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- 1. SUDÁFRICA | 15 de Septiembre
Los caminos
de Dios
N ja buliso
mente a la carpa. Quería saber de qué hablaría el
orador, pero me daba mucho miedo entrar. Si lo
que dice el orador me produce temor –razonaba—,
siempre estoy a tiempo de irme de allí.
“Buenas noches”, me saludó un señor, y me en-
[Pida a una adolescente o a una joven que
tregó una Biblia. La tomé y me senté en una silla
presente este relato en primera persona.]
de plástico dentro de la carpa. Estos hombres no
V
ivo en un pueblo del noreste de Sudáfri parecen infundir temor, pensé. Mientras esperaba,
ca. Durante toda mi vida he asistido a la me puse a hojear la Biblia que me habían dado.
iglesia y a la Escuela Dominical, pero cuando En casa tenía un Nuevo Testamento, pero jamás
una gran carpa apareció en un terreno baldío había tenido en mi poder una Biblia completa.
del pueblo, mi vida fue transformada para
siempre. Descubriendo las verdades de la
Biblia
“Ciertamente, Él viene”
OCÉANO ÍNDICO
El orador se puso de pie para iniciar la
Un póster anunciaba las reuniones en la reunión. Entonces, mostró diapositivas para ilus-
tienda con las palabras: “Ciertamente, él vie- trar lo que iba diciendo y también proyectaba los
ne”. ¿Quién viene?, me preguntaba. Algunos versículos de la Biblia que iba citando. En realidad,
Y DEL
dijeron que las personas que patrocinaban citó tantos textos que comencé a preguntarme si
MISIÓN ADVENTISTA - DIVISIÓN SUDAFRICANA
esas reuniones eran sátanistas, por lo que en lo que había oído sobre estas reuniones no eran
un comienzo sentí mucho miedo de asistir. más que mentiras. Los satanistas no podrían ci-
Entonces, escuché que una mujer decía: “Esta tar la Biblia, pensaba. Cada texto de la Biblia
noche el orador va a hablar de la segunda respaldaba lo que el orador decía.
venida de Cristo”. Eso me llamó la atención. Finalmente, me convencí de que él estaba di-
Jesús ya vino como un bebé, pensé. ¿Para qué va ciendo la verdad.
a venir otra vez? Jamás habia escuchado hablar Cuando la reunión llegó a su fin, me di cuen-
de algo semejante en el pasado. ¿Son cristia- ta de que había hallado algo muy valioso. En mi
nas estas reuniones?, me preguntaba. iglesia rara vez usábamos la Biblia, pero este pre-
La curiosidad que sentía fue más fuerte que dicador usaba la Biblia para probar cada asunto
mis temores, y esa noche me acerqué discreta- que presentaba. Sentí deseos de saber más.
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- 2. de las reuniones. Los pastores y los dirigentes de la
Cápsula informativa iglesia del pueblo trataron de desanimarnos de
que nos uniéramos a la Iglesia Adventista. Has-
Ingwavuma es un pueblo de la región noro- ta llegaron a organizar reuniones públicas para
riental de Sudáfrica. Se encuentra cerca de las disuadirnos de hacernos adventistas. Algunas
fronteras con Suazilandia y Mozambique.
personas cedieron ante la presión, y decidieron
La mayoría de la población se dedica a la agri- quedarse en sus iglesias.
cultura. Cultivan tomates, camotes y maíz; y Pero, yo estaba decidida: quería seguir a Dios.
algunos crían ganado. La mayoría apenas ga- Y, cuando el pueblo se calmó, aún más perso-
na lo suficiente para dar de comer a sus fami- nas expresaron que querían ser adventistas.
lias. La gente del lugar no es acomodada.
Al final, cuarenta personas dieron el paso del
En las regiones circundantes, el HIV/SIDA bautismo y llegaron a ser los primeros miem-
representa una serio amenaza para la salud. bros de la congregación adventista del pueblo.
En efecto, se cree que una de cada tres per- Dos pioneros de Misión Global, que permane-
sonas sufre o es portadora de la enfermedad. cieron en el pueblo después de las reuniones de
evangelización, nos enseñaron cómo compartir
La Palabra de Dios me motivó a continuar nuestra fe con los demás. Entonces, comenza-
asistiendo a las reuniones cada noche durante mos a hacer visitas puerta por puerta y a hablar
el resto de la campaña. Aprendí tantas cosas y a orar con las personas.
sobre Dios, y me di cuenta de que en realidad
nunca antes lo había conocido de esa manera. Una iglesia en crecimiento
Cerca del fin de las reuniones, le dije al orador: Hoy, la feligresía de nuestra iglesia se ha du-
“He aprendido mucho sobre Jesús en estas plicado: ya cuenta con ochenta personas, ade-
a
reuniones. Siento que antes apenas lo conocía. más de las visitas y muchísimos niños. Nos
¿Cómo puedo hacer para darle mi vida a Dios? reunimos en un salón alquilado, pero allí no
¿Cómo puedo unirme a esta iglesia?” tenemos lugar para que se reúnan los niños.
El pastor me invitó a asistir a una clase espe- Por eso, ellos tienen que reunirse afuera, a la
cial que se estaba formando para los que que- sombra de un árbol.
rían aprender más de la Biblia y de las creencias Estamos orando y trabajando esforzadamen-
adventistas. Con mucho entusiasmo, me uní a te para construir una iglesia en nuestro pueblo.
esa clase y me preparé para el bautismo Pero vivimos en una zona pobre, donde hay
mucho desempleo y los salarios son bajos. Mu-
Firme en la fe chos son agricultores, que apenas logran man-
Mis padres sabían que había estado asistiendo tener a sus familias con la cosecha de sus culti-
a las reuniones de la carpa, pero no me habían vos. El desafío parecía imposible. Por eso, ima-
dicho nada al respecto. Asumieron que cuando ginen qué gozo sentimos cuando nos enteramos
las reuniones llegaran a su fin, me olvidaría de de que parte de la ofrenda de este decimotercer
esos adventistas. Por ello, cuando se enteraron sábado nos ayudará a construir una iglesia en
de que estaba planeando estudiar la Biblia e in- el pueblo. Queremos que también tenga una
www.AdventistMission.org
gresar a la Iglesia Adventista, se sintieron muy sala de cultos para los niños. Allí, ellos podrán
mal. aprender a crecer en la fe, a compartir su fe y
En efecto, parece ser que muchas personas del llegar a ser líderes de la iglesia. Muchas gracias
pueblo se enojaron al saber que treinta perso- por ayudarnos a compartir el amor de Dios en
nas pedían ingresar a la iglesia como resultado el noreste de Sudáfrica.
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