Recomendaciones al CNGS - estrategias en materia de garantías de seguridad
Comercio de carbono y redd
1. Comercio de Carbono y REDD + en Mozambique: campesinos cultivan
carbono al servicio de contaminadores
Las falsas soluciones de Rio+20
Maputo, 18 de Junio de 2012 (Via Campesina Africa News) – La producción
alimenticia y la soberanía de los pueblos africanos corren el riesgo de estar
seriamente comprometidas debido a la implementación de proyectos de
plantación y de conservación de árboles para la captura de carbono y la
llamada Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación
Forestal Plus (REDD+). Tales proyectos podrán conducir al continente hacia
graves situaciones de inseguridad alimenticia y tener como consecuencia la
pérdida de la propiedad de la tierra y del control de los recursos forestales por
parte de los campesinos y las campesinas de África.
En Mozambique, este escenario será inminente ya que el país ofreció su
territorio para servir de “modelo” para proyectos de captura de carbono y REDD
+.
Al caer la tarde, Albertina Francisco*, campesina de la comunidad de
Nhambita, en la provincia de Sofala en Mozambique, regresa a su casa,
cansada, después de otro día de actividad en su machamba (palabra usada en
Mozambique para decir granja). Además de ocuparse del maíz, mapira (una
especie de sorgo) y mandioca que cultiva, Albertina comenzó a tener una tarea
enorme y adicional: cuidar los árboles que plantó hace algunos años, para
tener la certeza de no verse penalizada a fin de año por laEnvirotrade, la
empresa con la cual tiene un contrato de provisión de carbono. Lo que sucede
es que Albertina debe, obligatoriamente, evitar la muerte de las plantas y
garantizar su buen desarrollo de tal modo que, por lo menos un 85% de las
plantas recibidas sobrevivan.
“Además del maíz y de la mapira ahora tengo también que cuidar a los
árboles, para que no mueran. Planté muchos árboles y no es fácil controlarlos
todos”, dijo Albertina, que visita su granja dos veces por día.
2. Como Albertina, 1.400 campesinas y campesinos más de Nhambita y otras
comunidades del puesto administrativo de Púngue en Sofala fueron
contratados para plantar y cuidar a los árboles en sus tierras.
“Cuando llegaron, dijeron que el proyecto es bueno porque si plantamos los
árboles, recibiremos dinero para combatir la pobreza, y seremos dueños (de los
árboles) una vez finalizado el proyecto”, cuenta un campesino de Nhambita.
El proyecto se denomina “Nhambita Community Carbon Project”[i]. El objetivo
de la empresa Envirotrade consiste en secuestrar carbono a partir de la agro-
forestación, comercializar los créditos de carbono en el mercado voluntario, en
este momento en Europa y Estados Unidos. Comprando créditos de carbono,
las empresas de países industrializados pueden “vender” una buena imagen a
sus clientes, limpiar su conciencia y permitir la contaminación del planeta. Con
la implementación de REDD+ y la compra de los créditos de carbono se
pretende que los países ricos continúen con la emisión de gases con efecto
invernadero, siempre y cuando financien proyectos de secuestro de carbono en
otros lugares, generalmente en países del sur.
Con este proyecto, la Envirotrade dice que se preocupa por aliviar la pobreza
de las poblaciones.
Más allá del uso de tierras para la plantación de árboles (gliricidia, faidherbia,
acajús, mangueras, especies madereras), las comunidades tienen que proteger
y patrullar una área demarcada de poco más de 10 mil hectáreas, en las cuales
la Envirotrade también comercializa créditos de carbono a través del
mecanismo REDD+.
Los servicios de plantación, conservación y protección de los bosques están
regidos por un contrato entre la Envirotrade y los campesinos. El contrato es
por tiempo determinado y tiene una duración de sólo 7 años. Sin embargo, de
acuerdo con las cláusulas del contrato, el productor (campesino) tiene la
obligación de plantar y cuidar los árboles y recibirá un valor anual que varía en
función del sistema elegido y de la extensión de la tierra usada. Tras siete
años, el pago termina, pero la obligación de cuidar permanece.
“Es obligación de la campesina o del campesino continuar con el cuidado de
las plantas, que le pertenecen, también después de los siete años de vigencia
de este contrato”, determina uno de los párrafos de la cláusula sobre las
obligaciones del productor.
De acuerdo con la Envirotrade, un árbol captura carbono durante un período de
entre 50 y 100 años. La obligación de cuidar las plantas y bosques por parte de
los campesinos pasa, automáticamente, a ser multi-generacional.
“Si un campesino pierde la vida dentro del período de vigencia del contrato,
este pasa a los legítimos/legales herederos (hijos) con todos los derechos, pero
también con las obligaciones”, aclara Antonio Serra, Director Nacional de
la Envirotrade.
3. Nhambita es una comunidad del distrito de Gorongosa, en el puesto
administrativo de Púngue, centro de Mozambique. Es rico en biodiversidad y
ostenta una vegetación y una riqueza de bosques dignas de ser envidiadas.
La Comisión Europea financió la Envirotrade desde el inicio del proyecto en
2003 hasta 2008 con casi 1.500.000 euros, para actividades de investigación y
experimentación en Nhambita. La Comisión Europea ha recortado la
financiación y una de las razones fue porque encontró irregularidades en la
metodología propuesta para la medición del carbono.
Lo que la campesina y el campesino ganan en el negocio...
De acuerdo con la Envirotrade, sus proyectos tienen como objetivo aliviar la
pobreza (de las comunidades), proporcionar desarrollo sostenible y conservar
la biodiversidad. “Es una nueva forma de hacer negocio”, afirma la empresa en
su página web[i], y se muestra convencida de ofrecer un nuevo modo de vida
para individuos y comunidades.
Ahora bien, la prestación de servicio de un contrato de un campesino al cual
tuvimos acceso se hará a través de la plantación de árboles en una total de
0,22 hectáreas (22 metros por 22), en su huerta, y recibirá un valor total de
3.215 meticales (128 USD) para los 7 años de duración del contrato. Para
ganar dinero suficiente para aliviar la pobreza, este campesino precisaría
muchas más hectáreas, diversificación de sistemas y plantar muchos más
árboles. Lo que se verifica prácticamente imposible.
El sistema mejor pagado por la Envirotrade se denomina “plantación boscosa”
y puede pagar al productor cerca de 17.500 meticales (670 USD) repartidos en
siete años.
Estos valores se refieren a 1 hectárea, lo que quiere decir que el valor puede
ser alto o más bajo dependiendo del tamaño de la área. Los campesinos en
Nhambita tienen una área promedio de una hectárea por familia.
“Un campesino que tenga 1 hectárea puede en un año firmar un contrato con
el sistema de bordadura válido por 7 años y el año siguiente en la misma área,
firmar un contrato de consociación por 7 años y el tercer año firmar un
contrato de 7 años para el sistema de huerta, así este productor quedará unido
al proyecto durante mucho tiempo”, explicó Antonio Serra, Director Nacional da
Envirotrade en Mozambique.
Pero, no se engañe quien piense que con REDD+ y la plantación de árboles se
volverá rico: “El negocio de carbono no es para volver rico a nadie
(campesinos). El propio mercado muestra que tiene muchos costos. No va a
convertir ricas a las comunidades. Las personas precisan tener otras formas de
rendimiento”, dijo en una entrevista, Aristides Muhate, el gestor de Carbón de
la Envirotrade.
Hace tres años que la Envirotrade dejó de emitir nuevos contratos, debido a
problemas financieros.
4. Soberanía alimentaria en peligro
Es importante enfatizar que dedicarse a estos servicios podrá aumentar la
inseguridad alimentaria de la comunidad o de las familias, si observamos el
tiempo y la dimensión de la área que el campesino precisa para plantar una
cantidad de árboles que le posibilite ganar más dinero. Ello llevará a la
campesina o al campesino a “cultivar carbono” en lugar de cultivos alimenticios.
Por otro lado, “el enfoque de los valores económicos en la conservación de los
bosques comunitarios, promovida por la Envirotrade, no convertirá a los
valores culturales, espirituales y biológicos en valores menos importantes ya
que las comunidades siempre supieron conservar los bosques durante
generaciones y generaciones”, dice un estudio[ii] de Jovanka Spiric, que
investigó los impactos socioeconómicos del esquema REDD implementado en
Nhambita.
Existe un número considerable de campesinas y campesinos que abandonaron
la plantación y se dedican a tiempo completo a cortafuego y patrulla de los
bosques de la área REDD+.
Gabriel Langa*, padre de 4 hijos, es jefe del grupo que se ocupa de cortafuego
y patrulla en el bloque 2, una área de REDD+, “protegida” en la zona de Bué
María, enPúngue. Antes cultivaba para alimentar a la familia.
“Ahora la actividad principal es el cortafuego. No tengo tiempo para ir a
machamba”, dijo Langa.
Langa va a ganar 8.845 meticales (340 USD) por el cortafuego en área
“conservada” y que compartirá en el grupo (de 4 miembros) del cual él es jefe.
Los bosques nunca estuvieron en riesgo de desaparición...
Para la Envirotrade, la zona tapón del parque Nacional de Gorongosa[iii],
donde se encuentra la comunidad de Nhambita, corría el riesgo de desaparecer
debido a la tala masiva de árboles (para carbón) y a quemas descontroladas.
El comité de Gestión de los Recursos Naturales de la localidad de Púngue, que
funciona a partir de Nhambita, en Gorongosa, establecido antes de la llegada
de laEnvirotrade, junto a los líderes comunitarios, desmiente esa teoría y afirma
que siempre supo cuidar y conservar los bosques y la tierra en la localidad.
“La comunidad no tenía ningún problema y siempre supo gestionar los
recursos. El establecimiento del Comité de Gestión, en 2011, reforzó esa
capacidad porque tuvimos un entrenamiento con ese fin”, dice Francisco
Samajo, presidente del comité mencionado, quien agrega, “eso es lo que
probablemente trajo a Envirotrade aquí”.
Aristides Muhate, de la Envirotrade, reacciona: “A veces las personas quieren
imponer su mérito por encima de todo. Todo el mundo sabe que hoy esta zona
estaría autorizada para el corte ilegal de madera. Él (el jefe del comité de
5. gestión de los recursos) no tendría ni siquiera recursos (dinero) para hacer la
patrulla que hace”.
La Envirotrade financia el comité de gestión de los recursos naturales para
que, a su vez, pueda pagar por patrullar los bosques y “defenderlos” contra
miembros de la misma comunidad.
A pesar de que los campesinos afirman tener ciertos beneficios a partir del
proyecto de la Envirotrade (árboles frutales, un poco de dinero todos los años,
un puesto sanitario, transporte en caso de enfermedad), parece no haber
consenso para admitir que las comunidades eran muy pobres y que la gestión
de sus bosques y tierras era deficiente.
Otro campesino de Nhambita, Raimundo Eduardo, afirmó que nunca se
consideró pobre, porque, según su opinión “tengo machamba y siempre
trabajé”.
Abandono de la plantación de árboles: no todos consideran esta actividad
divertida
Juvenal Francisco*, 31, campesino de Nhambita, abandonó la plantación de
árboles en 2010 por considerar los servicios no rentables.
“Parece que yo sólo trabajaba para ellos y no llegaba a ver beneficios para
mí”, cuenta Francisco, quien por iniciativa propia se dirigió a la Envirotrade para
manifestar su interés en abandonar la actividad.
Lo que desilusionó a Francisco y lo llevó a rescindir el contrato fue el hecho
de que, a partir del cuarto año no le pagaron el valor anual estipulado en su
contrato, por supuestamente, no haber podido cuidar debidamente las plantas
como la Envirotrade determinó. Juvenal Francisco considera que no se satisfizo
una de las obligaciones que la Envirotrade se comprometió en cumplir, y que
fue la de pagarles durante siete años.
“A partir del cuarto año no me pagaron más y nunca me explicaron por qué”,
dijo.
Juvenal cuenta que había plantado más de 900 unidades de plantas
madereras y de fruta, desde 2007. Ahora, dedica su tiempo a la producción de
maíz, batata dulce,mapira y mandioca.
Este ha sido un gran conflicto entre la Envirotrade y muchos campesinos. Un
elevado número de “contratados” sufre reducciones en su pago por no alcanzar
los 85% de la tasa de supervivencia determinada en el contrato. Nuestro
equipo de reportaje también constató que en los últimos tres años se han
verificado retrasos en los pagos de los servicios ambientales, debido a
problemas financieros.
"Los campesinos no saben lo que están haciendo"
6. Las comunidades de Nhambita desconocen el concepto REDD+ y a pesar de
que algunos de ellos saben que plantan árboles y conservan los bosques “para
vender carbono”, demuestran desconocer el concepto y sus mecanismos en
profundidad.
El Gestor Nacional de Carbono de los proyectos de la Envirotrade, el Ingeniero
de bosques Aristides Muhate, justifica este hecho en los siguientes términos:
“hay diferentes niveles de información. No tenemos por qué perder tiempo
explicando esos conceptos complicados para los campesinos”. Aristides
justifica su declaración basándose en los bajos niveles de escolarización que la
mayoría de la población de Nhambita y alrededores posee. Esto puede
considerarse una violación al derecho a la información previa y al
consentimiento libre antes del comienzo de las actividades.
“Sabemos que el rendimiento de plantar árboles viene del carbono. En el
fondo, yo no sé nada más al respecto”, confesó Elias Manesa, de la comunidad
de Mutabamba, quien expresó no comprender lo que es el carbono.
El no proporcionar ninguna información sobre el negocio del carbono de
la Envirotrade con los recursos de la comunidad, pone en evidencia los niveles
de transparencia en el proceso. La débil o inexistente comprensión de los
conceptos ligados a REDD+ y a los mercados de carbono por parte de los
campesinos provoca que ellos pongan a disposición sus recursos y se vean
implicados en un negocio sin saber sus implicaciones: permitir que
contaminadores del norte continúen con las emisiones de carbono en la
atmósfera, lo cual pone en peligro el bienestar de las campesinas y de los
campesinos si se tiene en cuenta que estas emisiones traerá impactos
negativos en Mozambique, como la sequía y las inundaciones.
Una campesina que no tiene contrato personal con la Envirotrade, pero que
plantó y cuida los árboles porque su socio decidió hacerlos por ambos, también
muestra desconocer la finalidad de la actividad.
“Sólo sé que mi marido recibe dinero (anualmente) por los árboles que
plantamos. No tengo más detalles”, contó. De hecho, más de la mitad de los
contratados son hombres. Pocas mujeres poseen tierras en Mozambique, a
pesar de que sea el grupo que más esfuerzo realiza en la actividad de
producción alimenticia y otros trabajos con la tierra.
Eminente conflicto social
Comienzan a presentarse señales de conflictos sociales relacionados a los
pagos de los servicios ambientales (PSA) entre los miembros de la comunidad
de Nhambita. En un futuro, la escena podría agudizarse.
Campesinos que no están contemplados en los PSA manifiestan una especie
de resentimiento por no recibir el dinero de la Envirotrade.
En otros proyectos REDD, en países como Indonesia, los pagos por servicios
ambientales están provocando desigualdad debido a diferencias en la renta y
7. ello tiende a provocar divisiones en la comunidad y a comprometer la unidad
organizativa, social y cultural.
Por ejemplo, el periódico francés Le Monde Diplomatique[i] publicó
recientemente un caso de expulsión de campesinos debido a la
implementación de REDD en México.
Jossias Jairosse* está recién llegado a Nhambita y trabaja en la carpintería
comunitaria en su localidad. Cuando se instaló en la comunidad,
a Envirotrade había parado las contrataciones. Se siente resentido e inferior en
relación a los otros vecinos, ya que no tiene una renta anual que antes nunca
tuvo posibilidad de tener.
Mozambique provoca la codicia de los “inversores” para REDD
Cerca de 15 millones de hectáreas (el 19% del territorio nacional) son
pretendidos por una compañía de capital británico para REDD+[ii]. Los casos
de usurpación de tierras relacionados a la Reducción de Emisiones por
Desforestación y Degradación Forestal podrán aumentar esta cifra si incluimos
la producción de agro-combustibles y plantaciones de mono-cultivos diversos,
porque se pueden convertir también en REDD+, ya que esto incluye cultivos y
suelos para bonos de carbono y no solamente bosques. Según el inventario
forestal nacional de 2008, cerca de 70% del país (54,8 millones de hectáreas)
está hoy cubierto por bosques y otras formaciones leñosas. Estas áreas corren
el riesgo de ser usadas para el secuestro de carbono.
Mozambique se encuentra en una posición de privilegio entre los países más
“codiciados” para la implementación de los llamados proyectos de desarrollo,
con inversión extranjera, en África. Por ejemplo, el Banco Mundial considera a
Mozambique como un destino real para proyectos de REDD, el Mecanismo de
Desarrollo Limpio[i] y Agricultura Industrial.
Empresas del norte han adquirido tierras en Mozambique para producción para
exportación, agro-combustibles y ahora REDD+. Actualmente, hasta los
llamados países emergentes, India y Brasil están adquiriendo tierras para
agro-negocio y extracción mineral.
En la mayoría de estos casos, las comunidades locales, en particular
campesinos y pueblos indígenas, se ven fuertemente afectados y muchos de
sus derechos son violados. En el caso de REDD+, existe un eminente riesgo
de que las campesinas y los campesinos sirvan como empleados de
compañías que van a usar los recursos forestales y los suelos locales para
recurrir internacionalmente a los créditos de carbono y maximizar sus lucros,
sin necesariamente contribuir a eliminar la pobreza de las comunidades.
En Uganda (África), 22.000 campesinos fueron desalojados de sus tierras para
dar lugar a un proyecto de compensación de carbono forestal, en 2011.
Proyecto Nhambita, un modelo para Rio+20 y Economía Verde
8. El proyecto de carbono de Nhambita va a servir de modelo en Rio+20, la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible y Economía
Verde y figura en la página web de la Comisión de Desarrollo Sostenible de
Rio+20.
Movimientos de la sociedad civil critican fuertemente Rio+20 por ser una
cumbre que busca aprobar y legitimar la mercantilización de la naturaleza.
“Estamos esperando la Estrategia Nacional del REDD y los resultados de
Rio+20 para expandir la implementación del REDD+ en otros lugares”, confirma
Arístides Muhate, de la Envirotrade, al que hemos entrevistado en el
campamento de la empresa, el día 23 de mayo último.
De hecho, más allá de Nhambita, la Envirotrade tiene otros dos proyectos con
el mismo objetivo de venta carbono: uno en la región del Delta del Zambeze y
el otro en el distrito de Maconia, en las Quirimbas, en la provincia de Cabo
Delgado, en el norte de Mozambique. La Envirotrade está desarrollando
activamente proyectos para otros dos proyectos de REDD+ a gran escala.
El proyecto de REDD+ de Nhambita podrá ser replicado en otras zonas de
Mozambique. Figuras del gobierno de Mozambique e individualidades
internacionales, incluido el antiguo presidente de Zambia, Kenneth Kaunda,
visitaron el proyecto, y existe la posibilidad de que sea replicado fuera de
Mozambique también como modelo para otros países africanos.
¿Cómo es vendida la idea de REDD...?
La idea de la Reducción de Emisiones por Desforestación y Degradación
forestal consiste en que países desarrollados que quieran reducir emisiones
deberán ser compensados financieramente por hacerlo. Gracias a la
fotosíntesis, los árboles absorben dióxido de carbono y liberan oxigeno y por
consiguiente sirven como esponjas para contaminación. La idea de REDD es
“vendida” como una forma de conservar bosques, parar los cambios climáticos,
proteger la biodiversidad, erradicar la pobreza y financiar a las comunidades.
Sin embargo, de acuerdo con las Naciones Unidas, el REDD podrá causar
“encerramiento de bosques, “pérdida de tierra”, “conflictos sobre recursos”,
“concentración de poder por parte de las elites”, “nuevos riesgos para los
pobres” y podrá “marginalizar a los sin tierra” [ii] .
Muchos sectores de la sociedad civil advierten sobre el riesgo de que los
proyectos de REDD se conviertan en masivas usurpaciones de tierra y que
constituyan una forma de colonizar los bosques.
Marco legal del REDD+ en Mozambique
La elaboración de la estrategia Nacional del REDD a nivel Nacional tuvo su
inicio en 2009. El Ministerio de Coordinación para Acción Ambiental ( MICOA)
y el Ministerio de la Agricultura (MINAG) con el apoyo técnico de la Fundación
Amazonas Sostenible y del Indufor (Brasil), realizaron algunas reuniones a
9. nivel de la provincia de Maputo para explicar REDD+. Sin embargo, durante las
reuniones la información divulgada estuvo básicamente alrededor de los
beneficios y de las oportunidades que Mozambique podría obtener con la
implementación del REDD+, creando expectativas en términos de rendimientos
a nivel de los participantes. El lado negativo de REDD+ no fue mencionado.
“El proceso fue poco transparente, no hubo retorno de los procesos para los
miembros de la sociedad civil que quisiesen acompañar el proceso. El acceso
a la información fue también deficiente”, dijo Anabela Lemos de Justicia
Ambiental.
La estrategia nacional del REDD está aun en discusión en Mozambique. El
proceso de su elaboración constituye objeto de crítica por parte de
organizaciones de la sociedad civil, incluyendo a la Unión Nacional de
Campesinos (UNAC) y a Justicia Ambiental ( Amigos de la Tierra de
Mozambique), por focalizar los mecanismos de desarrollo limpio y mercado de
carbono, apuntar hacia proyectos de agro-combustibles y plantaciones de
mono-cultivos como proyectos posibles para REDD+ y por no incluir a la
sociedad civil desde su inicio. Por ejemplo, las consultas comunitarias
efectuadas muestran una débil representatividad. Las consultas a las
comunidades y a los campesinos implicaron sólo a 889 personas, en un País
con una población de más de 20 millones de mozambiqueños.
"La Estrategia Nacional del REDD está aún por ser discutida, pero el Gobierno
(de Sofala) nos autorizó a hacer esto porque la idea es ver cómo será. Toda la
experiencia va a ser tomada aquí (en Nhambita), es por ello que somos un
laboratorio, un proyecto modelo", dijo Aristides Muhate, el “jefe” del carbono de
la Envirotrade.
Recientemente, Charles Hall, de la Envirotrade expresó a la publicación
inglesa The Observer[iii] que “el modelo de negocio de la Envirotrade precisa
aún ser comprobado”. Según su opinión, “el hecho de que este poder pueda
ser un negocio sostenible en base a la venta de las compensaciones de
carbono, continúa siendo algo a tratarse”.
El movimiento campesino internacional, La Vía Campesina (de la cual la UNAC
forma parte), emitió recientemente un documento de posicionamiento en el cual
reprueba, entre otros, los mecanismos REDD, el mercado de carbono y la
economía verde, frente a la conferencia Rio+20.
“Repudiamos y denunciamos la economía verde como una nueva máscara
para ocultar mayores niveles de ganancia de las emrpesas transnacionales y
del imperialismo alimenticio en el mundo como una forma brutal de lavar la cara
al capitalismo, que sólo impone falsas soluciones, como el comercio de
carbono, REDD (...) y todas las soluciones de mercado para la crisis
ambiental”, dice parte del posicionamiento.
Augusto Mafigo, presidente de la Unión Nacional de Campesinos en
Mozambique se muestra preocupado por el compromiso de los campesinos de
10. Nhambita en los proyectos de carbono y REDD+. Mafigo está convencido que
REDD+ podrá perjudicar a los campesinos y a las campesinas.
“Como campesinos rechazamos REDD porque es claro que no es u
mecanismo sustentable y corremos el riesgo de perder nuestros recursos y
agravar la pobreza que ya nos asola”, dijo.
Via Campesina Africa News
* - nombres ficticios (para proteger las fuentes)
[i] http://www.envirotrade.co.uk/html/home.php
[ii] http://www.envirotrade.co.uk/documents/Jovanka_Spiric.pdf
[iii] http://www.gorongosa.net/
[iv] http://www.monde-diplomatique.fr/2011/12/VIGNA/47042
[v] http://www.iied.org/redd-mozambique-new-opportunity-for-land-grabbers
[i] http://http://es.wikipedia.org/wiki/Mecanismo_de_desarrollo_limpio
[ii] UN-REDD Framework Document, http://www.undp.org/mdtf/UN-
REDD/docs/Annex-A-Framework-Docoment.pdf , p. 4-5 A Poverty Environment
Partnership (PEP) Policy Brief, Based on the report “Making REDD Work for the
Poor”, (Peskett et al, 2008) http://www.povertyenvironment.net/pep/ PEP
includes UNDP, UNEP, IUCN, OCI, SIDA, ADB, DFID, WCMC For footnotes
and complete textual citations of UN documents: See Earth
Peopleshttp://www.earthpeoples.org/blog REDD Brochure
[iii] http://www.guardian.co.uk/media/2010/apr/11/bbc-envirotrade-robin-birley-
mozambique
[i] http://www.iied.org/redd-mozambique-new-opportunity-for-land-grabber
[ii] http://pt.wikipedia.org/wiki/Mecanismo_de_Desenvolvimento_Limpo
[iii] UN-REDD Framework Document, http://www.undp.org/mdtf/UN-
REDD/docs/Annex-A-Framework-Docoment.pdf , p. 4-5 A Poverty Environment
Partnership (PEP) Policy Brief, Based on the report “Making REDD Work for the
Poor”, (Peskett et al, 2008) http://www.povertyenvironment.net/pep/ PEP
includes UNDP, UNEP, IUCN, OCI, SIDA, ADB, DFID, WCMC For footnotes
and complete textual citations of UN documents: See Earth
Peopleshttp://www.earthpeoples.org/blog REDD Brochure