El Balanced Scorecard (BSC) es una herramienta de gestión que alinea a la organización hacia el logro de objetivos a largo plazo en cuatro perspectivas interactivas: aprendizaje y crecimiento, procesos internos, clientes y financiera. El BSC se aplica siguiendo pasos como establecer la visión estratégica, seleccionar áreas clave, trazar objetivos en cada perspectiva y diseñar indicadores para la evaluación.
1. Balanced scorecard
Resumen de la exposición
El Balanced scorecard es un instrumento de gestión y evaluación integral que
alinea a cada uno de los niveles de la organización en el camino hacia la
consecución de objetivos enmarcados en varias perspectivas interactivas. Así,
esta herramienta no tiene como prioridad la materialización inmediatista de los
objetivos planteados, sino, principalmente la de los objetivos trazados a largo
plazo.
Por otro lado, este modelo de evaluación ha estado sujeto a todo un proceso de
evolución; en principio constituyó simplemente la combinación de indicadores
financieros y no financieros, sin embargo el rasgo distintivo es el cómo selecciona
los indicadores que permitirán medir el rendimiento que la organización viene
alcanzando en su mejora constante.
Adicionalmente a lo sostenido, es válido recordar que el BSC tiene un nombre
alternativo: El cuadro de mando integral. La razón de esta nominación reside en
que esta herramienta, para efectos de la evaluación integral que persigue, se
basa sobre cuatros perspectivas.
¿Cuáles son las perspectivas que conlleva el BSC?
Son cuatro perspectivas:
-Perspectiva de aprendizaje organizacional
-Perspectiva de procesos internos
-Perspectiva de financiamiento
-Perspectiva de clientes
En efecto, el orden en que interactúan estas perspectivas estará en función de la
naturaleza y las necesidades propias de la organización que aplica el BSC.
2. ¿Cómo se aplica el BSC?
Son una serie de pasos los que se siguen, sin embargo es necesario expresar que
esto no constituye una receta que debamos seguir mecánicamente, sino que es
cardinal aplicar el debido criterio, considerando que lo importante es que el
respaldo teórico elemental se mantenga; lo sugerible es proceder de la siguiente
manera:
Paso 1: Establecer el destino estratégico de la organización.
Paso 2: Seleccionar las áreas claves, las mismas que deben corresponder a cada
una de las perspectivas.
Paso 3: Una vez que se seleccionaron las áreas propias de cada perspectiva,
trazamos los objetivos, todo esto en el mapa estratégico y estructurado en función
de las perspectivas, las cuales, a la par que los objetivos, deben estar
secuenciados en función de la relación causa-efecto. Además, deben estar
comprendidas las líneas estratégicas para la obtención de cada objetivo.
Paso 4: Seleccionar los indicadores que permitirán la evaluación.
Paso 5: Estructurar una encuesta de reforzamiento de la evaluación (este paso,
para fines básicos, es prescindible).
Paso 6: Implementación, para lo cual se puede apelar al diagrama de Gantt.
Finalmente, recogimos los casos ilustrativos de la aplicación, y los citamos a
continuación:
Caso empresarial; Patronato municipal de deportes de Granada.
Caso en unidad de información; aplicación general.