1. Enca lado-1
CORRECCIÓN DE LA ACIDEZ: ENCALADO
Mª Elvira López Mosquera
Prof. Titular Universidade Santiago de Compostela
Escola Politécnica Superior-Lugo
I. Producción de cultivos en suelos ácidos.
II. Encalado: objetivo y efectos.
III. Gestión técnica del encalado.
III.1. Tipos de encalado.
III.2. Materiales encalantes.
III.3. Determinación de las necesidades de cal: dosis.
III.4. Aplicación.
En : Lóp e z Mosqu er a, M.E. 1995 .En miend as. Monogr af ía do cen te.
E s co la Po lité cn ic a Sup er ior . Un iv ers id ad e S an tia go d e Co mpo ste la.
I S BN : 84-89189-26-9 .
2. Enca lado-2
I. PRODUCCIÓN DE CULTIVOS EN SUELOS ÁCIDOS:
LIMITACIONES, SOLUCIONES
A nivel mundial los suelos ácidos ocupan el 30% de la superficie
terrestre libre de hielos (Von Uexküll & Mutert, 1995), pudiendo
considerarse que los procesos de acidificación constituyen el factor
de degradación de suelos más importante en zonas tropicales y
templadas (Baligar & Fageria, 1997).
D istribu ción d e suelo s á c idos en clima s húmedo s
(tª anua l d el suelo >8 ° C). Adap tado d e Vam Wamb eke, 1976.
En España, los suelos con estas características vienen a representar
el 40% de la superficie nacional (Roquero, 1964). De ellos, se puede
considerar que unos 10 millones de hectáreas pueden presentar
problemas para los cultivos. A estas cifras podría sumársele la
correspondiente a suelos que están en vías de descalcificación y/o
acidificación por causas antropogénicas.
En el caso de Galicia, la acidez es la principal característica de sus
suelos, por su clima húmedo, el predominio de sistemas abiertos y su
geología de naturaleza fundamentalmente ácida. Los suelos afectados
por la acidez suponen entre el 85 y el 90% del territorio.
3. Enca lado-3
I.1. Principales limitaciones en suelos ácidos
La acidez puede considerarse el principal factor limitante en el
aprovechamiento agronómico de los suelos gallegos. Los efectos que
la acidez ejercen sobre el cultivo son complejos, siendo difícil
separar los directos de los indirectos. La acidez afecta
fundamentalmente a:
La disponibilidad de nutrientes.
La actividad biológica.
Y favorece:
La toxicidad por Al y Mn.
Para la mayoría de los cultivos, la disponibilidad de casi todos lo s
nutrientes, salvo el Mo, es óptima con un pH entorno a 6,5 (Fig.1.).
Por debajo de este intervalo, la producción puede verse afectada
adversamente en los suelos ácidos por varias razones.
Fig . 1. D ispon ib ilidad d e los elemen tos nu tritivos según pH
(Truog , 1948 mod ificado ).
4. Enca lado-4
Las fotos 1, 2, 3 y 4 ilustran algunos de los efectos que la acidez
ejerce indirectamente en los cultivos.
Fo to 1 . Deficien c ia de ca lcio en toma te (b lo sson end rot = n e cro sis
ap ica l)
Fo to 2. D e fic ien c ia d e Mg en tomate
Fo to 3. D e fic ien c ia d e Mo en so ja
Fo to 4. Ca rencia de P en ma íz
Fo to 1 Fo to 2
Fo to 3
Foto 4
5. Enca lado-5
La actividad biológica es menos intensa con niveles de pH
inferiores a 6,0. Por consiguiente, en medio ácido los
microorganismos del suelo fijan menos N, se produce una menor
mineralización de la materia orgánica y los elementos en
combinación orgánica (N, S, P) se liberan con mayor lentitud (FAO,
1986) (Fig.2).
Fig . 2. Relación d e l pH con la n itrificación (R isse & Ha rris, 1999 )
Relación pH-nitrificación
5
Buena
Nitrificación
4
relativa
3
2
Mala Mala
1
0
3 4 5 6 7 8 9 10
pH
A niveles de pH iguales o inferiores a 5,0 el Al + 3 constituye el
principal factor limitante, afectando fundamentalmente a nivel
radicular (Foto 5). La toxicidad por Mn aparece en suelos de pH <
6,0 y mal aireados, origina descenso del crecimiento y afecta a la
parte aérea (Foto 6).
Fo to 5. To xicidad por Al Fo to 6. To xicidad po r Mn
6. Enca lado-6
Los trabajos más modernos indican que es el Al el principal
responsable de los problemas que ocurren en este tipo de suelos. En
muchas regiones ácidas se prefiere la denominación de suelo
alumínico, dado que el Al se convierte en el elemento que controla la
may or parte de las reacciones del suelo:
- A pH ≤ 5,0 la solubilidad del Al aumenta, de tal manera
que por sí mismo constituy e un agente de toxicidad para
plantas y microorganismos.
- En suelos ácidos el Al llega a dominar el complejo de
cambio, compitiendo ventajosamente con Ca, Mg, K, que
son iones de menor tamaño y más fáciles de desplazar a
través del lavado.
- Además, el Al que ocupa los bordes de las arcillas o que
forma parte de hidróxidos, es responsable de que se
produzca fijación de aniones (fosfatos y sulfatos).
En suelos minerales, se puede decir que es el Al el principal
responsable de la baja fertilidad de los suelos ácidos.
I.2. Cultivo en suelos ácidos: soluciones
Como hemos visto, los suelos ácidos limitan el desarrollo de la
may oría de las plantas cultivadas. Para que éstas se desarrollen sin
una inhibición seria debida a la reacción desfavorable del suelo,
contamos con dos tipos de soluciones:
1. Elección de especies o variedades que se desarrollen bien
con el nivel de acidez existente en el suelo.
2. Neutralizar la acidez del suelo para adecuarla a las
preferencias de las plantas a cultivar.
Esta acción de corrección se realiza añadiendo al suelo compuestos
de Ca y Mg, mayoritariamente de Ca, de ahí el nombre de
ENCALADO. La definición incluy e a la vez el aspecto “corrector” y
el aspecto “nutritivo” de manera implícita. Al mismo tiempo que se
corrige la acidez, se aportan elementos esenciales para las plantas:
Ca y Mg.
7. Enca lado-7
II. ENCALADO: OBJETIVO Y EFECTOS
Con el encalado se intenta ajustar el pH al intervalo en el que la
may oría de los nutrientes esenciales se encuentren disponibles y en
el que la may oría de los elementos tóxicos sean insolubles.
La validez del encalado cómo método de corrección de la acidez es
un hecho avalado por largos años de práctica, siendo los efectos
ejercidos sobre las propiedades químicas, físicas y microbiológicas
del suelo variables y aún en estudio por un gran número de
investigadores en distintas partes del mundo (Fig. 3). Técnica que
produce, a su vez, cambios en la composición mineral y en el
rendimiento de las plantas (Fig.4).
A ir ea c ió n
Su min istr a Ca, Mg
Mejo ra D isponib ilid ad P, Mo, N, S
L a a c tiv idad d e d e ter min ados
h erb ic id a s
ENCALADO
C o n s igu e E l i m ina
Mejo res cond icicon es
a c tiv id ad mic rob ian a “ To x i c idad á c id a ”
D i sm inu y e
D isponib ilid ad Mn,
Zn , Cu y B
8. Enca lado-8
Fig . 3. Efecto d e la ap lic ación de ca l sobre el pH y sobre el porcen ta je d e
satu ra ción d e Al en su elos de Ga licia (Momb iela, 1983 ).
70 6,5
60
50
6
40
%Al
30 pH
5,5
20
10
0 5
0 4 8 12
Ca l (t ha - 1 )
F ig . 4. E fecto d e la ca l s obr e la p rodu cc ión tota l d e ma ter ia se ca d e
esp ecies semb radas en San An tón y Marco da Curra (Ga lic ia )
(Momb iela y Ma teo, 1984 ).
4
3,5
3
2,5
M. Antón
2
M. Curra
1,5
1
0,5
0
0 0,75 1,5 3 6 12
CO3 Ca ap licado ( t ha - 1 )
9. Enca lado-9
De forma general, se puede decir que el encalado en suelos
ácidos, hasta un pH débilmente ácido-neutro amplía
considerablemente la gama de cultivos y variedades que
pueden desarrollarse. En conjunto, se incrementa la
productividad de los suelos.
III. GESTIÓN TÉCNICA DEL ENCALADO
Como hemos visto, los efectos del encalado son muy diversos. Para
realizar una buena gestión del mismo, es preciso elegir el material
encalante adecuado, aplicarlo en la dosis correcta y en las
condiciones más idóneas.
III.1. Tipos de encalado
Encalado de corrección, de fondo o base: Permite elevar el pH a
un nivel considerado óptimo (5,5-6,0) o reducir el Al de cambio a
un porcentaje no limitante (< 15-20%).
Encalado de mantenimiento: Una vez realizada la corrección, el
estado cálcico debe ser mantenido a un nivel medio satisfactorio
para el conjunto de los cultivos que forman la rotación. Este
encalado compensa las pérdidas producidas por la exportación de
las cosechas, el lavado y el efecto de los fertilizantes de reacción
ácida (Fig. 5, Tablas 1,2,3).
10. Enca lado-10
Fig .5. Acificación por causa s an tropog én ica s
(Héb ert,1990 ).
Tab la 1. Pérdida s d e ca lcio por perco la c ión (kg ha - 1 ) en un suelo de
cu ltivo en San tiago d e Compostela (D ía z-Fierro s, 1985 ).
Año Percolación Sin encalar Encalado
(mm) (6 t caliza)
1968 1297 262,7 283,5
1971-72 881 161,8 205,0
1972-73 591 105,1 128,7
1973-74 836 111,2 105,6
1974-75 596 80,5 90,3
1975-76 348 44,1 50,9
1976-77 1399 183,7 224,7
1982-83 1350 162,0 265,0
1984-85 1218 130,0 162,0
Medias 946 137,9 168,4
11. Enca lado-11
Tab la 2. Efecto a lca lin iz ante o acidifican te d e d istin to s abono s
(Com ifer, 1986 ).
REACCIÓN ÁCIDA REACCIÓN NEUTRA REACCIÓN BÁSICA
Su lf ato amón ico Su lf ato po tásico Fo sf atos n a tur a le s
Ur ea Cloruro po tá sico N itr ato cálcico
N i tr a to a mó n i co S u p er f o sf a to N i tr a to p o t ás i co
F o sf a to a mó n i co F o sf a to b i cálc i co
Abono s te rnar ios N i tr a to sód ic o
15-15-15
Á c ido fo sfór ico Escor ias siderúrg icas
Cian a mid a cá lc ica
Estiérco l de v a cuno G a llinaza
Estiérco l de ov ej a
Estiérco l de cerdo
Estiérco l de caballo
Tab la 3. Extr acciones de Ca y Mg po r d istin to s cu ltivo s
C aO MgO C aO MgO
CEREALES L EG U M B RES
Tr igo (8 t) Co lif lor (30 t)
Paj a en ter rad a 8 15 Consu mo má x imo 140 20
Paj a r ecog id a 35 25 Zan ahor ias
Nec. To tales 70 25
Ma íz g rano (8 t) 40 15 Gu isan tes 100 10
c añ as en t er r a d a s P lan ta entera
Cebo lla
P L AN T AS Hoj as y bu lbo (60 t) 130 30
INDUSTRIALES
Re mo la ch a a zu c are ra PRAD ERA
(60 t) P ERMAN ENT E
Raíces 60 55 (10 t ma t. seca) 70- 35
100
Hoj as 80 50
F O R RAJ E RA S
Lino Rayg rass (12 t) 70 40
Gr anos (2 t) 5 10 A lf a lf a (12 t) 350 25
Fibr a (25 t) 85 10 Maíz en silado 50 30
(12 t)
12. Enca lado-12
III.2. Materiales encalantes
Químicamente, la cal es CaO, pero por extensión el término se usa
para incluir todos los productos de caliza que se usan para
neutralizar la acidez del suelo (óxidos, hidróxidos, carbonatos,
silicatos) que llevan Ca y /o Mg. Distintas fuentes de cal son: margas,
conchas marinas, escorias, carbonatos precipitados, piedra caliza,
residuos calizos de fábricas de remolacha azucarera, cenizas de
madera, lodos residuales, etc.). Sin embargo, son los depósitos de
caliza los que están más ampliamente distribuidos y constituyen la
fuente comercial más importante de cal. También es cierto que cada
vez es may or la preocupación por dar salida a subproductos
residuales (concha de mejillón, espumas de azucarería, cenizas
procedentes de la industria de la madera, …) que se acondicionan
adecuadamente y estudian sus ventajas para ser utilizados como
materiales encalantes alternativos a los comerciales.
Tab la 4. Prin cipa le s enm iendas cá lc ica s y magn ésicas
(Fin ck, 1988; Wh ith ey & Lamond, 1993 ).
Enmienda Fórmula V a lor n eu tra l iza n te
(%)
Carbonato cálcico CaCO 3 80-100
Do lo mita CaCO 3 . MgC O 3 80-100
Cal v iva CaO 150-179
C a l ma g n é sic a v iv a MgO 250
Ca l ap ag ada Ca (OH) 2 120-136
Ca l ma gné s ic a ap ag ada Mg(OH) 2 172
O tras en m ienda s
Escor ias alto horno CaSiO 3 50-70
Conch a s ma r in as Ca CO 3 90-110
Lodo s mu n icipales e C a CO 3 Ca 80-100
industr ia les
E spu ma s a zu car er a Ca CO 3 , Ca(OH) 2 -
Cen iz as mad era CaO , Ca(OH) 2 13-92
Y eso C a (SO 4 ) 2 No tien e
13. Enca lado-13
III.2.1. Calidad del material encalante
La calidad del material encalante es medida por su eficacia
neutralizando la acidez. Se determina por su pureza química y el
tamaño de sus partículas.
Se requiere una garantía química que vendrá dada por:
- Contenido en Ca o Mg expresado en forma de óxido (la
cantidad de enmienda se expresa obligatoriamente en CaO
y MgO) = Pureza.
- Valor neutralizante o equivalente de carbonato cálcico
(capacidad que tiene un producto encalante para neutralizar
ácidos).
El equivalente de carbonato cálcico de los materiales para encalar se
calcula en base al del correspondiente al carbonato de Ca puro que es
del 100%.
Estos materiales deben ofrecer también una garantía física, que
viene dada por su tamaño de partícula. El tamaño de partícula se
expresa como el porcentaje de material que pasa a través de mallas
de distintos tamaños.
Cuanto más finamente molida esté la caliza, será más reactiva, se
disolverá con may or rapidez y se mezclará mejor con el suelo,
además así se obtendrán resultados más rápidos. Sin embargo, cuanto
más fina se muele la piedra, tanto may or es su costo y sus cualidades
son de menor duración. Por otra parte, los materiales molidos muy
finamente son de difícil aplicación y pueden ser arrastrados por el
viento; si la aplicación no es uniforme, puede que resulten cambios
localizados, graves y perjudiciales en el pH.
Para la mayoría de los suelos, un grado de finura comprendido entre
0,5 y 0,3 mm de diámetro puede constituir el mejor compromiso
entre costo, velocidad de reacción y efecto residual, evitando así que
se produzcan efectos localizados del encalado excesivo (Fig. 6). La
problemática de cada explotación exige la selección de uno u otro,
según la necesidad de rapidez o su coste.
14. Enca lado-14
E fe c to d e l ta m a ñ o d e p a rtíc u la d e la c a l e n la
p ro d u c c ió n
100
90
80
70
60
P ro d u c c ió n
50
re la tiv a (% )
40
30
20
10
0
T a m a ñ o p a rtíc u la (m m )
< 0 ,7 5 0 ,5 0 -0 ,4 0 0 ,3 0 -0 ,2 5 0 ,2 5 -0 ,2 0 < 0 ,2 0
Fig .6. Efecto d e l tamaño d e pa rtícula en la produ cción
(Risse & Harris, 1999 ).
Para decidir qué enmienda elegir es necesario considerar además
otros aspectos:
Coste según su valor neutralizante
Disponibilidad en la zona
Necesidad de aportar Mg
Urgencia de la corrección
Características del suelo y del cultivo
III.3. Determinación de las necesidades de cal
El principal problema a la hora de encalar, es determinar la cantidad
de cal necesaria para obtener buenas producciones. De hecho, a pesar
de la abundante literatura sobre los problemas de los suelos ácidos
puestos en cultivo, no existe un acuerdo claro de cuál es el mejor
15. Enca lado-15
método para determinar la dosis de cal a añadir. Existen distinto s
métodos, que podríamos clasificar en métodos directos e indirectos.
III.3.1. Métodos directos
III.3.1.1. Métodos basados en el pH
Para determinar la cantidad de cal que exige un suelo para la
corrección de la acidez, existe un procedimiento, todavía
ampliamente utilizado en el mundo que consiste en definir
previamente un “pH óptimo para un cultivo o grupo de cultivos”
(tabla 5) determinado, o de forma más global y menos precisa un “pH
óptimo del suelo”.
Tab la 5. In te rva los de pH idón eos pa ra los principa le s cu ltivos d e Ga licia
ESPECIES ÓPTIMO TOLERANCIA PARA RENDIMIENTO
SATISFACTORIO
T r ébo l 6,0-7 ,0 -
b lanco
T r ébo l 6,0-7 ,0 -
v io le ta
Rayg rass 5,5-7 ,0 -
D ac tilo 6,0-7 ,0 5,0-8 ,0
A lf a lf a 6,5-7 ,5 6,0-8 ,0
Maíz 5,5-7 ,0 5,0-8 ,0
T r igo 6,0-7 ,0 5,8-8 ,5
Cen teno 5,5-6 ,5 4,0-7 ,7
Av ena 5,5-7 ,0 4,0-7 ,5
Patata 5,0-5 ,8 4,5-7 ,0
Judía 5,8-6 ,7 5,5-7 ,5
Gu isan te 6,0-7 ,0 5,5-8 ,0
Lechuga 6,0-7 ,0 -
Pimien to 6,0-6 ,5 5,5-7 ,0
To ma te 6,0-6 ,7 6,0-8 ,2
Ajo 6,0-7 ,0 -
Cebo lla 6,0-6 ,7 -
Co l 5,6-7 ,0 5,6-7 ,5
V id 5,6-7 ,0 6,0-8 ,0
16. Enca lado-16
La acción del encalante sería la siguiente:
CC H + + CO 3 Ca CC Ca + + + H 2 O + CO 2
H+
Una vez definidos los niveles de pH óptimos que se deberían
alcanzar en el suelo o el pH óptimo para un cultivo, para conocer la
cantidad de encalante a aplicar se pueden emplear los métodos
siguientes:
- Titulación directa del suelo con una base (Ca(OH) 2 )
- Uso de soluciones tampón
Los métodos más habituales, de uso relativamente simple y más
versátiles son los que utilizan ciertas soluciones tampón, con las que
se equilibra el suelo hasta alcanzar un determinado pH:
- Solución amortiguadora de trietanolamina-Cl 2 Ba (Mehlich,
1948).
- Solución amortiguadora de nitrofenol-acetato (Woodruff,
1948).
- Solución amortiguadora SMP (Shoemaker et al., 1961).
- Método de Wodruff modificado según textura y contenido
en materia orgánica de suelos gallegos. Solución tampón p-
nitrofenol-acetato (Guitián y Carballas, 1976). Adoptado
como método oficial por el M.A.P.A. (1975):
Qm CaO pHd/ha = 84 pHd – pHi (7,0-pHs)
7,0- pHi
siendo:
pHd= pH deseado
pHi = “ inicial (KCl)
pHs = pH p-nitrofenol
Los requerimientos de cal se obtienen de tablas que han sido
desarrolladas para relacionar la disminución del pH de la solución
amortiguadora con las toneladas de caliza necesarias para elevar el
pH del suelo al valor deseado.
Los métodos tampón propuestos en los últimos años y a no están
tamponados a pH 6,5 ó 7,0, sino que miden la cantidad de cal
necesaria para elevar el pH del suelo a valores de 6,0 para suelos
17. Enca lado-17
minerales(Shoemaker et al., 1986), de 5,5 para suelos orgánico-
minerales (Webber et al., 1977) y de 5,0 para suelos orgánicos (Risse
and Harris, 1999).
III.3.1.2. Métodos basados en la neutralización del Al
Numerosas referencias bibliográficas relativas a medios ácidos,
ponen de manifiesto que:
- El Al es el catión dominante en los suelos minerales con
valores de pH de 5,0 o inferiores (Ríos y Pearson, 1964;
McCart & Kamprath, 1965).
- Que ha sido identificado como el responsable de la baja
fertilidad en muchos suelos ácidos (Foy, 1984; Alley &
Zelazny, 1989).
- Que la neutralización del Al necesita generalmente menos
cal que la recomendada por las soluciones tampón clásicas
y presenta mejores correlaciones con la producción
(Kamprath, 1970; Mombiela y Mateo, 1984; Farina &
Channon, 1991).(Fig. 7).
Fig . 7. Relación en tr e la do sis de ca l, el pH, la sa tura ción d e Al y el
d esa rro llo de la caña d e a zúca r en un U ltiso l (Acriso l) en Indon esia
(Kamp rath , 1970 )
18. Enca lado-18
.
Por todo ello, la tendencia actual es encalar para neutralizar el
efecto tóxico del Al y no para alcanzar un determinado pH,
especialmente en lugares donde el encalado es caro o los suelos están
altamente tamponados. Con este método los costes de cal son
menores que los basados en el pH.
De todas formas, al existir una relación entre pH y porcentaje de
saturación en Al, ambos criterios de diagnóstico no resultan
contradictorios. La diferencia entre ambos enfoques reside en la
cantidad de enmienda recomendada, lo que incide en la rentabilidad
de la operación y evita el sobreencalado.
La necesidad de cal dependerá de la tolerancia al Al de la especie
que se pondrá en cultivo (Tabla 6), variando para distintos suelos
según su composición mineralógica y contenido y tipo de humus.
Tab la 6. S en sib ilidad de d ifer en te s esp e c ie s a l A l.
ESPECIES ESPECIES ESPECIES ESPECIES MUY
S EN SI BL ES S EN SI BI LID AD TO L ERAN TES TO L ERAN TES
( <5% sa t A l) I N T E R MEDI A ( ≤ 30% sa t Al) ( <80% sa t A l )
(5-15% sa t Al)
Trébo l Gu isan te Patata Pino
A lf a lf a C eb ad a A v ena Eu c a l ip to
Judía Maíz F r e sa
El encalante actuaría así:
2 Al + 3 CaCO 3 + 6 H 2 O 3Ca + 2A l(OH) 3 +3H 2 CO 3
H 2 CO 3 H 2 O + CO 2
Las cantidades de enmienda a utilizar se basan en la determinación
de las necesidades de cal: moles de Ca + 2 por kg de suelo que se
requieren para disminuir la acidez total a un valor que se considera
aceptable. Normalmente sólo se neutraliza la acidez intercambiable.
19. Enca lado-19
Cálculo de la dosis de cal a través de la relación:
CaCO 3 (t/ha) = K. Al cambiable (cmol (1/3 Al 3 + )/kg)
(Kamprath, 1970).
El factor K puede variar entre 1,5 y 3,3 según la cantidad de cargas
dependientes del pH del suelo y según la tolerancia de las plantas al
Al.
CaCO3 (t/ha) = Al (cultivos más tolerantes Al)
CaCO3 (t/ha) = 1,5 Al (cultivos moderadamente tolerantes Al)
CaCO3 (t/ha) = 2 Al (cultivos menos tolerantes)
(El Al cambiable se extrae con KCl N)
Cochrane et al., 1980
Las necesidades de cal pueden ajustarse a diferentes valores de
porcentaje de Al para adaptarse al grado de resistencia de las plantas
a la toxicidad por Al según la relación:
CaCO 3 (cmol(+)kg - 1 ) = 1,5 (Al-%Al deseado (Al+Ca+Mg)
100
(Siendo el Al, Ca, Mg los de cambio expresados en cmol c kg - 1 ).
Neutralización parcial del Al de cambio (Mombiela y Mateo,
1984; Mosquera, 1987).
En base a datos obtenidos en estudios de producción de pratenses en
Galicia, a distintas dosis de cal y analizando en suelo el porcentaje
de saturación de Al en el CIC extraído con BaCl 2 0,3M a pH del
suelo, se obienen las dosis de cal a partir del ábaco representado en
la Fig. 8.
20. Enca lado-20
Fig . 8. Ne cesidad es d e ca l en fun c ión d e l po rcen ta je d e sa tu ración d e Al
a c tua l (% Al a c tua l) y deseado (D )
( Momb iela y Ma teo, 1984 )
El criterio del Al ha sido utilizado con éxito en los suelos del sur de
Estados Unidos, Puerto Rico, Brasil, oxisoles del Sur de Africa,
(Kamprath, 1970; Reeve & Sumner, 1970; Pearson, 1975; Baligar &
Fageria, 1997).
III.3.2. Métodos indirectos
Determinación en función del contenido en materia orgánica
del suelo (Keenney & Corey, 1963):
Necesidades de cal (6,5) = 1,6 (6,5 – pHs). (%MO)
21. Enca lado-21
Determinación en función de la tasa de arcilla y de materia
orgánica (Marín-Laflèche, 1974):
Q= 0,00022 (A + 5MO) (e p H s / 1 , 5 – e pHa/1,5
)
Q = t CaO/ha A= arcilla (tanto por mil)
MO= materia orgánica (tanto por mil)
pHs =pH deseado pHa=pH actual
Do sis ca lculada en función d e la textu ra
Tex tura Enca lado de fondo (kg ha - 1 )
Su elos areno sos 1000-2000
Su elos limosos (10-20% ar cilla) 2000-3000
Su elo mu y ar cilloso o hu míf ero 3000-5000
III.4. Aplicación sobre el terreno
III.4.1. Aplicación
La cal es muy insoluble, es necesario mezclarla bien en la zona
radicular. Debe distribuirse homogeneamente sobre la superficie y
que se incorpore de forma completa en la capa de suelo que se
pretende tratar (normalmente la capa superficial, 15 cm). Cuanto más
íntimamente esté mezclado con el suelo, será más eficaz.
En suelos medios o pesados se han de utilizar productos de efecto
rápido, mientras que en suelos ligeros deben aplicarse productos de
efecto lento, para evitar sobredosificaciones.
Para su distribución se puede utilizar una distribuidora de cal, una
abonadora o una sembradora. El empleo de una sembradora resulta
más caro y es más lento, pero ofrece las ventajas de que no se
producen solapamientos, no se producen pérdidas por el viento y la
cal queda mejor esparcida, lo cual es importante para evitar
sobreencalados. Para su incorporación al suelo suele utilizarse una
grada de discos.
Varios estudios (Kamprath, 1973) han puesto de manifiesto que la
incorporación profunda de una cantidad determinada de cal es más
eficaz que la incorporación superficial. Sin embargo la aplicación
subsuperficial a menudo es difícil de realizar debido a la falta de
equipo y a lo elevado del costo.
En sistemas de mínimo laboreo debe aplicarse sólo en la tercera
parte de la profundidad. En sistemas de no laboreo, es necesario
22. Enca lado-22
realizar el encalado antes de que se ponga el cultivo por este
sistema.
III.4.2. Época de aplicación y frecuencia
Se encala el suelo, no la planta, por ello es mejor elegir épocas del
año en las que los suelos estén sin cultivo: otoño y primavera
principalmente. De todas formas, la época no es importante, se puede
encalar en cualquier estación con tal de que el tiempo lo permita y el
suelo esté en buenas condiciones. Sin embargo, a menudo los
factores decisivos de la época de aplicación son el tipo de rotación,
el sistema agrícola y la forma de cal que se emplee. Es aconsejable
aplicar la cal donde pueda ser más provechosa en la rotación, por
ejemplo antes de la siembra de una leguminosa o antes de la
implantación de los cultivos más sensibles a la acidez.
La reacción entre el suelo y la cal aplicada se distribuye a lo largo
de muchos años. Durante el primer y segundo año, la reacción es
rápida, más tarde declina gradualmente, no se alcanza el pH máximo
resultante hasta después de los dos años de aplicación. Después de
este tiempo, la reacción es más lenta y el pH desciende gradualmente
hasta el nuevo encalado (Fig.9). En caso de que haya que añadir una
gran cantidad, es mejor fraccionar la enmienda y hacer la corrección
durante varios años. No debe aplicarse una cantidad que suponga una
modificación de pH superior a una unidad cada vez.
Los factores que afectan a la lixiviación influyen en la periodicidad
del encalado. En zonas templado-húmedas normalmente es necesario
encalar cada 5 años, según tipo de suelo, pluviosidad, aplicación d e
abonos e intensificación del sistema de cultivo. En zonas tropicales
se recomienda cada 2 años. No debe aplicarse en época de lluvias
para evitar pérdidas. Es conveniente hacer análisis de suelo (cada 3-
4 años) que permitan saber cuando conviene volver a encalar.
Las recomendaciones sobre el mo mento de aplicación antes de la
plantación son variables, según Urbano (1989) serían:
- Con cal viva: 1-2 meses antes de la siembra. Cuidar la
acción caústica de la cal sobre las semillas.
- Con caliza: 3 meses antes de la siembra para que tenga
tiempo de actuar. No hay acción caústica.
- Con dolomita, con antelación de 3 a 6 meses.
23. Enca lado-23
Otros autores sugieren que los mejores resultados se obtienen
encalando con una antelación de 6 a 18 meses antes de la siembra,
aunque si la corrección debe ser rápida, puede hacerse justo antes de
plantar.
En realidad depende de las condiciones del suelo, clima y tamaño de
partícula del encalante. En Galicia incluso se hace 15 días antes de
la siembra.
Fig 9. Evolu c ión d e l pH d e un su elo tras el apo rte d e ca l con el tiempo
(1,4 -1,6 t/acre) (Brad y, 1990 ).
Influencia del encalado en el
tiempo
7,5 Aplicación de cal
7
pH del suelo
6,5 Aplicación de cal
6
5,5
5
4,5
4
3,5
0 1 2 3 4 5 6 7 8
Años de cultivo
III.4.3. Relación con otras enmiendas y fertilizantes
No debe mezclarse con estiércol ni con abonos nitrogenados
amoniacales a no ser que se entierre rápidamente, y a que se
produce volatilización del N amoniacal.
No mezclarse con superfosfatos ni con escorias Thomas, y a que
se produce retrogradación de P a fosfatos no asimilables.
24. Enca lado-24
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