Este documento presenta información sobre la discapacidad intelectual. Explica que se refiere a limitaciones en la inteligencia y habilidades adaptativas que comienzan en la infancia. Describe los rasgos comunes de la discapacidad intelectual y cómo se diagnostica mediante pruebas de coeficiente intelectual y funcionamiento adaptativo. También cubre estrategias educativas para trabajar con niños que tienen discapacidad intelectual. Concluye que cada persona con discapacidad intelectual puede aprender y desarrollarse con apoyo, y que se
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INTRODUCCIÓN:
Al comenzar con la realización de este informe queremos dar a entender que la persona
con discapacidad intelectual es un individuo con características propias como tal, que tiene
virtudes y defectos en razón de su educación, de la influencia de su entorno familiar, de su
entorno social, o simplemente de su personalidad. Por eso, estas personas han de ser
valoradas y aceptadas por ser hombres, mujeres, ciudadanos, vecinos, trabajadores,
personas con intereses individuales y no sólo por su condición de personas con
discapacidad intelectual.
Mientras realizábamos el análisis sobre el concepto de discapacidad intelectual pudimos
comprender que es un concepto dinámico y activo que ha de concretar, más allá de las
deficiencias e incapacidades de las personas, los apoyos que éstas precisan para compartir,
disfrutar e interactuar con el entorno en igualdad de oportunidades con el resto de los
ciudadanos.
Descubrimos que la discapacidad intelectual se manifiesta antes de los 18 años de edad y
en una de las primeras páginas del manual de la Asociación Americana para el retraso
Mental (AAMR) dice textualmente “la discapacidad intelectual no es algo que uno tenga
como ojos azules o un corazón enfermo. Ni es tampoco algo que uno sea, como bajo de
estatura o delgado... Discapacidad Intelectual se refiere a un particular estado de
funcionamiento que comienza en la infancia y en el que coexisten limitaciones en la
inteligencia junto con limitaciones en habilidades adaptativas”.
Por lo que concluimos esta introducción con una sola idea: La discapacidad intelectual está
muy lejos de ser una enfermedad, es una condición, una condición muy humana.
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Según la Asociación Americana sobre la Discapacidad Intelectual (AAMR)
La Discapacidad Intelectual se podría definir como: “El funcionamiento intelectual general
significativamente inferior a la media”.
La discapacidad intelectual (antes conocido como el retraso mental) es un término que se
usa cuando una persona tiene ciertas limitaciones en su funcionamiento mental y en
destrezas. Estas limitaciones causan que el niño aprenda y se desarrolle más lento que un
niño típico, a los niños con discapacidad intelectual les puede tomar más tiempo para
comenzar a hablar, caminar, y aprender las destrezas para su cuidado personal; tales como
vestirse o comer. Ellos sí aprenderán, pero necesitarán más tiempo, por lo que tendrán
dificultades en la escolaridad.
Los rasgos más comunes que poseen las personas con discapacidad intelectual son:
Capacidad cognitiva limitada para adaptarse a demandas que el entorno familiar,
social y escolar imponen.
Deficiente adquisición y uso del lenguaje.
Limitada capacidad para asimilar, procesar y retener información, lo que les dificulta
la resolución de problemas y situaciones.
Dificultad para dirigir y mantener la atención sobre los estímulos relevantes.
En general, problemas para compartir, esperar el turno, sonreír, atender, imitar, y
seguir instrucciones.
El diagnóstico médico que revela cuando un niño posee discapacidad intelectual se lleva a
cabo con la realización de las siguientes dos pruebas:
Observación de la habilidad del cerebro de la persona para aprender, pensar,
resolver problemas, y hacer sentido del mundo (esto se llama funcionamiento
intelectual)
Si acaso la persona tiene las destrezas que él o ella necesita para vivir
independientemente (esto se conoce como conducta adaptiva o funcionamiento
adaptivo).
El funcionamiento intelectual (también conocido como Coeficiente de Intelectual, o “IQ” en
inglés) es generalmente medido por medio de una prueba llamada prueba de coeficiente de
inteligencia. La medida promedio es 100. Secree que las personas que sacan menos de 70 a
75 tienen discapacidad intelectual.
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En cuanto al diagnóstico pedagógico se puede considerar lo siguiente:
Si se toman en cuenta las etapas del desarrollo según Piaget que describe el desarrollo y
avance que va de acuerdo a su edad, dice que la capacidad cognitiva y la inteligencia se
encuentran ligadas al medio social y físico.
Analizando esta teoría y viendo la necesidad de los alumnos existe mucha diferencia en sus
capacidades cognitivas y por lo tanto no han logrado ser independientes, dado que es
complejo que accedan a la lectoescritura, conozcan el manejo del dinero, deben requerir de
un familiar para trasladarse de un sitio a otro. El objetivo principal es buscar estrategias
para trabajar con ellos para que logren a medida de lo posible ser independientes.
El tratamiento se divide en varías áreas, pero entraremos en profundidad en lo que
respecta al área pedagógico.
El niño al incorporarse al ámbito escolar, accede a la cultura y a los conocimientos que le
permitan responder a los retos de la vida adulta. Para incluir al niño debe haber
adecuaciones curriculares, estas deben ser flexibles y abiertas, que le favorezcan al niño en
el ámbito; psicológico, sociológico, en su desarrollo linguistico, que se priorice la lecto
escritura, matemáticas.
Cabe mencionar que hay que ofrecer respuestas diversificadas, adecuadas a las exigencias
de cada momento y sujeto. Hay que seleccionar de entre todo lo que se pueda aprender,
una parte sustantiva.
En el nivel preescolar, se sugiere:
a) La intervención se enfoca a estimular y aprovechar la zona de desarrollo potencial.
b) En esta etapa es importante la intervención de los servicios psicopedagógicos, ya que
el sujeto se encuentra en proceso de maduración cerebral.
c) Prioridad a tareas psicomotrices, facilitación de las relaciones sociales y a la
afectividad.
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CONCLUSIÓN:
Al concluir con el presente informe podemos decir que poseemos la certeza de que cada
niño con discapacidad intelectual es capaz de aprender, desarrollarse, y crecer. Con ayuda,
todos estos niños pueden vivir una vida satisfactoria.
Ya que como habíamos escrito anteriormente la 'discapacidad intelectual' no es una
enfermedad, es una condición humana. El desconocimiento, la sobreprotección, el
aislamiento y la burla son actitudes que evidentemente debilitan la autoconfianza de las
personas con discapacidad intelectual, limitando sus condiciones para desenvolverse y
aprovechar sus habilidades en función de un desarrollo acorde a la etapa en que se
encuentren.
Los mitos y prejuicios irán desapareciendo en la medida que todas las personas, las
instituciones y las sociedades aprendan a generar espacios de convivencia en la diversidad,
a crear sistemas integrados donde cada individuo pueda funcionar según sus
potencialidades y no de acuerdo a normas generales y rígidas, como las que se han
observado y se continúan observando hoy en día.
Se caracteriza por limitaciones tanto de la inteligencia como en las habilidades de
adaptación social y práctica. Es una condición inherente al individuo. No es contagiosa
como el desconocimiento y la poca cultura ha hecho pensar y es distinta a la enfermedad
mental. La mayoría de personas con discapacidad intelectual pueden aprender, llegar a
valerse por sí mismos, trabajar en empleos bien dirigidos y ser aceptados por la sociedad,
sólo necesitan tiempo, buena orientación y educación.
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BIBLIOGRAFÍA:
http://es.wikipedia.org
http://www.nlm.nih.gov
http://www.feaps.org
ARANDA, RENDRUELLO R.E. (2002). EDUCACIÓNESPECIAL. MADRID: PRENTICE HALL.
http://www.educacioninicial.com
http://www.slideshare.net
Manual de la Asociación Americana sobre la Discapacidad Intelectual (AAMR)