2. Rapsodia del Cante Jondo Federico García Lorca
INTRODUCCIÓN
Se inicia el texto con una Petenera, que García Lorca dedica al poeta vanguardista Eugenio Montes. Al hablar de
«viento amarillo», Lorca nos remite al campo de la muerte, que volverá a recordar en Bodas de sangre, donde los dos
rivales yacen muertos con los «labios amarillos». Nótese también que gráficamente expresa las sucesivas fases del
campaneo: «dobla [...] se abren» (difusión del sonido) [...] y «cesa». Como la onda que empieza se propaga [...] y cesa.
Le sigue en el texto una Soleá dedicada al poeta colombiano Jorge Zalamea. Aquí se observa también el contraste
entre «la tierra seca [...] y el viento en el olivar», quietud en la «tierra seca» [...]y fuerza vital en «el viento». A Pilar
Zubiaurre, amiga vasca de García Lorca, comprometida en los movimientos culturales en ebullición en aquella época,
dedica la «Malagueña»,” final de este número:
«La muerte entra y sale de la taberna. Pasan caballos negros y gente siniestra por los hondos caminos de la
guitarra».
Termina esta Introducción, con el texto: « [...] por un camino va la muerte, coronada, de azahares marchitos. Canta
y canta una canción en su vihuela blanca, y canta y canta y canta». «En las torres amarillas, cesan las campanas».
«Canta y canta»: connotación del perpetuum mobile, de esta danza de la muerte, con la matización cromática de la
«vihuela blanca», atributo estereotipado de la muerte en Lorca, como instrumento funerario.
RECITADOR Y GUITARRA
La guitarra, Es imposible
Hace llorar a los sueños. callarla.
El sollozo de las almas
perdidas, Lora monótona
se escapa por su boca como llora el agua,
redonda. como llora el viento
sobre la nevada.
Y como la tarántula
teje una gran estrella Llora por cosas
para cazar suspiros, lejanas.
que flotan en su negro Arena del sur caliente
aljibe de madera. que pide camelias blancas.
Empieza el llanto Llora flecha sin blanco,
de la guitarra. la tarde sin mañana,
Se rompen las copas y el primer pájaro muerto
de la madrugada. sobre la rama.
Empieza el llanto
de la guitarra. ¡Oh guitarra!
Corazón malherido
Es inútil por cinco espadas.
callarla.
Esta obra está dedicada al guitarrista Regino Sainz de la Maza. Es una de las tres composiciones dedicadas a la
guitarra. «La guitarra hace llorar, a los sueños», se está refiriendo el poeta al llanto por las ilusiones perdidas [...] a las
almas extraviadas en el laberinto de las cruces. Y ese [...] «negro aljibe de madera», es una transformación metafórica
de los sones que salen por su redondo orificio.
Los primeros arreboles del día coinciden con el instante crucial del cante. Se «rompen las copas de la madrugada»
[...] y al romperse se derrama el vino sobre los manteles. Así el color rojo se relaciona con la hora suprema: es el
momento preciso para el llanto. Llora por cosas lejanas «sobrehumanas»; pero es un llanto frustrado y estéril [...] como
«la arena del Sur caliente» que «pide camelias blancas» [...] símbolo inequívoco de la blancura anhelada de la muerte.
Una muerte que lleva la frustración de las ausencias [...] «flecha sin blanco», «tarde sin mañana» [...]; y ese «primer
pájaro muerto sobre la rama» alude a la inicial promesa de felicidad cortada antes de su realización.
Termina el verso [...] « ¡Oh guitarra! [...] Corazón malherido por cinco espadas». Es una exclamación humanizando
a la guitarra [...] es el corazón humano traspasado por esas «cinco espadas» [...] imagen obsesionante de la Virgen de
los Dolores, cuyo corazón es lacerado por 7 espadas [...] saltando metafóricamente a «los cinco dedos de la mano del
guitarrista».
3. Rapsodia del Cante Jondo Federico García Lorca
LA GUITARRA
En la redonda La guitarra
encrucijada, que llora los sueños
seis dulces doncellas lejanos,
bailan. la noche en flor.
Llora el suspiro
Tiemblan seis cuerdas y el grito
al aire, bailando que desaparece
el aire de amor. en la luz.
Tres de carne Llora un ritmo [...]
y tres de plata. sueña un grito.
Es imposible Llora el viento,
callarlas; el sol [...]
inútil triste el viento
callarlas. en el olivar.
Bailan
con serenidad [...] Todos los árboles
como baila el río negros
llegando al mar. se echan a vibrar.
Nuevamente esta obra está dedicada al guitarrista Regino Sainz de la Maza. Federico García Lorca la inscribe
dentro del título genérico Seis Caprichos, y ésta en concreto [...] «Adivinanza de la guitarra». Efectivamente sin
nombrarla, la describe como [...] «En la redonda encrucijada» [...] con referencias claras al orificio de la caja de
resonancia, que como «ojo del cíclope Polifemo» está presente en la «encrucijada»[...] de los caminos de la vida.
Allí ve Lorca can visión metafórica «seis doncellas», refiriéndose a las cuerdas de dicha guitarra. Estas bailan
temblorosas, como si se tratara del primer baile amoroso o el primer beso de amor.
Aquí mezcla lo entrañable y sensitivo, frente a lo duro y frío: «tres de carne-tres de plata» [...] que son las cuerdas
de tripa y las metálicas.
Ante el alborozo del amor [...] «es imposible callarlas» [...] e «inútil callarlas», porque el amor no se oculta [...]
como no se oculta el «río que baila hasta llegar al mar».
En el transcurso de la vida [...] «la guitarra llora los sueños lejanos» [...] de todo lo que no se consigue durante la
existencia [...]. «llora el suspiro» [...] metáfora que redondea la sensación del llanto y cambiando los sentidos de los
verbos [...] «llora un ritmo sueña un grito» cuando es la contraposición de la realidad: suenan los ritmos [...] y lloran los
gritos.
La sensación de desolación y muerte ante las ausencias, las describe gráficamente Lorca [...] cuando [...] «llora el
viento, el sol, [...] en el olivar» [...] y [...] «los árboles negros se echan a vibrar» [...] imagen estremecedora de la muerte
que hace temblar al enamorado ante la visión de la misma.
4. Rapsodia del Cante Jondo Federico García Lorca
RECITADOR Y GUITARRA
Los arqueros oscuros ¡Ay, Guadalquivir!
a Sevilla se acercan. Vienen de los remotos
Guadalquivir abierto. países de la pena.
Anchos sombreros grises, Guadalquivir abierto.
largas capas lentas. Y van a un laberinto.
Amor, cristal y piedra.
¡Ay, Guadalquivir!
Lorca titula Poema de la saeta a esta obra que dedica al famoso capitán aviador Francisco Iglesias, que voló sin
escalas desde el viejo Continente hasta Hispano-América.
Para él la palabra «saeta» equivale a flecha que hiere y, más precisamente, a flecha de amor. Y «amor» es el
laberinto adonde van los arqueros. Vuelve nuevamente el binomio AMOR-MUERTE. Poema de amor como causa del
sufrimiento, y flechas que hieren atravesando imágenes y metáforas vivientes: «arqueros», el «arco» del cielo sevillano,
la «saeta» de su río.
Sevilla es una ciudad ambigua, con dos caras: [...] «Guadalquivir abierto [...] ¡Ay, Guadalquivir» [...] Ciudad con
ademanes de seducción, acechando a los que se acercan, para perderse en el «laberinto del amor» [...] que es
transparente como el «cristal», roto con la «piedra» de la traición.
EL PUÑAL
El puñal, y el puñal
entra en el corazón, en el corazón.
como la reja del arado
en el yermo. Muerto él se quedó en la calle
Con un puñal en el pecho.
Como el grito del viento No lo conocía nadie.
en silencio azul. ¡Cómo temblaba el farol!
Como el rayo de sol Madre.
pasa las hondonadas. ¡Cómo temblaba el farolito
Como saeta a través de la calle!
de nubes negras, veladas.
Era madrugada. Nadie
No me lo claves. pudo asomarse a sus ojos
Viento del Este abiertos al duro aire.
un farol Que muerto se quedó en la calle
que con un puñal en el pecho
y que no lo conocía nadie.
El poema de la soleá, lo titula Federico García Lorca, y está dedicado a la soledad de la muerte, de la inmovilidad
enlutada. La muerte aquí es la realidad de un corazón humano efectivamente traspasado, de un cadáver en la calle, de
las heridas sangrientas, de los clavos en las manos. Es la imagen lorquiana del amor quebrado tras el encuentro.
El puñal clavado, bien por la persona amada, bien por el rival amoroso, o puñal que se clava en un gesto de
autodestrucción, en el propio corazón.
Y[...]”entra en el corazón”[...] doliéndole el gesto[...] con el dolor con que entra “la reja del arado en el yermo”[...]
rompiéndolo; [...] como “el grito del viento en el silencio azul”[...] “como el rayo que ilumina las hondonadas”[...] como
la “saeta a través de les nubes, veladas”[...]
Y la súplica del enamorado [...] «no me lo claves». A continuación vienen las referencias moriscas de nuestra
Andalucía [...] «Viento del Este» [...] que tiembla con el farol del ceremonial funerario. Y ya se culmina la acción [...]
«muerto él se quedó en la calle» [...] Toda la esencia del Poema de la soleá está evocado con una trilogía fatalista: [...]
«Muerto»” [...] «Puñal» [...] «Nadie» lo conocía.
5. Rapsodia del Cante Jondo Federico García Lorca
RECITADOR Y GUITARRA
La Carmen está bailando y va soñando en el baile
por les calles de Sevilla. con galanes de otros días.
Tiene blancos los cabellos
y brillantes las pupilas. ¡Niñas,
corred las cortinas!
¡Niñas, corred
las cortinas! Las calles están desiertas
y en los fondos se adivinan,
En su cabeza se enrosca corazones andaluces
una serpiente amarilla, buscando viejas espinas.
¡Niñas,
corred las cortinas!
Aquí García Lorca hace un retrato de Sevilla, que es un retrato de mujer encarnada por Carmen, que es la
seducción tan vieja y antigua como el mundo, por eso tiene [...] «los blancos cabellos» [...] en una mirada de «brillantes
pupilas».
Se dirige a las [...] «Niñas, corred las cortinas» [...] como queriéndolas prevenir del aprendizaje del mal. La
«Carmen» [...] «en su cabeza enrosca una serpiente amarilla» [...] indicio del carácter finalmente mortal que encubre la
tentación amorosa. El color amarillo relaciona con los conceptos de madurez y vejez. Ante la tentación [...] «las calles
están vacías» [...] y vosotras [...] «Niñas, corred las cortinas!».
SEVILLA
Sevilla es una torre Ay, niñas de España [...]
llena de arqueros finos de pie menudo
En torre amarilla y voces blancas.
sobre los vientos
doblan campanas. De corazón abierto [...]
de sentimientos
Cantan canciones viejas tristes y tiernos.
con sus voces de plata. Por esta tierra,
¡Sevilla para herir! por su Sevilla [...]
¡Córdoba para morir! cantan maravillas.
Vuelve la temática de Sevilla como símbolo de la seducción, esta vez estilizada en la figura de “una torre” [...] pero
agresiva como una saeta, interpretada por las «flechas de los arqueros finos».
Sevilla es como todas las «encrucijadas del agua, ciudades con sed de aventuras que se escapan al mar. Pero [...]
como ciudad seductora [...]» canta «canciones viejas» [...] hábilmente revestidas de «voces de plata».
Y las jóvenes «de pie menudo» [...] preparadas para el baile que antecede a la muerte como danza ritual, ofrecen el
«corazón abierto» [...] y «cantan maravillas» [...] Pero [...] ¡ay! [...] «Sevilla para herir» [...] y «Córdoba para morir» [...]
versos repetidos en obras de Federico García Lorca.
RECITADOR Y GUITARRA
y luego,
un velón y una manta
Sobre el cielo negro, en el suelo.
culebrinas amarillas.
Quise llegar adonde
Vine a este mundo con ojos llegaron los buenos.
y me voy sin ellos.
¡Señor del mayor dolor!
6. Rapsodia del Cante Jondo Federico García Lorca
al viento.
¡Ya lo sabéis! [...]porque luego,
¡Y he llegado, Dios mío![...] luego,
Pero luego, un velón y una manta
un velón y una manta en el suelo.
en el suelo. Sobre el cielo negro,
Culebrinas amarillas.
Limoncito amarillo
limonero.
Echad los limoncitos
Este poema lo titula García Lorca Lamentación de la muerte, y está dedicado a Miguel Benítez. Empieza escribiendo
con escueta imagen los relámpagos zigzagueantes sobre un cielo de tormenta, en el día del velatorio. La estampa se
presenta descarnada y en toda su cruel desnudez [...] «un velón y una manta en el suelo» [...] último reposo del cuerpo
yacente.
Formula un deseo [...] «quise llegar adonde llegan los buenos» [...] para confundirse en la vulgaridad de todos [...]
con «un velón y una manta en el suelo».
García Lorca muestra seguidamente sus conocimientos de la literatura latina: la consideración del porvenir
imposible dicta la actitud para el momento presente: el consejo es un rotundo [...] «carpe diem» [...] (vive el día y al día,
tradicional en esta Andalucía senequista), ilustrado por un simbolismo popular de la vida alegre («limón»), del que usa
el diminutivo [...] «limoncito».
MEMENTO
Cuando yo me muera entre los naranjos
enterradme con mi guitarra y la hierbabuena.
bajo la arena. Cuando Yo me muera,
Cuando yo me muera enterradme si queréis
en una veleta.
Cuando yo me muera
Las mismas niñas de «España» hecha un grandioso túmulo funerario para llorar el dolor de una raza curtida por el
sufrimiento, en tantas «encrucijadas». Llanto que alza la vista para contemplar y oír las esperanzas de los amaneceres
en Córdoba y Granada.
Anecdóticamente este Poema del cante jondo está fechado el día 13 de Noviembre de 1921, mes funerario
dedicado al recuerdo de los Difuntos.
La rapsodia del cante jondo, compuesta por el yugoslavo Emil Cossetto, fue estrenada en Granada en mayo de
1981, en el Auditorio «Manuel de Falla». La prensa granadina (Patria e Ideal) escribe:
«El compositor Emil Cossetto ha identificado la España real, transformando en formas musicales todo el
espíritu hispano. Es verdaderamente importante este hecho al descubrir las profundas raíces de la música
española. La belleza de esta Rapsodia ha recogido nuestras más populares melodías y formas musicales,
enriqueciéndolas con la personalidad de un artista genial».
Esta misma obra fue estrenada bajo la dirección de su autor en el año 1986 en Zagreb, con motivo del 40
aniversario como Director de Coros y Orquesta, y la Prensa así lo testifica:
«Fue estrenada en Andalucía para darle toda la atmósfera propia de esa bella región española. A través de
sus siete movimientos nos acerca a toda el alma andaluza estoica, alegre, con matices de grandezas y
sufrimientos a través de toda su Historia».
7. Rapsodia del Cante Jondo Federico García Lorca
AGRADECIMIENTOS
Una de los principales objetivos de la sección bilingüe del IES «Playamar» ha sido velar por la
correcta implantación de un modelo lingüístico metodológico, curricular y organizativo. Este amplio cometido
se ha concretado más específicamente con una serie de actividades llevadas a cabo durante el actual curso
académico. Se han organizado exposiciones temáticas sobre aspectos socioculturales en las tres lenguas
implicadas, efectuado visitas para conocer el Patrimonio Cultural Andaluz (Málaga y Granada), realizado
actividades de la programación docente con desplazamiento in situ al lugar objeto de estudio (parque de la
Concepción: Málaga; y Parque de las Ciencias, Museo Al-Andalus y Casa-Museo de Lorca: Granada). Se ha
fomentado el contacto e intercambio de experiencias intercentros con la sección bilingüe del IES «Torre
Almenara» de Mijas, con quienes se proyecta para el curso próximo una inmersión conjunta en un país
anglófono.
Como colofón a todo lo anterior queremos terminar con este Concierto, relacionado con uno de los
centros de interés de este curso, Federico García Lorca, donde participa activamente nuestro alumnado y
abriendo, así, la interacción a toda la comunidad de ciudadanos de Torremolinos.
Nada de ello hubiese sido posible sin la colaboración de las madres y padres de nuestro alumnado,
del profesorado, especialmente Francisco García y José Alberto Cortés, y de instituciones como la
Diputación Provincial de Málaga, el Ayuntamiento de Torremolinos, la Delegación Provincial de Educación y
Ciencia, la Fundación Musical de Málaga, Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga
y el Orfeón Pre y Universitario de Málaga.
A todos, nuestro agradecimiento.