1. Hacer mover brazo robot con el pensamiento
El brazo robot es un proyecto de cien millones de dólares financiado por la
agencia de investigación del Pentágono
La investigación todavía dista de tener aplicación comercial, pero varios
equipos están estudiando distintos métodos
PITTSBURGH, PENSILVANIA (11/OCT/2011).- Se dice que a cada intención
corresponde una tensión, o sea, que cuando uno piensa en un movimiento, lo
ejecuta aunque sea de manera casi imperceptible.
Tim Hemmes, que tiene una discapacidad motriz, pone en práctica ese principio
haciendo mover un brazo robot junto a su silla de ruedas con el pensamiento,
aunque sea a velocidad de cámara lenta.
Por primera vez en los siete años desde que un accidente de motocicleta lo dejó
con discapacidad, Hemmes pudo mover el brazo robot para tocar con él la mano
de su novia, como parte de un experimento científico de un mes en la Universidad
de Pittsburgh.
"No fue mi brazo sino mi cerebro, mis pensamientos. Yo estaba moviendo algo",
se entusiasmó Hemmes. "No tengo palabras para expresar lo que sentí en ese
momento. Esa palabra no existe".
El residente de Pensilvania es uno de los pioneros en la ambiciosa búsqueda de
miembros artificiales controlados por el pensamiento para dar a las personas con
discapacidad más independencia: la capacidad de autoalimentarse, de accionar
un picaporte, de abrazar a un ser querido.
El objetivo es una combinación de mente y materia, combinando el brazo biónico
con microcircuitos implantados en el cerebro. Esos electrodos reciben señales
eléctricas de las células del cerebro que ordenan los movimientos. Pasando por
alto una médula espinal deteriorada, envían esas señales al tercer brazo del
robot.
Esta investigación todavía dista de tener aplicación comercial, pero varios equipos
están estudiando distintos métodos