1. Y fue entonces cuando apareció el anciano. Nadie se percató de “Que?”, dijo el Rey.
su presencia hasta que se situó delante de la princesa. La miró, “Calma...”, repitió el Anciano.La única palabra que salía de su
la escuchó llorar y escuchó a todo el mundo que le abrumaba con su boca era esta. Hasta que todo quedó en calma y entonces la princesa
desasosiego. por fin, dejó de llorar.
“Que?... Que?...” El anciano le miró a los ojos y le preguntó:
“Paciencia...”, fue lo que dijo. “¿Qué te occurre?”
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