El agua es un agente agresivo, seguramente el más agresivo de todos los que pueden interaccionar con las carreteras, que dañan y arruinan las estructuras, Por este motivo, el drenaje es uno de los aspectos capitales en el éxito o fracaso de una infraestructura. El sistema tiene que cumplir su misión con un dimensionamiento mínimo para evitar un excesivo incremento de la inversión inicial. Pero además deben diseñarse sistemas fáciles de mantener ya que un drenaje bien dimensionado pero mal mantenido será ineficaz.