Sí, es cierto… el verano que golpea a La Guajira nos ocasiona serios problemas de pervivencia. Sí, es cierto… la desnutrición es pan de cada día y sin conocer Etiopia sabemos que la comparación mediática no está distante de la realidad. Sí, es cierto… nuestro territorio indígena ha sido cooptado por intereses politiqueros, corporativos y hasta mafiosos. Sí, todo eso que han registrado los medios de comunicación y de manera recurrente durante las últimas semanas es cierto, tan cierto como que nada de esto es nuevo para el pueblo indígena Wayuu, tan cierto como que por muchos años aprendimos a adaptar nuestras costumbres y aprovechar la poca lluvia así se demorara en llegar.
Informe Estudio de Opinión en Zapopan Jalisco - ABRIL
Indiferencia e incompetencia, nuestra hambre y sed
1. Indiferencia e incompetencia, nuestra hambre y sed
El grito es que tenemos sed, es cierto...
pero estamos permitiendo que desvien nuestros ríos también,
tan solo por poner un ejemplo.
Miguel Iván Ramírez Boscán - Mileydis Polanco Gómez
Miembros de La Red de Comunicación del Pueblo Wayuu
Pütchiimaajana
Fuerza de Mujeres Wayuu - Organización Indígena de La Guajira
Yanama
NotiWayu 27 julio 2014.
Sí, es cierto… el verano que golpea a La Guajira nos ocasiona serios
problemas de pervivencia. Sí, es cierto… la desnutrición es pan de
cada día y sin conocer Etiopia sabemos que la comparación mediática
no está distante de la realidad. Sí, es cierto… nuestro territorio
indígena ha sido cooptado por intereses politiqueros, corporativos y
hasta mafiosos. Sí, todo eso que han registrado los medios de
comunicación y de manera recurrente durante las últimas semanas es
cierto, tan cierto como que nada de esto es nuevo para el pueblo
indígena Wayuu, tan cierto como que por muchos años aprendimos a
adaptar nuestras costumbres y aprovechar la poca lluvia así se
demorara en llegar.
Desde tiempos inmemorables estuvimos advirtiendo a los países
donde está nuestro territorio, Colombia y Venezuela sobre estos
problemas, todo lo cual nos lleva a preguntarnos ¿por qué ahora se
muestran interesados?, ¿qué se esconde detrás de este interés?, ¿por
qué el abanderado de esta cruzada contra el olvido es la revista
Semana, la de la familia del presidente, uno de los medios que por
años estuvimos intentando alertar sin obtener nada distinto a su
2. silencio? Por lo visto la locomotora minera que nos vendieron en el
2010, se ha quedado sin combustible, y ahora pretenden potenciarla
con el pretexto de que tenemos hambre y sed.
Ya sea por desconfiados, suspicaces, tendenciosos o por el adjetivo
con el que nos quieran tildar, pensamos tristemente que su interés no
es por el pueblo Wayuu y La Guajira en general sino que pretenden
generar “ruido mediático” para que luego afirmen que la solución a
nuestros problemas debe estar abanderada por la labor social que
deben cumplir las multinacionales, abriéndole la puerta a las
corporaciones minero energéticas para que sin piedad continúen
expropiando nuestro territorio de las riquezas que bajo el subsuelo,
mares, ríos y cielos reposan, cuando a la inversa, son ellas las
culpables de la miseria que ronda a nuestra gente.
Ahora culpan al agua de nuestros males e incluso se atreven a
plantear soluciones, pero ante esto también cabe preguntarse ¿por
qué siguen permitiendo al Cerrejón que intervenga sobre nuestras
fuentes hídricas? ¿Por qué Corpoguajira, la Gobernación, alcaldías y
ministerios van a sentarse del lado de las multinacionales en procesos
de consulta? ¿Por qué la indiferencia es más fuerte que el hambre y
la sed?
Un vivo ejemplo lo tenemos actualmente con la “plaga” del Cerrejón
que pretende desviar el Arroyo Bruno diciendo que está seco, y aun
así surte de agua al municipio de Albania, parte de Hato Nuevo y
Maicao… acaso y sí en realidad estuviera seco por qué “Don Cerrejón”
lo pretende desviar. Asesinar el Río Ranchería es lo que quieren, para
sacar el carbón, a costas del agua, de la sed y hambrunas del pueblo
Wayuu. Antes que promesas oficiales las autoridades deberían
pronunciarse de manera elocuente frente a estas intenciones, esa
sería la mejor manera de que las entidades competentes del estado
dejen de seguir demostrando su incompetencia.
La cosa no es que no llueva, la pregunta es ¿por qué ha dejado de
llover?
Es cierto, hay hambre y ahora nos ataca la sed, pero que esto no sea
el pretexto para llenarnos de más “plagas” en nuestras tierras.