"Cien Días vistos por Cinep n.° 93: el campo de la paz"
Gilda chaupe y máxima acuña amenazadas por yanacocha
1. Gilda Chaupe y Máxima Acuña, beneficiarias de las Medidas
Cautelares otorgadas por la CIDH, denuncian amenazas de
parte de minera Yanacocha y efectivos de la Policía
Fuente Coordinadora nacional Derechos Humanos Perú
La señora Máxima Acuña Chaupe ha señalado que si su esposo
resulta muerto, la empresa Yanacocha será la única responsable.
Desde el año 2011, los ataques y acosos por parte de la minera
Yanacocha no han parado. “Hasta estos momentos siguen
atacándonos. Ellos ven que no se encuentra nadie a esa hora y
entran a perturbarnos todos los días. No nos dejan tranquilos. ¡Cómo
vamos a vivir!”, dice Gilda Chaupe, beneficiaria de las medidas
cautelares otorgadas por la CIDH.
Autoridades y miembros de las Comunidades y Rondas Campesinas
de las provincias de Celendín, Cajamarca y Hualgayoc-Bambamarca
de la región de Cajamarca solicitaron a la CIDH que requiera al
Estado peruano el cumplimiento de las medidas cautelares bajo un
nuevo calendario; y, en caso de persistir en tal incumplimiento,
solicite la adopción de medidas provisionales ante la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
La señora Máxima Acuña Atalaya, beneficiaria de las Medidas
Cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), denunció que cerca de las once la mañana del
lunes 21 de julio de 2014, Jaime Chaupe Lozano, su esposo y
2. también beneficiario, fue amenazado de muerte por un “mayoral” de
la minera Yanacocha S.L.R. en su propio domicilio, ubicado dentro del
territorio ancestral de la Comunidad Campesina (Indígena) de
Sorochuco, provincia de Celendín, Cajamarca. Según relató, el martes
22 de julio, Jaime Chaupe volvió a ser amenazado; esta vez, por seis
policías y dos ingenieros. Finalmente, el jueves 24 de julio, Gilda
Chaupe, hija de Máxima Acuña, denunció que 15 policías, 15
trabajadores y 2 ingenieros de la minera Yanacocha ingresaron a una
parte del domicilio de su familia para tapar las zanjas que sirven para
delimitar los linderos de los terrenos. Según contó, cuando el señor
Jaime Chaupe llegó, los policías lo cogieron y quisieron pegarle. Su
esposa, Máxima Chaupe, ha señalado que si su marido resulta
muerto, la empresa Yanacocha será la única responsable.
Frente a los nuevos hechos de riesgo y amenaza a la vida e
integridad de la familia Chaupe, y demás beneficiarios de la
Resolución, las autoridades y miembros de las Comunidades
Campesinas y Rondas Campesinas de las provincias de Celendín,
Cajamarca y Hualgayoc-Bambamarca de la región de Cajamarca
solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) que requiera al Estado peruano el cumplimiento de las
medidas cautelares bajo un nuevo calendario; y, en caso de persistir
en tal incumplimiento, solicite la adopción de medidas provisionales
ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
En los dos momentos en que el señor Jaime Chaupe fue amenazado
de muerte, se encontraba cuidando su ganado en las inmediaciones
de su domicilio, cerca de la laguna Azul, zona que según el Estudio de
Impacto Ambiental (EIA) de la minera Yanacocha forma parte del
megaproyecto Conga. El señor Chaupe señaló que eran las once de
la mañana del lunes 21 de julio, cuando recibió una llamada en la que
le dijeron: “Pocos días faltan para que mueras”. Allí se dio cuenta de
que un “mayoral” de la minera lo había estado siguiendo. Este se
encontraba a unos metros de distancia de él y tenía un celular en la
mano. El señor Chaupe le dijo para conversar cara a cara. El
trabajador de la empresa se alejó y volvió a llamarlo: “Ahorita vengo,
concha de tu madre, y te mato”, le dijo y se fue. El señor Chaupe se
encontraba solo. Según explicó la señora Máxima Chaupe un
“mayoral” de la minera Yanacocha es cualquier persona vestida de
civil, pero con el rostro cubierto, que es contratada por la minera
Yanacocha para vigilar a los pobladores que viven en las zonas de
influencia directa del megaproyecto Conga.
El martes 22 de julio, el señor Jaime volvió a ser amenazado de
muerte casi a la misma hora que el día anterior. Esta vez, según
relató, seis efectivos de la policía y dos ingenieros ingresaron a su
territorio y le quisieron matar. Él, que se encontraba pasteando a sus
animales, dejó a su ganado y se escapó. El señor Chaupe señala que
3. pudo identificar a los dos ingenieros porque llevaban un casco blanco
en la cabeza y los seis restantes eran policías porque llevaban el
uniforme y estaban armados. Su esposa, Máxima Acuña, ha señalado
que si él resulta muerto, la empresa Yanacocha será la única
responsable.
El último ataque hacia la familia Chaupe se dio el jueves 24 de julio,
cuando, según contó, Gilda Chaupe, hija de Máxima Acuña, siendo
aproximadamente las ocho y media de la mañana, dos camionetas se
estacionaron frente del domicilio de su familia, el cual colinda con la
carretera. En aquel momento, sólo se encontraban su padre y ella.
Gilda Chaupe identificó las camionetas como propiedad de la empresa
Minera Yanacocha S.R.L., pues poseían los símbolos de los vehículos
de esta: una bandera roja y la placa del carro de color caña en la
parte de adelante. Estas camionetas permanecieron cerca de una
hora vigilando a quienes se encontraban en la casa. Al promediar las
nueve y media de la mañana, cuando Gilda Chaupe se disponía a salir
por la parte trasera de su domicilio para pastear a su ganado,
encontró un grupo de 32 personas en las tierras de la familia: 15
efectivos de la Policía Nacional del Perú, 15 trabajadores y 2
ingenieros de la empresa Minera Yanacocha S.R.L. Allí, ella observó
cómo los trabajadores de la empresa, resguardados por los efectivos
policiales, tapaban las zanjas que sirven para delimitar los linderos de
los terrenos. Los 32 individuos entraron a una parte del domicilio de
la familia Chaupe (por la entrada del cerro Colorado), a la que sólo se
puede acceder a pie, pues no existe carretera. Gilda Chaupe,
asustada, dejó a su ganado, y fue corriendo a buscar a su padre,
quien había salido del domicilio algunos minutos antes con rumbo a
Celendín para asistir a una audiencia en el marco de un proceso
penal. Cuando el señor Jaime Chaupe llegó, los policías lo cogieron y
quisieron pegarle. También le insultaron, le dijeron: “concha de tu
madre” y otras frases soeces. Pese a ello, Gilda Chaupe, solicitó a los
individuos que se identificaran, que señalaran las razones por las que
estaban allí, y quién era el que los había enviado. Ninguno de ellos se
identificó, pero le dijeron que les enviaba “el ingeniero”. Ella preguntó
quién era el ingeniero al que se referían, pero no le respondieron; sin
embargo, logró identificar a dos de los policías al leer el marbete que
llevaban en el uniforme y que indican sus apellidos: Castañeda y
Salvador. Gran parte de los policías, que estaban uniformados, tenían
pasamontañas. Sólo tres de ellos no usaban pasamontañas y tenían
el rostro descubierto. Gilda logró tomar algunas fotos. Los
trabajadores de la empresa Minera Yanacocha S.R.L. estaban vestidos
como los campesinos de la zona. Las camionetas permanecieron
frente al domicilio de la familia hasta la una de la tarde.
A diferencia de lo ocurrido en el año 2011, en esta oportunidad, Gilda
Chaupe no fue maltratada físicamente por los efectivos policiales y
4. trabajadores de la empresa Minera Yanacocha S.R.L. En la situación
ocurrida el año 2011, Gilda Chaupe fue golpeada en la cabeza hasta
quedar desmayada. Cuando acudieron al hospital para solicitar
atención, en la ciudad de Cajamarca, se les negó cualquier tipo de
ayuda. Desde el año 2011, los ataques y acosos por parte de la
minera Yanacocha a los miembros de la Familia Chaupe Acuña no han
parado. “Hasta estos momentos, siguen atacándonos. Ellos ven que
no se encuentra nadie a esa hora y entran a perturbarnos todos los
días. No nos dejan tranquilos. ¡Cómo vamos a vivir!”, dice Gilda.
Como bien se sabe, la familia Chaupe forma parte de los beneficiarios
de las medidas cautelares que otorgó la CIDH a 46 líderes y lideresas
de Comunidades Campesinas y Rondas Campesinas de Cajamarca,
debido a que se había demostrado que “se encuentran en una
situación de gravedad y urgencia, puesto que su vida e integridad
personal estarían amenazadas y en grave riesgo”. Lamentablemente,
los últimos ataques sufridos por la familia Chaupe no son los únicos
que reflejan los riesgos y amenazas en los cuales se encuentran los
beneficiarios de las medidas cautelares. Y es que, desde el cinco de
mayo, fecha en que se otorgaron las medidas cautelares, diferentes
beneficiarios han sufrido ataques por parte de trabajadores de la
minera Yanacocha y efectivos policiales.
Mayor información:
• CUNARC (lajusticiaemanadelpueblo@gmail.com)
• Pacto de Unidad de Organizaciones Nacionales de Pueblos
Indígenas (pactodeunidad@gmail.com)
• IIDS/IILS: www.derechoysociedad.org,
prensaiids@derechoysociedad.org
Jr. Nazca 458, Of. 101, Jesús María, Lima 11, Tel. (51-1) 3309139.
Fuente: IIDS