1. Lección 11: Para el 15 de diciembre de 2012
LA VIDA CRISTIANA
Sábado 8 de diciembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Deuteronomio 8:1117; Fi
lipenses 2:3, 4; 1 Corintios 15:51, 52; Apocalipsis 22:15; Mateo 22:39; Gé
nesis 2:2125.
PARA MEMORIZAR:
“En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también
nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos” (1 Juan 3:16).
PENSAMIENTO CLAVE: Cualquiera puede llamarse cristiano. Sin em
bargo, ¿qué significa esto en términos prácticos?
“HERMANOS MÍOS, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene
obras? ¿Podrá la fe salvarle?” (Sant. 2:14).
La Biblia enfatiza la “sana doctrina”; pero este énfasis está en el contexto de
una vida santa (1 Tim. 1:10; Tito 2:15) y señala que la meta bíblica es una vida
ética con obligaciones hacia otros. En realidad, si miramos con cuidado estos
textos, vemos que vinculan la sana doctrina con una vida correcta, ¡como si la
vida correcta en sí misma fuera sana doctrina!
El cristiano es un agente de Dios para la salvación y el bien de otros en la
gran controversia. Estar “tan concentrado en el cielo que no se es bueno para la
Tierra”, aunque sea un cliché, es una realidad que los cristianos deben evitar. Es
cierto, el cielo va a ser nuestro hogar definitivo, pero ahora estamos en la Tierra,
y necesitamos saber cómo vivir mientras estemos aquí.
Esta semana consideraremos un cristianismo práctico que debemos mani
festar en nuestra vida.
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2. Lección 11 // Domingo 9 de diciembre
MAYORDOMÍA
Cuando pensamos en la salvación traducida en el servicio a otros, no po
demos evitar el concepto cristiano de la mayordomía. La Seventh-day Adven-
tist Encyclopedia define “mayordomía” como la “responsabilidad del pueblo de
Dios por todo lo que Dios le ha confiado, y la manera de usarlo: la vida, el ser
físico, el tiempo, los talentos y las capacidades, las posesiones materiales, las
oportunidades de servir a otros, y su conocimiento de la verdad”.
Analiza los pasajes indicados a continuación. En cada uno, pregúnta-
te: Dadas mis circunstancias específicas, ¿cómo puedo manifestar en mi
propia vida los maravillosos principios que enseñan estos textos? ¿De que
modo deben estas verdades impactar en la forma en que vivo y me rela-
ciono con otros, con Dios y con los dones que él me ha dado?
Deut. 8:11-17
Sal. 24:1
Fil. 2:3, 4
1 Juan 3:16
La Biblia enseña que el propósito fundamental para toda la creación de
Dios es glorificarlo a él. El pecado ha desvirtuado mucho esta realidad, pero
Dios dirigió su acción salvífica hacia nosotros, para llevarnos de regreso a par
ticipar con toda la creación en la glorificación de Dios (Efe. 1:11-14). Al reco
nocer con palabras y hechos el señorío de Cristo sobre nuestras vidas, damos
gloria a Dios. La expresión completa del señorío de Cristo sobre nuestras vidas
involucra nuestro servicio a otros mediante el uso de nuestros talentos, tiempo,
capacidades y posesiones materiales.
Lee de nuevo los textos para hoy. ¿Cuáles te inspiran más, y por qué? ¿Qué te
motiva a tratar de vivir de tal modo que te involucres en buscar el bien de otros
así como el propio? ¿Por qué es tan importante para ti, espiritualmente, vivir
por otros?
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3. Lunes 10 de diciembre // Lección 11
EL DIEZMO: UNA PORCIÓN MÍNIMA
“Y que estaría el sacerdote hijo de Aarón con los levitas, cuando los
levitas recibiesen el diezmo; y que los levitas llevarían el diezmo del diez-
mo a la casa de nuestro Dios, a las cámaras de la casa del tesoro. Porque a
las cámaras del tesoro han de llevar los hijos de Israel y los hijos de Leví
[...]” (Neh. 10:38, 39).
Piensa acerca de tu vida; piensa en su brevedad, piensa en que tu muerte
es inevitable (a menos que Cristo regrese durante tu vida). Piensa en lo que
significaría si, como muchos creen, la tumba fuera el fin total. Tú estás aquí; tal
vez un espasmo en tu metabolismo celular hace su parte (a menudo con dolor,
dificultad y temor), y luego termina todo, de un modo u otro. Cuando todas esas
células mueren, nada queda sino un cadáver del que los gusanos y las bacterias
se alimentan hasta que ellos también expiran.
La suerte de todos nosotros en un universo más grande que nuestro planeta,
y mucho más que nuestras vidas individuales, podría no tener ningún sentido,
sino ser solo una broma cruel que la mayoría no encontraríamos graciosa.
En contraste con ese escenario, mira lo que Cristo nos ha dado. Mira lo que
se nos ofrece por medio de Jesús. Mira lo que el plan de salvación nos dice
acerca de nuestra valía y de lo que fue hecho por nosotros, de modo que no
tengamos que afrontar la suerte descrita antes.
¿Qué se nos ha dado en Cristo? 1 Cor. 15:51, 52; Apoc. 21:4; Gál. 3:13;
Efe. 1:6, 7; Apoc. 22:1-5. ¿Qué deberían significar estas cosas para noso-
tros? ¿Cómo deberían impactar estas promesas en cada aspecto de nues-
tra existencia?
“Hablo del sistema de diezmos, que me parece tan precario. ¡Cuán vano es
el esfuerzo de medir con reglas matemáticas el tiempo, el dinero y el amor ante
un amor y un sacrificio sin medida! ¡Los diezmos para Cristo son una limosna
tan mísera, un precio tan irrisorio para pagar algo que costó tanto! Desde la
cruz del Calvario, Cristo pide una rendición incondicional” (TI 4:121).
Después de todo lo que Cristo hizo por ti, ¿no puedes ejercer suficiente fe y de-
volverle una pequeña porción de lo que él te dio?
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4. Lección 11 // Martes 11 de diciembre
LA RESPONSABILIDAD HACIA UNO MISMO
Jesús nos dice claramente: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
(Mat. 22:39). Es un texto muy interesante, ya que a menudo miramos el
amor hacia uno mismo como lo que más se opone al cristianismo y a la
idea de una abnegación desinteresada. ¿Qué quiso decir Jesús con este
texto? ¿Cómo lo interpretamos y lo aplicamos de tal modo que refleje de
qué se trata el verdadero cristianismo?
El amor a uno mismo, en un sentido cristiano, no es egoísmo, no es ponerse
a uno mismo antes que todos. Por el contrario, el amor a uno mismo significa
que, dándonos cuenta de nuestra propia valía ante Dios, procuramos vivir lo
mejor posible, sabiendo que los resultados no nos beneficiarán solo a nosotros
(lo que está bien), sino también a aquellos con quienes entramos en contacto.
¿Cómo relacionarías la exhortación de Jesús (citada arriba) con los
siguientes textos?
Fil. 2:5, 8
2 Cor. 5:14, 15
1 Cor. 10:31-33
1 Ped. 1:13-16
La redención que el pecador obtiene en Cristo trae tal unidad con él (Gál.
2:20) que el cristiano desea vivir una vida ordenada según el deseo de Cristo.
El pecador desea tener a Cristo en la mente, ya no vivir para sí mismo sino para
él y atender el llamado a la santidad (separarse de cosas como las pasiones, las
tendencias pecaminosas de la cultura y la impureza moral). Si te amas, querrás
lo mejor para ti mismo, y lo mejor para ti es una vida consagrada a Dios, una
vida que refleje el carácter y el amor de Dios, una vida que viva no para sí, sino
para el bien de otros. La manera más segura de garantizarte una existencia
miserable es vivir solamente para el yo, sin pensar nunca en el bien de otros.
Medita en lo que significa amarte a ti mismo en el sentido cristiano. ¿Cuán fácil
es que este amor se centre en sí mismo (lo que es autodestructivo)? ¿Cuál es la
única manera de protegerte de esa trampa?
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5. Miércoles 12 de diciembre // Lección 11
EL MATRIMONIO CRISTIANO
El hombre es un ser social. En el hogar, en el trabajo, en lugares públicos, la
gente desarrolla toda clase de relaciones. Una conducta cristiana responsable
debería verse en todo lugar, y la Biblia tiene principios para guiarnos en estas
relaciones.
Lee los siguiente pasajes y prepara una definición bíblica de matrimo-
nio: Gén. 2:21-25; Mal. 2:14; Efe. 5:28.
Hoy se dice que el matrimonio es difícil de definir porque su significado
difiere en el tiempo y, entre pueblos y culturas diferentes. Pero, la Biblia no
tiene una idea flexible del matrimonio. Según la Escritura, el matrimonio es
una institución dada por Dios, en que dos adultos de diferente género hacen un
pacto para compartir una relación íntima y duradera. Es decir, la Biblia marca
un vínculo profundo de unidad entre un hombre y una mujer, con un sentido de
permanencia, fidelidad y confianza. Como en la relación con Dios, la relación
entre los esposos debería ser protegida en forma sagrada.
Hoy, aun dentro de la iglesia, el matrimonio es tratado con liviandad. Las
personas se unen ante Dios y luego, cuando surgen asperezas, se presentan
frente a un juez humano, quien, por medio de leyes humanas, separa lo que
Dios ha unido. Algo está mal en este cuadro; pero, como iglesia, luchamos por
saber qué hacer en estas situaciones.
Además de los problemas de poligamia, cohabitación, divorcio, nuevo
casamiento y la práctica de la homosexualidad, ¿qué desafíos acerca de la
sexualidad humana puedes identificar en la sociedad hoy? ¿Qué consejo
bíblico puedes ofrecer frente a estos problemas?
El adulterio, la fornicación y la pornografía abundan en la sociedad actual.
No obstante, Dios sigue considerando las fallas humanas con compasión y mi
sericordia; y estas malas prácticas pueden ser vencidas por medio de la gracia
de Cristo. Con esfuerzo, se debe tratar de alcanzar los ideales divinos, aunque
hoy se justifique el pecado con muchas excusas y calificaciones culturales.
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6. Lección 11 // Jueves 13 de diciembre
LA CONDUCTA CRISTIANA
Más allá de la familia, ser cristiano tiene otras repercusiones sociales y pro
fesionales al reconocer el concepto bíblico de que los cristianos están en el
mundo, pero no son del mundo (Juan 17:14-18).
Considera las siguientes tres áreas de la vida diaria, y analiza las responsa
bilidades cristianas del estilo de vida y la conducta:
1. Relaciones empleador-empleado (Sant. 5:4-6; Efe. 6:5-9). El empleador
cristiano debe guiarse por el principio de que un trabajo adecuado requiere
una compensación adecuada. Por otro lado, los trabajadores cristianos deben
resistir la tentación de hacer un trabajo descuidado.
“Los padres no pueden cometer un pecado mayor que el de permitir que
sus hijos no tengan nada que hacer. Los niños pronto aprenden a amar la ocio
sidad, y llegan a ser hombres y mujeres negligentes e inútiles. Cuando tienen la
edad suficiente para ganarse la vida y hallar empleo, trabajan de una manera
perezosa, esperando sin embargo que se les pague tanto como si hubieran sido
fieles” (PVGM 280).
2. Deberes cívicos (Rom. 13:1-7). El cristiano pone a Dios primero en todas
las cosas, y evalúa toda acción y responsabilidad desde esta perspectiva. Por
eso, el cristiano se opondrá a la discriminación en cualquier forma, aun si es ofi
cialmente sancionada. Al mismo tiempo, “los cristianos pagan impuestos, par
ticipan en los deberes cívicos, respetan las leyes de tránsito y los reglamentos
sobre la propiedad, y cooperan con las autoridades civiles para frenar o con
trolar el crimen y la violencia” (TTA 789).
3. Responsabilidad social (Isa. 61:1-3; Mat. 25:31-46). Analiza la siguiente
declaración: “El cristiano puede ejercer su vocación de buscar el Reino de Dios
si, motivado por el amor al prójimo, lleva adelante su obra en las comunidades
de la familia, y en la vida económica, nacional y política. [...] Solamente al ocu
parse en el trabajo cívico por el bien común, por la fidelidad en la vocación
social hacia las personas, seguirá el ejemplo de Cristo”.–H. Richard Niebuhr,
Christ and Culture, p. 97.
En tu interacción social y de trabajo, ¿pueden las personas ver tus valores cris-
tianos? Sé honesto contigo mismo (aunque pueda ser doloroso). ¿Qué aspectos
de tu vida atraen a las personas a tu fe? ¿Qué te dice tu respuesta acerca de
la forma en la que vives?
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7. Viernes 14 de diciembre // Lección 11
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee Creencias adventistas, de la Aso
ciación Ministerial de los Adventistas, cap. 22 y 23; “Estilo de vida y comporta
miento cristiano”, Miroslav M. Kis, Tratado de teología adventista del séptimo día,
Raoul Dederen, ed., pp. 759-814.
“Los actos de generosidad y benevolencia fueron concebidos por Dios para
[...] estimular en ellos un interés y afecto mutuo en imitación del Maestro [...]. La
ley del diezmo fue fundada sobre un principio permanente y fue ideada para ser
una bendición para el hombre.
“El sistema de benevolencia fue dispuesto para prevenir el gran mal de la co
dicia. Cristo vio que, en la práctica de los negocios, el amor a las riquezas sería
la mayor causa de la extirpación de la verdadera piedad del corazón. Vio que el
amor al dinero congelaría en forma profunda y dura las almas de los hombres,
deteniendo la corriente de impulsos generosos y cerrando sus sentidos a las
necesidades del sufriente y el afligido” (TI 3:600).
“Si uno tiene salud y fuerzas, ese es su capital, de modo que debe usarlo
adecuadamente. Si pasa horas en ociosidad hablando de cosas innecesarias,
es negligente en su negocio, lo cual la Palabra de Dios prohíbe. Tales personas
tienen una obra que hacer a fin de proveer lo necesario para sus familias, con
el propósito de ahorrar lo necesario para dedicarlo a fines caritativos en la me
dida en que Dios lo haya prosperado.
“No hemos sido puestos en este mundo nada más que para preocuparnos
de nosotros mismos, sino que se requiere que participemos en la gran obra de
salvación, imitando así a Cristo, quien llevó una vida [...] de utilidad para el
prójimo” (TI 1:291, 292).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. El tema del matrimonio y del divorcio preocupa mucho, pues es muy
común. ¿De qué modo aplicamos los conceptos bíblicos cuando tratamos este
tema? Si fuéramos estrictos al aplicar las enseñanzas de Jesús, ¿estaría la gente
menos inclinada al divorcio? Analiza este problema
2. Medita en el tema del diezmo. Algunos dicen que quisieran dar el diezmo
a quien ellos elijan, en lugar de darlo a la iglesia de la que son miembros. ¿Cuál
es el peligro de esta actitud?
3. Ningún cristiano puede ignorar las amonestaciones bíblicas con respecto al
cuidado de los pobres y los necesitados que hay entre nosotros. Al mismo tiempo,
¿cuáles son los escollos ocultos en nuestra vocación si el cuidar a los pobres llega
ser el objetivo principal, en lugar de ser el medio para un fin mayor? Analiza.
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