El documento presenta dos pasajes bíblicos que describen el amor de Dios por el mundo y su decisión de enviar a su Hijo Jesús para salvar a la humanidad de la muerte eterna a través de la fe en él, no para juzgarla.
5. Dios amó tanto al mundo, que
entregó a su Hijo único para que
todo el que cree en él no muera,
sino que tenga Vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para
juzgar al mundo, sino para que el
mundo se salve por él. Jn 3 , 16-17
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7. Dios amó tanto al mundo, que
entregó a su Hijo único para que
todo el que cree en él no muera,
sino que tenga Vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para
juzgar al mundo, sino para que el
mundo se salve por él. Jn 3 , 16-17
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24. MUJER, HE AQUÍ TU
HIJO; JUAN HE AHÍ TU
MADRE Jn 19:26-27.
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27. «El sembrador salió a sembrar. 4 Y
mientras sembraba, unos granos
cayeron a lo largo del camino: vinieron
las aves y se los comieron. 5 Otros
cayeron en terreno pedregoso, con muy
poca tierra, y brotaron en seguida, pues
no había profundidad. 6 Pero apenas
salió el sol, los quemó y, por falta de
raíces, se secaron. 7 Otros cayeron en
medio de cardos: éstos crecieron y los
ahogaron. 8Otros granos, finalmente,
cayeron en buena tierra y produjeron
cosecha, unos el ciento, otros el sesenta
y otros el treinta por uno. Mt 13, 1-8