1. Miasma
Rodríguez Carrillo
15 de octubre de 2002 – 28 de noviembre de 2002
2. I
Vamos a cruzar el difícil puente humano
Que une a la calle con el monasterio
En la compañía de quien quiera y se atreva
A tocar de pleno las filosas aristas de la sinceridad.
Vamos a jugarnos a volvernos piedra
O a hacernos polvo contra la mayor de todas
En la seguridad de que ése es nuestro papel
Marcar una señal donde esté o no el equilibrio.
Vamos a seguir buscando la luz
Sin olvidarnos nunca de sumergirnos
En las saladas aguas de lo más cotidiano
Aunque con lágrimas tengamos que pagar el gesto.
Vamos a seguir sonriendo en soledad
Y en público valoraremos la risa ajena
Atentos respecto de la distancia que se nos impone
Más atentos aún respecto de la que imponemos.
Vamos a mostrarle nuestro rostro a cada desafío
Para que la idea se permita rozar nuestra faz de carne
Admitiendo que lo inefable more un tiempo en nuestras manos
Permitiéndonos la audacia de intentar ser más de lo que somos.
Vamos a agradecer si nos toca vivir algún sufrimiento
Porque es así que vamos a poder probar
No sólo la dimensión de nuestro entendimiento
Sino la fe que con el alma buscamos alcanzar.
Vamos a recordar la realidad de los esenios
Cuando nos nombren a los saduceos y a los fariseos
Y evitaremos olvidar a los sicarios
Cuando la voz del Islam nos llegue con el viento.
Vamos a continuar nuestra búsqueda
Aunque el mundo entero nos grite que no encontraremos
Porque sabemos que el precio de llegar a ver lo que buscamos
Es vivir un último instante que ni la imaginación puede sospechar.
Y al final de la película
Sumando y restando todo
Veremos si logramos
Unir a la palabra con su silencio.
15.10.02
II
3. Por la boca de uno se desliza el vino
En la de otro se detiene un quejido
Aquel por alguien está acompañado
Éste solo tiene su propia grandeza.
Quién bebe de la copa de oro?
Quién calla sus íntimos anhelos?
A cuál de los dos alguien señaló
El secreto murmullo de la tierra?
Quien ha sabido pasar por la miseria
No enturbia la alegría de quien sonríe
Sabe bien que el tiempo es poco
Que ningún reloj se compadece de su dueño.
Quien ha sabido pasar por la alegría
Se cuida de no enardecer al que padece
Sabe bien que el primer homicida
En el sacrificio ajeno visualizó su propia distancia.
Mas, si en juzgar a otro habita un gran peligro
Qué le espera al que de sí hace juez y acusado?
Cómo llegará a la explicación justificada
Donde condena y absolución intensamente se absorben?
Y entretanto, nadie niega la actividad de los ejércitos
Cada arnés reflejando el rango de su jinete
Cada hoja exponiendo la dimensión de su portador
La sed en el ser, el agua esperando dentro del enemigo.
Ahora en uno de los bandos
Mañana en otro
Mediando entre ambas
La decisión que emerge de la duda.
Y en la memoria unas palabras que refieren
No a lo recto, ni a lo trunco,
A algo más de aquí que de allá
Que en una parte dice: “porque no saben lo que hacen”.
Y aquí es donde estamos, ahora
Con una escuela defendiendo los resultados
Con otra tratando de enarbolar el proceso
Frente a la entrega, frente a la renuncia
Como si no supiéramos que alguien nos observa
Un alguien que lleva nuestro nombre y nuestra piel.
15.10.02
III
4. No se sabe si en el fondo de su humillación
Pretende lograr un algo que mucho anhela
O desterrar de sí un algo que mucho desprecia
No se sabe si algo le estira o algo le empuja.
Sabe su ignorancia, leyó al griego
Sabe su intelecto, se escuchó hablar
Mas no basta, también esto lo sabe
Como sabe el día que es por la noche que existe.
Sin embargo – un sin embargo enorme –
No siempre lo que se sabe señala lo ignorado
No siempre en el esfuerzo se apoya la meta
Algunas veces, si es sincero, basta con el intento.
Pudiera parecer injusto, pero, en el fondo,
Acaso lee tanto quien no quiere hacerlo?
Acaso escribe quien no quiere ser leído?
Acaso espera quien no aprendió a hacerlo?
El poder de un gesto
Lo sepa o no quien lo ejecute
La música de Bach siglos después
Viviendo, si se quiere, el antes del después.
Qué compensaría la realidad expresable
De ver en un ser humano un alguien que morirá?
Qué imagen podría alcanzar tal magnitud
Que a su forma pudiera tornar el suelo de su sentido?
Habría, quizás, un sentimiento, establecido en uno
Que en su principio, dirigido y enfocado a otro
Alcance a sobrepasar su dirección y su punto
Para concentrarse en el puro acto de no concentrar?
Pero vamos, hay que ir por la calle
Comprender que creador hay uno solo
Mientras todos hablan de creatividad
Hay que tragar tanto la pulpa como el carozo.
Se sabe que mira
Que sus ojos no fallan.
Se sabe que quiere compartir
Que lo que tiene lo recibió para dar.
Se sabe que también tú esperas.
15.10.02
IV
5. Esta tarde yo te di una alegría
Y antes que a ella te entregues
Ya elevé tu cuota de responsabilidad
Para ponerte de mi lado, del de los que exigen.
Si fuera alguien distinto de mí
Diría que en unos años, cuando por mis gestos
Logres alcanzar el mensaje y su sentido último
Sabrás también compartir lo que entonces llevarás.
Pero se trata de mí, del que te implica
En el que todo es afirmativo o negativo
Por una cuestión de tiempo que no decidí
Que la impusieron las calles, lloviendo o no.
Mañana es la cita, la primera mano fue hoy
A ver si puedes convertir el polvo en alfombra
Si a la primera le puedes torcer el cuello a la medusa
Y volver a mí sonriente, con sangre fresca en las manos.
Aprenderás a guardar el secreto
Porque aunque te digan que no se puede
Y aunque al verlo te resistas a creerlo
Vivirás la extenuante sensación
De llegar a ese límite donde cada cual decide su extensión.
Grano a grano, si a la primera respondes
El hallazgo de una comprensión sin tener que hablar
La mirada que escruta en tu interior sin desnudarte
Y que te deja la señal del camino a seguir.
Aprenderás a querer, y a querer más
Porque ya alguien sabe lo que quieres
Y hace que sea posible lo consigas
Como el árbol que agradecido, al caminante ofrece su sombra.
Y tu propio ser hallará la huella más peligrosa
La que sólo unos pocos dejan en cada curva
Y cuando en ella fijes la vista y la intención
Y sientas entonces la necesidad de pisarlas
En tu boca florecerá la dimensión de la sed
Y aunque por desafío de juego o de guerra
A pecho abierto te lances a obtener el premio
Viendo claramente que en ello se decide tu destino
Darás con lo que da la valentía
El fruto que madura la soledad más intrépida
El alcanzar lo pretendido sin acordarse de uno mismo
Con las espaldas rasgadas por las miradas de los que quedaron.
6. Pero como no fue poco lo buscado, al alcanzarlo
La memoria no tendrá tiempo para lo sufrido
Pero sí para los que todavía viven su tiempo de espera
Como lo viviste tú, esta mañana, del otro lado de la puerta.
16.10.02
V
Está bien, es cierto, lo confieso
Algo adentro quiere que el puñal
Sea empujado hasta tocar el madero
Pero no es mi puño el que anhela
Es mi pecho convertido en fruto.
No tengo la culpa de sonreírle a la desesperación
Nada me obliga a decir que todo lo que ocurre
Lo hace porque nadie más que uno lo permitió
O lo hizo posible sabiéndolo todo, todo el tiempo.
La opción de olvido, el dejarlo pasar, el dejarlo hacer
Y la música que llega para aguijonear la memoria
Tratando todavía de lograr que todo sea un juego
Como el cachorro que le busca camorra al macho adulto.
Por donde menos se espera habrá de darse el salto
En medio del humo, o en medio del hielo
Pero con las inevitables marcas que deja el aguante
Quemando en el rostro de la minoría la llaga de los escogidos.
No todo estaba en el río
Al final la metáfora será poca
Y la sorpresa no será tal, no más
El prurito del hastío, al que como pudo se resistió.
Nada que hacer, no llegó a tiempo el cansancio
Más bien pronto venció el mecanismo de las manecillas
No se doblegaron las rodillas, no se sudó sangre
Y si pasó, y si tuvo testigos, lo que siguió lo aplastó.
Los actos de la prostituta y las intenciones de su alma
Lo que sabe el docto, y lo que quiere, sin unión
La mirada que despliega el niño, y que no da con el ejemplo
La casa que creen vacía, por estar dominada por la nada.
Los muy fríos sonidos de la paciencia
La voz de seis mil millones de humanos
Que en la vida podrán darse las manos
Aunque griten su gran sed de penitencia.
Como de loca llegó a ser la reina
7. Aquella que en Manú fue una mujer
Que por no pretender demostrar saber leer
Logró ser el viento que sus sueños peina.
Pero me olvido que esto no sabes
Porque si lo sabes me has engañado
Desde el primer verso abarrotado
Hasta el punto que será olvidado
El último, el siempre más oxidado
El que no pretenderá que tú te salves.
Son cosas complicadas
Una hoja en blanco, papel o monitor
Y una vida llena, azotea y asfalto
Y escuchar de formas y no de fondo
Pero escuchar, hasta llegar a oír.
16.10.02
VI
Irradiaba esa posibilidad de placer
Que sólo puede prodigar quien rozó
El abismo, el límite y la quietud
Sin gastar fuerzas en resentimientos.
Como la espalda ensanchada por labor
Así el alma expandida por vivir
Y una y otra apresadas en un mismo nombre
Que en otro quiere encontrar la llave que lo libere.
Sencilla la sentencia, luego de estar ahí
Dos piernas rodeando el cuello
La expresión de amenaza del bravucón
La vida a un chasquido de extinguirse.
Un esfuerzo más, siempre uno más
Para labrar el comienzo de lo interminable
El punto en donde sonríe el infinito
Donde la imaginación por fin besa su mar.
El destello que provoca una mente que se asume
La hoja que no cae del árbol, que lo abandona
No porque lo desestime, no porque lo quiera
Sino por una orden que sin comprender la entiende.
Como la madre que le priva al niño de su leche
No porque le falte, no porque no tiene
Sino porque intuye hay algo más en esa boquita
Que insatisfecha de lo que la tierra le dio
8. A sí misma se obligará a buscar el cielo.
Cien muertos para que el enterrador tenga trabajo
Cien pecadores para que el sacerdote tenga trabajo
Cien centenas de años para que el trabajo sea digno
Cien segundos para que me mires y encuentres o no un espejo.
Cuesta saber que cuando no cueste no estaremos
Que “uno es el que siembra y otro el que cosecha”
Que “la vida es breve, breve”
Que cuando sonría quizá no lo veamos.
Pero cuesta ahora
Ahora que tenemos las fichas del sudor
Ahora que la certeza la establecemos nosotros
Ahora que sabemos que decidimos cómo habremos de terminar.
16.10.02
VII
Quién piensa en el dolor del amo
Cuando pierde a su esclavo favorito?
Alguien notó en el rostro del viejo
La ausencia de esa seguridad que hasta ayer tenía?
Quién nos explica la sorpresa del niño de campo
Cuando por primera vez presencia el sonido de algún motor?
Quien nos narra la inmensa pena del niño de ciudad
Cuando por primera vez presencia la faena de algún cordero?
El agua parece caer del cielo
Le llaman lluvia, muchos le temen
No cambia el aire, no muta
Invita a cambiar, y cambiar duele.
No se ponen nombres a los suspiros
Y por hablarlo, el pesar no amengua
Consigo, cuando se marchan, las sirenas no llegan a llevarse
La angustia que una pena provoca.
Es más lejos, mucho más lejos
Tanto, que ni Némesis1 emprendería la marcha
No por temor a lo que ya cada lejanía implica
Sino por respeto a lo que al llegar encontraría.
Con sangre se forjaban las espadas
Con lágrimas siguen forjándose algunas almas
Y en ciertos subterráneos, todavía aterido
Alguien no logra arrancarse tu imagen de la piel.
1
Diosa de la Venganza.
9. Tras las rejas, el claro ofrecimiento de la calle
Y en ella el oculto murmullo de los que aguardan
Ya las manos que buscan las llaves – adentro pesa –
Ya puesta la sonrisa, ya calzada la dura coraza.
Sin víctimas, sin victimarios, más lejos
En el boleto del colectivo, luego del Libro
En los pasos que dan las piernas que fueron rotas
Con los ojos necesitados de lentes para transitar
Pero con la intención que no necesita de muletas
Con el sabor de la mañana acompañada del rocío
Rumbo a la tierra que los gentiles sueñan con poseer
Rumbo a lo que desesperadamente quiere existir
Como si fuese necesario, como si en ello estuviese todo.
17.10.02
VIII
Vale más que no te apures
Que todavía no se domina el tiempo
Que la piel aún debe hacerse más firme
Que todavía el cuerpo hay que llenarlo con fuerza.
Vale más que no te apures
Que tampoco tú podrías comprenderlo todo
Que todavía no podrías secar la desesperación
Que en el viento aún no es tu nombre lo único.
Que de todos modos, alguien va a querer a destiempo
Que todavía tendrá trabajo el guardián
Que todavía tiene más que sudar el guerrero
Que aunque el lazo apriete mucho, todavía se respira.
Que aunque lo quieras no podría ser distinto
Que en cierta dimensión las acciones cuentan poco
Que es por la asfixia que a veces se aprecia el aire
Que a veces, por tener precio, alguien pierde su valor.
Que a cierta edad ya no caben los ejemplos
Que ante la última puerta, vida y muerte desaparecen
Que luego de ver los estragos de la vanidad se ve la cura
Que el fuego siempre le sonríe a la brisa cuando lo toca.
Que el sentido va siendo descubierto
Que el que golpea va sintiendo el golpe
Que quien retiene va sintiendo el peso
Que quien entrega va sintiendo el llamado del vuelo.
10. Vale más que no te apures
Que como sea, ya lo sabíamos
Que de ausencia fue el principio
Que en el punto de inflexión se halla nuestra razón.
Que cada forma, por ella, guarda un secreto
Que siendo difícil con bondad despliega la sed
Que en su seno más profundo fragua una sonrisa
Que habrá de unir lo que nunca fue separado.
Vale más que no te apures.
18.10.02
IX
Imprevistamente murmura el arroyo
Que no le basta ser de agua
Que el cielo es poco y a él nunca llega
Y que al final, son las piedras las que cambian.
Con los ojos en blanco, con gastada ropa
En el fondo de una habitación en penumbras
Una dulce niña va expresando profecías
Venciendo sin querer los puentes que tiende el tiempo.
Se exige el cuerpo, busca el extremo
No quiere admitirse el cansancio
Bien sabe que cualquier reposo
Podría hacer que la verde sierpe2 despierte.
Tras una llamada sin demasiadas intenciones
En algún lugar del mundo ya se ha iniciado el ritual
Que en un mismo lecho hará converger a dos cuerpos
Que una vez más intentarán lograr lo que la tierra les niega.
Con filo sonríen los visitantes atemporales
No existe el muro con el que den el rostro
Y muy ancha quiere parecerles toda carretera
Lo que no puede tocarse impresiona otros sentidos
Y, sin embargo, cuando la rueda adquiere velocidad
Cada cuadrante casi alcanza simultaneidad
Se abre la mente, despierta al fin la intuición
Y con los talones en el suelo pueden atravesarse las nubes.
Y así, se comprende, como una mano haciendo sombra
Que fue el arroyo el que sintió las pisadas de la niña
La misma que de su boca dejó salir el futuro
Que habrán de presenciar los visitados por un sentimiento.
2
Codicia
11. Con la suerte de tan sólo ir cumpliendo su destino
Hay uno que ni carne ni grasa ofrece al fuego
Que en cada suspiro abarca noches enteras
Y que al tender la mano, tiende al mundo que cabe en él.
Después de todo, son los niños los que saben
Que cada estrella lo es por sus infinitas puntas
Que todo centro lo es porque a él pocos llegan
Y que todo camino, no es más que un precio
El cual se paga cuando el juego se acaba.
20.10.02
X
Cada palabra, una vez leída, fatigaba
Y el día era leer, y la noche era leer
Y el libro era el mundo, y en el mundo estaba
Y algún lector, cediendo a la fatiga, cerraba el libro.
Descendiendo a lo profundo de las minas
Con el recuerdo del sol como provisión
Con la esperanza de volver a subir como alimento
Con el trabajo enfrente, todos, todos los días.
Tres pirámides y cuatro direcciones
No alcanzan a la mano del dirigente
Que en un sobre sellado lleva papeles que no domina
Porque no pudiendo con la suya, la vida del pobre perjudica.
Durante años, cada uno de ellos con sus horas
Se ha ido gestando un muy profundo clamor
Que los más han decidido ir desistiendo de atender
Como el niño que destrozado de un golpe por la tristeza
Aprende de lo que ve que nunca podrá vaciar el mar.
Fácil como perder la risa es perder el entusiasmo
No es difícil ceder al error y al engañador
La historia misma apoya a todos los vencidos
Y, acaso, no es la mujer de Lot la que lo certifica?
Mas, a veces, cada tanto, algo brilla con la luz de lo extraño
Pese a la tormenta, y pese a que todos corren buscando refugio
Un niño celeste fija los ojos sobre la tierra húmeda
No huye, no huirá nunca, dispuesto a esperar siglos
Hasta que brote la semilla que con su amor sembró.
De cuando en vez, pese a que duele el enfermo
Alguien reza por el médico, porque sus manos no se rindan
Y aunque en silencio fervientemente busca una explicación
12. Amuralla sus expresiones, protegiendo de miradas la guerra que lleva dentro.
No siempre, sólo a veces, es la alegría la que provoca el llanto
Y de lo profundo emergen esas lágrimas que lavando curan
Y dientes y puños dejan de apretarse, y el pecho, aliviado, se expande
Y se descubre que todavía hay fuerzas, que de nuevo, todo puede ser posible.
Por no vivirlo, a veces, alguien descree de lo nuevo
Abandona por siempre la idea de todo futuro
Y la frente se marca con la idea de lo mejor
Y por sí mismo comienza, uniendo mente con corazón.
A veces, en el presente alguien clava la espada.
21.10.02
XI
No menciones las certezas
Mira que quizás hoy es el día.
La manera de vencer el impulso
Que quiere hacer que te quedes en casa
Y salir a la calle como si fuese placentero
A ver el rostro de los contendientes de la nada.
Con los deseos que dijeron son malos
Expuestos antes que escondidos
Diciendo con exactitud no lo secreto
Sino el rumbo de sus señales.
Para ir respirando tus alientos
Acompañarte de a poco en tus miradas
Rozando ya el mismo suelo
Acercando mi hombro al tuyo.
De forma que primero me intuyas
Que de idea vaya pasando a cuerpo
Que por distancia se vaya notando el límite
En el cual habremos de mirarnos la primera vez.
Desde los gestos, los que habrán de aprenderse
Y todos aquellos que irán siendo desestimados
Ir realizando el cambio que dejará lucir lo inmutable
El destello que se convierte en obediente reflejo.
La cuota que aporta el recién nacido
Su propio camino que busca el mayor
En el espectáculo de dos nombres que se hacen uno
En la dicha prometida y en la antesala de su cumplimiento.
13. De manera que sigue
Lo breve, de brevedad morirá
Escucha la invitación de la danza
No temas cuando el corazón galope
Permítele al fuego marcar tu estómago
No dudes si los ojos de pronto se te nublan
Todo es prueba, no seas bandera contra el viento
Sé lo que deseas, el llegar para volver a partir.
Va siendo hora, lo sabemos
Va a ser entre nosotros
Así que ya no menciones las certezas
Mira que quizás hoy es el día.
21.10.02
XII
Dejaste que se marche, y antes se lo pediste
Y al conjunto de renuncias que así asumiste
Le pusiste el aprobado nombre de madurez
Pero para lo que de veras sientes por las noches
Sucede que no le has encontrado ningún nombre.
Y está la hora remarcada por el crepúsculo
En la que llamaba con mayor o menor precisión
Y el tiempo de lluvia, cuando preparaba café
Y el tiempo de frío, cuando sus sueños entibiaban el lecho
Y el de ahora, el de las aguas calmas por carecer de navegante.
Creías saber lo que hacías, muchas veces lo revisaste
Pero hasta que pasa no todos miden el umbral del dolor
Hasta ser vivida, cada palabra guarda parte de su significado
La sorpresa, se descubre, suele ser prenda de la pérdida
Explayando la distancia que la difiere de la separación.
Sin embargo, al no encontrar reproches te consuelas
Con ciertos prestigiosos gestos no caes en la queja
De todos modos parte de una rara belleza te persigue
Algo en ti refleja que eres algo más de lo que muestras
Y el juego consiste en adivinar si ocultas dudas o certezas.
Si no te cuidas, si por un momento no prestas toda la atención
Sentirás el aguijón de la presión del tiempo dialogado
El que hablan los demás - como si ellos no fuesen los demás -
Y entonces a la edad que tengas le admitirás una situación
Y sentirás la tentación de volver a buscar en donde no hallaste.
De un drama suele pasarse a otro de menor calidad
Y como la falta de triunfos pesa en la mente terrena
14. Cada minuto parece hacerse doble, cada instante una sentencia
Vuelve la premura y, penosamente, con el mismo sentido
Cambian los actores, pero hasta el discurso es igual, y hastía.
Muchos avanzan si adquieren convicción
Cansa y duele menos remar cuando se intuye la orilla
Y se mira menos hacia atrás si lo que cuenta es alejarse
Hasta que el remolino fija su centro entre las cejas
Advirtiendo con silencio que la abeja está lista para hacer miel.
Puede que el agua ignore que lo es
Puede que hasta el fuego quiera ser más de lo que es
Mas entretanto, del lado de la calle siempre sola o tan transitada
La suave caricia que podrá o no volver a prodigarse
Quizás ya con arrugas, aunque quizá también sin amargura.
Día a día, más allá de los poetas
Defendiendo lo que nadie más defendería
Intentando lo que nadie más intentaría:
Lo que sin pertenecerte quiere serte obsequiado
Porque con firmeza y bondad siempre se logra la altura.
21.10.02
XIII
En el centro de la montaña habita la prisa
Reposa la quietud en la carrera del guepardo
La fiera y la piedra por un momento se intuyeron
El sol y el mar lo notaron, no se lo dijeron al hombre.
En las orillas del polo hay un oso blanco
En su aliento suele jugar la magia
Las reglas no lo alcanzan, aunque obedece
No se confunde con la nieve, la distingue.
Un disco nuevo, una barra de chocolate
Una copa de champaña y un terrón de azúcar
Su nombre escogiendo su lugar en la memoria
Su ser todo, sin esfuerzo, casi venciéndole al tiempo.
Mas, de pronto, algún sueño se vuelve intranquilo
Y así como despierta cierta ternura el noble fortachón
El pequeño bravucón exhibe los dardos de su inteligencia
Y aunque ambos tienen corazón, no siempre tienen razón.
Por un instante imagina al misionero
El polvo va jugando rudo con su rostro
Pero la idea que lo mueve sonríe
Acepta el camino, como acepta el novio la ceremonia.
15. Y no después, sino al tiempo
Imagina al ermitaño que sobre una roca
Ve el camino, al misionero y a su destino
Y volviendo la mirada, se ve a sí mismo sospechándose observado.
Preguntan no para saber, sino para probar si sabes
Entregan, pero sólo para ver si lo valoras
Piden, para contar si diste o no
Viven, para ver si por ellos vives o mueres.
Y si esto es cierto, y siéndolo te molesta
Es porque vas en el mismo tren
Donde lo que consigues es lo que cuenta
Y no lo que intentas: tus sagrados imposibles.
Se sabe que tres generaciones pesan más que una
Que dado el borde, lo conocido quiere retener al visionario
Pero es lo que se sabe lo que va perdiendo valor
Porque, acaso no es lo más ignorado lo más alto?
Imagina que tu voluntad converge con otra superior
Y al tiempo imagina que no hay otra voluntad
Y al tiempo que todas las voluntades existen y difieren
Y al tiempo que todas coinciden sin confesarlo.
Ves que tu brillo puede molestar al oscuro?
Ves que tu lentitud puede entorpecer el paso del rápido?
Ves entonces que hay cosas que aguardan su tiempo?
Ves que lo anónimo todavía le sabe contender a lo firmado?
Te dirá que fue por ti que cambió
Parecerá injusto que no hayas cambiado
Pero uno habrá de callar – sabemos por qué -
Y el otro, al silente ejemplo tendrá que hacerle frente.
Pero vamos, de corazón, no vale el público
Vale una risa en alguna boda donde faltó dinero para el vino
El pelo un poco largo, aunque con la conciencia de ser objetivo del límite
Convertir al pecho en blanco – y no en escudo - de una flecha de fuego.
21.10.02
XIV
Sabés qué?
A mí pió qué puta me importa?
Un huevo me importa quien se juegue a lo seguro
Incluso el huevo de los primeros egipcios.
La culpa para los teólogos
La responsabilidad para los que masticamos la calle
16. Los buenos modales tratando de disfrazar la cobardía
Frente a la cara rota por la querencia a la cofradía.
Vo pió qué creé?
Que me impresiona tu techo y tu comida?
El cadáver que llevás a cuestas y que todavía respira?
Los besos que alguna vez imaginaste le ganarían a los de Venus?
Vamo na ponerno de acuerdo
No te via nio entender nunca
Y siempre será mentira que vos me entiendas
A menos que me abofetees el placer de mostrarme equivocado.
A mí nio no me calienta
Y a vos menos
Si quiero, en dos frases te liquido
Si querés, en dos gestos me probás la fortaleza
La ventaja es la siguiente
Si estoy errado vos sufrís
Si acierto a vos te va a doler
Y si los dos tenemos razón
No es aquí donde se entrega el premio.
Vos sabés lo que te mueve, ganá si querés
Yo no, yo ignoro la mayoría de los porqués
Suelo leer lo que fue, vivo lo que será
Las obsesiones bostezan en mi bolsillo.
La historia más triste, y la de Job
La más alegre, y la de... eh?
Como si pudieras hablar de alegría
Cuando la carencia te persigue como una perra flaca.
Hasta aquí leíste rápido, avezado lector?
Tan mal te trataron en la vida
Que en lo que alguien escribe quieres encontrar recompensa?
Tan pobre fue lo que ofreciste, mediocre Caín
Que escribiendo quieres compensar lo incompensable?
Pero por favor!
Qué querés, que te cante mil desgracias
O un sueño azul del que puedas soñar ser parte?
Querés que te parta el corazón para decírselo a alguien
O querés que te sople el culo para que aprendas a volar?
Tratá de acusarme, para más no te da la piel
Yo cargo con el peso de no conseguir lo que busco
Cada día soy yo el que fracasa por intentar el extremo
17. En mí se apoya la podredumbre del mundo que tú conoces como mundo.
Leé rápido, si tu linda mamita te enseñó a hacerlo:
Yin, Yang y el Tao
Ida, Pingala y Shushumna
Energía, Forma e Indulgencia.
Qué creés?
Que el carretillero no vivió más que vo pió?
Que el útero perfecto se desarrolló dentro tuyo?
Que en tu cerebrito descansa la solución a todo?
Y, sin embargo:
Los vidrios rotos, solo vidrios rotos son
No siempre se unió lo que se separó
Pero por saberse condenado a la separación
No es al que sabe unir al que más busca el separado?
No me pesa la lluvia
Me pesa saberla mejor acompañado
No me pesa el sol
Me pesa no poderlo compartir.
Pero es breve, como toda humanidad
Ninguna cicatriz llega a más que cicatriz
Los hechos, como la vida entera, acaban
Queda poco, tan sólo lo eterno.
Dirán de saña, incluso tú lo dirás
A pesar de que mil veces distinguí precio de valor
Lo normal va siendo la carga
Para quien suele optar por un paso más.
Desde la piel que concibe y comprende a la carne
Desde los besos que se supieron guardados
Desde la lectura que se hace rampa
Y desde el deseo que se hace plegaria.
Cosas que podrías concebir
Que las esperaste tanto y tanto tiempo
La sangre que brota reclamado seas compresa
El puente que en arte quiere que tú seas su pilar.
En ti depositar la parte más importante
La que se sabe capaz de cortar el llanto
La que sabe diestra y siniestra
La que sin dar ni pedir se ofrece, porque quiere.
El momento en que el cordero mira la hoja de acero
Aquel en el que el herrero fija la herradura de hierro
18. La breve vida de quien va rozando lo extremo
Por un cariño que se lanza a lo lleno.
22.10.12
XV
Casi en la meta una última ilusión persiste
La de que el tiempo ha sido por fin vencido
Y un último miedo acompaña a la carrera
El de que la misma no pueda ganarse nunca.
Sobre un patio desolado las ramas de un olmo seco
Proyectan su sombra sobre las baldosas rotas y el polvo
Sobre los que transitan los bufones de Dios3
Con la mirada pareciendo perdida, con el cuerpo pareciendo vivo.
El juego de apariencias siempre intenta algún tanto
Pues así como parece que nadie se ocupa de ellos
También así parece que no hay gesto que alcance
Y aunque se diga que la verdad es una, en decirlo ella no habita.
Recordemos que el hijo bueno decidió partir
Que sus razones tenía, y que entonces no las comprendíamos
Y aunque para no ahogarnos le rogamos se quede
Al mantenerse firme, nos permitió vislumbrar el brillo de la fuerza.
Duele mucho no alcanzar la meta
Pero duele más ver que la misma estaba errada
Y aunque pesa mucho llegar a lo equivocado
No es mentira que pesa más no haberlo intentado.
Antes de que ocurra no se condena el homicidio
Antes del resultado nadie alaba la disciplina
Y mientras transcurren las cosas, los días y los mares
A veces es preciso dejar de mirar y lanzarse con ojos cerrados.
Después de la manifestación primera
Cada cual cuida de su propia inocencia
Y cada cual decide si podrá o no lograr pureza
Como el halcón que mide el tiempo y el espacio
Que la naturaleza ordenó le distancie de su presa.
Así, es una la presión de poder invocar
Y otra mayor la de abstenerse de hacerlo
Y uno el temor que reside en la incertidumbre
Y una la valentía que en altura gana
Cuando por fe corta el lazo del ancla del conocimiento.
Extendiendo los brazos porque el pecho no los necesita
3
Morris West
19. Cerrando los ojos, porque en ver no siempre hay mirar
En actitud dispuesta, conjunción de filo y precisión
Como un compás infatigablemente atento sobre una mesa.
22.10.02
XVI
Más que golpear, el orgullo suele acariciar
La piel suele ceder al placer, a lo duro se resiste
Pero duran más las caricias del labrador
Que las del que nunca con sus manos enfrentó la tierra.
En el campo, después de nacer, cuesta llegar a viejo
Y sea corta o prolongada la vida, son pocas las caricias recibidas
Pero en cada una de ellas no existe dependencia
Sino más bien un impulso, una orden que empuja a lo noble.
No suele tocar a nadie, y mucho siente cuando es tocado
El que siéndolo también dentro lleva un mensaje
No lo sabe el que hablando de puertas nunca hizo una
Lo intuye el carpintero cuando en el árbol ve la madera.
Límites que se van dibujando a varias manos
La risa que puede desembocar en llanto
La sonrisa que puede hacerlo en suspiro
Y la lágrima capaz de poner en alto la frente.
Pocos datos convergiendo con la creencia
O muchos y demasiados, todos a verificar
Para la necesidad de volar que tiene cada dardo
Aunque el vuelo sea poco, y la necesidad mucha.
Algo al respecto, una hora de tu tiempo
Vidas que no se pierden, que simplemente duelen
La incomprensión que podrías desplegar
La ingratitud que con todos los colores podrías pintar.
Lo que ves te va obligando a tenerlo en cuenta
Lo que sabes va pesando en tus alforjas
Y ante el sueño de victoria
Levanta su imagen el del espejo.
Muchos no te pedirán nada
Algunos, alguna cuota de esfuerzo
Más pocos que te esfuerces y entiendas que lo haces
Pero es en lo que a ti mismo te pides en donde aguarda una llave.
Cuenta una historia, que de pronto del capitán sólo quedó el cuerpo
Hacía madrugada, hacía devenir
20. Que un grumete llevaba su tiempo sin poder dormir
Cuando sintió que variaba el rumbo, y que entonces subió la escala
Y que al poner las manos sobre el timón comprendió la situación.
22.10.02
XVII
Solo por lástima detienen en mí la mirada
Me temen, porque no me yergo
Me nombran los poetas porque no me saben
A mí, así, tumbado en las veredas.
Les cuesta imaginar que quise
Nadie tiene tiempo para mi historia
Lo que importa es mi derrota
Lo que no importa es su para qué.
Nadie quiere terminar como yo
Porque mi final no consiste en un acto
Porque me voy terminando, día a día
Frente a todos, sin siquiera poder esconderme.
Fue de niño que lo entendí
Porque de niño me lo enseñaron
Que nosotros tenemos un lugar
Y los demás otro, menos blando.
Que son otros los que sufren
Y que son los que son como yo los que estorbamos
Que son otros los que viven la nobleza
Y que los que son como yo los que reflejamos la bajeza.
Antes de llegar a lo que ahora soy, escuché aplausos
La gente golpeaba las manos, y a mí me golpeaban
Y se hablaba del odio, y era a mí al que odiaban
Y se hablaba de belleza, y entonces no se hablaba de mí.
Es horrible que exista el día siguiente, porque es peor
Y escuchar en todos lados que todo siempre puede ser mejor
Y aunque cuesta despertar, cuesta más volver a dormir
Porque al pedir sé muy bien que a todos les ofendo, lo sabemos todos.
Supongo que está bien, que deben tener razón
Nunca supe discutir
Qué puede hacer el que espera que todo termine?
Qué puede decir la manzana de su árbol?
Recuerdo la palabra juzgar
Pasaba un auto, en el asiento de atrás un niño
21. A mi lado había un perro, más flaco que yo
La mirada del niño nos atravesó
Yo sentí algo que no entendí, dolió, fue bueno.
22.10.02
XVIII
Tras perdonar, algo sale de viaje
Y algo nuevo sospecha su nacimiento
Sumando y restando, nada más que cifras
La mesa tendida, haciendo juego con el alma.
Aquí, por esta vez, y otra más
Antes que despierte corcel
Una trampa y un escape
De la mano con una esperanza.
Que son fuertes
Pero les hicimos daño
Que le hicimos daño
Pero a los que son fuertes.
Vos y yo
Pradera y llovizna
Tormenta y hielo dulce
Lo que habremos de ver.
Golpeteo de muelle
Y saber que alguien llega
Saber que algo parte
Y la sonrisa de la soledad
Por intuir será desplazada.
Despacio y a prisa
Que no hay tiempo
Y lleva tiempo decirlo
Que el callar nos une.
A hurtadillas esta vez
Como vive el mundo
De prestado y sin garantías
Discutiendo entre cañones y mantequilla4.
Antes de la fragua
Y de la amalgama
Antes del resto
Y de lo que deviene
Que ahora es posible
4
Adam Smith
22. Que está permitido
Por una vez
Querer sin ser querido.
22.10.02
XIX
El novio:
Fuera de lo que irradies
Nada habré de pedirte
Te probé hace tiempo
Cuando todavía no nos vimos.
Cuando no fijes los ojos en lo que yo
No será posible ningún reclamo
Y lo que guardas, sea lo que sea
Seguirá siendo tuyo, y sólo tuyo.
La novia:
Cuando la noche te llame
Y sientas el impulso de acudir al llamado
Al salir de casa mi sonrisa te alegrará
Y cuando vuelvas, mi calor te hará feliz.
Cuando por mucho laborar
Tengas que muchas horas lidiar
Contra la incomprensión y otros detalles
En soledad habré de prepararme para hacerte compañía.
El novio:
Querré saber cómo fue tu día
Pero si hablar de ello no quieres
Más aún apreciaré tu silencio
Porque que respires cerca habrá de bastarme.
Y cuando sobre el futuro quieras expresarte
Así como respecto del pasado mantendré sinceridad
Tentaré volar contigo, y si no logro hacerlo
Lo volveré a intentar, una y otra vez, y otra vez más.
La novia:
Sin hablar de ti, a ti te tendré siempre presente
Pues no es mi deseo que en otras bocas estés
Y aunque ello de mi no habrá de depender
Si ocurriera, en secreto me permitiré sentir orgullo.
Y cuando jugar quieras, ya te estaré esperando
Y cuando guerrear quieras, yo puliré tus armas
Y luego de que ganes, ya el juego, ya la guerra
Entre fichas y trofeos, a tu diestra esperaré tu mirada.
23. El otro novio:
Entre tanto, te hablaré como ningún poeta logró hacerlo
Y tanta lógica imposible revestirán tanto mis actos
Que borraré toda duda que tantos otros sembraron
Hasta mi naturaleza venceré por ganar tu confianza.
Y cuando haya logrado tu ceguera, sabré perdonarme
Pues siempre supe que nada dura, y que no hay excepción
De manera que por haber sufrido primero me gane el derecho
De cobrarle los intereses a esta vida que no inventé.
La otra novia:
Te voy a dibujar tanta dulzura y aceptación
Que habrás de despreciar hasta la palabra libertad
Y con tanta fineza lograré la equidistancia
Que enardecerás de convicción de tenerme de tu lado.
Y cuando en el centro de tu corazón de niño me imponga
Me recordaré la breve lista de las cosas que siempre quise
Las que me enseñaron está bien que quiera y consiga
Un alguien que me cuide, y uno menor al que cuidar, y nada más.
El otro novio:
Por estar contigo, ácidamente degustaré el no estarlo
Y porque diferentes somos, no habrá injusticia en los actos
Pues un mismo final nos espera, y ese final habrá de unirnos
Y como será al final, siempre habrá tiempo de perdonar.
Por lo que habré de callar lo que me debilita
Y hablaré de lo que me haga sentir más fuerte
En el espejo habré de ganar en imagen
Y como en el espejo mirarás, será a ti a quien deje atrás.
La otra novia:
Como vayas juntando, otras cosas perderás
Y como lo que no tienes habrá de ir contando más
Concluiré que cada cual ve como quiere ver
Y que ya que así me tuviste, alguien hay que está en deuda.
Como dudes venceré
Y como poco fui, mucho más seré
En ti lo demostraré
No cuenta el porqué.
El único testigo:
No siempre sabe querer el querido
Y el herido, no siempre sabe herir
La intención una, su realización otra
Y pensar que somos intenciones.
24. 23.10.02
XX
Andaba por ahí, demorando mi partida
A ver si dejabas echar alguna migaja
De aquello que hace que brilles en la oscuridad
Y que de ti hace calma cuando amenaza la tormenta.
Mas, en realidad, nadie puede probar que estuve.
De frente te miro, y cruzas las piernas
Hablo difícil y prestas atención
Sincero soy y me sigues el juego
Dejo ver la distancia y sin gestos la aceptas.
Que anciano me vea entiendes
Pero las cartas te atraen
Y un poco más las manos que las mezclan
No eres más que una niña que creyó dejar de serlo.
Me dan ganas de comenzar el dibujo
El hilo de plata haciendo contacto con tu pelo
La trampa sorteada y un juramento humano
Revivir la complicidad que siempre habrá de tener su valor
Reabrir la puerta de la vena
Por la que tantos gestos transitaron
Movidos por la sed cuya saciedad
No habita más que en alguien.
Pero gana el crepúsculo, con su aire de digna retirada
Va quedando cierto aprecio, que lo fijaron los límites.
Y la distancia que respira entre los dedos y el pincel
La salva el corazón, que entre destruir y esperar, elige la espera.
Había cantado el río, y en todo el campo había llovido
La luna era llena, y la noche buscaba ser completa
Al amanecer, un suspiro fue vencido por una sonrisa
Tras la cual, había una que dejaba desplegar la alfombra.
Se quería algo breve, pero se quería mucho.
Después de eso, y luego de tantas y tantas otras cosas
Fue llegando el hoy, sin tanta pompa ni tanta ansiedad
Y aunque los arabescos fueron más complicados, no dejaron de serlo
Y antes que en hacerlos, el arte consistió en valorarlos.
Es cierto que no hay nadie, lo es que nadie estuvo
- No hay lugar en el que anotar a quien quiso estar -
Pero se deja pasar, como todo lo que no se puede contener
25. Para no dejarse arrasar por lo que no se puede comprender.
Se extreman las horas, y la última se quiere sea confusa
Se aprende que explicación es el segundo nombre de renuncia
Fuerte es el argumento del que por su debilidad se justifica
Y más fuerte aún el del que razonando no halla una razón.
Dónde se ajustician resultado y proceso?
Como el que necesita de muerte para valorar la vida
Como el que necesita la vida por temer a la muerte
En términos de querer, en términos de tener
En términos de conflicto entre las mismas, mismas, mismas cosas, siempre.
Por lo que cruzas las piernas, y dices una cifra
Y aunque llevas vestido, para mis ojos no lo llevas
Y aunque mueves piezas importantes, para mí no cuentan
Por que es sabido, lo que quiero, nunca contará para ti.
Pero finjamos, soy el loco o el tonto
El que no entiende las situaciones
El que siempre todo lo confunde
El que no puede capturar el ahora.
Vamos a dejarlo así, y no digamos nada
No sea que los demás se enteren
Que en mis manos estaba mi alma
Y en las tuyas, tan sólo el paso del aire.
23.10.02
XXI
Alguien que no me conoce te hablará de mí
Y sólo cuando leas esto sabrás que ya lo supe
Y cuándo se lo muestres, no lo querrá aceptar
Así sucede con los que creen por encima de lo que saben.
Vale el corazón, cuando se une con la mente
Pero vale más la mente cuando guía al corazón
Como el vagón, que cuando llega vacío, provoca otro
Como el salón, que lleno, llena los ojos del principiante.
Que va por conservar una que otra llama
Que va por esperar a pesar de que granice
Que va por hacer por encima de los que desistieron
Que va por sonreír, cuando los demás sólo a la queja llegan.
Cada vez que se desata una guerra
Cada vez que alguien juega a ser mayor
Cada vez que algo cambia y algo se afirma
26. Cada vez que todo depende de quien siente está en soledad.
Dos hermanos
Dos polos
Un padre
Un testimonio.
Sangra la vida entera
Sangra inconmensurable
Sangra en el asfalto
Sangra en los ojos que aman.
Aprieta el cierre de las alforjas
En su humanidad no quiere a los humanos
Teme por lo que cuida
Y en la confesión de su temor, se descubre terrible.
El barrio dirá que quiso hacerlo
El teólogo dirá que tuvo que hacerlo
El filósofo dirá que lo decidió
Pero el silencio será quien tenga razón.
Al cielo le jura por sí mismo
A la ley le expone su carne
A sus ansias el témpano
Y a su risa, la de los pobres.
Aunque dijo la hora
Con el momento contaba
Aunque dijo el aroma
En el aire se fijaba.
Les persigue el destino
El mundo les hace de historia
La fe de uno salvará a los dos
Lo sabemos.
Descuida, no habrá de romperse el cristal
Me partiré yo, el precio es poco
Mi vida es nada, tu ilusión es todo
No valen mis pasos uno sólo de tus sueños.
Más tarde o más temprano vamos a darnos la mano
Mirarnos de frente pasa por haber estado
Cuando yo dormía, y tú crecías
Cuando tú dormías, y yo te buscaba.
Un poco más, que eres más que yo
Aquí, en la tierra, la que se nos cedió
Donde se habla de lo mucho
Donde ese mucho mira al todo.
27. 23.10.02
XXII
El último verano había mentido
Y la desilusión fue evitada
Cuando al descubrir la mentira
Nos descubrimos descubridores.
Es cierto, tardamos en sentir gratitud
Pero al final sonreímos con sinceridad
Y a tiempo apreciamos la severidad
Con la que a veces se nos prueba el ser.
Logrado el ritmo, o lograda la superficie
La intensidad se mide en la constancia
En el tiempo en donde nada es supremo
En la meseta, que al llano lo supera en paciencia
Porque es en la cercanía donde nace la impaciencia
Y es en el último tramo donde el pulso quiere fallar
No porque sea más difícil, sino porque cuesta aceptarlo
Como cuesta aceptar toda cosa que escapa a su promedio.
Es otra tierra, y hay quien dice otra dimensión
Pero mientras siga siendo narrable será cierto
No tanto la forma como lo que implica
Y no tanto lo que implica como lo que indica.
Así un trozo de madera es obtenido de algún árbol
Y un trozo de metal es forjado a una medida dispuesta
Y el metal es pintado, y luego incrustado a la madera
Y la señal clavada en la tierra señala un puente.
Así la rosa fundiéndose en una cruz
O el cinturón a la altura del pecho
Y el nuevo verano que se deja llegar
Como un gran barco extranjero que divisa nuestro muelle.
Ea! Que hay olor a sangre, que golpea el rojo
Puede que brillen los ojos de los que están en el sótano
Puede que no los de los que duermen sobre las nubes
Y puede que el acero, esta vez, abandone a su dueño.
Hay una parte en la que es preciso inventar
Ante la desesperación el hombre reduce sus variables
De manera que cuando la presión da como resultado una obra
Aunque le duela no poder compartirlo, sabe que de algún modo comparte
Algo en él roza el sentido, se vuelve tierra, con una semilla dentro.
28. 24.10.02
XXIII
No me lo vas a creer
Y lo hagas o no
Lo cruel es que serás tú quien crea
Por un instante, que ello me interesa.
Llovía, y en la ermita esperaba que de llover acabe
Como se sabe, nadie había con él
Y más abajo ganaban los charcos
Y a su corazón golpeaba una idea.
Cada día uno más inteligente le tentaba
Y cada día la respuesta era igual
Y no paraba de llover, y hacía presión
Y aunque quería ser salvado, no lo pedía.
Otro, desde su urbana celda
Llevaba tiempo viviendo en la noche
Con el peso del recuerdo del sol
Con las horas que cedió por alcanzar otras.
A veces dudaba hasta el temor
Pero optaba siempre por la dureza de lo solitario
Sabía que en todo grupo se esconde una gran debilidad
La de que sus integrantes en compañía quieren a sí mismos fortalecerse.
Uno y otro nacieron de un sueño
Uno y otro viven porque alguien los imagina
Y en la fe de algún desconocido desembocarán
Cada cual a la marcha que desean realizar.
En un lugar se afirma que está prevista la hora
En otro, que no podrá saberse nunca
Y quizás por esto el tiempo no los alcanza
Aunque les sea permitido seguir siendo intuidos.
Es el objeto el que fija a su observador
Suele ser más fuerte el que obedece
Y desierto y ciudad pueden ser unidos
Por el aliento que está destinado a arrasar.
Entre ambos han comenzado a pensarse
De la piel esclava dolorosamente se desprendieron ya
El aire huele a filo, cada cual tiene un pergamino sellado
Sobre la nube que hace sombra a tu barca, puede que pasen.
Yo pude verlos.
29. 26.10.02
XXIV
Dos hijos y ningún marido
Del otro lado del mostrador en la madrugada
Sirviéndome la mejor cerveza (la más fría)
Y todavía capaz de sonreírle al mundo.
Un fino hilo separa los sentimientos
Cruzado el límite despierta el dolor
Bien lo saben los dioses, lo señalaron siempre
Pero cuesta actuar considerando la memoria.
Muchos morirán sin siquiera haberlo notado
Y aún sabiéndolo no son pocos los que viven
Pretendiendo lograr una vida ajena
En medio de un desesperante carnaval de desesperados.
Ayuda la experiencia, pero no salva
Inventa salidas la entrenada inteligencia, pero no alcanza
Un poco más lejos, siempre, la sabiduría sonríe
Permitiéndole hasta a las calles llegar a tener algún color.
Todavía queda un billete en el bolsillo derecho
En el izquierdo, doce verticales cigarrillos
Y tras el mostrador, aunque incorrectas, se hace preguntas
Como si intuyese que en conexión, frente a frente, no hay lados.
Se filtra el viento, de nuevo alguien perderá la carrera
Se van mezclando las palabras, hay ambiente a oferta
Por pensar en él, el hielo me atraviesa y me llena
Vuelve el cristal a mis ojos, noto que nunca he sonreído.
Van a querer exigir cosas
Pero no será necesaria la defensa
Ya llevan abierto el pecho
En un papelito llevan escrito sus nombres.
Sucederá que también yo tendré que elegir
Para cumplir con los plazos y la justa ceremonia
Y habrá terminado el tiempo de las apuestas
Y habrá llegado a fin los días del jugarse.
Por última vez tendré que sentir incertidumbre
Y por una vez más pisará el límite el corazón
Y entre cedas y llagas el rostro me será arrancado
Para que por fin pueda sonreírle a lo que fue mi vida
26.10.02
30. XXV
Cuida de no estar en error
Y de acciones siempre estar acompañado
Tu nombre, y tu vida, me han sido referidos
Tu camino y el mío habrán de cruzarse
Y uno de los dos, pudiera, por siempre quedar herido.
Sé que has ido por ahí diciendo reglas
Sé que no has cumplido con todas
Ni con las tuyas, ni con las otras – las altas –
Sé que lo sabes, ve sabiendo que lo sé.
Dado que en mí lo que en pocos
Y que somos opuestos, en ti lo que en muchos
Cierta muchedumbre habrá de apoyarte
Pero nunca podrá acompañarte, cansancio se llaman.
No es advertencia, no es desafío
Es simple narrativa, apenas más que un gesto
Por ser nombrado no es que brille el sol
Por sólo decirlo no sucederá tu fin.
Tu vas tejiendo tus defensas
Y vas preparando tus ataques
Y de mí esperas lo mismo
Y en esa espera ya expones tu derrota.
No pierde nunca quien no compite
No llegan a palacio los casquillos que ganan las trincheras
Pero en el campo que llaman corazón
Sin armas y hasta el final pelea el iniciado.
Hay uno, que como tú, tuvo que vencerse
Habrá de darte valor, pero nunca respeto
Pues solo teme cuando mira hacia arriba
Y es arriba donde no estás, así tu lo dispusiste.
No te cuides, que él no lo hace
Mira que no son de metal sus monedas
Atiende que al pensarte ya te gasta
Que no es mucha la paciencia del que vive expuesto.
Pisado cierto terreno, no hay marcha atrás
Y Tiempo, en el final siempre más enorme
Suele sentir que debe hacer cosecha
Lo sabías, lo supiste siempre, y si no lo creíste
Tuya es la causa, tuyo el desenlace.
27.10.02
31. XXVI
Leyó que debajo de una piedra lo encontraría
Cuando lo hizo, creyó que el pueblo lo miraba
Y muy adentro imaginó una voz de llama y carne
Que antes de intentar el reposo le dijo: busca.
Salió a la calle, fatigó el desierto
Bajo el agua desplegó su intención
Suya hizo la sed ajena
Y lo que en él no estaba, se lo marcó en la frente.
Diez escalones después
Olvidado ya de sí
Se le permitió ver que era él quien buscaba
Pues no lo hacía por él, lo hacía por ti.
Puede que ahora, o entonces
- si vences el primer escollo del idioma
y puedas ya dar un paseo por el lenguaje –
Seas tú quien quiera buscarlo.
Mas no es preciso hacerlo, no es necesario
No hay consuelo para el buscador, sólo calma
Una calma a la que podrías acceder
Si también tú, de tu memoria logras desestimarlo.
Presentadas las variables – las que pediste –
Se hace hora de algún desprendimiento
Para que inicies lo que otro habrá de culminar
Pero también para que culmines lo que otro inició.
Ni duele ni pesa si se vuelve obligación
Hay una ley que se dicta dentro
Que va más allá de la escrita
Aunque como ella, vive, mientras vive quien la porta.
En un libro podrás lo que has hecho
Y en otro todo aquello a lo que renunciaste
Mas para lo que con aprendida paciencia has ido olvidando
No destines hojas, que las mismas sonríen por no existir.
Del que enseña, aprende que intenta hacerlo
De la gran marcha, al menos el primer paso
De tu corazón, su propia voz, que es la tuya
Y de la memoria, su posibilidad de ser olvido.
27.10.02
32. XXVII
Los mismos que a tus hijos llevaron a bautizar
Son los que ahora habrán de decirte qué decirles
Los que una vez te pidieron te vayas, y otra que vuelvas
Van a pedirte, esta vez, que no te demores demasiado.
Como sabes – porque ya lo viviste –
Mucho cuesta evitar la respuesta contundente
Y todavía cuesta más no quedar en resentimiento
Pero la verdadera lucha, en estos casos, está en la lástima.
Ve imaginando que aún vivirás un poco más
Y que tus ojos presenciarán las consecuencias
Por un momento piensa en la vergüenza ajena
Y que alguien, dado que todavía andas por ahí
Pudiera optar por callar, antes que pedir, dada su siembra.
Si fuiste tú quien decidió su propio rumbo
Y si es verdad que cada cual a su tiempo lo hizo
Atiende bien qué se siente al transitarlo
Que en las palabras dichas y en el rostro se refleja su sentido.
Si encuentras que diste más de lo que recibiste
Sólo piensa en lo que lo hizo posible, y verás que es al revés
Se queja de la carga quien no sabe admirar al carro
Y no se detiene en el carro, quien conoce al que lo construyó.
Tampoco cedas mucho a la tristeza
Distingue bien entre el fin último
Y toda consecuencia mediata
No vaya a ser que llores por estar en esta vida.
Si quieres que todo pase, vívelo
Que nada pasa sino hasta que transcurre
Como cuando por rozar lo que llaman locura
Se va esculpiendo el límite de la cordura, y el camino que las suma.
Sin embargo, luego de sumar y restar, no descanses
El ábaco, aunque simple, puede contener algo infinito
Ciertos instrumentos nunca logran la fatiga
Haciendo esperan que aparezca uno mejor.
Lo que viene después, lo sé de referencia
Parte me lo dijeron, parte lo llevo escrito
Como tú, habré de estar ahí cuando acabe
Como en mí, algo en ti también lo sospecha.
Ve aceptando el terrible peso de acceder a la bondad.
28.10.02
33. XXVIII
Terminado el día, comenzada la noche
Sobre las cuentas de dinero
Tener que sacar las otras
Las que de empates no conocen.
Todavía resuena una ofensa
Y quiere sonar más una alegría
Y si te fijas que ya ha pasado
Hacia adelante, aunque quiere, algo se resiste a mirar.
Prohibida está la consulta
Que responder quieren ciertas sierpes5
Se repite una y otra vez
Que en el atrás no hay más que memoria
Y uno va decidiendo la forma y el destino final
Del puente que con uno mismo va construyendo
Con la propia cuota de imaginación e inteligencia
Con la fuerza, como sea distribuida, en saltar, sujetar y sostener.
Aprieta, también el lamento quiere crecer
Es parte, tiene nombre
No siempre alcanza el cansancio
Los resultados, no siempre alivianan.
Pero ahora, el agua cae sobre el pelo
Ahora es que una flor abre sus pétalos
Ahora una abeja cumple su tarea
Y otra, con su ciclo, y hay otra que lo inicia.
Ahora no es el principio, ahora no es el final
Ahora es la posibilidad, y en ella no cabe el tiempo
Ahora es que el papel se moja
Ahora es que cada lágrima puede o no ser evitada.
Va la ruta, ardiendo alrededor
Una nueva página en forma de pregunta
El ritual de ir recogiendo los pedazos de uno mismo
Como si se tratasen de piezas que alguien ordenó ordenar.
Menos preguntas y más respuestas
El intento y la espera hacen el color de la piel
Hasta que la piel se vuelve tensa paleta
Capaz de soportar los tintes que habrán de ser inventados.
28.10.02
5
Antiguamente, se refería a ciertas serpientes la posibilidad de ver el futuro.
34. XXIX
Le pesó habernos hecho6
Me pesa haberlos conocido
Después de los insultos
Mi opción es defraudarlos.
Quien más quien menos espera
Pero su espera es chica
Cabe en las palabras
Palabras que no conocen.
Quieren su castigo
Y sueñan su premio
Anhelan el sentido
Odian no serlo en sí mismos
Lo sé, lo comparto humildemente
Para el precio no hace falta el dinero
Basta estar ahí sin saberlo
Basta decir que no se sabe nada.
Basta con tan poco para llegar a ser nada
Que resulta en milagro lograrlo
Pues en la nada se apoya el todo
Y el todo, de la nada, nada escribe.
Pero no habrá de ser sencillo
Y más tarde o más temprano habrá que admitirlo
Al final, seguirá costando, y costará mucho
Al día siguiente, oh!, el día existirá.
Y entonces, qué vamos a hacer con los espejos?
Qué con el inmenso miedo?
Qué con los muertos?
Qué con los vivos?
A la hora de sentir, decirlo
A la hora de decirlo, entenderlo
A la hora de entenderlo, desestimarlo
A la hora de desestimarlo, valorarlo.
Por supuesto que imposible
Por supuesto que humano
Por supuesto que lo sobrenatural
Por supuesto que las hediondas explicaciones
Por supuesto que se espera que pierdas.
28.10.02
6
Génesis 6:7
35. XXX
Le pesa hasta la tristeza más profunda el no tenerla
Pero lo que le duele es saber que no la tendrá
El contexto le desespera llenándolo de agobio
Y le atormenta no la salida, sino el no poder hallarla.
A golpes ciegos repasa los hechos
Pero ha extraviado toda posibilidad de calma
La sangre le atropella todo el cuerpo
No hay acción posible, lo va aprendiendo.
Y se resiste, teme mucho y grande por algo
Tras la aceptación, se figura, perderá su esencia
Y como durante años a aprendido a quererse
Se quiere como es, no imagina lo que podría.
Quiere gritar lo que por ella siente, y que eso baste
Desea que su cariño, por su propia fuerza, venza
Le habían preparado para ello, con ternura lo engañaron
No lo educaron para el extremo, nunca le mostraron posible la desgracia.
Ya algunos granos de arena caen al abismo
Ya siente que la tierra cede, mira
Lo que ve no lo asombra, no lo aterra
Y un hilo de hielo recorre fugaz sus labios.
Comprende que quiere, pero que es él el que lo hace
No quiere perderse, entiende que se trata de él, siempre él
Y presentado el agotamiento ante la puerta por fin abierta
No abraza su aceptación, la acepta, y vuelve a sentir la brisa.
Se estremece un tanto, sólo ha soñado
Las sábanas están tibias, abiertas las ventanas
No está ella, pero sabe que estará
La esperanza le muestra mil caminos a ella, todos conocidos.
De a poco se incorpora, repasa el sueño
Suspira un tanto, sabe que no podrá contarlo
Hay mensajes que sólo buscan un único receptor
Sabe que una ley se cumple cuando ello ocurre.
Sin embargo, con una leve herida en el corazón sonríe
Sabe algo, y sabe que nunca nadie más lo sabrá
Forma ya parte de su piel, de su mirada, de sus gestos
Algo que parece fue hallado, pero que en realidad fue construido.
29.10.02
XXXI
36. Ya no importarán las sombras
Ya no tendrá peso ninguna queja
Ni ningún valor cualquier entrega
Se habrá ido el miedo, lejos,
Y en un mismo lugar habrá quedado todo.
Aunque logren llegar a romper el asfalto
Por la fuerza de su clamor sangrantes manos
No habrá siquiera un par de ojos que miren hacia ellas
Y aunque tiemble el que camine, no detendrá su paso
No bastarán los dedos que crujen para sujetar al que huye.
Van a llorar las ventanas de las casas
Los fríos tejados fríamente habrán de notarlo
Pero hasta los jardines se negarán a recibir ninguna lágrima
No habrá vereda que las soporte, no habrá tierra que las reciba
Y seguirán llorando en medio del aire lleno de azufre.
Será quebrado el mar, será partido en tres
Y nada de lo que salga de su seno será visto
Mas todo habrá de ser presentido e imaginado
Y la espalda que llegue a sentir el abrigo del muro
Sentirá al tiempo la horrible angustia de las piedras.
Quien vuele, quien vea, perderá el aliento
Cada rosa habrá de volverse de sal
Por repetir el acto pretérito de abrirse al cielo
Cada jazmín emanará un veneno que incapaz de matar
A cada cual le hará odiar el haber tenido alguna vez olfato.
Y ni siquiera entonces será suficiente
Pues una sola vez se cede al rencor
Lo demás es más de lo mismo
Volviendo a todo castigo incomprensible
Pues el herido, con otra herida, cuesta que sane.
Quien vaya por la hoja severamente será juzgado
Quien vaya por el vendaje, en ese momento será despreciado
Quien nada haga, siempre será desestimado
Quien todo lo intente, en algo habrá de errar
Y sólo uno es capaz de hacerlo todo.
Ya ha pasado, ya ha ocurrido
Y si vuelve a ocurrir no será suficiente
No hablo del mundo, hablo de ti
Da lo mismo el lunes que el jueves
Da lo mismo soñar o vivir a medias. Lo sabes.
29.10.02
37. XXXII
Mil voces gritan “¡detente!”
Y una sola “hiere”
Diez lamentos convergen
Y el tuyo, al parecer, no converge con el de nadie.
Dos manos te ofrecen abrigo
Otras dos mucho alimento
Y otras dos un lugar para reposar
Pero, al parecer, nadie pide fuego.
Sobre la terraza siempre está lo simple
Ni abrigo, ni alimento, ni reposo
Pero aunque nadie llega
Por nadie hay que ir, sino por todos.
Sobre ti quieren extender un manto de palabras
Pero si no vibran, no habrá de alcanzar.
Y si una palabra puede vibrar, acaso no podrías vibrar tú?
Has intentado ser nota, o el instrumento que la libera?
El león dormía satisfecho, sus crías cerca suyo
La madre de la cebra, palpitante, no miraba atrás.
El agua mojaba el ventanal sin alcanzar la hoguera
Mas la hoguera no podía dar caza al corazón que la construyó.
Es el caído el que hace fijar la mirada en quien se sostiene
Es al que gana a quien le recuerdan quién ha perdido
Pero sólo el vencedor tiene memoria para el vencido
Y sólo hay triunfo si la justicia al menos fue rozada.
Hay tiempo, hay mañana
Las semillas seguirán brotando
Tendrán sed ya la tierra, ya el cielo
Y nubes y desiertos habrán de unirse de nuevo.
Habrás de verlo, habrás de sentirlo
Y un puente de oro llegará hasta tu corazón
Y aunque queme su llegada, quemará más su invitación
Y aunque entonces cuente la fatiga, contará más la carrera.
En algún momento dependerá de ti
En un instante, y sólo en uno
El que habilita a los demás
El que espera por ti, como tú esperas por él.
29.10.02
XXXIII
38. Así está mejor, así va bien
Cuando por luchar, logrado ya el agotamiento
Va volviendo desde su atalaya el motivo
La concepción que decidió ir al polvo de la batalla.
Ha cambiado su aspecto, ha perdido fuerza
Parece no poder impulsar como tiempo atrás
Sus chispas no llegan a encender el leño
Y parece es la idea, y no el cuerpo que a cuestas la llevó.
En el último aliento se ajusta la lente,
Que la imagen caiga justo en la retina
De todo depende, incluso de cada uno
Y parece no importar, parece ya no importar.
Sobre las torres el aire memora a Fez
Gira el calidoscopio sin aviso y sin premura
Mientras corre por las calles, un niño sonríe
A su izquierda el Tajo, en su centro el acero.
Se presienten las trompetas
Bulle de pasión cada pecho
La edad es poca, la convicción, mucha
Sumadas hacen la esencia de un gigante.
Alguien terminará agonizando
- Todavía lo ignora -
Quemará un antebrazo el fuego
- al cielo llegará su aroma-
Urde secretos el puente
Los muros lo sospechan
Medita el rey, cuenta ser veloz
Pero el puente, se sabe, habló menos.
Dos naturalezas no opuestas, distintas
A las que nadie enlaza, ni ensalza
Una parte de la historia, en Toledo
Donde los actores prescinden del favor del público.
Asegurada la comida, dicen, se teme el daño
Lograda la dureza, dicen, se aspira al logro
Realizado el triunfo, dicen, se anhela el reconocimiento
Con el cual, dicen, se consigue la gloria.
Puede que no sea así.
Fuera de los que desean fracasar
Y de los que no pueden sino fracasar
También tienen ojos los otros
Los que aprendieron a desestimarlo todo.
39. Obedeciendo sin tener que hacerlo
Anticipando por el nervioso acto del reflejo
Iniciando porque son de filo
Generando por suficiencia.
Cae Freud, cae Piaget, cae Voltaire
Pero, extrañamente, ellos no caen
Salvando contradicciones demuestran tensión
Por sólo presionar devastan toda lógica.
Quien se fija en la resistencia ajena
Algo deja de ocuparse en la propia
Quien se ocupa de la debilidad del otro
No siempre sabe resolver las propias.
Entre el puente y el rey se da la trama
Erige uno lo que a los demás es defensa
Mantiene el otro la posibilidad de flaqueza
Mas el rey, si lo es, nunca contó con ser defendido.
La razón les asiste, a todos, todos los demás
Pero, al final, qué argumento puede ser sólido
Cuando con sólo inteligencia puede ser derrumbado,
Y con sólo inteligencia puede ser demostrado?
La profundidad del bien, y la del mal
Los grandes cánticos de justicia
De alabanza, de súplica, de cosas...
Frente al absurdo, la primera moneda en el bolso de los otros.
Cuidado, niño mayor de edad
Nombrar un sentimiento no implica vivirlo
No basta imaginar para llegar a lo imaginado
Aunque transitar una prueba lleve a su expresión.
Arroja tus muletas, y si sin ellas logras andar, calla
Nadie es curado con el sólo propósito de que muera sano
Otro es el fin, difiere de cualquier resultado
Por intentar conocer, puede que sepas más de lo que conozcas nunca
Y pocos intentan alcanzar lo que desestiman, salvo los otros,
Los que siempre sonríen al recién llegado, sin nunca llorar ninguna ausencia.
30.10.02
XXXIV
No me nombres, tus miradas lo harán
No te alejes, que la distancia a mí te volverá
No me ignores, que lo que no se sabe atrae
No me expongas, que el pasado no es trofeo.
40. Voy a vigilarte, voy a tenerte presente
Yo voy a permitir que me duelas
Voy a dejar que seas importante
Y bajo la yema de mis dejos, dejaré que pase el tiempo.
Vas a buscar otras cosas, y será lo mismo
Vas a recordar que el buscador era yo
Vas a entender que el que busca no deja de hacerlo hasta el final
Vas a palidecer al ver que en ese final pudieras no estar.
No me esperes, eres tú quien está de viaje
No me llames, cada paso que das lo hace
No me insultes, que así demuestras sinceridad
No me confieses, nadie habrá de aceptarlo.
Voy a dejarte ir, voy a dejar que sonrías
Yo voy a permitir que veas el desierto
Voy a dejar que sospeches lo que eres
Y bajo una sola nube voy a mostrarte la oscuridad.
Vas a ver los mismos rostros, y serán distintos
Vas a conocer una tierra sin huellas desconocidas
Vas a encontrar un límite, y vas a pasarlo
Vas a sonrojarte de las cosas que hiciste...
No te preocupes, sería inútil
No intentes, no tiene sentido
No te traiciones, no te va
No reconozcas, ofenderías.
Voy a dejarte
Voy a permitir
Voy a dar
Me iré.
Vas a ver que todo estará bien
Vas a ver que nada es demasiado
Vas a ver que nada es suficiente
Vas a ver lo que fui
Pero no vas a ver lo que eres
Y entonces, decidirás no nombrarme.
30.10.02
XXXV
Ya todos dormían cuando seguía escudriñando
Y seguían durmiendo cuando ya había recomenzado
Haciendo que pudiera ser cierta, entonces, la afirmación humana
Que del tiempo de dedicación hace su método.
41. Horas más, horas más, más tiempo, Pareto!
En la aprendida razón de uno a diez
Desde diezmar hasta acatar el diezmo
Por cada minuto de lucha, diez de preparación.
El sonido del agua cuando está a punto de hervir
El aroma de la yerba que por diez años ha sido estacionada
Y ese espacio que cada vez queda menos vacío
Que se va llenando de obras conjuntas.
En el pasillo una mano sostiene a otra
Los pasos se acompasan, se arritman
Cede un tanto uno, accede un tanto el otro
Abriendo en un solo instante un paso nuevo.
Así lo sintieron las baldosas
Las que fueron rescatadas de las canteras
Cuando todavía eran muy jóvenes
Y de vocación sólo habían escuchado hablar al viento.
La última fruta recogida suele quedar encima del montón
Le sorprende que al recolector no le sorprenda
Mas sabe que aunque así no fuera, nada cambiará su destino de medio
Ni instrumento ni finalidad, no, testigo vivencial de una transformación.
Las últimas consecuencias de un abrazo inesperado
El aliento por el que adquiere vuelo una palabra
En medio de las expectativas unos hombros firmes
La fuerza del rito que avasalla la imaginación del principiante.
Dura la pendiente, para que sea duro mantener
Cambian la estaciones, para que cueste mantener la fragua
Cambian las manos del que con ella labora
Tiempo atrás convertido, fijo es su anhelo de transformar.
Difícil es seguir un plan que se desconoce
Pero parte del mismo es intentar conocerlo
En un ámbito en donde ni a los costados se mira
Pues no será antes ni después que cada ladrillo comprenderá su lugar.
31.10.02
XXXVI
Con los años, le confieso, ya nada ocurre de golpe
Como las sonrisas, más raras se hacen las sorpresas
La daga que contiene su nombre ya no sangra el corazón
Por no menguar el dolor, un poco ha menguado el sufrimiento.
Mis calles, siempre disimuladas por otros nombres,
42. Siguen arropando el mío, y el de la compañía de la que me privó
Fiel a su juego sigue el aire girando en las esquinas
Y en su ausencia persiste la guitarra, y en su presencia la quena.
Con los años, más sencillo se vuelve cumplir con la palabra
Se va siendo fiel, no por la fidelidad, sino por su motivo
A la manera de una campana mayor que de escuchar su sonido
De a poco y con amabilidad pasa a fijarse en su llamado.
Los ecos del vacío han hecho amistad con mis ventanas
Cuando llega, sobre mis tejados el granizo no demora en derretirse
Y aunque un poco más ásperas han querido volverse las páginas de mis libros
Las nuevas arrugas de mis manos a cada una las fue sabiendo comprender.
Con los años, queda un resto de memoria
Y uno juega a elevar la imagen que ha dejado
Y no se deja de querer aquella que ha sembrado
Cuando entre vigilante y soñando su esencia concebí.
Y se mantiene el pulso, a sí mismo se sostiene
Como el reloj que por tanto atender su mecanismo
Da como resultado la precisión que hace el deleite
Como el árbol que ya bello, a sí se agrega una flor.
Con los años, las apuestas son más altas
Porque siempre la partida es de madrugada
Y, como los demás, también uno sabe está por irse
Y aunque no sabe qué habrá tras la puerta, sabe tendrá que cruzarla.
Y sigue el anhelo que antes de usted no existía
Y aunque habiéndolo sido, ya no es mi norte
Pues su brillo ya prescinde de dirección
Alumbra y da calor, pues también usted sigue su camino.
Con los años, al parecer, hay un poco menos de locura
Y quiere apretar el pecho el que ya nada lo apriete como antes
Y uno sonríe con nostalgia porque ya no le queden muchas lágrimas
Con el espejo – objeto ya sin uso – atestiguando que usted no ha llegado.
31.10.02
XXXVII
Otra vez el día, otra vez sus leyes
La telaraña de horas imprecisas, incumplidas
Que pareciera se creyera pudieran rectificarse
Con una sonrisa amable, con un gesto absurdo.
Y ya en el último trecho de la caminata
La voz agria del que ha quedado atrás
La dura expresión del que con seguridad acusa
43. Sin notar que en su acusación señala su propia falta.
Hay que decirse que no importa, pero tiene que importar
Desde la ley hay que ir más allá de la ley
Repitiendo la frase: “todo es importante”
Y exigiendo se declare qué es, y qué no es importante.
En los ojos del que ve que el sol se apaga
En los del que por primera vez se ve víctima
En el del que ávido ha mordido el engaño
Y en el del que mirándolo, mira aún más allá.
Cuando la intención y su gesto no convergen
Cuando el acto no es el resultado de lo que se siente
Aunque correcto parezca y sea, lleva mancha
Y esa mancha a todo buscador ofende.
A todo aquel que aprendió a aguzar sus sentidos
Le resulta obvio, aunque no siempre de provecho
Las estruendosas pistas que los no entrenados dejan caer
Como el niño escondido, que por mirar se deja descubrir.
Cuesta cuando ocurre al final del día
Y cuesta más si el final es lo más presente
Después de tanto, tanto haber transitado
Después de haber saboreado ya la ingratitud, ya la incomprensión.
Pero vale, aunque no haya cosas peores
Que el honor resulta algo mezquino
Frente a la percepción de otras posibilidades
Que desde lo humano en lo humano se fijan para expandirlo.
Sin cuerdas, sin saltos, sin promesas
La realidad extrema y pura del desierto
Un estado emocional que de mil fronteras hace una
Para borrarla y empezar de nuevo, todo el tiempo.
01.11.02
XXXVIII
Ya sentados frente a frente
En el lugar que no conocías
- En el que te deleitarás -
Sabré palabras y músicas.
Y voy a enseñarte el drama de la presión
En nada de tiempo te haré suspirar
Haré que tu corazón, por sentir el que el mío lleva
Sienta en su centro lo que significa un pesar.
44. Hombro a hombro en las veredas
Sobre las calles que no habías caminado
Al rozar tu piel te transmitiré un cosquilleo
Y al sentir que lo sé acabarán las apariencias.
Y voy a enseñarte a resistir al mundo
Y antes, a esos sueños que nunca dijiste
Que creíste jamás podrías expresarlos
Y que conmigo, no necesitarás decirlos.
Paso a paso entre la gente alrededor
Sentirás que la soledad, asustada, parte
Y como sea que haya sido tu historia
Estará el temor de no tener ya nada que temer.
Y voy a enseñarte a distinguir entre unión y fusión
Que además de las cuatro estaciones, hay una más
Que aparte de cuatro elementos, hay uno que es estado
Que a veces, es el blanco el que obliga a partir a su flecha.
Rumbo a ella, y luego en ella
Por fin verás que eres el mar
Capaz de ahogar mi desesperación
Porque en la consumación me harás volver.
Y entonces, vas a enseñarme
Que sin saberlo eras tú quien me esperaba
Que era yo el que iba golpeando puertas
Que si había final, lo principiábamos nosotros.
De momento habrá lava e incienso
La risa que ofrenda el olvido
La mano que encuentra su compañera
El nombre pronunciado como el oído lo esperaba.
01.11.02
XXXIX
Trepabas árboles, sin saber que serías mía
Yo montaba, sin saber que de la vida su árbol conocería
Algo en ti te decía estabas destinada
Algo en mí no aceptaba una sola regla.
Creíste que ganaba quién más quería
Quise yo que no haya resultados
Por un tiempo enterraste tus ideas
Por una vida que no conozco ahogué mis sentimientos.
Bebiste la amargura
Viví en ella
45. Y por que de ello lucraron
Tú lo entendiste, yo no lo acepté
Y esa fue esa la ruptura.
Perdonas la forma, no el fondo
Te duele el ahora, no el después
Y por conocer los hilos
Me obligo a comerme lo que sé.
Te defendí, quizá tú me defendiste
Ambos sabemos, quién ante los demás es frágil
Si vano nuestros esfuerzos
Contaría, más que lo logrado, su intención.
Guardé duraznos y diamantes
Renuncias y entregas
Guardé mi cuerpo, y guardé mi mente
Para que tú seas quien los acepte.
Jugué a lo alto, sin juzgar lo bajo
Que sea de dos, quise
Que no haya nadie lo dispusiste
Quieta sonríes, solo, tengo que alejarme.
Lo que sientes es mucho, es lo que tienes
Lo que siento hiere, pero lo que sentiré lo sanará
En la lástima de que así sea
En el precio que habilita la entrada.
Para que no volvamos a nombrarnos
Sin acuerdos, y sin imposiciones
Porque las cosas son así
Porque no se echa una pena sin asumirla entera.
01.11.02
XL
Sentiré que no es casualidad
Cuando la paz abarque mis ojos
Cuando mis manos, ya quietas
Conserven su calor y su fuerza.
Sé lo que habré de saber
Sé hasta dónde habré de llegar
Y si me equivoco en los alcances
Me habré equivocado yo, sencillamente.
Conmigo vendrán las naves que inventé
Aunque los difamen, mis sueños no lograrán quemar
Conmigo estará el cuerpo que me concedieron
46. Que cargaba gafas y un menisco roto.
Del otro lado del río
Escuchando de soslayo alguna pena
Siempre dentro, siempre cerrado
Buscando el escondite de la llave...
Nuevos soles y nuevos ahogos
En la frágil tierra de intensidades
Donde por una sola piel las demás inexisten
Con el horizonte rajando la pulpa del fruto de carne.
Sangre que deja atrás su forma
Pero que, audaz, conserva su esencia
Obedeciendo con gusto, porque se aprecia
Y en ello le va el valor de los pasos ganados.
Voy presintiendo el sometimiento
Por la posibilidad de la luz al final del túnel
No tanto por ver que alguien pudo hacerlo
Sino de tanto ver que tan poco les falto a tantos.
Aunque sea nuevo, el orden no cambia
Sigue el cerdo sin poder mirar el cielo
Y no logra dormir nunca el delfín
Y el pelo no existe si dedos ajenos no lo tocan.
Por la paciencia del derrotado
Por la nobleza del que ofrece admitiendo superar su naturaleza
Porque frente a mí dos veces postergaron a la viuda7
Porque hay un modo con el que la casualidad no puede.
02.11.02
XLI
Era dulce y sabía llegar hasta el fondo
No cargaba con estigmas de mártir
No podía sufrir por lo que no lo merecía
Definía en dos palabras, lo demás era atento silencio.
En el humo se fue perdiendo despacio
Nuestra ciudad terminó siendo muy breve
Y aunque ya la ignoraba adrede
No lo sintieron sus ojos de topacio.
No pudo darse ningún desprendimiento
Pasó lo que se esperó que suceda
El aire frío después de la seda
Y la seriedad del arrepentimiento.
7
F.C.
47. Ahora somos otros, dijo el poeta
Y aunque parecieron muy acertadas
En sus palabras no había espadas
Por una lucha no eran respaldadas
Y es que no mutaron nuestras miradas
Volvieron todas a su antigua meta.
Entonces fue tener que bajar de la montaña
Ir juntando los vasos y los ceniceros
La anciana tarea de ir aceptándolo todo
El difícil drama de volver a lo que no es lo mejor.
No es tristeza, ni siquiera melancolía
Es simplemente ya no poder verla
Respirar el vacío que su memoria no llena
Y escuchar las palabras de los que no la conocieron.
Mucho se tensaron los nervios, en su tiempo
Todo era como de tregua en una guerra no declarada
Costaba no sonreír, enorme la tarea de dormir sin soñar
Nada quedaba oculto y en ello no había dolor.
Nadie nunca preguntó a dónde había ido
Su ausencia no podía hablarse
No retuvimos sus gestos, nada de lo que dijo
Todos le obsequiamos la libertad de no ser invocada.
Supimos que ella lo supo siempre
Pero lo supimos después, y que por ella no fue tarde
Puede que por ello no pese, ni marque
Que lo inefable está ahí, entre nuestras calles y su mirada.
Me permití quererla
De mi corazón hice una ciudad
Fue poco para ella
Fui yo, solo.
02.11.02
XLII
Cada gesto es natural, y algo más
Y ese algo más lo torna remolino lógico
Como la mente que concibe la noche del viernes
Cuando en realidad refiere la madrugada del sábado.
Los gastados caminos de la adrenalina
Las posibilidades que se le van escapando
No conocía la resistencia el impulso
48. La palanca se había quebrado antes de ser usada.
Vencidas y aniquiladas todas las razones, sorpresa
Es el absurdo el que había estado aguardando
Con juvenil sonrisa demuestra su anterior presencia
Y así le extiende su travieso juego a la inteligencia.
Hasta el abismo habría de tener un fin
Cuestión de tiempo caer o volver
Con la noche enfrente y dos o tres variables más
El nombre de los desconocidos que saben esperar.
Todas las esquinas me llaman
Y a todas habré de ir
Y quien me espere me verá
Pero lo que guardo, nadie habrá de verlo
Lo que tengo se contiene
Cien perros negros atados
Señores del hambre y el ansia
Todos en mi pecho todavía humano.
No es serio, ni siquiera grave
Le pasa a cualquiera
Lo viven todos a su manera
Pero es un secreto a voces.
Decirlo no cuenta
No hay honor en escribirlo
Lo agrio está en hacerlo
Es la sal que anhela la herida.
Un día voy a fijar mis ojos en ti.
02.11.02
XLIII
Sobre la arena la sangre se explaya
El polvo, ardiente, busca los ojos
Fuera de lo justo o lo injusto
Se ha sembrado, se ha laborado.
Por la intensidad sostenida
No hubo tiempo para miramientos
La espada sació largamente su sed
Sin cansancio la diestra la ayudó.
En la noche se escucharán ayes
Serán opacados por los cánticos
Una hoguera para los vencedores
49. Otra, menos cálida, para los vencidos.
Tardará años dar vuelta la página
Y todavía se ignora lo que en ella habrá de escribirse
Si los graves gestos de la venganza
Si acaso el olvido, muchas veces amable.
El aire está cargado, no se da el equilibrio
La alegría de unos no contrapesa la pena de otros
No lo saben porque no lo sienten
Aunque pudiendo, no deciden ser de los dos bandos.
No es preciso si es final o principio
Los elegidos comprenden que el entretanto ha pasado
El acto buscó serle fiel al fin que le dio vida
El ahora, enorme, despliega sus alas portentosas.
La hora del libro, se espera, se presenta
El algo más de la oscuridad va surgiendo
Recorre la imagen de erguidos y caídos
Con insondable prudencia mide sus pechos.
Seguridad y esperanza se miran
Al tiempo lo han dejado atrás, de una vez
No hay oposición, y la meta no es clara
Lo inefable, para ser alcanzado, precisa pureza.
El silencio va ganando paso
Lo que tan sencillo parecía se dejó ver
La noche siguiente vendría el miedo
Se intuye que no serán pocos los arrepentidos.
03.11.02
XLIV
Treinta minutos para escribir un poema
Treinta años para poder hacerlo
Otros treinta para recordarlo
Y treinta más para aprender a olvidarlo.
No es fácil lo que vivo
Y lo que veo es peor
Ileso no quedo
Y aunque lastimado, no puedo más que continuar.
Hay aves que en mi corazón buscan su alimento
Hay sierpes que dan con mis talones
La piel de mis manos la cortan las rocas
Siempre es duro el suelo para mis rodillas.
50. Llueve, siempre está lloviendo, siempre
No hay refugio, no es posible el abrigo
De nada vale esperar a que pase el hoy
Y la lluvia es fría, y quiere apagar la hoguera.
Hace desierto, todo el tiempo
Y sólo la arena atestigua mi sonrisa
No me tientan tres veces, me intentan mil
Y ni mis sandalias se atreven al reposo.
Finjo que estoy entre ustedes
Finjo que me fijo
La verdad es otra, indecible
Ni esclavos ni señores con ella podrían.
Vendados los ojos, atravesé el vendaje
Lo que suena no es lo que se oye
No queda agua en el estanque
No caben los días en el almanaque.
No hay a donde volver
No puede precisarse el punto de partida
El viaje desestima todo puerto
El mar por el mar, y algún secreto.
Dos soles y el que los mira cerrando un triángulo
Más allá de los afectos
Después de la desesperación
Sin el argumento de ninguna guerra
Con lo que estoy haciendo de mí.
03.11.02
XLV
Por no atreverme a quererte
Y necesitando que me quieras
No acepto tu cariño, no es tiempo
No es hora, lo siento, no quiero.
Tu nombre me sangra el alma
Me tortura poder imaginarte
Y el mismo clima te envuelve
Y la misma noche te rodea.
No sonrío, mi vida es grave
Quiero lo que los demás dicen querer
Hago cosas, la soledad me asiste
Te busco, pero no lo consiento.
En este mundo, sin elegirlo estoy
51. Dicen algunos que yo decidí
Dicen otros que no tiene caso pensarlo
Pero estoy aquí, y es aquí donde no estás.
Me pregunto si valdrá la pena
Lleno de balances olvido resultados
Mi corazón, de ónix, así lo quiere
A sí mismo una y otra vez se esculpe.
Dirás que pienso sólo en mí
Pero serás tú quien lo diga
La idea del futuro te guía
Y del pasado haces tu timón.
Aquí, en mí y conmigo es diferente
Va la lucha que ocurre por nobleza
Va el llanto que por ajeno dolor se presenta
Y va la vida, porque acepto así ha de ser.
Sé menos de lo que se cree
Pero sé más de lo que se espera
Y en el medio de mi tristeza
Sé que puedo llegar a no poder más.
Por no atreverme a quererte
Y necesitando que me quieras
No acepto tu cariño, no es tiempo
No es hora, lo siento, no quiero.
03.11.02
XLVI
Nosotros, que escribimos “entre tus piernas”
El día lo iniciamos trabajando
Y hasta el fin de la noche no dejamos de hacerlo
Para tener idea de lo que un esfuerzo significa.
Y si al final del mar existe una playa
No celebraremos el encontrarla
Sino el haberlo intentado hasta lograrlo
Sin orgullo, náufragos de la alegría.
Y si al principio grita entero el infierno
No vamos a exponer nuestras armas
Vamos a recordarle que todo es posible
Sin resentimientos, vacíos de tiempo.
La madera de los remos buscó nuestras manos
Fueron los ojos los que hicieron nuestros pasos
Nuestra boca el café, la seda nuestra piel.
52. Fue una pregunta la que nos hizo respuesta.
Estuvimos solos, para acompañar tu soledad
Luchamos mucho, para poder verte luchar
Por verte dormir nos privamos del sueño
Porque labores, no dejamos de hacerlo nunca.
Sabemos que la nieve atraviesa tus botas
Que a veces tu frente se apoya en tus manos
Sabemos que no todo te parece tan perfecto
Y que has decidido que los ecos no te alcancen.
En tu pecho, precisamente en el tuyo
Fue dispuesta una fragua
En tus manos, con dolor, gran paciencia
Y en tu corazón, lo sabemos, un cariño que quiere arrasar.
No lo podemos todo, no lo somos
La siesta y la tarde nos siguen
La madrugada y su mañana nos anteceden
La noche, humilde, suele cedernos su tiempo.
De nosotros no depende
Como no depende de ti
Lo aprendido es eso
Lo que se sabe es más, sabemos lo intuyes.
03.11.02
XLVII
En mi carne van a querer morder
En mi imaginación habré de olvidarlos
Vas a tener que buscarme
Voy a tener que buscarme.
Antes que yo, tú lo entenderás
Obraré primero, lo comprenderás después
El árbol antecede al fruto y a su flor
Gana la semilla, y antes la húmeda tierra.
Muriendo para dar vida
Quemando el tiempo para otorgarlo
El espacio que se gana el cariño
La mentira rota contra las paredes.
Fuerza sedienta, calma anticipada
La brisa escurriéndose por la ventana
Las palabras aguardando su ocasión
Las miradas con sus flechas demoradas.
53. Duermes afilando tus ansias
Para ti quieres lo que no es para nadie
Presientes estaría bien
Sin derrotarte, te golpea el no tenerlo.
Un poco más, pudiera ser
Pero es mucho, mucho más
Y aunque finito, extenso es
Como lo que no se sabe.
En el portón el límite
El límite en los gestos
En la voz la distancia
Muy adentro lo cierto:
Que no hay vallas insalvables
Que siempre alguno se equivoca
Que cuenta la falta de engaño
Que pesa la traición, como pesa lo irreal.
La cama te espera, las sábanas te aguardan
Sencilla te será la vida, si así lo quieres
Pues, lo que quieres manda
Y lo que quieres es...
04.11.02
XLVIII
Fingen las sombras, no me engañan
El fresco que se filtra por las rendijas no es tal
El absurdo silencio que todo lo envuelve miente
Siento algo que no alcanzo a ver, siento que vive.
En silencio y oscuridad laboran ciertas generaciones
Lo que los músculos pueden va resultando escaso
Hay una hora en la que mucho depende de la inteligencia
Pues es contra otras que muchas veces quiere darse el roce.
Alturas varias, en los patios más horribles
Donde fue que lloraron las vírgenes extraviadas
Donde el puñal pendenciero escribió su naturaleza
Donde el que llegaría a hombre soportó los gritos de la histeria.
Las amantes no llegaron a recibir su paga
Las lloradoras, arrasadas por un dolor desconocido
Olvidaron todo llanto, las cubrió el fracaso
Dos vendedores, el uno bueno, el otro malo, odiaron lo que eran.
Y el río habrá de llenarse de heces
Y las calles van a suspirar por lo portones desvencijados
54. Y no habrá botas bien atadas, no habrá uniformes
Y los pergaminos, de nuevo, serán olvidados.
Pudiera mezclarse el tiempo en algo más
Sophia pudiera asumir reducirse a trampolín
El miedo lo daría la calma, la tensión, alegría
Y en un sólo vientre llegaría a poder contenerse el mundo.
Nunca se sabe las últimas consecuencias de un pequeño gesto
Adivinar es sencillo cuando lo aprendido no lo llevan los años
Y fatiga menos arar la tierra cuando el hacerlo algún sentido tiene
Pero en el verdadero ámbito de las voces calladas no llega ninguna estrella.
Se cansa de dar brazadas el otrora gran nadador
Años enteros lleva con su inmarcesible “un poco más”
Y cede, y en verdad está cansado, y desconoce las consecuencias
No surge el desastre, puede perdonarse la decepción que en el niño provoca.
Descubre, a fuerza de intelecto, una y dos mil quinientas justificaciones
Los números ratifican que rebasó bastantes límites
Demasiados ojos dicen que todo fue más que suficiente
En medio del agua, no siente pena al aceptar su triunfo.
De nada valdrá decirle que en casa le aguarda un espejo
No le impresionará que el poeta le cante la mañana que le espera
Un sólo beso será suficiente para que vuelva a creer en los sentimientos
Bastará una mano tendida para que de los afectos haga una meta lograda.
Sonríen las sombras entre las estaciones
Lo que dice, ya fue dicho, y ya fue vivido
Por sólo pensarlo no se gana el extremo
Al verse bella, la flor supo iba a morir, fue lo que calló.
Al oleaje se le instruyó siga aguardando
A la historia que siga su curso
Entre risas y llantos siguió la trama
No miraron atrás los buscadores.
Porque más de uno lo captó
Más de uno recibió el tajo
Las últimas intenciones
No siempre pueden más que las primeras.
De la roca y el agua más bien queda el sonido
Del vuelo, con justicia el esfuerzo del timón
De este grupo y de aquel otro, el individuo
Del hijo el padre, de la madre, la serena sonrisa.
Se abre el árbol, se yergue el madero
En las minas late la intención del hierro
Sediento de finalidad cada aliento es desplegado
55. Luce abierta la carretera que entre el día y la noche permanece.
Y está bien.
04.11.02
XLIX
Los senos que fueron de mujer
Se convirtieron en los de madre
Las manos que exaltaron el ansia
Aprendieron a sosegar breves sueños.
La mesa, la cama, y el entretanto
Las horas de espera, las horas llenas
Lo especial y lo cotidiano
El nombre que tiene, frente al que quiere.
En otra vida, la razón de la suya
Mientras el uno vuelve sus pasos
Mientras el otro da los primeros
Olvidando, a veces, los suyos propios.
Golpea el martillo sobre el yunque
Día tras día, noche a noche, fiebre a fiebre
Que como infinita llegue a ser la imagen
Finito siempre será el ser que la forje.
Parece no haber drama, lo que duele afirma
Hay un grito que no se grita
Hay un deseo que quiere ser sabido
Mas lo calla, lo sabe justo, pero lo calla.
Entonces los momentos y los hechos
La voz del que sabe, y la del que reclama
Y una confusión, y quizás otra
Y en el silencio el otro filo, el de la esperanza.
En el tiempo del crepúsculo
Y de la primera madrugada
El del primer beso ardiente
Y el de la primera caricia pura.
Intuye que no habrán de volver
Va viviendo el desprendimiento
No se miente, se resiste mas lo acepta
Sin cambiar, ya sabe que todo puede cambiar.
Capaz de postergar, puede bien adelantar
Teme lo que todos, no dar la talla
Y aunque lo que quiere es poco, aquí es mucho
56. Quiere lograrlo, y no lo quiere para sí.
04.11.02
L
Como le exigieron que deje el juego
Como le obligaron que lo cambie por trabajo
En la guerra halló entretenimiento
Y en la incomprensión de esto su estadía.
Quiere, como sólo los niños varones quieren
Y sabe que lo que quiere no siempre es lo que quieren
Busca trampas, sabe podrían descubrirlo
A su sangre intenta serle fiel.
Le cuesta mantenerse, le cuesta más cambiar
La historia le reta, y la historia le obliga
Intuye que debe estar en uno de los bandos
Qué sólo hay dos, y que intensidad extrema es el precio.
Aunque le gane, no quiere asumir el cansancio
Quiere ir más, en ello cree está su esencia
Con él juega el orgullo, con él se ensaña el destino
Y si así no sucede, queriéndolo decirlo, no tiene a quien.
Recuerda le mintieron, alguna vez
Por ello fue que generó las armas
Y aunque en ellas no confía
Le pesa no poder tener que confiar en nadie.
Se dice es poco
Se impone que no hay vergüenza en la derrota
Y aunque le marca el lugar de llegada
Más le marca poder volverlo a intentar.
No le obligan, le insinúan perdonar
No le imponen, le señalan el camino
No le gritan, le hablan
Y lo que recuerda es aguardar a las gacelas.
Le quieren, pero a cada edad menos
Cariño, deseo y compasión hacen su escala
En la piel lo sabe llevar escrito
En su ser algo le tienta a probar imposibles.
Mucho desconoce
Poco es lo que desea
Tan solo un par de horas
Cuando todo haya acabado.
57. 04.11.02
LI
Porque hacemos lo necesario, y nada demás
Porque miramos a los ojos y nos fijamos en todo
Porque al tender la mano nuestro corazón se tensa
Porque decimos poco y lo esperamos todo.
Si alguien reposa, nos impulsa a continuar
Si el cansancio nos visita, nos motiva a persistir
Si la meta se nubla, con más energía caminamos
Si la lucha se presenta confesa, liberamos nuestra alegría.
Cuando triunfamos, nos alejamos un poco
Cuando logramos que triunfen, nos alejamos más
Cuando fracasamos, con dolor ensanchamos nuestro pecho
Cuando otros intentan que fracasemos, miramos hacia arriba, y eso basta.
Unos pocos, sólo unos pocos faltan
Nadie quedará sin saber lo que sabemos
La letra terminará clavándose entre las cejas
Imaginando continuamente lo múltiple llegará lo único
Barreras atrás, las vallas que finalmente caerán vencidas
Rasgando los primeros velos que cubren la mente
Osando iniciar una tarea inconmensurable, pero realizable.
Un presentimiento, el diamante en la montaña
Nadando cuesta arriba con la corriente midiendo la espalda
Así las horas, las que fueron tejidas para de un tajo ser cortadas.
En la espera se hace posible lograr el filo
Silente, el hierro va aumentando su sed
Principia entonces el camino que busca la fuerza
Abriéndose paso por su propia esencia
Descubriéndose e imponiéndose con maestría
Atando lo que parecía no poder llegar a tocarse.
Tratan la luz y la sombra de olvidarse
Recuerda el tiempo que no tendrá futuro
Escarba dentro el dedo del antes
Se va volviendo dulce el infinito.
Cada vez que se dicta y se deja escuchar
O cada vez que el sonido se permite ser guía
La llegada al umbral refiere sus posibilidades
Un poco más, un poco menos, y su resolución
Manteniendo el esfuerzo en los pies, soñando las alas
Nada basta porque todo ha sido suficiente
Arando con indulgencia y con gran esfuerzo
58. Sólo lo que habrá de perdurar, el alma, que puede no sea propia.
08.11.02
LII
Una: que por cuna no supo de imagen
Que tuvo que aceptar lo que lo normal impone
Que descreyó de la sorpresa de lo único
Que conoció el borde, y se contuvo de pisarlo.
Otra: que con locuras llenó algunas de sus horas
Que en lo establecido encontró llagas y victorias
Y que fue intuyendo las distancias más solitarias
Sin llegar a atreverse a exponerse en sus extremos.
Y otra: que todo el tiempo fue guiada
Que le encontraba valor antes que precio
Y que aguardaba, a la manera de los grandes,
Haciendo cosas, pero no haciéndose, como los superiores.
No están, son otras sus horas
Por ausencia mi presencia las recorre
Van cantando los violines desde cerca
Y el exceso no ha sido alcanzado.
Pobre biógrafo, pobre nodriza
Lo que vivieron no alcanza para lo que viví
No dan sus ojos para lo que fue necesario que vea
Y aunque su intento me llega, tan sólo me roza.
Una: que a ojos doctos poco había conocido
Dispuso sin quererlo la traición que no sería tal
De mar pasó a remanso, del dolor al placer
Y no pidió nada, quizá culpable, se hizo amable.
Otra: que de la guerra bebió sus intensos jugos
Por la punición cerró las puertas a la conquista
En rotas reglas buscó hallar consuelo
Como si lo nuevo en realidad pudiera serlo.
Y otra: que había querido, pero sin pureza
Que enseñaba por lo que era, pero que no lo enseñaba todo
Y que a la hora de cerrar los ojos para aprender
Los mantuvo abiertos para mirar y no para ver.
Así de sencillo, así la historia que implica otras
Como las doce en el reloj, imposible sin el once
Aristas y centros, formas y fondos
Y el aroma de la atalaya, y la brisa que lo recorre.
59. 08.11.02
LIII
Una mañana uno de tus sueños se hizo pedazos
Lo vieron tus amigos, intentaron el consuelo
Les dijiste no era nada, que había que mirar al frente
Y esperaste que se marcharan para juntar lo que quedaba.
Supongo que ya sabías que algunas cosas cambiarían
Que a tus años todavía le serían posible conocer un par de sorpresas
Es conjetura, pero puede que por ello no haya sido grave
Y que mañana será necesario que sea tarde para otros intentos.
Es otro el sabor de las escaleras a oscuras
Y aunque nada es seguro, el monasterio lo parece
Y aunque incompletas, cuando las propias manos se juntan
Sienten que todavía tienen mucho por sembrar.
Te vieron ver que te miraban
Tuvieron que sonreír, no pudieron evitarlo
Faltó el temor en tu mirada
Careció de dudas tu andar.
No esperan que vuelvas
Lo dan por sentado
Saben que tú te encargarás
Saben que al menos lo intentarás.
Y esta es el agua para tu cantimplora
La confianza que no puedes devolver
Como la tierra que a la lluvia sólo puede recibir
Como ser que hizo de su naturaleza el querer otorgar.
En un punto nada hace sombra
Hace frío y no quema
La fatiga cae agotada
Y en medio del bosque canta el solitario.
Insiste la presión
Las horas luchan todas juntas
Pero la calma es tanta
Que el mundo parece incierto.
Y entonces percibes
Con los dedos cortados
Que tú eres los fragmentos
De un sueño ajeno.
09.1.02
60. LIV
No cuentan los testigos, ya no
El cartón que señala algún título
Incluso es menos que papel mojado
Es el otro reconocimiento el que cuenta, el propio.
Vas a querer que lo que digo quede certificado
Y te va a doler cuando tengan que perseguirme
Y te va a deleitar cando tengan que alabarme
Y no te darás cuenta de que así también eres como ellos.
El ideal, cuando llega a serlo
Si a lo Ingenieros se lo vive
Prescinde absolutamente de ser alcanzado
La meta es el intentarlo, haciendo y dejando de hacer.
Cruzada la línea lo vivo y lo muerto tiene nombre
La energía del atleta como la del último estertor
El poder de ordenar, y el de administrar las órdenes
La hora del tiempo, el agua que decimos solo moja
Luego de saber que lava y sacia.
Busca la grieta en la estructura
Busca la falla en el edificio
Busca el error en la obra
Busca el punto débil en la fortaleza
Y cuando encuentres, a tiempo date cuenta
Que lo que al final sorprenderá al docto
No será la extrema agudeza de tus ojos
Sino el gigantesco esfuerzo que implica intentar algo bueno.
Duele menos cuando se sabe de dónde vendrá la flecha
Pero te hace más fuerte sanar de una herida inesperada
No sé si es por esto que está prohibido consultar el futuro
Pero es por esto que obedezco, y no me cuesta que me cueste.
El cemento largo tiempo esperó ser inventado
No sabía tu talla el que diseñó la puerta de tu casa
No llegaste a olfatear la sangre que vertieron los antiguos
Pero tus pies pueden ir por donde los de ellos transitaron.
La piedra esmeralda pudiera valer en el tiempo
Incrementa las variables, no lo resuelvas por Tartaglia
Recuerda que en la estructura, además de la grieta
Existe un sentido acertado y otro errado, y no son dos los caminos.
09.11.02
61. LV
Llueven flores de un color desconocido
El aroma, agrio, resulta que enseña cosas
Cosquillea la piel, extrañamente brillan los ojos
Los muertos, muertos quedan, entre ellos se entierran.
Sobre el polvo flotan los pies, inexiste la historia
Las sonrisas se atropellan, labios y pezones se juntan
Una lengua examina a otra, una y otra vez
Hasta que la mejilla, lozana, descansa sobre el vientre firme.
El tiempo espera, un par de inviernos después.
En puridad, no es necesario esconderse
Pero sienta bien, hay tibieza en la complicidad
El calor está en la lucha o en la entrega
Para la felicidad hace falta más que alegrías.
Deja de llover y a la superficie salen las culebras
La calle ha quedado sucia, obraron los raudales
La vida sigue, el cielo no fue cielo, se sospecha un dolor
Se adivina, se presiente, o simplemente se asume sin decirlo
Que una es la falta del que ignora, y otra la del que sabe
Aunque los actos sean los mismos; el conocer también obliga
Pues, para el ignorante, no debe errar el docto
Aunque para el docto, lo que siente el ignorante nunca tendrá valor.
En el mundo de los idiotas, que será preciso querer
Se dibujará con trabajosa precisión de siglos lo más horrible
Y no bastará con ser existente, además, como detalle, será conocido
Para ver no la dimensión de la escena, sino la de los espectadores.
Coincidirán velocidad y lentitud
La Verdad ya ha dejado la huella de sus pasos
Las armas sobran, siempre sobraron
Faltan los brazos, siempre faltaron.
Tú que vives con ella
Tú que vives con él
Tiernas presas de la realidad
La altitud de sus sueños lograron ser cuerda de la cual sujetarse?
Se viene el “de momento”, el final será después
Si toda lágrima se recompensa, acaso la risa será cortada?
Reír y llorar, acaso, dime, acaso es eso algo, siquiera algo?
Vale, concedido, que mucho sea, que al final no será nada.
09.11.02