Alimento Seguro: del campo a tu mesa, haz tu parte; fue la cornisa utilizada por la Organización Mundial de la Salud para celebrar el día mundial, para visibilizar un tema que estimados lectora lector, rara vez tenemos conciencia, salvo en ocasiones donde hay intoxicaciones colectivas o algunas que causan muertes por alimentos descompuestos, por cierto, en esta época de intenso calor. Algunas de las reflexiones de esta conmemoración a favor de la salud en el mundo son primero que todos los seres humanos necesitamos comida, dejando como interrogante si usted lectora lector ¿está seguro que los alimentos que come son inocuos –que no hace daño-? Cierto estoy que la mayoría de nosotros lo damos por un hecho. De hecho, cuando adquirimos alimentos, damos por hecho que los proveedores de los mismos y las autoridades sanitarias son garantes de su calidad e inocuidad. Por desgracia esto no siempre es cierto. Los alimentos pueden estar contaminados con bacterias, virus, parásitos y sustancias químicas que pueden provocar centenares de enfermedades, desde cuadros leves de diarrea hasta enfermedades crónicas como el cáncer. Algunos hechos son los siguientes: cada año, alrededor de una de cuatro personas sufre un episodio de alguna enfermedad transmitida por los alimentos. Por supuesto que estas enfermedades tienen un mayor impacto mayor en los grupos vulnerables, particularmente niños, embarazadas y adultos mayores con un común denominador de pobreza que repercuten tanto en la salud personal y pública; como en la economía familiar y nacional. Las Instituciones del Estado Mexicano en los tres niveles de gobierno tienen que asegurarnos que en la producción y distribución de los alimentos, se tengan las medidas para disponer hasta antes de la mesa de alimentos inocuos, mediante una adecuada combinaciones de normas, controles y redes de protección contra los riesgos conocidos que provocan los brotes de intoxicación o epidémicos. Estos esfuerzos deben ser sostenibles, integrados y conocidos por la población. Los datos observables ahora muestran que tanto la Organización Panamericana de Salud como los gobiernos de los países de las Américas incluido el nuestro, están trabajando para lograr sistemas que logren la inocuidad deseada a lo largo de toda la cadena alimentaria. Una vez adquiridos los alimentos, nosotros jugamos un papel clave para asegurar que la comida preparada en nuestro hogar, tengan el menor riesgo de causar una enfermedad. Lograrlo es simple, por ello el día mundial nos recuerda en la campaña cinco aspectos clave: mantenga la limpieza, separe alimentos crudos y cocinados, cocine los alimentos completamente, mantenga los alimentos a temperaturas seguras, y use agua de calidad.