1. La Biblia, el calefón, Osama y Obama
Sin dudas, los últimos acontecimientos en materia de política
internacional demuestran que el "cambalache" no es sólo patrimonio de los
argentinos ni fue sólo en el siglo XX. El supuesto o real enfrentamiento con el
terrorista más buscado y perseguido de los últimos años, supera ampliamente
cualquier ficción de la MGM que se pueda imaginar. Viene a mi mente aquella
mítica serie, el Súper Agente '86. el temible espía del recontra espionaje; en la
que los inteligentes miembros de la CÍA, no eran tan inteligentes y ni siquiera
los enemigos "malos" eran tan temibles como para preocuparse. Algo así se
me representa cuando escucho las explicaciones que desde la Casa Blanca
van dando, de a cuenta gotas, porque en definitiva algo tienen que decir.
Aunque sea a un pueblo que poco pregunta y se cuestiona, y a una prensa que
sólo se encarga de transmitir la propia "verdad" de los acontecimientos. La
muerte del líder de Al Queda, resulta haber sido mucho más simple de lo que
ellos mismos pensaban, sin resistencia, sin enfrentamientos. Todas las demás
explicaciones que intentan dar los EE.UU quedan insuficientes: dónde está el
cuerpo, cuáles son las pruebas de que era realmente Osama Bin Laden quien
murió resitiéndose, por qué no se dan a conocer ni siquiera las fotos. En fin,
este hecho despierta más dudas que certezas pero además nos demuestra una
vez más que vivimos en un mundo claramente desequilibrado, en el que unos
pocos son dueños no sólo de la mayor parte de las riquezas materiales si no
también de la vida de millones de personas que sólo por el hecho de vivir en
determinados lugares del mundo o pertenecer a determinada cultura o religión,
son condenados a morir sin ni siquiera tener derecho a ser juzgados por los
crímenes que supuestamente cometieron. Es para pensarlo por lo menos.
Nota publicada en perfil personal de Facebook