre está compuesta principalmente de nitrógeno, oxígeno y vapor de agua. Estos gases participan en ciclos constantes entre la atmósfera y los seres vivos a través de procesos como la fotosíntesis, respiración y evaporación. La atmósfera se divide en capas y su composición varía según la altura, afectando factores como la presión y temperatura. Los movimientos de las masas de aire crean fenómenos climáticos como el viento y las tormentas.