1. Ciudad de Loncopué, provincia de Neuquén, Argentina, rechaza la
megaminería
Loncopué votó a favor de prohibir la explotación a cielo abierto de minerales
Un total de 2589 electores participaron en el referéndum popular del 3 de
mayo. El 82,08% respaldó la prohibición y el 14,99% la rechazó. Hubo un 1,5%
de votos en blanco y 1,4% impugnados. En estos momentos la gente festeja en
la plaza de la localidad lo que considera una victoria frente al hostigamiento del
gobierno provincial.
La ciudadanía de Loncopué respaldó la prohibición de la explotación a cielo
abierto de minerales de la primera categoría, el empleo de técnicas de
lixiviación, actividades que afecten la intangibilidad de las tierras ocupadas por
pueblos indígenas, el acopio y almacenamiento o transporte de cianuro, ácido
sulfúrico, mercurio o cualquier otra sustancia tóxica, el transporte o
almacenamiento de explosivos, la construcción de mineraloductos y cualquier
tarea de exploración minera.
Pese a que hubo intentos durante toda la jornada de hoy para desalentar la
asistencia a las urnas , finalmente se impuso el SÍ a la ordenanza municipal que
llamó al referéndum, a fin de que las personas inscriptas en el padrón electoral
se manifestaran a favor o en contra del proyecto de ordenanza que establece la
prohibición.
El gobierno provincial, a través de la empresa estatal Cormine, impulsó una
2. medida cautelar para impedir la consulta, sin embargo la Sala Procesal
Administrativa del Tribunal Superior de Justicia de Neuquén habilitó el proceso.
Incluso el gobernador, Jorge Sapag, dijo ayer en conferencia de prensa que el
referéndum es inconstitucional: “Este llamado que ha hecho el municipio a
través de una ordenanza, es absolutamente inconstitucional, con la
característica que quisieron darle de obligatorio y vinculante. No es obligatorio,
no es vinculante, y no es el tema minero al que me estoy refiriendo, me
estoy refiriendo a temas de respetar la Constitución Provincial”.
El mensaje del mandatario coincide con el panfleto que circuló en el pueblo
durante la jornada de votación.
Según los resultados definitivos, participó el 72% del padrón.
(Informaciones basadas en reportes de organizaciones ciudadanas y prensa;
cortesía de J.S.S. desde Argentina).
A las urnas por la minería
UN PUEBLO DE NEUQUEN RESUELVE MAÑANA SI ACEPTA O NO LA
ACTIVIDAD EXTRACTIVA
Los habitantes de Loncopué, a 300 kilómetros de la capital provincial,
participarán de un inédito referéndum para resolver si se prohíbe o no la
megaminería. A diferencia del que se hizo en Esquel, en 2003, es obligatorio y
vinculante.
Por Darío Aranda
“El pueblo decidirá.” Son las tres palabras que resuenan entre los habitantes de
Loncopué, pueblo neuquino donde mañana habrá un inédito ejercicio
democrático para Argentina: un referéndum dará cuenta de la aceptación o el
rechazo de la megaminería. Loncopué se convertirá así en el primer lugar del
país donde la población votará de manera obligatoria y vinculante respecto de
la actividad extractiva. “Queremos cuidar el ambiente, queremos seguir
viviendo como elegimos hace décadas, sin que nos impongan industrias
contaminantes que avasallan nuestros derechos. Qué mejor que decidir
mediante el voto”, afirmó Viviana Vaca, de la Asamblea de Vecinos
3. Autoconvocados de Loncopué (AVAL), una de las organizaciones impulsoras del
referéndum.
Loncopué está ubicada en el noroeste neuquino, a 300 kilómetros de la capital
provincial. Pueblo tranquilo, con siete mil habitantes y el turismo como principal
actividad. En 2008 vio alterada su rutina cuando camionetas de doble tracción
comenzaron a ingresar a los campos. La explicación: un contrato entre Cormine
(Corporación Minera de Neuquén) y la compañía china Emprendimientos
Mineros SA para instalar una mina para la extracción de cobre.
Las denuncias de contaminación que caen sobre la actividad provocaron la
organización. Nacieron AVAL y la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de
Campana Mahuida (Avacam), otra localidad cercana al proyectado
emprendimiento. Y se organizaron junto a la comunidad mapuche Mellao
Morales (radicada hace cien años en la zona de interés minero). Se contactaron
con otras asambleas ambientales y comenzaron a informar a la población:
charlas, volanteadas informativas, asambleas y marchas.
También accionaron judicialmente. Reclamaron en 2008 la nulidad del contrato
por no respetar los derechos de los pueblos originarios. También denunciaron
que el gobierno provincial había cedido sin licitación pública el yacimiento a tres
millones de dólares, ínfima cifra para un emprendimiento con al menos quince
años de vida útil y reservas por 1800 millones de dólares.
En septiembre de 2009, el máximo tribunal de Neuquén hizo lugar a la medida
cautelar de frenar toda acción hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo, la
legalidad o no del contrato. La decisión implicó el freno la actividad minera. El
Superior Tribunal dejó constancia de que el avance minero había omitido el
derecho de consulta a la comunidad indígena. El gobierno provincial apeló con
un recurso extraordinario. Y, en marzo de 2011, el Superior Tribunal volvió a
fallar contra el gobierno provincial y remarcó la obligación de respetar el
derecho indígena.
Al mismo tiempo, los vecinos impulsaban una decisión de fondo: presentaron
un anteproyecto de ordenanza para prohibir la actividad en la localidad y
lograron que el Concejo Deliberante convoque a un referéndum para octubre
de 2011. Pero el intendente dejó vencer los plazos y no llamó a votación.
Con las nuevas autoridades (asumidas en diciembre pasado), los concejales
aceptaron llamar a un nuevo referéndum. Estuvieron de acuerdo todos los
4. sectores políticos municipales, incluido el Movimiento Popular Neuquino (MPN) y
el Frente para la Victoria.
La última semana, la Corporación Minera de Neuquén (Cormine, del Estado
provincial) volvió a acudir al Superior Tribunal para que suspenda la votación.
Ayer a la mañana, el máximo tribunal neuquino rechazó la presentación minera
y confirmó que el referéndum es legítimo y está sujeto a derecho.
A diferencia de lo sucedido en Esquel en 2003 (donde hubo un plebiscito en el
que el 81 por ciento rechazó la megaminería), mañana será la primera vez que
en Argentina se ponga en práctica una votación obligatoria y vinculante
respecto de la actividad extractiva. Toda la estructura del municipio estará al
servicio de la votación, como sucede cuando se eligen intendente, gobernador o
presidente. Se votará en escuelas, habrá presidente de mesa y fiscales.
En la forma de instrumentar el referéndum, no será “sí” o “no” a la actividad de
una manera directa. Se decidirá la aprobación o rechazo de una ordenanza (ya
redactada y difundida entre la población) que establece la prohibición de la
actividad en Loncopué. De esta manera, quien vote “sí” a la ordenanza estará
rechazando la minería (y viceversa).
La ordenanza será ratificada (y de esta forma prohibida la megaminería) si la
mitad más uno de los votos elige por el “sí”.
El rechazo a la megaminería en Loncopué reunió a maestros, pequeños
estancieros, amas de casa, familias campesinas, comunidades mapuches y la
Iglesia Católica local. La organización llegó a reunir a 2000 habitantes en una
ciudad de siete mil personas. A modo de práctica democrática, el jueves pasado
la Escuela 50 Jaime De Nevares, de Loncopué, tuvo su votación: 274 chicos
votaron por el rechazo a la megaminería y 12 por la aceptación.
“Es una comunidad pacífica que quiere seguir viviendo, justamente, en paz, por
eso no quiere que corporaciones vengan a imponerse por sobre los derechos de
quienes hace décadas viven acá”, explicó José María De Orfeo, cura párroco de
Loncopué desde hace 26 años. No quiso arriesgar resultado, pero sí expresó su
opinión: “La comunidad no cree en las falsas promesas de trabajo, supuesto
bienestar y espejos de colores”.