Varios artículos on line sobre el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) en el periódico Diagonal (a raíz de la jornada de la Asamblea contra el TTIP del pasado 15 de febrero que se organizó en Madrid).
Registran dos fallecidos por sumersión en lo que va de la Semana Santa en Hon...
Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP)
1. Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP)
Varios artículos on line sobre el Tratado Transatlántico de Comercio e
Inversiones (TTIP) en el periódico Diagonal (a raíz de la jornada de
la Asamblea contra el TTIP del pasado 15 de febrero que se organizó
en Madrid).
Los Estados Unidos de la Unión Europea
El TTIP muestra la confluencia de intereses entre las transnacionales
en materias como energía, finanzas o protección de inversiones.
04/03/14 · 8:00
La Asociación Transatlántica para el Comercio o la Inversión (ATCI), o
TTIP por sus siglas en ingles, comienza en marzo su cuarta ronda de
negociación entre la Comisión Europea y el Departamento de
Comercio estadounidense. Analizamos las consecuencias que su
aprobación podría tener en la economía, legislación e instituciones
europeas.
Lobbies in the air...
La tierra de los lobbies. El poder de estos despachos se plasmó el
documento interno en el que la Comisión Europea valoraba la puesta
en marcha del Acuerdo Trasatlántico de Comercio e Inversión. Este
papel, filtrado por Wikileaks, refleja un complicado sistema que dará
2. paso a un marco regulatorio abierto “de par en par” a la
industria del lobby. En respuesta a una petición de acceso a
documentos públicos solicitado por la ONGCorporate Europe
Observatory, la Comisión Europea ha tenido que publicar una lista de
130 reuniones con las partes interesadas sobre las negociaciones
comerciales UE-EE.UU. Más del 93% de las reuniones de la Comisión
durante los preparativos de las negociaciones fueron con las grandes
empresas. Asociaciones industriales que van desde la Cámara de
Comercio de EE UU a las compañías navieras.
Cooperación reguladora. Aunque la denominación es la misma,
existen diferencias entre el trabajo y la rendición de cuentas de los
lobbies en la Unión Europea y en EE UU, hasta el punto de que el
Gobierno de Obama ha criticado públicamente el “estilo” de los
negociadores europeos. El papel de los “cabilderos” es fundamental
en todos los campos (desde la propiedad intelectual hasta las
prospecciones de combustible), pero un punto en el que confluyen
estos lobbies --que pueden tener intereses contrapuestos-- es la
implementación de fórmulas de “cooperación reguladora”, lo que
se traduce en “la coescritura de legislación”. Se debe recordar que no
está previsto que los lobbies pasen por las urnas.
La zona cero. Finanzas
Choque de tendencias. Las conversaciones sobre el sector
financiero se hacen sobre el epicentro de la crisis económica que
todavía amenaza las perspectivas de crecimiento mundiales. La
desconfianza justificada que ha afectado a este sector desde 2008, y
el terreno resbaladizo en el que todavía se mueve debido a las dudas
sobre la continuidad de los estímulos monetarios que mantienen a los
mercados financieros, hacen que los comunicados oficiales al respecto
estén plagados de imprecisiones y matizaciones cautelosas. El ámbito
de la negociación es amplio y abarca la liberalización de todo tipo
de servicios bancarios, de seguros, fondos de pensiones y de
capital riesgo o consultorías fiscales, además de consagrar la idea de
los bancos “demasiado grandes para caer”.
Nivelar por abajo. Según la ONG holandesa SOMO, la Comisión
pretende introducir elprincipio de solución de controversias
Estado-inversor (ISDS) también para lo relacionado con el sector
3. financiero. Es decir, que un banco podría demandar a un Estado que
hubiera establecido una regulación lesiva para sus intereses (por
ejemplo, la dación en pago). Aparte, las compañías podrán aplicar
en el exterior las normas que aplican en sus países, lo cual para
solo puede conducir a una nivelación por abajo de ciertos estándares.
La ONG también destaca que desde TTIP se defiende limitar algunas
regulaciones introducidas en el ámbito estatal o comunitario desde la
crisis financiera, como las limitaciones al capital mediante provisiones
obligatorias.
Neutralidad de la red
Copyright. La intención de equiparar los marcos jurídicos
estadounidense y europeo también pasa por reforzar al mismo
nivel la protección de la propiedad intelectual, en detrimento de
la libertad de expresión y de la privacidad de las comunicaciones a
través internet. Además, para favorecer el mercado biotecnológico,
se fomentarían las biopatentes sobre semillas y alimentos. Ni la Casa
Blanca ni Bruselas han dado más detalle sobre esta protección que la
palabra “fuerte”, que se repite en los escuetos informes. Sin
embargo, la liberal Marietje Schaake, una de las europarlamentarias
que participa en las negociaciones, asegura que el TTPI no será un
nuevo ACTA --el acuerdo multilateral de Propiedad Intelectual fallido,
ya que Bruselas lo rechazó a finales de 2012--, sino mucho más
genérico. También afirma que la directiva de protección de datos que
prepara la UE, con el objetivo de que los usuarios europeos de
servicios de internet tengan más control sobre los datos que
almacenan empresas mayoritariamente estadounidenses, no entra en
las negociaciones. Y justifica que sean confidenciales en este asunto
por tratarse de materia “sensible”.
Contratos públicos
Derechos. Las disposiciones del TTIP que actualmente se están
negociando buscan liberalizar y desregularizar el sector de la
Contratación Pública y Servicios Públicos. Las organizaciones que han
firmado el Mandato Alternativo de Comercio denuncia que la UE y EE
4. UU reproducen la ideología de la mínima participación estatal en
la economía y la capacidad de los gobiernos para prestar servicios
públicos. En este momento ya existen muchas similitudes entre la
gestión de grandes empresas privadas y públicas. En las
negociaciones del TTIP se hace constar que “el acuerdo tendrá por
objeto el acceso mutuo a los mercados de contratación pública en los
niveles administrativos nacional, regional y local y en los servicios
públicos para garantizar un trato no menos favorable que el
concedido a los proveedores establecidos localmente”. Esto se
traduce en abrir nuevas oportunidades a las empresas
multinacionales europeas para que puedan presentarse a
convocatorias de contrataciones públicas en Estados Unidos, lo que
supone crear nuevos mercados a empresas europeas
reduciendo el espacio normativo de los gobiernos para gestionar
sus economías.
Procompetencia. En los servicios públicos, se refiere en la
liberalización y privatización de servicios tan esenciales como la
distribución de energía, agua, salud y educación para aumentar la
capacidad de negociación de las grandes empresas en este sector a
través de una regulación “procompetencia”. Con la inclusión de
mecanismos de solución de controversias entre inversores y estados,
el TTIP abre la posibilidad a las empresas de desafiar a los
Estados en tribunales compuestos por juristas mercantiles
independientes de las jurisdicciones nacionales, lo que va a suponer
una dificultad para la conservación de los servicios públicos y las
contrataciones administrativas.
La ‘i’ de inversión. Una clave
Participación. En una presentación del TTIP para el Instituto El
Cano, la fundación española más activa en la defensa del posible
acuerdo atlántico, el negociador principal de la Unión Europea,
Ignacio García Bercero, explica que la intención es que el tratado
debe incluir aspectos “tradicionales de acceso al mercado” como los
aranceles y las compras públicas. El capítulo de inversiones es una de
las claves sobre las que se sostiene un acuerdo, y el empleo de los
tribunales ISDS -de “solución de Diferencias entre Inversores y
Estados”--, que se discutirá durante los próximos tres meses, es
fundamental en el capítulo de inversiones, hasta el punto de que su
5. rechazo por parte de la Unión Europea puede suponer el
carpetazo al acuerdo TTIP.
Alternativas. El Mandato Alternativo de Comercio firmado por más
de 50 organizaciones sociales europeas exige una orientación de las
inversiones hacia un modelo de desarrollo sostenible. Con respecto a
la negociación del tratado, esta plataforma pide que se excluyan de la
negociación de inversiones determinados campos de interés general,
entre ellos la salud y el acceso al agua. Junto a esto, piden que se
aplique el “principio de precaución” para frenar aquellas inversiones
que puedan poner en peligro el interés general.
Campo cerrado. Agricultura
Etiquetas. La apertura de mercados con el que los actores de UE y
EE UU favorables al acuerdo TTIP prometen oportunidades para los
sectores agropecuarios. Y presentasombras en cuanto al llamado
“principio de precaución”, que limita la autorización de productos
que puedan ser lesivos para la salud. Son normas empleadas en el
etiquetado y la supervisión sanitaria de los alimentos. En virtud del
acuerdo, un producto considerado apto en un país tendrá esa
consideración en otras zonas, independientemente de que los
estándares sean distintos. Esto incluye aditivos en los piensos de
ganado como la hormona del crecimiento, extendida en EE UU.
Transgénicos. La búsqueda de “cooperación regulatoria” en las
negociaciones del Acuerdo Transatlántico pone en riesgo las normas
establecidas para la agricultura y la alimentación en la UE y EEUU.
Grandes empresas del sector agro-industrial y biotecnológico están
haciendo presión para eliminar restricciones europeas a los alimentos
modificados genéticamente, cuestionan las normas de etiquetado de
los alimentos al considerarlas barreras al comercio, y rechazan el uso
del “principio de precaución” en el establecimiento de normas de
seguridad de los alimentos. Las negociaciones comerciales podrían
también amenazar la compra local de alimentos en Estados Unidos y
la Unión Europea, por ejemplo los programas que buscan orientar el
gasto público hacia comidas más saludables y sostenibles en las
escuelas.
6. Medio Ambiente. Más fósiles
Asimetrías. Décadas de legislación ambiental en Estados Unidos y la
Unión Europea han dado lugar a regulaciones muy diferentes en esta
materia, que influye sobre la relación con el entorno y en cuestiones
de salud, como la contaminación de aguas subterráneas o el empleo
de amianto en las construcciones. Las organizaciones ambientalistas
temen que el Acuerdo Trasatlántico de Comercio e Inversión haga
tabla rasa en la legislación ambiental, ya de por sí castigada a
resultas de la crisis en países como España, uno de los responsables
de la palidez de los objetivos sobre cambio climático. Los tribunales
de mediación ya han sido utilizados por la empresa sueca Vattenfall
para pedir compensaciones a Alemania por la moratoria nuclear.
Peligros. La legislación estadounidense sobre sustancias tóxicas
TSCA exime de presentar pruebas de toxicidad en más de
60.000 sustancias químicas, frente a la legislación europea, mucho
más restrictiva. El TTIP abrirá la puerta a la introducción de productos
estadounidenses que no han cumplido los estándares con los que
actualmente se dota la UE. Los ISDS, instancias de resolución de
conflictos entre inversores y Estados, se convierten en el proyecto
trastlántico en un tribunal fundamental para decidir por ejemplo en
conflictos sobre las exploraciones en busca de gas no convencional
mediante fractura hidráulica. La obtención de fuentes de energía, una
de las claves de bóveda del acuerdo, habida cuenta de la
dependencia energética europea, se superpone a los mínimos
marcados para contener el cambio climático en los países que más
han contribuido al problema.
7. Un cheque en blanco para el poder corporativo
El TTIP es el objetivo último de los actores del capitalismo
global
Tom Kucharz
03/03/14 ·
Edición impresa
Manifestación, en Nueva York, contra el fracking, una de las
actividades que podrían ser impulsadas por el tratado de ibre
comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea. / CUOMO POLICY
SUMMIT 2012
Bruselas, sede de la Unión Europea, y Washington con la Casa
Blanca, aglutinan las mayores concentraciones de poder político en el
mundo. Muchas instituciones clave se encuentran situadas en ambas
ciudades, así como miles de oficinas que albergan complejos
entramados de poder que influyen en la toma de decisiones y
legislaciones. No sería exagerado decir que el capital transnacional
nunca ha estado tan involucrado en una negociación comercial
como en el caso del TTIP. Junto a bufetes de abogados, que que
ofrecen asesoramiento estratégico y apoyo para formular textos de
negociación, una gran cantidad de centros académicos, fundaciones y
asociaciones empresariales que forman un complejo corporativo
transatlántico pretenden crear un sistema legal especial para las
8. empresas que supone la expansión y consolidación del poder
corporativo.
Durante más de dos décadas, el poder económico de Europa y
EE UU ha presionado a favor de un mercado único
transatlántico en foros como el Diálogo Empresarial Transatlántico,
formado en 1995 por el Departamento de Comercio de EE UU y la
Comisión Europea para “facilitar” el trabajo con los adalides de las
principales corporaciones transnacionales. En la Cumbre UE-EEUU, el
30 de abril de 2007, Barroso, Merkel y Bush crearon el Consejo
Económico Transatlántico, un órgano político para “supervisar y
acelerar la cooperación de gobierno a gobierno” con el objetivo de
“eliminar barreras al comercio y la inversión, y armonizar
legislaciones”.
En noviembre del 2011, el Consejo Económico Transatlántico creó el
Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre Empleos y Crecimiento con la
tarea de “identificar políticas y medidas para incrementar el comercio
y la inversión. El TABD se reunió con funcionarios de máximo nivel de
la UE y EE UU en el Foro Económico Mundial de Davos en enero del
2012 e impulsó una “fuerza especial” compuesta por ejecutivos para
proveer insumos directos y apoyar al Grupo de Trabajo de Alto Nivel.
TABC. el Consejo Empresarial Transatlántico (TABC, por sus siglas en
inglés) es una estructura formada por ejecutivos de 70 grandes
corporaciones que tienenreuniones semestrales con los
secretarios del Gabinete del presidente de EE UU y miembros
de la Comisión Europea y que interviene como asesor comercial del
Consejo Económico Transatlántico. Su web enlaza con instituciones
como Bertelsmann Foundation, Brookings Institution, Center for
Transatlantic Relations, Chatham House o el Peterson Institute. Algunos coinciden con los 18 centros de investigación a los que se han
concedido subvenciones por la Delegación de la UE en EE UU para
“promover la cooperación transatlántica”.
Consejo Atlántico. Constituido en 1961 con el fin de consolidar la
Alianza Atlántica. En 1967 publicó Hacia un mercado americanoeuropeo. Entre sus miembros está la élite de la política exterior,
como Henry Kissinger, Madeleine Albright, Colin Powell y Condoleezza
Rice junto con ejecutivos de corporaciones y ultra
conservadores como José María Aznar. Ejerce una influencia
9. significativa sobre gobiernos y parlamentarios. En el comité asesor se
sientan –junto a Aznar– Josef Ackermann (grupo de seguros Zurich),
vinculado a la creación de los productos especulativos “subprime” y a
los ataques financieros contra Grecia; James Smith, de Thomson
Reuters que controla gran parte de la información financiera del
mundo; Rupert Murdoch de News Corporation, acusado de sobornar a
gobiernos y políticos; el influyente fondo de inversión The Blackstone
Group; y las empresas de armamento BAE Systems y Lockheed
Martin, que reciben grandes encargos de la OTAN.
Fondo Alemán Marshall. Fundado en 1972 con una donación del
Gobierno alemán a la Universidad de Harvard, donde George Marshall
anunció su plan para la recuperación económica de Europa después
de la segunda Guerra Mundial. El German Marshall Fundreune
ejecutivos, comentaristas de medios y académicos
“neocon” en su directorio. En febrero de 2012, el Fondo sacó un
informe titulado Una nueva era para el Liderazgo Transatlántico en
Comercio como paso “esencial para la recuperación de la crisis
económica”.
Business Roundtable. Agrupa a las principales empresas de EE UU,
que juntas tienen unos ingresos anuales de más de 7.300 millones de
dólares, según su sitio web. El BRT fue fundado en el año 1972 con el
fin de que “las empresas desempeñen un papel activo en la
formación de las políticas públicas”.
Business Europe. Principal patronal europea –entre sus socios se
incluyen 20 millones de empresas en 34 países, pero quien marca
sus objetivos son las grandes multinacionales–. Tiene fácil acceso a la
Comisión Europea, recibe información privilegiada sobre
negociaciones comerciales, política energética y económica. Cuenta
con miles de abogados y economistas pertenecientes a las mayores
empresas europeas y a las patronales de los distintos países,
que redactan mano a mano con la Comisión las políticas
comunitarias y consiguen el constante debilitamiento de
protecciones existentes. En 2012, Business Europe publicó su
contribución al Grupo de Trabajo de Alto Nivel UE-EEUU, en el que
recomienda eliminar aranceles y las barreras al comercio de servicios,
garantizar el acceso y la protección de las inversiones, la apertura de
mercados, establecer “estándares globales” para la propiedad
intelectual, y una cooperación en el marco del Consejo Económico
Transatlántico.
10. ERT. La Mesa Redonda Europea de los Industriales (ERT) es un
poderoso lobby compuesto por la dirección ejecutiva de unas 45 de
las multinacionales más grandes. Jugó un papel fundamental en
la creación del mercado único y la ofensiva neoliberal en los años 80.
El barón Daniel Janssen describió el papel de la ERT como el de
impulsar una “doble revolución”: reduciendo el poder del sector
público a través de privatización y la desregulación y transfiriendo
muchos de los poderes de los Estados a una estructura europea.
Cámara de Comercio de EE UU. Fundada en 1912 es uno de los
grupos de presión más importantes de EE UU. Se gastó millones de
dólares en campañas de publicidad y presión para bloquear el
programa de asistencia sanitaria del presidente Barack Obama y las
propuestas de regular los bancos de Wall Street.
Foro Europeo de Servicios. Creado en 1999 para apoyar a la
Comisión Europea para la liberalización de servicios en la
Organización Mundial del Comercio. Su principal objetivo sigue
siendo la completa privatización de los servicios públicos.
FSR. La Mesa Redonda Europea de Servicios Financieros la forman
ejecutivos de algunas de las empresas financieras más grandes. Ha
hecho presión para lograr un mercado único de pensiones y para la
liberalización de la industria de los servicios financieros.
EuropaBio. Lobby de la biotecnología, presiona para que los
procesos de aprobación en la UE para cultivos genéticamente
modificados sean más rápidos, y persuade al poder político con
información manipulada.
Otros tratados sirven de advertencia
Desde Corporate Europe Observatory se estima que “la ciudadanía
debería estar preocupada por el contenido de un tratado que se
parece de manera inquietante a otros ya vigentes como el
NAFTA. El acuerdo tuvo como resultado pérdida de soberanía,
destrucción de la biodiversidad y del medioambiente y éxodo de
campesinos arruinados. Tras 20 años de NAFTA, el precio de los
alimentos importados en EE UU ha aumentado un 67%. El
Center for Economic and Policy Research ha calculado que el NAFTA
ha reducido un 12% los salarios de los trabajadores
estadounidenses. En el caso de México, se calcula que el precio del
11. maíz para tortillas ha aumentado un 279% En lugar de los 170.000
empleos nuevos cada año que el NAFTA iba crear, se han destruido
entre 1994 y 2004 un millón de empleos directos solo en EE
UU.
La UE y EEUU negocian el tratado de libre comercio
En marzo se reanuda la ronda de negociaciones del acuerdo
comercial entre EE UU y la UE
Carmen Manssour, Pablo Elorduy
Redacción. 03/03/14
Edición impresa
Cameron (Reino Unido), Obama (EE UU), Merkel (Alemania) junto al
presidente de Nigeria, Goddluck Jonathan.
El 25 de mayo tendrán lugar las próximas elecciones al Parlamento
Europeo. Estos comicios pondrán a prueba a los partidos de la
“salida liberal” de la crisis, establecida desde mediados de 2012
12. tras la intervención en el mercado de la deuda soberana del Banco
Central Europeo. Son los socialdemócratas y conservadores,
encuadrados en dos mayorías: el Partido Popular Europeo (EPP), que
tiene 277 escaños y el Partido Socialista Europeo, con 217
representantes para un total de 785 europarlamentarios. Con la vista
puesta en esta reválida, desde el 17 de junio de 2013 la Comisión
Europea, órgano no electo pero el único con facultades para
emprender iniciativas sobre política comercial, y el Departamento de
Comercio de EE UU están negociando una Asociación Transatlántica
para el Comercio y la Inversión (ATCI) o TTIP, según las siglas en
inglés de Transatlantic Trade and Investment Partnership. En
marzo comienza la cuarta ronda de negociación, después de que
algunos países europeos hayan expresado sus reservas acerca de
algunas condiciones. Dudas que se han expresado en Alemania y en
Francia, donde el diputado verde André Gattolin ha relacionado el
tratado con el espionaje de la NSA reconocido por la Administración
Obama y ha expresado que los dados de este acuerdo “están
trucados”.
También en marzo se abre un proceso de participación a través
de internet para la ciudadanía europea en torno a la polémica
puesta en marcha del Mecanismo de Solución de Diferencias
entre Inversor y Estado (ISDS, por sus siglas en inglés), uno de
los principales objetivos del acuerdo. El mes concluirá con la visita del
presidente estadounidense, Barack Obama, a Europa y a su principal
contraparte en este continente, la canciller alemana, Angela Merkel.
En la agenda estará el acuerdo TTIP que, en cualquier caso no se
aprobará antes de 2016 y que será competencia de la Comisión
Europea que se configure a partir del próximo 31 de octubre, si la
resistencia al tratado no consigue tumbar el acuerdo antes. En
cualquier caso, el Parlamento Europeo que salga de las próximas
elecciones podrá decidir si el TTIP sale adelante o queda en papel
mojado.
Dos tiburones
Karel de Gucht, comisario europeo de Comercio y Michael Froman, su
homólogo en EE UU, son los responsables políticos las negociaciones.
Ambos provienen de cargos en compañías de inversión financiera.
Antes de unirse a la administración de Obama, Froman fue director
general de Citigroup en Estados Unidos y ha ejercido de “sherpa”
13. o asesor de alto nivel en cumbres del G-8 y en la del G-20 de 2012,
en la que se exigió a España celeridad a la hora de pedir el rescate
financiero.
El negociador europeo, Karel de Gucht, está siendo investigado
por defraudar 900.000 euros a las autoridades fiscales belgas
antes de convertirse en comisario en 2009. De Gucht ha sido el
encargado de salir al paso de las demandas de distintas
organizaciones de la sociedad civil que han criticado desde el
comienzo la opacidad en torno al TTIP y la falta de transparencia en
la elaboración de un proyecto, cuyo objetivo es, según la Comisión
Europea, establecer un marco institucional para asegurar que los
Gobiernos de EE UU y la Unión Europea “trabajan juntos” para
contribuir, siempre según la Comisión, a “prevenir futuras crisis”.
Tanto desde las 50 organizaciones sociales europeas que han suscrito
un Mandato de Comercio Alternativo como desde el Corporate
Europe Observatory (CEO), un observatorio de lobbies y
corporaciones radicado en Bruselas, se apunta a que las
negociaciones se están llevando a puerta cerrada y que no “hay
textos que den a conocer el tratado al público a pesar de que los
acuerdos afectan a los ciudadanos tanto como cualquier ley que se
debate públicamente”, según recoge el Mandato de Comercio
Alternativo. Pia Eberhardt, de CEO, confirma a DIAGONAL que hasta
la fecha han sido los grupos de presión quienes han llevado la batuta
de las conversaciones, “en 2012 y el comienzo de 2013 tuvo lugar la
fase crucial de la preparación de las negociaciones, y en ese periodo
la Comisión Europea se reunió exclusivamente con lobbistas de la
industria”.
Los lobbies, que en su gran mayoría defienden los intereses de las
principales empresas transnacionales en sectores como el financiero,
la propiedad intelectual o la extracción de energía han marcado un
objetivo común en la redacción del tratado, apunta Eberhardt. Es la
llamada “cooperación reguladora”, o la aprobación de una cláusula
que abra de par en par la participación de estos grupos de
presión en los procesos de redacción de normativas y
legislación, uno de los aspectos más controvertidos del proyecto. La
revista Legal Week publicaba el 12 de febrero un artículo en el que se
explica que algunas firmas siguen las negociaciones para proveer
servicios de monitorización sobre los distintos campos de acción del
TTIP, pero al mismo tiempo, los abogados más “sofisticados” dedican
su trabajo a introducir en la redacción de los textos expresiones que
14. beneficien a sus clientes. “Cualquier persona se verá afectada por
este tratado que puede realmente cambiar el equilibrio del poder
político”, ha señalado Ross Denton, del bufete de abogacía Baker &
McKenzie.
Salida financiera a la crisis
La profunda crisis económica en la que entró el eje Estados UnidosEuropa desde 2008 es la justificación de un proyecto que para De
Gucht, se justifica en que la “parte del león del crecimiento global
está pasando fuera de la UE”. Y los datos indican que es así. El PIB
global de la UE, que creció un 1,3% en 2008, descendió a un 0,4% en 2012. En este momento, la relación comercial UE-EEUU ya
es la más grande del mundo: el pasado año, se produjo un flujo
económico de exportaciones de Europa a EE UU por valor de 356,8
billones de euros y de 457,1 billones de euros en el caso de las
importaciones procedentes de Estados Unidos en la UE. El interés de
la Comisión es presentar el acuerdo como bueno para el empleo y
para el crecimiento, aunque las estimaciones del Centre for Economic
Policy Research hablan de un crecimiento del 0,05% anual
durante los próximos diez años. En cuanto al empleo, Bernadette
Segol, de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) se ha
mostrado muy escéptica respecto a la creación de empleo que
supondrá el TTIP: “La sugerencia de que nos va a sacar de la
crisis simplemente no es creíble”, ha declarado ante el
Parlamento Europeo.
Desde que tuviera lugar la fase de rondas preparatorias en 2012 y
2013, se ha afirmado con rotundidad que el TTIP entre ambas
potencias tendrá como resultado “suprimir obstáculos de comercio en
sectores económicos para que sea más fácil comprar y vender
servicios entre la UE y EE UU, armonizar regulaciones en materia de
comercio, la creación de puestos de trabajo y el crecimiento del PIB
global de Europa en un 0,5%”. Por el contrario, desde diferentes
estudios, y tal y como concluye el Premio Nobel de Economía Joseph
Stiglitz “los TLC constituyen uno de los vínculos más evidentes
entre la globalización y el aumento de la desigualdad, ya que
esos pactos privilegian la liberalización del flujo de mercancías, pero
impiden el libre tránsito de trabajadores. Tales acuerdos incrementan
la capacidad de negociación del capital sobre la mano de obra,
reducen los salarios y elevan la desigualdad”.
15. Para Eduardo Gudynas, secretario ejecutivo del Centro Latino
Americano de Ecología Social, cree que el tratado persigue una
profundización del viejo ordenamiento comercial, pero matiza que
“más que hurgar en los flujos de mercancías, servicios y capital,
estos acuerdos sirven para cristalizar normas e institucionalidades
que amparan sobre todo a grandes empresas o conglomerados
corporativos y políticos”.
Campaña en contra
Desde diferentes movimientos sociales y sindicales a nivel
internacional se está llevando a cabo una campaña para parar las
negociaciones del tratado por la ofensiva al conjunto de derechos que
persigue. En febrero, en Madrid tuvieron lugar unas jornadas de la
asamblea abierta contra el TTIP y se están creando plataformas en
varios territorios del Estado. Estas jornadas detallaron cómo el TTIP y
los lobbies corporativos van a afectar a las políticas de inversiones y
derechos laborales, la agricultura y la alimentación, la cultura y los
derechos de propiedad intelectual, la contratación pública, la sanidad
pública, la fiscalidad, el medioambiente y va a suponer una vuelta de
tuerca sobre la desrregulación del sector financiero.
En la movilización contra el Acuerdo, cuya próxima fecha
señalada es el 26 de marzo durante la Cumbre UE-EEUU en
Bruselas, se hace especial hincapié en la cláusula sobre la que
gravita el tratado, el ISDS, el establecimiento de mecanismos de
solución de diferencias entre inversor y estado en los que las
corporaciones pueden reclamar indemnizaciones por daños y
perjuicios de un Estado en el caso de que perjudicara sus intereses
empresariales. Esto puede suponer una penalización de decisiones
soberanas como las moratorias en prospecciones o la recuperación de
la gestión pública en el sector sanitario, y también se ha demostrado
en otros tratados, como el firmado por EE UU, Canadá y México
(NAFTA) o el tratado de EE UU con Australia, como un elemento
disuasorio para aquellos gobiernos que planteen estas medidas.
Seis claves sobre el acuerdo
16. Soberanía
El TTIP establece limitaciones la soberanía de gobiernos electos. El
posible temor a demandas por parte de las empresas se interpreta
como elemento disuasorio para la puesta en práctica de políticas que
contravengan los intereses de las grandes transnacionales.
Irreversibilidad
El Acuerdo “fija” las opciones normativas y otorga a las grandes
empresas amplias facultades para impugnar nuevas leyes. Tras la
puesta en marcha de acuerdos comerciales resulta más difícil
modificar la legislación nacional ordinaria.
Sectores estratégicos
El acuerdo apunta especialmente a la mayor apertura a los mercados
de sectores clave como la energía o las patentes. También supone un
ataque al concepto de soberanía alimentaria.
Financiarización
Las actuales negociaciones del TTIP vuelven a potenciar la
desregularización de los servicios financieros, apostando por la
eliminación de las restricciones en materia de transacciones
financieras y comercio de productos derivados.
Colonialismo financiero
La Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión fija una
regulación financiera que se expande más allá de las fronteras de
Estados Unidos y la UE. El objetivo es que otros países no se desvíen
de los estándares marcados por Wall Street, Frankfurt y la City.
Mecanismo ISDS
El acuerdo gira en torno al llamado Mecanismo de Solución de
Diferencias entre Inversor y Estado (ISDS), normas para proteger la
seguridad jurídica de los inversores que incluye disposiciones como
restricciones sobre la expropiación o la libre transferencia de fondos.